Como estaban extasiados con el beso apasionado, ambos olvidaron que se encontraban en la misma habitación que Maggie. Sin embargo, el momento duró tan poco, ya que la bebé comenzó a llorar y esto los hizo reaccionar. Avergonzada, Claire se apartó y corrió para atender a su hija. En tanto, Leo estaba desconcertado por la abrupta interrupción, pero luego reaccionó y preguntó ingenuamente. —¿Qué sucede? Claire cargó a la bebé en sus brazos y, tras revisarla, inmediatamente se retiró un poco a blusa para darle de amamantar. —Por la hora, creo que tiene hambre —respondió ella bastante concentrada. —¡Oh! Ya veo —dijo Leo un tanto decepcionado. En realidad, ese beso lo había dejado bastante agitado, por lo que tuvo que realizar varias respiraciones profundas para calmar las ansias de volver a repetir ese intenso momento. Mientras intentaba relajarse, su mirada cayó en la tierna escena de Claire amamantando a Maggie. «Vaya, ¿así es como luce una madre?», pensó distraído. Ella notó que Le
El estar atrapado entre los brazos de Claire fue suficiente motivo para que el cuerpo de Leo se volviera a encender. Sin embargo, recordó que ella aún se estaba recuperando del parto, por lo que hizo un enorme esfuerzo para mantenerse quieto y no propasarse con ella. Como él parecía como una especie de estatua incómoda, “Violeta” se apartó un poco y preguntó divertida. —¿Por qué estás tan… tieso? —¿Eh? Lo siento, es que… no quiero incomodarte —respondió el tímido hombre. Claire se enterneció al ver la expresión avergonzada de Leonard, que decidió no torturarlo más y lo soltó. —Tranquilo, solo ponte cómodo y descansa. Después de esto, ella se acostó de lado, dándole la espalda, con la intención de poner distancia con su compañero de cama. El pelirrojo se quedó por un momento congelado con el repentino cambio de actitud, pero inmediatamente cambió de posición para mantener alejada su mirada de la delicada silueta de Claire. «¡Cálmate, Leonard! Deja de pensar con tus testículos y d
Leo se congeló al ver que frente a él se encontraba Rose, quien le sonreía como si fueran grandes amigos. «¡Qué m****a! ¿Cómo es que esa mujer vino aquí? Acaso descubrió que esta es mi casa. ¡No puede ser! Si esto es así, Claire y Maggie estarán en peligro», pensó angustiado. En tanto, la cínica fémina se acercó y volvió a hablarle con cinismo. —¿Qué haces aquí, Leo? ¿Viniste a comprar algún mueble? Antes de que él respondiera, Jacob intervino. —Disculpe, señorita, pero él es mi hijo Leonard y es quien me ayuda en el taller. ¿Ya se conocían? Fingiendo estar sorprendida con la noticia, Rose exclamó. —¿Cómo? ¿Eres carpintero? ¿A esto te dedicabas antes de ser gamer? Haciendo un enorme esfuerzo por mantener la calma, Leonard respondió: —¡Ah! Sí, trabajo con mi padre. —¡Oh! Vaya, jamás lo hubiera imaginado, con razón cuando te conocí, noté que tus manos parecían un poco toscas —señaló, mientras agarraba descuidadamente la mano de Leo. «¿Qué le pasa a esta mujer? ¿Por qué habla ta
Leo sintió repelús en el momento en que esa atrevida mujer lo besó en la mejilla, que se limpió instintivamente y dio un paso hacia atrás con la intención de alejarse. Rose sonrió perversamente al ver que había puesto en aprietos a su víctima y luego añadió fingiendo inocencia. —Espero que cumplas con tu promesa de llevarme a una cita. —¿Eh? ¿Cuándo prometí eso? —preguntó alterado. —¡Tontito! No me hagas quedar mal frente a todos, recuérdalo —se burló, para luego despedirse de los demás—. Bueno, fue un placer conocerlos, espero volverlos a ver. Jacob estaba sorprendido por lo que acababa de pasar, pero al escuchar esto, reaccionó. —Claro, estaremos encantados de recibirla. En tanto, Helena sospechó que esa mujer solo traería problemas a Leo, pero como era prudente, fingió ser amable con la “clienta”. —Así es, aquí la estaremos esperando. Cuando finalmente Rose se marchó, Leo resopló de alivio, pero como aún seguía bastante nervioso por ese encuentro tan nefasto, entró a la casa
El detalle de Leo había dejado bastante entusiasmada a Claire, que luego de alimentar y cambiar a Maggie, pensó en hacer algo similar que pudiera manifestar su agradecimiento por estar a su lado. —Me dijo que vendría para la cena —comenzó a reflexionar—. Tal vez podría preparar algo sustancioso que lo ayude a reparar energías. Bueno, no sé qué tan desgastante es el trabajo de un carpintero, pero las pocas veces que vi al señor Brown trabajando, noté que se esforzaba demasiado. Supongo que Leo también gasta muchas energías tallando la madera… Cuando pensó en esto, vino a su mente la imagen de Leonard sin camisa y sudoroso mientras tallaba con esfuerzo un mueble. Al percatarse de que su imaginación era demasiado peligrosa, sacudió su cabeza y se palmeó las mejillas para despertar de su perverso sueño. —¡Arg! ¿Qué estás imaginando? ¡Enfócate! Tras reprenderse a sí misma, comenzó a revisar en su computadora recetas sustanciosas y mientras veía algunas preparaciones interesantes, comenz
—¿Qué es esto? ¿Quién se atrevió a publicar algo así? —murmuró confundida. En ese momento Claire volvió de la cocina, a lo que Maddie dijo repentinamente al tiempo que mostraba su teléfono móvil. —¿Viste esto? “Violeta” frunció el ceño confundida, pero luego su rostro se volvió pálido al ver el texto. «Abogada estrella del bufete de abogados G & G esconde que es una “cosplayer”», leyó mentalmente y luego murmuró confundida. —Esto es inaudito. ¿Quién reveló mi identidad como cosplayer? —¿Tienes algún enemigo que quiera perjudicarte? —preguntó Maddie repentinamente. —No creo, aun así, esto es muy… extraño —respondió Claire confundida. Preocupada por la situación, Maddie volvió a preguntar. —Esto te traerá problemas, ¿no? —Bueno, no realmente, pero esta nota es muy escandalosa. Aquí dice que tengo doble moral, por no cumplir con mis obligaciones al viajar constantemente para participar en los eventos de cosplay. Creo que tendré que aclarar las cosas antes de que pase a mayores
Leo frunció el ceño al ver que Jonathan le llamaba e inmediatamente contestó. —¡Amigo! Finalmente contestas —exclamó entusiasmado. —¡Ah! ¡Hola! —respondió Leonard un tanto confundido. —¿Cómo has estado? Desde la última vez que te ayudé a escapar de tu acosadora, ya no supe nada de ti. El pelirrojo se dio un golpe mental al recordar que no se había puesto en contacto con Jonathan para agradecerle por su ayuda en aquella ocasión. Así que respondió avergonzado. —Lo siento, pasaron muchas cosas, que no tuve tiempo de ponerme en contacto contigo. —Me imagino, supongo que ya se resolvió ese asunto, ¿no? —Bueno, algo así. ¡Ah! Creo que necesito ir a tu bar para tomar un trago y contarte con más calma. Al otro lado de la línea, Jonathan percibió que el tono de voz de su amigo era un poco amargo y supuso que en ese momento estaba pasando por algunos problemas. —Bueno, en ese caso, ¿te parece si vienes a visitarme esta noche en mi bar? —propuso —¡Oh! Me parece excelente idea, aunque… e
Como no quería arruinar la cena, Leo prefirió esperar a que se encontraran en la habitación para hablar con calma con Claire sobre lo ocurrido con Rose. Una hora después, cuando ella estaba acostando a Maggie, el pelirrojo se acercó y dijo seriamente. —Claire, tengo que decirte algo. Ella lo miro extrañada y preguntó rápidamente. —¡Oh! Claro, ¿pasa algo raro? Ante esto, Leo hizo una pausa y luego respondió con incomodidad. —Rose apareció en el taller. Cuando escuchó ese nombre, Claire tuvo un extraño presentimiento. —¿Esa mujer fue a molestarte? —Algo así —comenzó a explicar manteniendo su expresión incómoda—. Supuestamente llegó a pedir un mueble con mis padres, pero cuando se despidió, me dijo que no se había rendido conmigo y luego salió con el cuento de que le debía una cita, cosa que escucharon mis padres. —Después de esto, suspiró y continuó hablando con malestar—. ¡Ah! Fue demasiado vergonzoso, incluso tuve que explicarle todo a mi madre y ella se ofreció a ayudarme con