•••El beso•••—¿Y como es?.Zeida miró a su hermana. —¿Cómo es que?.—Él, mi cuñado. Es que es tan guapo, ¿Cómo es salir con alguien así?, ¿Cómo se te declaró?, parece un millonario extravagante.—No le digas a mamá, él es el dueño de la empresa donde trabajo.—¡¿Qué?!.—Shhhh.—Lo siento— susurró Támara.—¿Y entonces…, como es?.“¿Salir?”, Zeida se dio cuenta de que realmente no conocía a Mitchell, era gruñón en el trabajo, arrogante hasta el último cabello de su ser, casi nunca reía, y siempre salía acompañado de esa mujer, Grace Taylor, la ejecutiva respingada que se pavoneaba con una sonrisa en su rostro cada que estaba junto a él.Zeida empezó a sentir celos de solo recordar.—Es muy…, lindo.—¿Lindo?, algo me dice que tu y él no han llegado a tercera base.—¿Qué?.—Ayer ni siquiera te besó, ¿Si te lavaste la boca?.Zeida fulminó a su hermana e hizo una mueca, —Muy graciosa, ya me voy, es tarde.—Está bien, me saludas a mi cuñado, dile que me presente a un primo, ¿T
•••Celos•••Cuando Mitchell se apartó, la miró esperando una reacción negativa, pero todo lo contrario, Zeida estaba ruborizada y con las pupilas dilatadas.Aún perdida en su mente, ella reaccionó al ver su rostro, dio un vistazo rápido a su alrededor y lo golpeo ligeramente en el hombro. —Tu abuela nos está mirando.—No se preocupen por mi, bésense de nuevo si quieren.Mitchell regresó a su lugar y se sobó los labios teniendo el sumo cuidado de no borrar el beso de su chica, prefería no besarla de nuevo o temía perder el control con ella.—Con respecto a la fecha, en una semana será nuestra boda—Dijo Mitch tratando de pensar en otra cosa.—¿Una semana?—Preguntó Zeida más alterada de lo que quería sonar.—Tranquila, todo estará preparado.—No es eso lo que me preocupa— dijo ella.—¿Entonces?—Preguntó la abuela.—Mi madre…—¿Acaso tu madre no está al tanto del amor que se tienen?.—No, no es eso señora, pero…—No te preocupes— Dijo Mitchell. —Hablaremos con ella nuevamente
•••Grace•••—Mitch…¡Mitchell!.Mitchell parpadeo y miró a Grace. —¿Si?.Grace suspiró, había estado hablando sola por casi diez minutos, Mitchell estaba en cuerpo, pero su mente estaba quien sabe en donde, era muy raro para ella verlo tan distraído.Por un largo tiempo, Grace estuvo enamorada del guapo hombre que era él, siempre tan educado y tan inalcanzable, Grace quiso tenerlo en su cama, pero fue imposible, Mitchell jamás la dejó ir más allá de un beso en la mejilla.Con el tiempo, Grace solo lo empezó a ver como el amigo sexi al que podía presumir.—¿Qué te ocurre?.Mitchell se sobó la barbilla. —Nada…bueno, tu eres mujer ¿Verdad?.—¡Vaya!, al fin te das cuenta.—Dime algo, ¿Qué les gusta a las mujeres?.Grace enarcó una ceja y sonrió. —No me lo creo, no me digas… ¿No me digas que estas interesado en una mujer?, ¿Quién es?.—No sé como impresionarla, es que ella es tan…, tan diferente, las cosas insignificantes la hacen sonreír, ¿Por qué?.Grace negó. —La hacen sonreí
•••Cine•••“Está noche eres mía, ¿Esta noche eres mía?”.—Zeida, el jefe y tú…Zeida miró a Jackson y sonrió. —Si, vamos a casarnos— dijo ella sintiéndose muy extraña.—Vaya…, no sabía que ustedes estaban en una relación…—Jackson se quedó sin palabras, y después de un silencio sepulcral, sonrió. —Pues felicitaciones.—Gracias.—Ahora si me disculpas, tengo que seguir con mis deberes.Durante el resto de la tarde Zeida trató de concentrase, pero los cuchicheos no cesaban ni un poco, todos hablaban de lo ocurrido esa mañana, Zeida era una chica muy reservada, nadie se atrevía a preguntarle directamente, nadie quería ofenderla o incomodarla, no sabiendo que iba a ser la esposa del demonio Mitch.Pero había una persona que no se sentía asustada por saber.—Hola, ¿Zeida verdad?.Zeida alzó la vista y su estómago se revolvió un poco al ver a Grace, con su perfecto cabello y esa sonrisa de dientes blancos.—Si, así es.—¿Sabes si Mitchell está en su oficina?.—Si, él aún está en
•••Solo uno más•••—Oigan, no pueden hacer eso aquí.Zeida y Mitchell se alejaron un poco, casi habían olvidado que no estaban solos en aquel cine, una pareja los veía desde abajo.Zeida salió rápidamente a paso veloz, mientras que Mitchell se disculpaba amablemente y caminaba con tranquilidad.Una vez fuera, la pobre chica se abrazó así misma, ¿Qué había ocurrido ahí dentro?.Cuando miró a Mitchell venir, se avergonzó tanto que su rostro se puso rojo.—No hagas tanto drama— dijo Mitch con indiferencia al ver la vergüenza de Zeida, si le restaba importancia, tal vez ella no se sentiría de ese modo.Por otro lado, Zeida se sentía más y más tonta, ¿Acaso él solo estaba jugando?, después de todo, era Mitchell Maxwell, el hombre podía hacer todo lo que quisiera sin temor a las represalias.El silencio tortuoso se hizo presente de nuevo entre ambos mientras caminaban al auto.—Lo siento—Murmuró Zeida mientras veía la espalda ancha y bien formada de Mitch.Mitchell rodó los ojos y
•••Por ti•••Los labios de Zeida temblaron, mientras que la mirada de Mitchell se volvía cada vez más oscura, su rostro serio y su mirada fija en los ojos de aquella chica, solo indicaban la seriedad con la que hablaba.—No…no sé….yo nunca…Mitchell ladeo un poco la cabeza, Zeida no se estaba negando.—¿Tu nunca que?—Preguntó después de ver que ella guardó silencio y trató de ocultar su rostro sonrojado.—Pues yo…yo nunca…nunca…—El estómago de Zeida se revolvió por los nervios y la mirada intensa de Mitchell, y sin poder contenerlo un poco más, se giró con rapidez y vomitó.Mitchell decidió que de ahora en más, iba a cuidar lo que Zeida consumía, se acercó a ella y acarició su espalda mientras que la pobre chica sacaba todo aquello que le causaba mal.Se enderezó con mucha vergüenza y se limpió la boca con la mano, la sensación era horrible y vergonzosa, ¿Cómo pudo ser tan descuidada?.—Vamos al auto, tengo agua, te llevaré por un café.La vergüenza de la chica no la dejó dec
•••Ten cuidado con ella•••El tiempo se detuvo, una sensación increíble invadió el cuerpo de Mitch, la espera había sido larga, solo él sabía cuan tortuoso fue, y escucharla decir aquello, significaba todo.—¿Yo te gusto?—Preguntó él.Zeida asintió aún con toda la vergüenza invadiendo su ser, tal vez fue, qué aún había un poco de alcohol en su organismo, tal vez, fue eso lo que le dio el valor, o tal vez fue lo que Mitchell dijo, él había dado el primer paso y ella solo daba el segundo.Por primera vez en toda su vida Mitchell Maxwell se quedó sin palabras, había sido tan tonto qué no se dio cuenta, ¿Acaso lo fue?.—Hum— Pasó una mano por su cabello y sonrió tontamente, mientras que Zeida era incapaz de sostenerle la mirada, ¿Por qué no decía nada?.El silencio fue corto, pero para Zeida parecía demasiado largo y tormentoso, hasta que por fin Mitchell abrió la boca.—No lo sabía.—Esa era la intención.—Creí que…—Mitchell nunca antes se sintió así, sus pensamientos iban y ven
•••Hasta el fin del mundo•••—Ahora que seremos esposos, estaba pensando en donde vivir, dime, ¿Hay algún lugar que te guste?.La mirada de Zeida se dirigió al hombre que conducía, no había hablado por casi diez minutos y de repente decía eso.Mercy alzó la cabeza y sonrió con amargura.—Mitch, en nuestra zona residencial se vende una casa y es hermosa, ¿Por qué no la compras? sería genial qué vivamos en la misma zona—Dijo Mercy con entusiasmo.La idea por supuesto sonó desagradable para Zeida. —Cualquier lugar está bien—Respondió ella incapaz de llevarle la contraria a Mercy, parecía que Mitchell la quería mucho.Por otro lado Mitchell no estaba muy seguro de lo que Zeida sentía, había dicho que él le gustaba, pero ¿Qué tanto?, ¿Por qué no parecía entusiasmada por casarse?, él ahora estaba feliz, pero si ella no lo era, entonces de que servía.No hizo más preguntas, tenía que hablar con ella antes, pero en privado.Llegaron hasta la casa de Zeida y Mercy se apresuró a bajar,