Renzo sentía que todo volvía a lo mismo de siempre, nunca podía tomarse un segundo de paz porque ya había otro problema en puerta. Ahora con la llegada de Catalina volvía a ponerse en alerta con todo lo que tenía que ver con Mario, y ni siquiera sabía por qué lo odiaba tanto en primer lugar.—¿El volvió con tu papá?—Si, el volvió y ahora está en mi casa —ella suspira—. Ren, te lo digo porque te quiero. Tienes que mantenerte lejos de mi primero, no está bien. No es la primera vez que acude a mi papá para solucionar sus problemas. Cuando me enteré lo que pasó estaba afuera, no tenía idea hasta que supe que Mario estaba internado.—No quise llamarte, supuse que estabas del lado de tu papá.—No, no es así. Estoy estudiando artes visuales en Miami, no tengo nada que ver con lo de mim papá desde hace tiempo.—No lo sabía. Pensé que si lo querías.—Antes sí, pero le dije que prefería esto y él me apoyó. Estoy terminando la carrera y por eso nunca tuve idea de lo que estaba ocurriendo.—Te f
Nicki sabía que su amiga siempre había estado interesada en Renzo, pero eso era ir mucho más allá y actuar de mala manera. Claudia siempre tenía malas intenciones porque quería que todo se haga a su manera, pero de alguna forma encontró lo justo para convencer a Martina que terminara haciendo algo para ella.Y Renzo nunca estuvo atraído por ella, así que haga lo que haga, no le permitiría acercarse a él.—Creo que lo voy a buscar —dice Lena cuando llega hacia Nicki y Martina—No, déjalo. Tampoco están tan lejos, capaz que tienen que hablar —les dice Nicki—¿Nunca nos va a dejar en paz esa familia? ¿O es que siempre va a ser así?—Es que Renzo no puede evitar ser el hijo de Claudia, así que lo dudo.—Si, pero él puede elegir lo que quiere —le responde Nicki mientras la miraLuisana necesitaba descomprimirse un poco de lo que pasaba y por eso le había enviado un mensaje a Luca para que viniera hacia donde ella estaba. No iba a esperar mucho tiempo para buscar a Renzo si no venía, todo e
Cerca de las cuatro de la mañana todo había terminado, el festival había sido un completo éxito para olvidarse de todo lo malo que había pasado. Lena había terminado más borracha de lo que pensaba, solo porque en la última hora de la fiesta comenzó a recordar todo lo que había pasado en el último tiempo y ahogó sus penas en la cerveza artesanal.Nicki la llevó a su departamento, esperando que pudiera pasar la noche relativamente bien, ya que iba tan borracha que temía que quisiera seguir en otro lado.—Tendríamos que habernos quedado en la fiesta —murmura mientras está recostada sobre el hombro de Nicki—Creo que deberías ir a la ducha, ya te preparé la tina—¿Dónde está mi hermano?—Renzo se fue con Luisana y Luca. Nos encontramos mañana —ella suspira—¿Y dónde estamos?—Estamos en mi departamento, en ciudad de México. Vamos que te acompaño, tienes que darte una ducha—Tenés un lindo acento —le dice ella con una risa por lo bajoNicki la deja sobre una silla dentro del baño, la cual
Luisana muerde su labio interior cuando se acerca y lo toma de la nuca antes de llevar su boca hacia la piel expuesta de su cuello. Él la toma por los muslos, acercándola para sostenerla sobre su cuerpo y sacarla de la isla, podían ir a un lugar mucho más cómodo.El hombre intenta caminar por los pasillos mientras ella aprieta sus piernas contra él, cruzándola por detrás mientras ambos emiten un gemido.Ambos sonríen cuando la puerta de la habitación es cerrada y la espalda de Luisana choca contra el colchón. Los codos de Renzo se afirman contra el colchón, a la altura de sus mulos y la mira, relamiendo sus labios.Ella sonríe y lleva una mano a su cabello, cerrando los ojos cuando siente el contacto de su boca con la última tela que estaba cubriéndola.—Carajo, te amo —murmura mientras su ropa interior se desliza y él hunde su rostro allí.Para este entonces habían decidido que las cosas no acabarían de ese modo, que podrían pensar en un futuro.La noche fue testigo de cuánto se amar
El departamento donde se encontraban Renzo y Luisana era pura armonía. Se habían despertado cerca del mediodía, con un sol radiante y una brisa fresca. Luca aún no había vuelto, y hasta donde sabía su mejor amiga, no lo haría hasta la tarde, por lo que continuaban teniendo cierta privacidad.No todo era sobre rosas y la charla sobre el futuro tenía que hacerse en algún momento. Ninguno de los dos quería salir de la vida del otro, pero sabían que también había muchas cosas en el medio.—Tendríamos que tomar las cosas con calma. No por nosotros, sino por el resto —ella suspira—¿Tienes miedo por mi madre? —él hace una mueca—No quiero que todo comience a ser un infierno. Te amo, y quiero estar con vos, pero no podemos casarnos de un día para el otro y pretender que no tenemos muchos problemas para resolver.—Si, tenés razón —él suspira—. Supongo que también es mejor, por todo lo que pasó con Ruko. Al menos hasta ver cómo lo podemos solucionar, lo que tenemos que hacer es no buscar probl
Luisana quería indagar más, preguntar si estaba dispuesto a enviar a prisión a su madre si descubría que era cierto, pero también veía el dolor en sus ojos. Prefería dejar las cosas como estaban, esperar que en algún momento se sepa si realmente lo hizo y entonces encontrar la manera de ayudarlo desde ese punto.Nada era fácil, se estaba hablando sobre la muerte de su padre, quien supuestamente fue asesinado por su madre. No quería llevar el desprecio que tenía por Claudia a llenarle la cabeza a Renzo y terminar haciéndole daño.Y aunque ninguno quisiera tener que regresar, tenían que hacerlo. La despedida entre ambos fue larga y prometieron volver a verse en unos pocos días, aunque se mantendrían en contacto por los teléfonos.Renzo tenía que enfrentar a una larga y tendida lucha con su madre por la ausencia de la noche anterior.Lena se había mentalizado que debía regresar y fingir que todo estaba bien, pero su corazón se quemaba al pensar en verla a la cara de nuevo. Nicki intentó
Renzo tragó saliva ante las palabras de su madre, sabía que Luisana lo había escuchado todo. En esos segundos temió que todo se fuera al infierno porque ella pensara que le había mentido.—Dame un segundo, mamá —le dice mientras suspira—Uno. Y te veo en el auto. Llegamos tarde —se quejaRenzo mira como su madre se retira, solo asegurándose de que no escuche la conversación. Estaba pensando qué decir para que ella lo entendiera, pero Luisana habló primero.—Entiendo que esto lo hagas por tus motivos, pero necesito que te cuides. Por favor, Renzo, esto no es una tontería.—Te aseguro que lo sé. Confía en mí.—Lo hago. Ahora es mejor que te vayas. ¿Me llamas para avisar que todo fue bien?—No hace falta, nos enviamos mensajes —suspira—. Te amo. Ahora te hablo, ¿Sí?—Te amo —le aseguraLa tranquilidad volvió, sabiendo que, aunque ella no lo entendiera lo apoyaba. No le quedó otra opción que ir hacia la camioneta para ir a la reunión, necesitaba que eso se acabara pronto y para que lo log
Nicki estaba durmiendo sobre el asiento del pasajero cuando Lena se estacionó un momento en el ordenador que había en un auto -sak, un lugar de comida rápida deliciosa. Según su celular, había un pequeño motel en el medio de la ruta, un lugar donde al menos podrían pasar la noche.—¿Dónde estamos? —pregunta Nicki mientras se estira en su asiento—Voy a conseguir un cuarto para las dos, es mejor descansar —le dice mientras estaciona—Es un lindo lugar, pero en parte me hace acordar a esa serie —ella hace una mueca y la mira— ¿Podemos dejar las cosas en el auto?—Si, supongo que sí. Voy a preguntarle.—Voy contigo, no me gustan estos lugares de noche.No es que quedara en el medio de la nada, pero a esa hora solo las luces prendidas del pequeño motel es lo que se veía. Las calles por esa zona estaban oscuras, la idea de viajar a esta hora solo les hizo pensar que la mejor opción era quedarse.—Buenas noches, señorita. ¿Tiene una habitación? —pregunta Lena mientras se acerca al mostrador