*Nick*
Posterior a liberar un tremendo vómito verbal, narrando todo lo que hubo ocurrido, me sentí tenuemente ligero. El problema surgió después, cuando la persona receptora intentó matarme. Bueno, no literal, pero sí me aventó un par de almohadones.
—El té de tilo te hará bien —Acepté la infusión, tuve el presentimiento de que él lo sabía mejor que nadie—. Aún no entiendo, ¿por qué esperó tantos años para decírtelo?
Me encogí de hombros. Esa misma pregunta la repetí infinitas veces y no hallé la respuesta, aunque, ¿por qué ahora?
—Hiciste bien en pedir una prueba. Dime, ¿lo viste? —Fruncí el ceño—. Al niño, ¿lo viste? ¿Se parece a ti?
—No lo sé, K. —musité—. Solo una vez, an
*León*Comenzar a describir todo lo que aconteció en estos últimos dos meses de mi vida... no sería sencillo; al menos, no sabría encontrar las palabras exactas. Pasé de estar solo —en el sentido romántico— a tener novio, luego comencé a vivir con él y ahora... posiblemente todo resultase ser como comenzar de nuevo.Una semana atrás, Alex me comunicó que tenía que regresar a España. Fue como si hubiese recibido un balde de agua fría. Todo cayó, todo se derrumbó. Pese a ello, hubo algo que lo cambió todo. Me pidió que lo acompañase. Al principio pensé que solo bromeaba, incluso reí ante semejante disparate porque para mí lo fue y cuán equivocado estuve al comprobar la sinceridad de sus palabras. No mintió. Alex Castilla, mi novio, literalmente se inclinó a mis pies y solicitó que
*Liam*Me removí entre las sábanas, buscando el cuerpo de mi novio, pero hallé el lugar vacío con un rastro de tibieza. Abracé su almohada, inhalando la estela del perfume impregnada en ella. El sueño aún pululaba a mí alrededor.—Buenos días, bebé —Giré sobre sí, quedando de costado, incapaz de abrir los ojos—. Hice el desayuno.—Buenos días —La voz brotó mas ronca a causa del sueño—. ¿Qué hora es?—Creo que las diez, hora ideal para desayunar —Asentí, abriendo los ojos—. ¿Dormiste bien?Dibujé una leve sonrisa mientras me deslizaba hasta quedar sentado en la cama. Le di un asentimiento de cabeza.Los recuerdos comenzaron a emerger a medida que despabilaba completamente. León y Alex se irían de viaje... el martes. Me siento feliz por el
*Liam*No sabría definir el dolor que se acentuó en mi pecho. Dolía... Mucho. En algún punto debí imaginar que todo era demasiado bonito como para ser real. Pese a ello, no me arrepiento de haber vivido la más hermosa relación con el chico que me enamoró desde la primera vez que lo vi.Todo me resultaba marañoso y necesitaba pensar con nitidez, con la mente en frío.Las puertas del ascensor se abrieron y caminé, casi desesperado, hacia la salida del edificio.—¿Eres Liam? —Frené los pasos al escuchar mi nombre. Un señor, con porte elegante, se colocó frente a mí. Asentí—. Nick me ha hablado mucho de ti, muchacho. Lo siento, no me presenté correctamente. Soy Frederick, el padre de Nick —profesó, su voz cálida y amable.Bajé la mirada, sintiéndome pequeño y miserable.
Dos días después.*Kael*Tardé mucho en entender la situación. Fue difícil creer, incluso pensé que se trataba de una mala broma. No, no lo era. Nick estaba desecho, Liam igual. Todo por culpa de la despechada de Ámber. Ella nunca fue consciente del daño que provocó en el pasado y no le bastó con eso. Regresó, causando estropicio a cada paso que daba.Soy consciente de todo lo que está ocurriendo, tampoco soy ajeno de que hay un hijo de por medio. Más allá de todo, no puedo aceptar ver a dos de mis mejores amigos totalmente desechos. Me urgía hablar con Nick, sobre todo sabiendo lo que sé después de la visita que hice a Liam ayer por la noche. No, esto no podía acabar así. Ellos se aman y que por culpa del pasado ambos se separasen, me era sencillamente inaceptable.No, Ámber no tiene por qué salir con las suya
Tres meses después.La vida y el destino son, esporádicamente, caprichosos.Un hijo representa un sinfín de cosas en la vida de una persona. Sin embargo, muchas de esas mismas cosas no abarcan el amor incondicional que un hijo debiese de recibir de sus padres. En el caso de Nick, sucedió lo opuesto.Conforme pasó el tiempo, se dio cuenta de la razón de aquellas palabras profetizadas por la persona que amó y sigue amando, Liam:«Un hijo es lo más importante que cualquier cosa en el mundo».A pesar del dolor interno, no permitió que su corazón hecho trizas fuese un impedimento para amar a Junior, en lo absoluto. Sin embargo, contra todos los intentos por encontrar un equilibrio con Ámber, no pudo. La fémina seguía empecinada con recuperarlo, con formar una familia, aunque en algún punto pudo obtener algo de sosiego ante la insis
Han pasado seis meses desde que Liam y Nick se separaron. Pese a la distancia, el amor sigue intacto, latente… vivo.Liam decidió alejarse, poniendo un océano de por medio con tal de que Nick pudiese dedicarse pura y exclusivamente a su hijo. Pero por más que hubo pasado el tiempo, por más lejos que estuviesen, sus corazones siguen latiendo el uno por el otro.Alex y León viven juntos.Liam, ahora, tiene su propio departamento (en la zona céntrica de Madrid).Kael y Nathael están comprometidos; diariamente visitan a Nick.Todos siguen sus vidas, todos tienen sus propias metas y objetivos.Todos siguen siendo muy buenos amigos.Hallaron un equilibrio; aún así, no todo será perfecto.El destino es caprichoso y cuando dos personas se aman verdaderamente, todo puede ocurrir, incluso volver a estar juntas. Sin embargo, existe un secreto. Uno que podrí
Un mes. Treinta días desde que Liam se hubo marchado a España y en los cuales Nick se sumergió en un mundo dónde el alcohol, las lágrimas, el dolor y la soledad, se convirtieron en sus fieles acompañantes. No hallaba nada que menguase la agonía ni siquiera las visitas de Kael quién, con pesar, trataba en lo posible de ayudar a Nick y cada uno de esos intentos fueron en vano.Y el tiempo no se detendría, por más que suplicase, por más rogase, por más que hubiese llamado a gritos, Liam no volvió.Diariamente se repetía a sí mismo mejorar porque —si bien las cosas no resultaron ser como lo hubiese deseado— ahora tenía otras obligaciones y responsabilidades: Junior, su hijo.Con el transcurso de las semanas —y la ayuda incondicional de sus amigos y de su padre—, Nick Müller recapacitó y prometió reponerse. S
Seis largos meses y todo pareciese que pasó ayer. No lo fue. El haber dando un paso al costado no significaba dejar de amar, no significaba olvidar. Pese a los sentimientos, las emociones, los recuerdos, la vida continuaba.Nunca estuvo tan seguro de algo cuando hubo tomado la determinación de quedarse al margen, alejarse. Para las personas ajenas a la situación, lo catalogaron de egoísta. No lo era, realmente no. Las cosas son como son y ya.Ingresó al Blue Heart, devolvió saludos y sonrisas mientras se dirigía hacia su oficina (misma que se encontraba en la segunda planta). Su mirada recorrió el salón VIP, notándolo tranquilo. Pese a ello, sabía que todo el panorama sosegado mutaría mas tarde.~*~Observaba —desde el ventanal de su despacho— a la multitud de personas que se aglomeraron en las distintas mesas, otras en la barra y otras simplemente esparc