Feliz San Valentín! <3
Jun observó la mesa con gran anticipación. Cruzó miradas con Juliette, quien se notaba nerviosa y trató de brindarle el apoyo que necesitaba por medio de un confortable gesto, para que pudiera expresarse. "Estaremos bien." Le aseguró en un dulce tono. Brendan sentado a su lado, apretó su muslo con firmeza, llamando su atención y haciendo que liberara un poco su inquietud. Por lo que asintió ligeramente, haciéndole entender al Alfa que estaba preparado para lo que venía. Su mamá aclaró su garganta y miró a Jonathan con ojos cálidos, no obstante el gesto no fue recíproco, se preguntó si había sucedido algo entre ellos al notar el cambio—Jonathan se veía un tanto apático. Posteriormente, Jun se enfocó en Ernesto, quien se veía impetuoso—era una expresión muy usual en el Alfa. Sin embargo, en ese momento parecía estar bastante hastiado, como si ya supiera que las palabras que serían enunciadas por Juliette eran una tontería—y esa actitud le molestó. Detestaba como descartaba las opin
"Eso fue... una catástrofe." Expresó Ambrose rompiendo el silencio. Jonathan aclaró su garganta. "¿Sabes que no se quedará quieto, cierto?" Dijo en un frío tono de voz y miró a Brendan con ojos tenaces. "Me encargaré de que ese bastardo no sea una molestia." Ambos se miraron fijamente por varios segundos—como si cada uno entendiera el trasfondo de sus palabras. Luego Jonathan desvió su mirada, y arregló su chaqueta tranquilamente. "... Sí, supongo que es lo mejor." Murmuró para sí mismo. Juliette miró a su hijo mayor, quien tenía su atención plasmada en algún punto fuera del ventanal—completamente absorto. La mujer se acercó y extendió lentamente su mano. "Jona, sé que estás sorprendido, pero—" "Necesito estar solo." Su hermano esquivó su toque y salió del salón rápidamente, cerrando la puerta con un fuerte estruendo. El rechazo hizo que su mamá colapsara y Ambrose se acercó rápidamente a asistirla. "Está bien," Trató de calmarla. "Lo entenderá algún día." Su mamá negó con la
Jun se levantó con pesadez esa mañana, y miró a su lado viendo la cama vacía. Se sentía extraño, inquieto por alguna razón. Suspiró al pensar en Brendan, una emergencia laboral había evitado que estuviera en casa y tenía dos noches sin llegar a su cama. Al menos, cuando estaba despierto. Su hermano se encontraba aún en la residencia, pero no iba a su trabajo y se preguntó qué sucedía, ya que podía sentir la tensión que albergaba. Aunque después del problema legal en el que se encontraba FarmaFiore, era un poco lógico que se hayan detenido las operaciones por un tiempo. Se sentó al borde de la cama y acarició su estómago con calidez—una leve preocupación se adueñó de su expresión. A pesar de que estaba a punto de cumplir siete meses de embarazo, los bebés no se habían movido. Los exámenes de Alessio habían salido bien, por lo que sabía que no debía preocuparse, sin embargo, no entendía a qué se debía. Al principio, tenía miedo de preguntar y que fuera algo malo, pero debía hacerlo si
Jun se despertó completamente agotado—Brendan lo tenía aprisionado contra su pecho, y no tenía forma de moverse. Aunque tampoco tenía ganas de hacerlo. Sonrió al recordar lo increíble que había sido el sexo la noche anterior. Había algo diferente, y le había encantado. Acarició la espalda de su Alfa suavemente, mientras escuchaba su corazón latir tranquilamente. Jun lo amaba—no había duda de ello. Se acurrucó contra su pecho y suspiró. Inhalando su rico olor. "Buenos días," murmuró el Alfa. "Te levantaste animado hoy." Comentó burlonamente y solo así Jun se percató de que estaba erecto. "Oh." Brendan se inclinó y lo miró fijamente. Tomó su mano y la llevó a su entrepierna, mostrándole que ambos se encontraban en la misma condición. "Siempre sabes cómo agitarme." Murmuró en una voz seductora, y lo besó ardientemente. Esa mañana continuaron una sesión que se alargó por unas horas, haciendo que ambos llegaran tarde al desayuno. *** "Este es mi favorito, tío Ambrose." Jun obse
No había otra forma de describir lo que sus ojos veían más que llamarlo insólito. Con el paso de las semanas, la atmósfera en el condominio era apacible y familiar. Los Russeau y los Fiore parecían llevarse bien, especialmente Edward y Brendan. Jonathan siempre se mantuvo un tanto alejado, pero nunca se quejó de la situación. Su desaprobación era bastante evidente para todos, pero Edward nunca mostró estar herido por su comportamiento. A pesar de sus evidentes ganas de irse, Jun lo convenció para se quedará unos días, pero parecía estar a punto de morir si se quedaba una noche más. "¿Tienes hambre?" Le preguntó una vez se acercó a su banqueta en el jardín, donde revisaba con el ceño fruncido su celular. Bloqueó la pantalla inmediatamente al verlo y lo guardó en su bolsillo. "No." Respondió fríamente. Jun se paró frente a él, exasperado. "¿Vas a seguir con esa cara durante toda tu estadía?" Jonathan lo miró fijamente, incrédulo. "¿De qué estás hablando? Estoy actuando normal." J
Jun abrió los ojos lentamente y miró a su alrededor luego de remover la manta que cubría la mitad de su cuerpo. El lugar estaba vacío, y afortunadamente un vaso de agua estaba a su vista—el cual no recordó haber pedido, y lo tomó con urgencia. Se paró y peinó su cabello suavemente, suspirando ante lo frecuente que se quedaba dormido esos días. Una incomodidad en su pecho llamó su atención, tocó el área y se crispó al sentir el leve escozor, ya que estaban muy sensibles—sus pezones estaban endurecidos e inflamados. Desde hace días había notado el cambio, y era algo que le causaba un poco de inseguridad—debido a que incluso su forma había cambiado y se veían femíneos. También su ropa le molestaba la mayor parte del tiempo al rozarlos, pero esa tarde era un tanto inaguantable. Espiró lentamente, e hizo una nota mental para así luego preguntarle a Ambrose cómo aliviarlo. Miró a su alrededor para continuar su cometido, y se percató de los materiales esparcidos por el sofá. Su objetivo e
"¿Qué demonios haces aquí?" Fue lo primero que preguntó su amigo una vez entraron a la residencia. Brendan miró la escena con indiferencia, mientras que los ojos de Nolan parecían brillar con fascinación.Sonrió levemente y señaló a Brendan. "Estoy de visita. ¿Y tú qué haces aquí?" "... También estoy de visita." Kayden le devolvió una mueca de sonrisa."Ah, qué coincidencia." Su tono pareció indicar que no lo era en absoluto.Kayden pausó por un momento y su expresión cambió a una de sospecha."Ya sabías quién era yo." Comentó con certeza, y la expresión del Alfa no se inmutó—Sus ojos eran penetrantes."No realmente. ¿Qué te hizo pensar eso, pretty boy?" Nolan respondió con una sonrisa descabellada y el aire se tornó agrio."Pretty boy?" ¿Niño lindo?* Kayden frunció el ceño, parecía estar a punto de explotar al escuchar el apodo."¿No te gusta?" Sus cejas se elevaron con fingida sorpresa. "Ahh right—Now that I think about it, you really liked it when I called you 'gorgeous' that nig
Jun observó el panorama y lo surrealista que era todo. Ya había cumplido siete meses de embarazo y afortunadamente la atmósfera seguía sumergida en una buena serenidad. Su mejor amigo estaba sentado a su lado y Ambrose se encontraba dentro de la residencia asistiendo a algunos invitados—ya que su Alfa tenía una reunión de negocios en su estudio. Al parecer la visita de Nolan no era simplemente cordialidad o placer, sino también negocios y se encontraba acompañándolo. Había una extraña tensión en el aire ese día y Jun sabía que probablemente se debía a los problemas que había experimentado la empresa últimamente. Algo que inició desde hace meses, cuando fue acusado de la filtración. "¿Crees que haya pasado algo más?" "¿Hm?" Kayden lo miró confundido. "Con la empresa. Luego del escándalo donde se habló de los negocios ilícitos... y todos esos artículos—se siente como si hubiese una persona tratando de perjudicar a Brendan." Su amigo se quedó en silencio por varios segundos, pensat