(Dylan Black)
El día antes a mi cumpleaños iba genial y por genial me refiero a horrible.
Mi madre ha hecho que la acompañe al pueblo por su “Vestido de mañana”, que fastidio.
No entiendo porque insistió tanto en hacer esa estúpida fiesta, solo de pensar que mi vida será arruinada después de eso, quisiera salir corriendo.
Pero no, vengo con mi madre en su lujoso auto de lo más aburrido viendo por la ventana del auto.
Veo las pequeñas casas, los pobladores, todo rodeado de árboles y el agradable aroma a tierra mojada.
Cuando apenas era un cachorro pensaba que ese aroma lo tendría mi Mate, pero dicha Mate no ha aparecido.
Y ser el siguiente en la línea de Alphas, no me ayuda mucho.
–Bien llegamos, tú decide ¿Entrar conmigo o aburrirte dentro del auto? – la dulce voz de mi madre soltó al estacionar el auto frente a la tienda de vestidos.
Me agache un poco para poder ver el lugar desde su ventanilla, se veía aburrido, incluso la chica para frente al aparador se veía aburrida, tal vez le valla hacer platica y no se quitarle lo aburrida.
–Dylan ¡REACCIONA! – bien mi madre se molestó ¿cuándo entenderá que ya no soy un cachorro?
–Yo te espero aquí – me volví a acomodar en mi asiento.
–Como quieras – y sin más salió del auto.
Cuando abrió la puerta, la chica que estaba parada enfrente de la tienda se fue, creo que no había notado un auto detrás de ella por estar sumida en su celular, porque los jóvenes de ahora son tan adictos a esos aparatos.
Y sin previo aviso el viento trajo consigo un exquisito aroma.
Cerré los ojos por el delicioso aroma, una mezcla de vainilla con un toque de madera era algo de lo más delicioso, me sentía en el maldito paraíso y sin mencionar el aroma a tierra humedad.
El sonido de la puerta cerrándose de golpe, me hizo regresar al presente, vi como mi madre se perdía al entrar a la tienda.
Salí rápido del auto, para encontrarme que ese aroma tan alucinante provenía de la chica que estaba parada, hace un par de segundos, frente al aparador de vestidos.
Aún tenía un pie dentro del auto paralizado como idiota, porque estaba drogado por el aroma de esa chica.
Enfocando mi vista, pude ver como la chica entraba en la pequeña librería.
Por fin salí por completo del auto y comencé a caminar lentamente hasta la ventana de la librería.
Donde pude apreciar con más detalle a la chica, m*****a sea era perfecta.
Su cabello largo, lacio y de color castaño claro, le hacia el juego perfecto con su piel clara y figura perfecta.
M*****a sea, quiero entrar y oler su delicioso aroma directo de su cuello.
–Humano idiota ¿Qué estas esperando? Entra por ella – la voz de mi lobo interrumpió mis pensamientos, donde tenía la cara enterrada en el cuello de la chica.
–No puedo – le respondí, mientras seguía los movimientos de la chica con la vista.
– ¿Quieres que sea yo quien entre por ella?
–No podemos ¿No lo has notado? – la impotencia de no poder entrar y reclamarla, me estaba molestando.
– ¿Qué se supone que debo notar? – lo podía sentir rodar los ojos.
–No te has dado cuenta que ella es humana – eso lo volverá más difícil.
–No tiene por qué ser impedimento para hacerla nuestra, solo es cuestión de entrar, cargarla con tus débiles brazos y llevarla a casa.
–Eres idiota verdad.
–Tú lo eres más.
–Sabes perfectamente que los humanos no saben de nosotros, no puedo entrar y reclamarla como mía, no hasta ser parte de su mundo.
Sera complicado, muy complicado ¿Pero? Su llegada, ha sido en el momento perfecto.
–Dylan, mañana es el último día – él tiene toda la razón, mañana es el último día – ¿Qué piensas hacer?
–Buena pregunta, pero de las miles de opciones que tengo en mente, creo saber cuál es la mejor.
–Espero que no te equivoques o estaremos jodidos.
Entiendo el nerviosismo de Devraj, mi lobo, pero tiene que confiar en mí, ya que él, no creo que sea el más indicado para atraer a nuestra Mate a nuestro lado.
–Tu solo confía en mí, por favor.
Cuando estaba por salir de la librería, me puse de espaldas contra la ventana y gire la cabeza para ver en sentido contrario al de ella.
Sabía perfectamente que si la veía, no me iba a controlar, pero m*****a sea su aroma es irresistible.
Nuevamente gire la cabeza en su dirección, ya estaba un poco lejos y creo que ni se percató de mi existencia.
Para evitar seguirla entre en la librería.
–Magdalena – salude a la mujer que se encontraba detrás del mostrador.
–Alpha, un placer tenerlo por aquí – se inclinó haciendo una reverencia.
–No soy tu Alpha, no te inclines ante mí – para ser sinceros me molesta que todos hagan eso.
–Aun no, pero lo serás pronto, tengo entendido que mañana…
–No lo menciones – ella negó divertida.
– ¿Entonces a que debo el honor de tu presencia?
– ¿Sabes el nombre de la chica que se acaba de ir? – sí, no iba a perder el poco tiempo que tenía con formalidades.
–No ¿Por qué tendría?
– ¿Sabes si se está quedando aquí o si está de paso? – me estaba poniendo impaciente.
–No, pero si estuviera de paso llevara una gran mochila en la espalda – mi frustración comienza hacerse más grande – pero tranquilo, Dylan respira, actúas como si esa chica fuera tu…. – se quedó quieta con los ojos muy abiertos – Dylan ¿Esa chica es lo que creo que es?
–Si – tenía que sacarlo de alguna forma, las pláticas internas con Devraj no son las mejores, la cara de Magdalena se llenó de alegría – pero no se lo debes decir a nadie, aun no.
– ¿Me debo quedar callada? ¿No se lo puedo decir a Matteo o a Marck?
–A nadie.
–No es justo, pero bueno – tomo unos libros que tenía sobre el mostrador y los llevo a su lugar – sabes, tal vez venga mañana, ella quería estos libros, pero su tarjeta no paso y creo que vendrá mañana
– ¿Estas completamente segura?
–Más que segura.
Regreso su atención a lo que estaba haciendo y ese comentario me lleno de un poco de esperanza, ahora sé lo que debo hacer.
–Gracias Magdalena.
–De nada, me saludas a tu madre – asentí y salí de la librería.
– ¿Qué planeas hacer humano? – escuche a Devraj.
–Algo, dime Devraj ¿Qué fue lo que dije antes?
– ¿Qué confiara en ti?
–Así es, debes confiar en mí.
Sin más, camine hasta el auto donde mi madre ya me esperaba.
– ¿Todo bien hijo? – me pregunto viéndome extrañada.
–Así es madre, Magdalena te manda saludos – no espero respuesta de mi madre, solo dirigí la vista a la ventanilla del auto y mi madre emprendió camino a nuestra casa.
(….)
Son las siete de la mañana y me encuentro en mi auto, frente a la librería.
Si es bastante loco y obsesivo de mi parte, pero quiero estar aquí para cuando ella aparezca.
Estacione mi auto al otro lado de la calle, no quiero parecer un poco psicópata, más de lo que ya lo parezco.
No pude dormir en toda la noche, solo de recordar su aroma y estar encerrado en mi habitación no era una opción muy buena.
Nadie, más que los chicos que cuidan la entrada, están enterados que salí tan temprano.
Y era mejor así, porque si madre se enteraba, me iba a llenar de preguntas y no tenía muchas ganas de responderlas.
Son casi las diez de la mañana, mi celular está lleno de mensajes y llamadas tanto de mi padre, como de mi madre y de Matteo.
Más ganas de salir del auto y comenzar a buscar a la chica, son bastante altas.
Golpee mi cabeza contra el volante del auto, debí haberle hablado ayer, debí acercarme a ella, m*****a sea.
Levante la cabeza y la vi, parada frente a la librería buscando algo en su bolso.
Mi respiración se comenzó hacer acelerada y pesada, quería salir corriendo y tomarla entre mis brazos, pero no, debo ser paciente.
Espere a que entrara a la librería y salí del auto, es hora de poner en marcha mi plan.
(Dayana White) Nunca antes había está obsesionada por algo, bueno si el trabajo lo tomo como algo que me gusta hacer bien y a la primera, no es obsesión. Los libros que había comprado en esa pequeña librería eran más que geniales, no podía creer todas las leyendas que giran al rededor de la luna. A cada palabra que leía, cada palabra me tenía atrapada. Cuando vi la hora en mi celular, ya casi eras las nueve de la mañana y note que mi celular casi moría, así que lo puse a cargar. Me había quedado despierta toda la noche. Me di un baño rápido y salí del hotel donde me encontraba hospedada, la idea de Velkan en venir a este lugar fue la mejor que ha tenido en toda su vida, claro y la de poner un negocio juntos. Lo amaba, pero a veces me ponía los nervios de punta. Llegue hasta una pequeña cafetería, desde que llegue aqui, este lugar me ha gustado para comer algo. Pedí un café muy cargado y salí del lugar, disfrutando de cada sorbo y de las maravillosas vistas. Este lugar parecía
(Dayana White) Con un carajo, estos chicos son muy extraños. Trate de tranquilizarme, tal vez si no digo nada sobre lo que acabo de ver, me pueda ir tranquila. –Mucho gusto Matteo, Dayana – creo que no fue mi mejor presentación. – ¿Qué haces aquí? – soltó Dylan. – ¿Acaso no me escuchaste? – Matteo paso su atención a Dylan – nunca me escuchas, tu madre me dijo que te buscara y que te llevara arrastras de ser posible, a recoger tu traje para esta noche. –Iré después, en este momento me encuentro ocupado – perfecto mi escape perfecto. –Si lo dices por mí, no hay problema, es obvio que estas muy ocupado y creo que es mejor si me voy. – ¿Tu no iras a la fiesta de esta noche? – pregunto Matteo. –Aún no he podido invitarla – respondió un Dylan muy molesto. – ¿Y qué esperas? Si quieres lo hago yo – Matteo paso su atención a mí – Dayana ¿Te gustaría ir…. – ¿Te gustaría ir a una fiesta esta noche? – interrumpió el pelinegro. Maldición, yo que ya me quería ir. Quiero decir que no, pe
(Dylan Black) Intento recuperar el aire que he perdido por el beso con Dayana. Sostengo con gran fuerza el volante de mi auto, se perfectamente que si lo suelto subiré hasta su habitación y cometeré algo imperdonable. Respiro algunas veces para calmar mi pulso, porque no solo me tengo que calmar yo, también debo calmar a Devraj. – ¿Acaso eres idiota humano? Ella estaba dispuesta ante ti, sabía que debía tomar el control. –Guarda silencio, sabes que eso no estuvo bien, fue un impulso de ambos. –Tú y tus estúpidas ideas, ella ya estaba allí, nos besó ¿Qué más querías? Sube ahora mismo a su habitación. Con todo el autocontrol que me quedaba, encendí el auto y comencé a conducir a la casa de manada. –Devraj si subo a su habitación y la tomo como mía, solo la asustaría y no quiero eso, acepta que ella nos aceptó, y no se tal vez esta noche podamos hacer algo al respecto. El lobo solo resoplo y no respondió nada, en el fondo muy pero muy en el fondo sabe que tengo razón. Al estar m
(Dylan Black) – ¡TODO ESTO ES SU M*****A CULPA! – la voz de Devraj resonaba por toda casa. Había intentado salir, pero no se lo permití, sabía que si lo dejaba salir esto iba hacer un desastre total. Así que solo le permití tomar el control de mi cuerpo humano, aunque estoy dudando mucho si lo que hice estuvo bien o no. Pero no me importaba tanto eso, mi preocupación al igual que la de Devraj, estaba en Dayana. – ¡NADA DE ESTO ESTARIA PASANDO SI CUMPLIERAS TU PALABRA! – la voz de Theresa era aún más fuerte que la de Devraj. Y mucho más molesta. – ¡NO PUEDO CON ESTO! Si sigo aquí solo cometeré un asesinato, humano encárgate de todo esto – y así volví a controlar mi cuerpo. – ¿Qué está pasando Dylan? – ahora mi padre llegaba a formar parte de todo. –Debo aclarar padre que no estoy incumpliendo nada, que Theresa allá dado por hecho que no había encontrado a mi Mate no es mi problema. Intente caminar con dirección a mi habitación, donde Dayana se encontraba inconsciente, pero la
(Dylan Black) Soy un idiota, soy un idiota. ¿Por qué las cosas salieron así? –Estamos de acuerdo en eso, eres un idiota y si me hubieras deja a mí la responsabilidad de decirle a Dayana que era nuestra Luna, nada de esto estaría pasando. –Nadie pidió tu opinión perro pulgoso – estúpido Devraj, nadie lo llamo. –Si estás enojado contigo, no le veo el caso que te desquites conmigo, humano idiota. Lo ignoro, me paso una y otra vez las manos por el cabello con gran frustración. Ella me alejo, me aparto, todo por culpa de la…. Por culpa de Theresa. Esa mujer lo único que trae son problemas, gracias a la diosa no la tendré cerca. Solo daba vueltas en mi despacho, me serví una copa de whisky intentando disminuir mi frustración, pero no es suficiente. Arroje con todas mis fuerzas el vaso contra la pared, dejando una gran mancha en ella. Me senté en un sofá comenzando a masajearme las sienes, necesito arreglar esto, no puedo dejar que se marche, se bien que esto no es nada a comparaci
(Dylan Black) Después de que Dayana hablara con ese tal Velkan, pedí que todas mis cosas fueran cambiadas de habitación, la mía ya estaba hecha un asco. (…) A la mañana siguiente me encontraba en la habitación de Dayana, si no quiso dormir conmigo, así que yo me quede en la habitación fea, mientras que ella se quedaba en nuestra nueva habitación. Ella sabe que es nuestra habitación y pronto yo dormiré aquí, con ella. Para lo cual me hizo recordar, que ella no tenía sus pertenencias aquí. –Debemos ir por tus cosas al hotel, ya no pueden estar allá – le dije a Dayana cuando salía del baño. –Bien, pero no tienes que ser tan mandón y solo pido un poco de paciencia para poder secarme el cabello – me respondió ella rodando los ojos, creo que ya no tiene miedo. –Te queda bien mi ropa – quise relajar la tensión. –Ummm, Gracias – sus mejillas se pintaron de rojo y con eso me di cuenta de lo fácil que era alagarla. No respondí nada, solo me limite a verla. Su cabello castaño claro, su
(Dylan Black) Con todo lo sucedido con Dayana, se me había olvidado que debía hablar con mi padre sobre el tema. Así que deje a Dayana sola en la habitación, quería descansar o algo así, tal vez quería tiempo a solas. Mientras caminaba con dirección a la oficina de mi padre, me topé con Valery, la cual se despidió de mí. Me sentía mal por su partida porque éramos muy unidos, con ella y Matteo, hacíamos el trio perfecto para las travesuras. Aunque no me sentía tan mal, después de todo la vería en un mes, por la boda de su hermano. Cuando llegue a la oficina, me detuve un momento frente a la puerta y la toque suevamente. Respire hondo y entre. Y tal como lo esperaba, el Alpha y la Luna de la manada Golden se encontraban dentro. ¿Aún seguían aquí? Que insistentes. Salude al Alpha y pase de largo a la Luna, era incorrecto porque eso hablaba mal de mí y de manada. Pero no pasaría por alto la falta tan grabe que ella cometió el día de la fiesta y eso hasta el Alpha Franco lo sabí
(Dayana White) Mientras Dylan hablaba con su padre, eso me dijo antes de salir de la habitación. Me encontraba terminando de guardar mis pocas cosas en los cajones del closet. Donde ya se encontraban las cosas de Dylan, anoche intento dormir conmigo, pero no lo permití. Lo deje que durmiera en la habitación que había hecho pedazos ¿Quién lo manda hacer rabietas? Se lo merecía, no entiendo muy bien por qué se puso así, pero bueno por esa razón no acepte dormir en la misma habitación que él. Además, sería algo extraño que lo hubiera hecho, prácticamente nos acabamos de conocer y no quiero que piense que soy una chica fácil. Y sé que en algún momento tendremos que dormir juntos o en el mismo cuarto, pero no estoy preparada para eso, es extraño y raro, pero nunca he compartido cama con nadie. Me senté el balcón de la ventana, donde podía ver todo el maravilloso bosque que rodeaba el lugar, es muy tranquilo aquí y con las corrientes ligeras de aire, se vuelve el lugar perfecto. Mie