Jun abrió los ojos al sentirse un tanto incómodo, las sábanas que usualmente eran suaves se sentían pegajosas. Su piel ardía y el dolor en la parte baja de su abdomen volvió y a pesar de ser momentáneo—la intensidad lo había despertado. Miró a su lado, encontrándose con una cama vacía. Recordó que Brendan tuvo que ir a la empresa debido a una importante reunión y suspiró, ya lo extrañaba.Miró hacia las cerradas cortinas, y tuvo un vistazo del bonito día—la claridad del exterior se filtraba por las brechas de las ventanas, ligeramente iluminando el lugar. El reloj marcaba las once de la mañana, y se lamentó, puesto que acostumbraba a levantarse temprano.Con esfuerzo, se sentó al borde de la cama y espiró lentamente. Se paró, tambaleándose levemente y se sostuvo de la mesa de noche. Una vez su mente se aclaró, caminó hacia el baño.Tomó lentamente una ducha, sintiéndose un poco mejor al sentir la temperatura del agua fría en su piel.Luego se cambió de ropa—a una casual, como acostumb
Brendan terminó de revisar los documentos que tenía en frente y se rio sin gracia—analizando el contenido con aprensión.Kevin se mantuvo a su lado con un rostro libre de expresión a medida que lo observaba."Entonces... los coreanos estuvieron detrás de todos los ataques.""Sí. Ernesto Fiore estuvo ofreciéndoles ciertos beneficios, pero una de las pautas era deshacerse de los Russeau.""... Y de los japoneses." Se rio. "Muy audaz.""Ernesto Fiore estuvo negociando con varias familias y al final simplemente se quedaría con todo el dinero ofrecido—y le cedería lo acordado a los coreanos." Kevin se veía apático al hablar. "Claramente, no pensó en cómo su decisión impactaría negativamente el legado de su familia.""Eso veo. El inútil se dejó llevar por lo atractivo que se veía el contrato, y no se detuvo a leer lo que realmente implicaba." Miró el informe con ojos fríos. "... Me pregunto cómo devolverá todo ese dinero una vez se dé cuenta de que el negocio se fue a la mierda." Comentó co
Brendan regresó a la habitación y frunció el ceño al ver lo nervioso que estaba Samuel. Estuvo a punto de interrogarlo, y se detuvo al escuchar, a través de la puerta medio abierta, a un Kayden molesto. "No puedes salir así, Junne." Reclamó con un suspiro. "Tienes que ser más cuidadoso en tu estado.""Estabas durmiendo y no quise despertarte, Kay." Replicó Jun. "Ambrose salió con Dimitri a resolver algo y pensé que estaría bien salir un momento.""No lo vuelvas a hacer. Estaba muy preocupado, incluso pensé en hablar con los enfermeros para que me ayudaran a buscarte.""Estás exagerando, Kayden. Solo salí por unos breves minutos.""¿Saliste de la habitación solo?" Reclamó el Alfa, una vez entró al lugar. Escaneó el área y se percató de que ciertamente sus padres no estaban allí.Jun se volteó a verlo con tímidos ojos y luego los desvió hacia sus manos en su regazo.Kayden no levantó su cabeza, y arreglaba las sábanas a medida que se quejaba en voz baja."Sí, salí al baño por un moment
Los sonidos de los gritos a su alrededor lo dejaron entumecido—completamente paralizado. El olor a sangre y las feromonas alteradas por el dolor de su Omega le dieron arcadas.Sentía brazos envueltos alrededor de su cuerpo para retenerlo a medida que le practicaban reanimación a su Omega, quien estaba completamente inmóvil en la camilla.Los gritos a su alrededor saturaban sus sentidos, no podía entender nada. El sonido era enloquecedor. Alguien sostenía a los gemelos a su lado, pero no le interesó mirar en su dirección."Los bebés están sanos." Escuchó a uno de los enfermeros decir en medio del frenesí y luego todo se detuvo.Jun estaba completamente inmóvil, no había una señal de vida.El constante pitido que salía del monitor parecía que rompería sus tímpanos de lo agudo que era."La hora de muerte es—"Brendan se despertó de golpe, su corazón latiendo con fuerza. Solo se calmó una vez sus ojos se enfocaron en la figura que tenía en frente. El Alfa se había dormido en una incómoda
La puerta se abrió nuevamente después de una larga espera, durante la cual nadie emitió un sonido. El doctor Alfa tenía una extraña expresión en su rostro a medida que removía su mascarilla, y Brendan no esperó a que se expresara. Entró apresuradamente al lugar, descartando las quejas de los médicos. Trató de acercarse donde estaba Jun, pero se lo impidieron. Aquellos Alfas enviados por el ministerio se interpusieron en su camino, y a pesar de lo fuerte que era, no le sería posible ganarles a menos que abusara de sus feromonas y consideró hacerlo. Miró a través del amplio cristal que lo distanciaba de su Omega. El intenso olor metálico era insoportable, pero aún más era la tranquilidad en el rostro de Jun mientras estaba posado en la ensangrentada camilla.Su blanca piel estaba pálida, cubierto de sudor—y de solo imaginar su calvario, hizo que su furia incrementara. "No puede estar aquí, señor." Alguien tocó firmemente su brazo, pero lo sacudió a medida que trataba de avanzar. "Es
Brendan se levantó en la mañana con aflicción. Se miró en el espejo y no se inmutó ante lo desaliñado que se veía. Necesitaba afeitarse y probablemente un nuevo corte de cabello, pero no había tiempo o ganas para hacer ambas. Luego de darse un baño y peinarse, procedió a escoger uno de sus trajes de diseñador sin pensar mucho en el aspecto. Salió del condominio junto a Kevin, la tensión era palpable siempre a su alrededor últimamente. Nadie le buscaba conversaciones casuales.Llegaron al hospital y Kevin se detuvo al ver que no avanzaba hacia el camino usual. El Alfa se veía confundido."¿Señor?""Vayamos al departamento de pediatría."Kevin se veía estupefacto ante su petición, no obstante no dijo nada, quizás temiendo a que cambiara de opinión. Se encontraba ridículo lo mucho que todos insistían con lo mismo, por lo que decidió finalmente visitarlos ese día. El Alfa lo guio plácidamente al lugar y Brendan ignoró las risas de los niños a su alrededor. Su expresión dejaba a notar
Jun se despertó luego de un largo y placentero sueño. La verdad era que a pesar de los inconvenientes, se sentía agradecido y aliviado de que todo haya salido bien.Por un momento pensó en Brendan y en lo vulnerable que se veía en ese momento una vez despertó. La escena aún le parecía irreal—nunca pensó verlo comportarse de esa manera. Ya luego le preguntaría que había sucedido, pero la verdad era que su mente estaba ocupada con algo más.Miró el reloj con apuro, no podía esperar para ver a sus gemelos, y la anticipación lo tenía un tanto mortificado.Ambrose y Kayden entraron al lugar con indecisión, y posteriormente sonrieron ampliamente al verlo. Su amigo tenía los ojos humedecidos e inmediatamente corrió a su lado para abrazarlo."Gracias a Dios." Murmuró Kayden contra su pecho. "Gracias." Repitió y sollozó hasta que ya no había más lágrimas por derramar.Ambrose se mantuvo sentado a su lado, observando la interacción con tristeza y ayudándolo a acomodarse en la camilla. Sus ojos e
Jun se despertó un tanto alarmado— con la respiración entrecortada, y sostuvo su estómago con pánico ante el extraño malestar. "Ugh," Se quejó al sentir un dolor punzante y trató de gritar por ayuda, pero su voz no salía. Sintió cálidas manos a su alrededor y una suave voz en su oído. Se concentró en el sonido y lentamente su corazón se fue calmando. Se alejó un poco del fornido pecho y miró con ansiedad a una esquina de la habitación donde se encontraban sus gemelos. El alivio que recorrió su cuerpo al ver a los pequeños dormidos allí le pareció incluso exagerado.Una de sus peticiones había sido que trasladaran a los bebés a sus aposentos, y a pesar de su extraña solicitud, el Alfa accedió de inmediato."Estás a salvo." Escuchó a Brendan decir y Jun espiró con calma. Sintió sus brazos rodearlo con más fuerza y se aferró al Alfa."Gracias, Brendan." Dijo en un tono suave y solo recibió suaves caricias en su espalda en respuesta. "Fue solo una pesadilla.""¿Qué soñaste?" "Había—ha