27

Me despierto en el hospital. Mi padre está dormido en el sillón junto a la cama, es de día y me entran unas ganas repentinas de echarme a llorar. He fastidiado la Noche Buena. Doy media vuelta en la cama, los cables a los que estoy enganchada me tiran de la piel pero me hago una bola de temblores llorosos. Me tapo la boca y aunque me duela en el pecho y no tenga aire en los pulmones, estoy en silencio.

JACK

—Joder, Cee. Coge el puto teléfono.

—¡Es Noche Buena, Jack! Venga... —me pasea sus uñas pintadas de rojo por el pecho y su aliento alcohólico me revuelve el pelo más que el viento de la calle—. ¿Quieres subir a tu habitación?

Antes de que me toque la polla sobre los pantalones me la quito de encima. Marco de nuevo el teléfono de Cee, ayer me prometió que dejaría que hoy le llamara. Necesito hablar con ella. Me da igual si está dormida y el teléfono le despierta.

Y entonces descuelga.

—¿Cee? Joder, que alivio. Me dejaste preocupado y tus escasos mensajes no ayudan.

—¿Jack?

<< ¿Qu
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo