«Laila»
Escuchaba muy a lo lejos voces que eran un tanto extrañas y una en particular que me era conocida, sentía que mi cabeza explotaría y se me estaba haciendo imposible abrir los ojos. Unos vagos pensamientos de lo ocurrido regresaron a mi mente y sentí mis pulsaciones acelerarse, abrí los ojos repentinamente para encontrarme en un lugar enteramente ajeno para mí, mire detenidamente a mi alrededor y me percate que me encontraba en una especie de sótano, todo mugriento y abarrotado de estantes los cuales se encontraban adornados por recipientes todos llenos de un líquido en color escarlata.
—Despertó la bella durmiente. —escuche decir a aquella voz que aborrezco.
— ¿Dónde estoy? —dije haciendo una mueca, pues el dolor en la parte trasera de mi cabeza era poco soportable.
—Eso es lo de menos, mi pequeña
«Laila»Abrí los ojos repentinamente y me encontrada empapada en sudor y siendo sujetada por mi padre y la tía Anastasia, no sé en qué momento me había quedado dormida pero a pesar de eso aquella pesadilla con aquella criatura había sido más que real para mí. Mi respiración regresaba a su curso normal, mientras Lara pasaba las manos por mi húmedo cabello y me miraba llena de preocupación.— ¿Qué paso? —pregunte cuando al fin pude pronunciar palabra.—Te pusiste a gritar como loca —dijo Joshua —subimos rápidamente y estabas como convulsionando.Matt me miraba de manera extraña y por primera vez después de lo que nos había ocurrido me detuve a ver lo grave de sus heridas, me estremecí al recordar las palabras de Theodore y negué con la cabeza al saberme en sus
«Laila»Los alrededores de Progress se encontraban desolados y aproveche el momento para salir despavorida de allí, sin ocultar mi habilidad como mitad vampiro, miraba atrás cada dos por tres y me encontré siendo perseguida por Matt y Joshua, Bommer no se encontraba por ninguna parte, nos adentramos en la profundidad de Salem el sol se filtraba por los pequeños huecos que dejaban a la intemperie los árboles y tocándome el hombro Josh hizo que me detuviera.— ¿Qué mierda hiciste ahora? —pregunto con enojo.—Debo salir de aquí —dije llevando las manos sobre mi cabeza —Theodore no me dejara en paz.— ¿Qué demonios paso aquel día Laila? —Matthew coloco las manos sobre mi rostro—Solo dejen que me marche por favor, si estoy lejos el no podrá lastimarlos Los capa platinada n
«Joshua»Las miradas centelleantes sobre nosotros eran como dagas filosas, podía notar como todos contenían el impulso de saltar sobre nosotros y fue aquel el preciso momento en que me percaté de que Laila apretaba mi mano con más fuerza de la que un humano común podría soportar, sus huesos se romperían al instante. Una mujer con cabello canoso y mirada penetrante se abrió paso entre los cientos de guardianes, quienes ni por un instante dejaron de mirarnos, cruzo las manos sobre su espalda y nos repasó uno a uno hasta que detuvo su mirada en Anastasia.—Lo has hecho nuevo —sentencio con dureza pero sin levantar la voz —Tú sigues siendo la misma estúpida de siempre Anastasia, cuando vas aprender—agrego con desagrado.—Son nuestra familia Rose —dijo Ana con el mismo grado de dureza. —La familia protege a la familia,
«Laila»Podríamos haber tenido una lucha cuerpo a cuerpo, pero empuñar el arma me hacía sentir más poderosa y mirando a mi costado a los demás híbridos cerca de mí me di cuenta de que ellos tenían el mismo pensamiento. Los demás guardianes se habían unido a nosotros de manera sigilosa y de igual manera nos aproximábamos hacia el lugar de donde se había activado la alerta de intruso.—Estoy loco o Anastasia está más joven —susurro Matt mi lado.—Una larga historia —conteste y en aquel momento la tía Anastasia hizo una señal con la mano para que nos detuviéramos.La alarma se había apagado y sólo se escuchaban nuestras respiraciones. Anastasia se aproximó al siguiente pasillo y el ruido de un disparo resonó en aquel sepulcral silencio. No s&eac
«Laila»Solté el aire que tenía retenido y mire en la dirección donde se encontraba Anastasia, podía ver el orgullo en su mirada y también agradecimiento, pero en verdad los únicos que debíamos estar agradecidos éramos nosotros, ella nos había protegido toda la vida sin condición alguna, seguía siendo fiel a mi madre aunque despreciaba a mi padre y eso era algo que me hacía admirarle.—Todos se están preparando, aunque aún no sabemos para que lo estamos haciendo. —Nicole terminaba de limpiar una de sus armas y me miró esperando una respuesta.—Todo esto tiene que ver con los «Capa Platinada» pero sé que mi padre tendrá una respuesta más clara a todo esto —Nicole asintió y continúo su labor.—Necesitamos hablar —Joshua miró entre Nico
«Laila»Todos nos encontrábamos a la espera de noticias por parte de Drake y su hijo Damián, los dos estaban rastreando el aérea, buscaban un rastro que los llevará a los Bommer y con ellos a los «Capa Platinada» su olfato era sin lugar a dudas el mejor detector de vampiros, cualquier rastro sería detectado por ellos a kilómetros y mamá quería tenerlo cerca, él la había ayudado en el pasado, así que confiaba plenamente en él.— ¿Y qué has pensado? —pregunto mi padre y no pude evitar mirar a Joshua, aunque no estaba preparada ya había tomado una decisión y cuando me disponía hablar, Drake y Damián entraron en la habitación.—Algo huele mal —dijo Damián con el rostro ensombrecido.—Han dejado rastro en todas las direccione
«Lara»Joseph y yo nos habíamos preparado durante mucho tiempo para este momento, habíamos guardado con paciencia que los chicos tomarán aquella decisión, para lo que no estábamos preparados era para lo que se avecinaba. Desde aquel día había guardado ese mal presentimiento, al igual que la nota que dejaron bajo nuestra puerta, nunca le dije nada a Joseph, pero creo que había llegado el momento de mostrársela.Joseph tenía los brazos cruzados sobre el pecho y miraba las jaulas con las cejas cruzadas, no quería esto para sus hijos, quería que ellos vivieran su vida como lo desearan, quería darles la oportunidad que él nunca tuvo, Sir. Freud había sido un desalmado con sus hijos vaya lo absurdo del asunto, porque aquel ser no tenía alma.—Esto llegó el día de su décimo sexto cumpleaño
«Laila»Una voz en mi cabeza me gritaba sin cesar «No te dejes vencer por la oscuridad» pero aquella negrura me arrastraba con ella al borde del abismo y me dolía toda, ya no sentía mis pulmones y los latidos de mi corazón se habían debilitado, pero me sentía más fuerte y otro deseo insaciable de sangre me invadió en aquel momento y de manera apresurada me acerque al cuerpo que yacía ya sin vida alguna a un lado de aquella jaula. Me sentí presa del pánico, no sabía si algún día podía controlar este deseo desenfrenado de sangre, pero no me dejaría vencer, yo era la que debía dominarme.«Joshua» llame a mi hermano a través de mis pensamientos, pero se sentía tan vacío, él estaba ausente y aquello me asusto.«Joshua»volví