Jun abrió los ojos y los estrujó para aclarar su visión. No sabía en qué momento se había dormido, pero se encontraba acostado en el sofá, cubierto con una chaqueta impregnada de ese aroma que tanto adoraba. Brendan se encontraba a su lado, frente al computador, las tonalidades rojizas del crepúsculo se filtraban por los ventanales, definían las facciones de su apuesto rostro con afinidad. Se quedó viéndolo sin hacer ningún movimiento mientras trabajaba, para así quizás capturar la escena en su mente y posteriormente plasmarla en su lienzo.Su corazón latió con fuerza debido a que incluso en ese momento, aún no podía creer lo mucho que había cambiado su vida.Acarició suavemente su vientre y sonrió.Brendan será un padre increíble. Estoy seguro."¿Descansaste bien?" Preguntó el Alfa sin levantar su cabeza.Se preguntó cómo sabía que había despertado, a pesar de lo mucho que trataba de ocultarlo."Sí." Sonrió de forma avergonzada, y luego trató de pararse repentinamente al recordar al
Los días transcurrieron en un instante, y Jun estaba a pocas semanas de alcanzar los ocho meses de embarazo. En ese momento se encontraba descansando en un sofá, al lado de Brendan, quien estaba inmerso en su reunión de trabajo. Se le dificultaba un poco moverse, y aunque podía seguir sus rutinas sin problemas, se quedaba en el condominio mayormente—solo salía a menos que fuese estrictamente necesario. "¿Quién propuso esa solución?" Preguntó el Alfa con una voz gélida. "No tiene sentido por ningún lado que la veas. Les daré una semana para que envíen una propuesta mejor." Y cerró la ventana de la reunión. Jun suspiró ante su falta de tacto. "Tienes que ser un poco más comprensivo con ellos, Brendan." "Han estado cometiendo demasiados errores últimamente. Pensaron que debido a mi ausencia en la empresa podían hacer lo que quisieran." Chasqueó su lengua. "Soy su jefe, no su colega. No tengo por qué mostrar ningún tipo de consideración hacia ellos... solo deben hacer su trabajo corre
Jun abrió los ojos al sentirse un tanto incómodo, las sábanas que usualmente eran suaves se sentían pegajosas. Su piel ardía y el dolor en la parte baja de su abdomen volvió y a pesar de ser momentáneo—la intensidad lo había despertado. Miró a su lado, encontrándose con una cama vacía. Recordó que Brendan tuvo que ir a la empresa debido a una importante reunión y suspiró, ya lo extrañaba.Miró hacia las cerradas cortinas, y tuvo un vistazo del bonito día—la claridad del exterior se filtraba por las brechas de las ventanas, ligeramente iluminando el lugar. El reloj marcaba las once de la mañana, y se lamentó, puesto que acostumbraba a levantarse temprano.Con esfuerzo, se sentó al borde de la cama y espiró lentamente. Se paró, tambaleándose levemente y se sostuvo de la mesa de noche. Una vez su mente se aclaró, caminó hacia el baño.Tomó lentamente una ducha, sintiéndose un poco mejor al sentir la temperatura del agua fría en su piel.Luego se cambió de ropa—a una casual, como acostumb
Brendan terminó de revisar los documentos que tenía en frente y se rio sin gracia—analizando el contenido con aprensión.Kevin se mantuvo a su lado con un rostro libre de expresión a medida que lo observaba."Entonces... los coreanos estuvieron detrás de todos los ataques.""Sí. Ernesto Fiore estuvo ofreciéndoles ciertos beneficios, pero una de las pautas era deshacerse de los Russeau.""... Y de los japoneses." Se rio. "Muy audaz.""Ernesto Fiore estuvo negociando con varias familias y al final simplemente se quedaría con todo el dinero ofrecido—y le cedería lo acordado a los coreanos." Kevin se veía apático al hablar. "Claramente, no pensó en cómo su decisión impactaría negativamente el legado de su familia.""Eso veo. El inútil se dejó llevar por lo atractivo que se veía el contrato, y no se detuvo a leer lo que realmente implicaba." Miró el informe con ojos fríos. "... Me pregunto cómo devolverá todo ese dinero una vez se dé cuenta de que el negocio se fue a la mierda." Comentó co
Brendan regresó a la habitación y frunció el ceño al ver lo nervioso que estaba Samuel. Estuvo a punto de interrogarlo, y se detuvo al escuchar, a través de la puerta medio abierta, a un Kayden molesto. "No puedes salir así, Junne." Reclamó con un suspiro. "Tienes que ser más cuidadoso en tu estado.""Estabas durmiendo y no quise despertarte, Kay." Replicó Jun. "Ambrose salió con Dimitri a resolver algo y pensé que estaría bien salir un momento.""No lo vuelvas a hacer. Estaba muy preocupado, incluso pensé en hablar con los enfermeros para que me ayudaran a buscarte.""Estás exagerando, Kayden. Solo salí por unos breves minutos.""¿Saliste de la habitación solo?" Reclamó el Alfa, una vez entró al lugar. Escaneó el área y se percató de que ciertamente sus padres no estaban allí.Jun se volteó a verlo con tímidos ojos y luego los desvió hacia sus manos en su regazo.Kayden no levantó su cabeza, y arreglaba las sábanas a medida que se quejaba en voz baja."Sí, salí al baño por un moment
Los sonidos de los gritos a su alrededor lo dejaron entumecido—completamente paralizado. El olor a sangre y las feromonas alteradas por el dolor de su Omega le dieron arcadas.Sentía brazos envueltos alrededor de su cuerpo para retenerlo a medida que le practicaban reanimación a su Omega, quien estaba completamente inmóvil en la camilla.Los gritos a su alrededor saturaban sus sentidos, no podía entender nada. El sonido era enloquecedor. Alguien sostenía a los gemelos a su lado, pero no le interesó mirar en su dirección."Los bebés están sanos." Escuchó a uno de los enfermeros decir en medio del frenesí y luego todo se detuvo.Jun estaba completamente inmóvil, no había una señal de vida.El constante pitido que salía del monitor parecía que rompería sus tímpanos de lo agudo que era."La hora de muerte es—"Brendan se despertó de golpe, su corazón latiendo con fuerza. Solo se calmó una vez sus ojos se enfocaron en la figura que tenía en frente. El Alfa se había dormido en una incómoda
La puerta se abrió nuevamente después de una larga espera, durante la cual nadie emitió un sonido. El doctor Alfa tenía una extraña expresión en su rostro a medida que removía su mascarilla, y Brendan no esperó a que se expresara. Entró apresuradamente al lugar, descartando las quejas de los médicos. Trató de acercarse donde estaba Jun, pero se lo impidieron. Aquellos Alfas enviados por el ministerio se interpusieron en su camino, y a pesar de lo fuerte que era, no le sería posible ganarles a menos que abusara de sus feromonas y consideró hacerlo. Miró a través del amplio cristal que lo distanciaba de su Omega. El intenso olor metálico era insoportable, pero aún más era la tranquilidad en el rostro de Jun mientras estaba posado en la ensangrentada camilla.Su blanca piel estaba pálida, cubierto de sudor—y de solo imaginar su calvario, hizo que su furia incrementara. "No puede estar aquí, señor." Alguien tocó firmemente su brazo, pero lo sacudió a medida que trataba de avanzar. "Es
Brendan se levantó en la mañana con aflicción. Se miró en el espejo y no se inmutó ante lo desaliñado que se veía. Necesitaba afeitarse y probablemente un nuevo corte de cabello, pero no había tiempo o ganas para hacer ambas. Luego de darse un baño y peinarse, procedió a escoger uno de sus trajes de diseñador sin pensar mucho en el aspecto. Salió del condominio junto a Kevin, la tensión era palpable siempre a su alrededor últimamente. Nadie le buscaba conversaciones casuales.Llegaron al hospital y Kevin se detuvo al ver que no avanzaba hacia el camino usual. El Alfa se veía confundido."¿Señor?""Vayamos al departamento de pediatría."Kevin se veía estupefacto ante su petición, no obstante no dijo nada, quizás temiendo a que cambiara de opinión. Se encontraba ridículo lo mucho que todos insistían con lo mismo, por lo que decidió finalmente visitarlos ese día. El Alfa lo guio plácidamente al lugar y Brendan ignoró las risas de los niños a su alrededor. Su expresión dejaba a notar