Cuando regresaron Salvador estaba comiendo junto con sus compañeros, vieron que Elías llegó con Valery y todos empezaron hacerles buya.
“Iré con las chicas, nos vemos más tarde”. Le dijo Valery.
El asintió y se sentó cerca de Salvador.
“Entonces… ¿Valery?”. Preguntó Salvador.
“Si, es mi novia”. Le confesó Elías.
“¿Estás… seguro?”.
“No entiendo por qué te cae mal, pero es mi decisión, ella me gusta”. Elias le advirtió.
“No es que no me caiga bien, mamá comentó que hubo un problema grande con ella y su familia, al parecer tuvo una relación con un maestro que era casado y la expulsaron de la escuela en donde vivía antes, al parecer la noticia se extendió tanto que tuvieron que salir de su ciudad, su padre es amigo de la infancia de papá, los ayudó a mudarse aquí. Te digo esto porque eres mi amigo”.
“No te preocupes, Yo sé lo que hago”. A Elías no le interesaban los chismes.
“Ok, ok, no te molestare más”.
Pasaron dos años, la relación de Valery y Elías seguía. Elías enamorado la llenaba de lujos y regalos. Pero su familia se enteró sobre la historia de Valery, constantemente había demasiados chismes a su alrededor por lo que era imposible aceptarla.
Elías la amaba tanto que tomó la decisión de casarse con ella sin la bendición de sus padres, estos se negaron, afirmaron que eran muy jóvenes y amenazaron con desterrarlo de la familia sin un peso.
Él estaba decidido, pensaba que con el tiempo el levantaria su propio negocio y si regresaba con un hijo reconocerían la relación con ella, le contó todo esto a Valery, le pidió que se casaran, ella se puso nerviosa, pero accedió por el momento, necesitaba meditar las cosas, pero estaba segura que no quería perder todo lo que ya tenía por una mala decisión.
En esos días el maestro con el que ella tuvo una relación en su ciudad natal, fue a buscarla, El hombre después de un tiempo de divorciarse recibió una buena herencia de un familiar, quería rehacer su vida con Valery.
Por su parte Valery amaba a Elías, pero al casarse perdería la vida de lujos con la que ya había aprendido a vivir, así que accedió a regresar con el maestro.
El día del matrimonio, Elías la esperaba afuera de la oficialía, no había visto a Valery desde el día que hablaron, solo conversaban por llamadas o mensajes, ella le daba pretextos, para no verse, quedaron de encontrarse en el lugar con su papelería hasta el día previsto.
Salvador que en esos tiempos ya era un joven de juergas, gustaba de viajar constantemente, en esa fecha en particular regresó a la ciudad, bajando del avión al recoger sus maletas observó a lo lejos una silueta, pensó por un momento ver una cara familiar…
Era Valery junto con un hombre que llevaba sus maletas, Aunque había mucha gente Salvador trató de acercarse, pero momentos después desapareció de su vista.
Negó con la cabeza. -A lo mejor vi mal- pensó.
Ya habían pasado más de dos horas y Valery no llegaba a la oficialía, Elías marcó su número varias veces, pero solo se escuchaba la grabación, nervioso temía que le hubiera pasado algo y decidió ir a la casa donde vivía Valery.
Al abrir la puerta y encender las luces...
No encontró muebles…
La casa estaba completamente vacía, solo quedaba una pequeña mesita cerca de la puerta de entrada, se acercó a ella y había una carta...
Elías.
Con dolor en mi corazón, debo partir, no me busques,
no quiero ser la causante de tu separación con tu familia.
Tu futuro es tan brillante y lleno de éxito,
mereces lo mejor y yo no puedo dártelo,
confió en que me perdonarás algún día.
Con amor.
Valery.
Elías arrugó la carta con sus manos, su mirada estaba perdida entre las paredes de la habitación.
Fue cuando sonó su teléfono.
“Elías, amigo acabo de llegar de Canadá, no quiero llegar a casa para sermones de mis padres, tomemos una copa”.
“Se fue…” Murmuró Elías a Salvador con un rostro perdido.
Salvador detuvo su caminar y se quedó en silencio por un momento para preguntar. “¿Valery?”
“Si”. Elías sin expresión contestaba mecánicamente.
“¿Dónde estás?”. Salvador preguntó buscando un taxi.
“En la casa de Valery…”
“Voy para allá”. Salvador subió al taxi, llegó a una tienda pequeña donde adquirió algunas cervezas antes de llegar con Elías. Mientras viajaba en el coche, recordaba a la mujer que vio en el aeropuerto
-Podría ser-. pensó.
Cuando llegó a la puerta la encontró abierta, al entrar se topó con la casa vacía -Esta mujer…- Pensó Salvador enojado.
Camino alrededor de la casa buscando a Elías, hasta que notó la puerta trasera abierta, daba un pequeño jardín. Estaba sentado en una banca pensativo. Salvador sentándose cerca, abrió una cerveza que le entregó.
Elías regresó de sus pensamientos, dando un gran sorbo a la botella sin vacilar. Pasó un largo rato y las botellas de cerveza se acumulaban en el suelo. Pero todo ese tiempo había silencio.
Salvador le preguntó. “¿Qué harás?”.
“Voy a buscarla, se fue porque mis padres no la aceptan, la buscaré y no me importa perder todo”.
“Elías… ¿Qué te dijo?”.
Le entregó la carta arrugada a Salvador para que la leyera.
Salvador frunció el ceño. “Creo que la vi en el aeropuerto… llevaba maletas…, estaba con un hombre”.
Elías trataba de entender lo que decía.
“Sé que nunca te gustó, pero no por eso vas a hablar mal de ella”.
“Amigo despierta, se fue con otro hombre, sabía que tus padres te quitarían todo si seguías con ella, creo que ella no lo soportó”.
Elías abruptamente se levantó tomando a Salvador del cuello de la camisa. “No hables así de ella, no te lo permito”.
Salvador retiró las manos de Elías “Soy tu amigo, nos conocemos de niños, por eso es que te lo digo, esa mujer no era buena”.
Elías le propinó un puñetazo a Salvador y él le respondió, pelearon durante un rato hasta que cayeron al suelo, ya estaban borrachos y cansados.
Salvador lo llevó a un hotel, lo recostó en la cama mientras él durmió en el sillón. Pasaron varias semanas… Elías hojeaba información detallada de Valery, todo lo que hizo desde que llegó el maestro a la ciudad, llegó información de cuándo y en cuánto vendió los muebles de la casa y se enteró que el maestro recibió una herencia. Elías estaba sumamente molesto y desilusionado mientras observaba la foto de Valery pensó -¿Me dejaste por dinero?-. Entre la información que tenía encontró el número nuevo que usaba Valery. “Hola”. “…..”. “¿Hola?” “…..”. “¿Elías?”.
“Me gustaría conocer a tu madre, podríamos tomar una taza de café, son bienvenidos a nuestra casa”. La señora queria seguir conociendo a la chica. “Se lo diré a mi madre, Sra. Alma”. Después de terminar el evento, en el transcurso del viaje la señora Alma hablaba con su esposo de lo linda que era Dalia y que al parecer llamó la atención de su hijo. Ya estaba maquinando el plan para que se conocieran mejor y se casaran. Le gustaba para nuera. Al llegar a la Casa de los Valle, Elías, también llegó por su cuenta, cuando empezó a subir las escaleras su madre lo llamó. “Elías ¿Qué te pareció la señorita Dalia?”. Elías se detuvo girándose para mirar a su madre por un momento y contestó. “Es linda”. Meses después Dalia y Elías celebraban en la casa de los Valle la ceremonia de compromiso, con pocos invitados y familiares. Se entregaron las acciones a Elías como dictaba el testamento del abuelo y durante los siguientes meses, se dedicó completamente a levantar la empresa, renovando con ideas frescas e innovadoras, dejando de lado a Dalia se volvió dócil y sumisa ante Elías, trataba de complacerlo como ama de casa, pero esa no era la chica que le interesaba a Elías, quería a la chica vivaz que creo maravillas en el evento, así que desde el principio dormían en habitaciones separadas, Elías lo impuso porque en ocasiones llegaba muy tarde o no volvía hasta altas horas de la noche con copas de más, muchas de las veces confundiendo a Dalia con otra persona, siempre nombrando el nombre de esa mujer… “Valery, ¿Porque me dejaste?”. CAPITULO 16 ESTOY AQUI PARA TI
Dania habló de todo, sobre su hermana gemela, de su padre biológico y el sufrimiento de su madre. Mientras ella le contaba, Jonny vio en sus ojos azules determinación, sabía que ya tenía el plan en su mente. Él sólo esperaba que ella pudiera desahogarse lo suficiente, era su amiga de de toda la vida, nadie la conocía mejor que él y ahora que serían esposos estaría como su apoyo en las decisiones que ella tome. "¿Y entonces cuál es el plan?”. Jonny le regaló una sonrisa encantadora mientras preguntaba. Ella sonrió mirando a sus ojos, le reconfortaba hablar de todo el tema, sabía muy claro que Jonny estaría a su lado en cualquier decisión. “Contrataré a un investigador para encontrar a mi hermana y a mi padre. La persona que estaba al servicio de mi a
“Hola a todos y buenas noches, gracias por acompañarnos a mi esposa y a mi hoy” Decía Jonny sentándose en una silla alta en el escenario. “Dania, nos conocemos casi desde bebés, creo que en algún momento compartimos pañales y biberones…”. Decía Jonny mientras afinaba una guitarra y una persona se acomodaban en la batería. “Es bueno que nunca compartimos ropa… no me hubieran quedado tus vestidos”. Todos rieron. “Aunque a partir de hoy somos esposos, tú sabes que siempre seremos amigos…” Dania asintió con lágrimas en los ojos. “Esto es para ti…” Mientras se escuchaban los acordes de la guitarra eléctr
Ya que el abuelo todavía estaba recuperándose, Dania y Jonny decidieron vivir en la mansión, ellos se mudaron a la habitación más grande del lugar, donde incluida una pequeña sala con un sofá cama donde Jonny dormía por las noches, un escritorio amplio, baño completo, balcón y un armario práctico para ambos. Antes, se iban de fiesta cuando eran jóvenes, Jonny se quedaba con Dania, nunca hubo contacto íntimo entre ellos, al pasar tantos años seguían siendo los mejores amigos, no fue difícil para ellos compartir la habitación. Daniel se instaló en la mansión cuando terminó sus estudios, empezaría a trabajar en la compañía como presidente, mientras Dania feliz se quedó como jefa del departamento de diseño, Joel alargó su estadía para ayudar a Dania al enterarse de sus planes de encontrar a su padre y hermana, tenía suficiente material para quedarse a realizar va
“¿Podría tener una hija tan parecida a mí con otra mujer? No, no esto… Magdalena… Robles”. “¡Dios mío! ¡Ella robó a mi hermana! ¡Esta es mi hermana! todo concuerda…” Tomó su teléfono e hizo una llamada al investigador. “Quiero toda la información con detalle de la hija de Larod, Dalia Rodarte lo más pronto posible entiende”. Al otro lado del teléfono. “Sí señorita Montenegro, no he terminado de indagar, mis investigadores han encontrado baches en el camino en aquella ciudad, como si no quisieran que encontremos información, hemos sido lo más cautelosos posible, teniendo la información completa le llamare”. “Estaré esperando su llamada”. ……………………………………………………………………….
Despues de que Dalia escuchó a Elías sobre su invitado ella feliz aceptó. “Claro que no, haré que limpien la habitación de invitados, nunca hemos tenido uno…” Elias cambió la conversación. “Habrá una nueva serie romántica, faltan las canciones de entrada y salida, ¿Te gustaría hacerlo?”. Sorprendida Dalia preguntó. “¿Trabajar contigo en la empresa?”. “Si, este proyecto es de los más importantes en este momento, me encantaría escuchar algo creado por ti”. “Ok!”. “Mañana traeré el guión a casa para que lo estudies y tengas una idea de lo que trata la serie, seria genial si tú pudieras interpretarlo… me gustaría escucharte cantar...”. “Yo…cantar…”. Último capítulo