Para muchos, la felicidad abarca un sinfín de cosas: dinero, bienes inmuebles, lujos extravagantes, pertenecer a un estatus social de élite y la lista es larga. Pero para otros, la felicidad es estar al lado de la persona que amas, sin importar nada más. Es cierto que las cosas materiales tienen un grado de relevancia para las personas, es como algo secundario, por decirlo de alguna manera. Sin embargo, hay algo mucho más poderoso que cualquier cosa, algo que no tiene precio, porque cotizar su valor es imposible… Y eso es el amor.El amor verdadero traspasa cualquier obstáculo, no hace diferencia, no discrimina… Porque es amor y ya. Y Liam sabía todo eso.No fue fácil recorrer el camino. Hubo demasiados obstáculos, hubo golpes y caídas, desgracias y sacrificios. Hubo demasiadas cosas que se interpusieron en su camino, pero Liam siguió avanzando, ansiado y anhelando llegar a la meta. En el trayecto se sumaron personas que estuvieron allí para y con Liam, personas que también tuvieron s
*Nick*¿Era normal sentirse tan feliz al punto de estar llorando como si fuera un crío mientras miraba a Liam bailar con Ethan y Junior en medio del círculo de amigos y familia? Sí, lo era, porque Nick nunca pensó que podría ser tan feliz en la vida.Ver a sus amigos y a las familias de sus amigos, ver a su familia… A sus hijos… Dios, sus hijos. Ahora Ethan también era su hijo y Junior era también hijo de Liam. Y las lágrimas seguían cayendo porque Nick estaba en todo su derecho de llorar y sollozar de felicidad. Porque después de tantas ida y vueltas, de tantos altibajos y de todo lo que había ocurrido… Nick podía decir con toda seguridad que esto era su feliz para siempre. Su feliz para siempre junto a Liam, su esposo, y sus hijos. Su propia familia.Envuelto en la dicha de tantas emociones, Nick no se dio cuenta de que había alguien a su lado y solo cuando sorbió la nariz y se pasó una mano por el rostro, pudo ver a ese alguien. En qué momento ese alguien se había escabullido de la
*Liam*El paso del tiempo trae consigo experiencias y crecimiento, tanto personal como familiar. Liam, hoy día y después de siete años de matrimonio, lo sabía mejor que nadie. Siempre supo que la vida no es color rosa y que estuviera casado con el hombre de su vida y que lo amara con su corazón y alma, no significaba que no habría problemas. Oh, había muchos de eso último. ¿Dormir en el sofá después de una discusión con Nick? Sí. ¿No ponerse de acuerdo para festejar los cumpleaños de sus hijos? Sí. ¿Pelear por quien saca la basura? ¿Discutir por el color de las cortinas del comedor? ¿Poner el grito en el cielo por encontrar las toallas regadas por el piso del baño después de su uso? Sí, sí y sí. ¿Quién dijo que sería fácil tener una familia y un esposo, y aprender a convivir entre todos y no matarse mutuamente en el intento? Ah… Lo dijo Kael, aunque solo una vez. No importa. La cuestión es que Liam pronto aprendió que estar casado y tener dos hijos, no era un trabajo, no era como esta
*Nick*Había estado mirando fijamente a su esposo desde hacía un buen rato y le encantaba. Ver a Liam siendo un hombre de negocios tenía todo el potencial para desatar todo tipo de escenarios pecaminosos en su mente y Nick haría realidad esos mismos escenarios una vez su esposo terminara de hablar con Lukas, uno de los bartenders.Es que no todos los fines de semanas Nick tenía la oportunidad de ver a Liam vistiendo trajes, porque claro, Liam seguía odiando vestir formal. Nimiedades aparte. La verdad es que Liam estaba para ser arrastrado a la oficina y ser comido vivo por Nick. Y que Nick sintiera que su pantalón lo apretara en la entrepierna, era algo seguro que haría justamente eso si las cosas…—Lo estás desnudando con la mirada. Pervertido. —Parpadeando, Nick se dio cuenta que no estaba solo en la mesa—. Deja al atractivo y sexy hombre hacer su trabajo.—¿Disculpa? ¿Acabas de decir atractivo y sexy? ¿A Liam, mi esposo? —inquirió, viendo la burla escrita en la cara de Alex.—Oye,
¿Alguna vez te has sentido con una inmensa tristeza? ¿El no poder tener el valor para enfrentarte a los problemas, solo querer salir corriendo sin mirar atrás?¿Por qué es tan difícil expresar lo que realmente sentimos? ¿Es más fácil decir la verdad a medias, tratando de maquillarla lo mejor posible?Creo que sí, a veces uno mismo se sumerge en los pensamientos, olvidando por completo la realidad.Mi historia no comienza como en un cuento de hadas, con el típico «había una vez...». Mi historia no comienza narrando mi primer día en este mundo. Mi historia no comienza contando paso a paso las etapas de mi niñez, adolescencia, juventud y adultes.Mi historia comienza cuando lo conocí a él...
Me encontraba en un bar. Se suponía que tenía que olvidarme de todos los problemas que acarreaba en mi vida; la misma rutina día tras día era bastante insoportable.Mis amigos se hallaban en la misma mesa y los observé detenidamente y no puede evitar cuestionarme qué sentían al tener un amigo como yo porque no soy como ellos. León, Kael y Nick. Creo que no podría pedir más a la vida teniéndolos a ellos, sobre todo a Nick. Sin embargo, dejando los sentimientos al margen, ¿por qué tenían que ser tan malditamente altos? Sobre todo Nick. Digamos que eso me dejaba como el más bajo del grupo con mi metro setenta y cinco de estatura.—Liam, ¿estás bien? —preguntó Kael, sacándome de mi ensimismamiento.—Sí, todo bien —repliqué, esbozando una leve sonrisa.—Bueno, propongo un brindis &mdash
¿Cómo llegué hasta aquí? Lo último que recordaba era a Nick perdiéndose entre la multitud y después de eso... nada. Creo que bebí todo el alcohol que habían dejado en la mesa y, ¿en qué momento perdí el conocimiento? ¿Cómo llegué a mi departamento?Me incorporé de la cama, sintiendo el cuerpo pesado. Las nauseas no tardaron en aparecer, ocasionando que corriese hacia el baño. Todo lo que había en mi estómago terminó en el retrete. El dolor de cabeza... insoportable.Me quite la ropa e ingresé a la ducha. El agua fría ayudó a relajarme. Traté de recordar lo que hubo sucedido en la noche, pero la mente era una maraña borrosa, sin nada nítido. Todo estaba confuso, borroso.Posterior a finalizar con la higiene y necesidades fisiológicas, me dirigí hacia el living mientras a
*Nick*Hacía rato de que perdí la cuenta de las vueltas que di en la cama, tratando en vano de conciliar el sueño. No podía. La mente traicionándome, trayendo imágenes de Liam, ¿por qué siquiera pensaba en él? Hubo algo que tildó, algo que hizoclicy no sabía a ciencia cierta qué era.Posterior de haber hablado con Kael, la preocupación sobrevino (motivo por el cual fui, sin dudar, hasta el departamento de Liam). Jamás esperé ver a Liam... desnudo. No era como si él tuviese algo que otro chico no tendría, solo... verlo despojado de cualquier tipo de vestimenta, sumando su rostro sonrojado, no evité reír por tal escena en ese instante. Aun así, por una milésima de segundo, me pareció una imagen tierna, linda... ¿sensual? No, no puedo pensar de este modo. Es mi amigo, un chico igual que yo. No