Capítulo 18. Público
Canción: Catch me if you can – Walking on cars
Era domingo por la mañana. Nara se había hecho ya su café de todos los días se encontraba ya a las 8:00 a.m. en la barra de su casa haciendo cuentas. Tenía un montoncito de billetes a un lado de ella: su depósito. Estaba feliz, se había atrasado en los pagos que estaba haciendo, pero se había ganado en este mes y parte del otro, estímulos en su trabajo. Tenía una caja de metal enfrente de ella: la caja de los martirios, le había puesto.
En aquella caja llevaba los recibos de cada uno de los pagos, el recibo del depósito en diferentes lugares: tiendas de autoservicio, bancos todo en diferentes lados, ya que hacía depósitos en cuanto podía. En la tapa, que tenía diferentes figuras por la cobertura en 3D de la parte de frente, la chica había pegado papeles de colores y los iba llenando: En la primera columna el monstruoso monto a cubrir, en med
Capítulo 19. Reconocimiento Rodrigo tenía una pila de papeles por autorizar a un lado, mientras tecleaba en su computadora, su puerta se abrió. —Arturo, tengo muchas cosas que hacer, te lo dije, podemos comer luego—. Dijo frotándose la frente, uno de los cálculos de la empresa había salido mal, se acomodó la corbata sin mirar a quien pasaba a su oficina. —Hoy quise venir a comer, podemos invitar a Nara. Deja eso compadre, hay muchas cosas que pueden esperar—. Menciona Arturo sentándose frente a él, había manejado una hora para venir a ver a su amigo, sabía que quería hablar del periódico—. ¿Por qué ocultaste a Nara de los periódicos? Sí sé que lo de la vida privada y fuera de chismes, pero… ¿Se lo comentaste? —No. Pero créeme, Nara no desea que la lastimen con críticas o que ya no pueda salir de su casa sin recibir miles de flashes directo a los ojos. Se lo comentaré por la tarde que la lleve a casa, tiene tanto trabajo como
Capítulo 20. Anochecer —¿Segura que puedes hacerlo?—. Nara baja hacia el carro de Rodrigo, de la mano de Rodrigo. Llevaba él su bolso y una carpeta que ella había decidido llevar a casa para trabajar más, se esmeraba mucho, Rodrigo supuso que su primer sueldo con todos esos estímulos había tenido su resultado y la admiraba tanto que a veces bajaba a su oficina sólo para verla trabajar ella podía pasar horas con calculadora en mano y tecleando que no lo vería, no hasta que acabara sus deberes—. Si no puedes lo entiendo, busco a otra persona Naris. Era una amiga suya, no escuchaba su conversación puesto que con el control estaba poniendo en marcha su auto, sin ruido alguno, amaba su automóvil híbrido, tan silencioso y elegante perfecto para el trabajo y usaba otra clase de autos para sus viajes o para los eventos a los que iba. —Claro que puedo, sólo aviso a casa ¿Vale?—. Dice ella sentándose en el asiento del copiloto, estiró la mano para recibir su bolso y su carpeta, trabajaría has
Capítulo 21. Hogareña PARTE III Canción: Alive – Arrows to Athens. Rodrigo estaba más emocionado que nunca, Nara había dicho a su familia que iría a cuidar la casa desde esa semana, no como en realidad habían dicho, todo con el pretexto de pasar los siguientes cuatro días con su novio en su departamento. Esta vez no tendría que ir a su casa a dejarla, sino a su departamento. La chica había llegado con una maleta bastante grande para ser ella, había notado que su chica cargaba bastantes cosas en sus bolsos y eso incluía libros también, la había dejado debajo de su escritorio. Nara admiraba el narciso blanco que estaba en su florero, vaya que se estaba esforzando con las flores, se preguntó si había pedido una lista de flores para llevarle y si era así, cuánto le costaba llevar todas esas únicas flores hasta su oficina. El señor canoso (apodo que por siempre recordaría y que mencionaba en vez de un nom
Capítulo 22. Hogareña Parte IICanción: Stuck with me – The Neighbourhood*Flashback*El auto iba a una velocidad impresionante, pese a que Nara no quería ir de campamento con su novio y los demás, había accedido, porque claro ¿Cuándo le había podido decir que no?—Vas muy rápido—. Dijo ella aferrándose a la puerta de copiloto. La música era muy estruendosa, posiblemente no la había escuchado. Lo que podría ser una agradable vista al bosque con sus frondosos árboles y un atardecer ligeramente rosado, se veían opacados y tomaba ese color rosado como de peligro—. Vas muy rápido.Repitió, ya se sentía algo angustiada por las vueltas y curvas. Sus padres desde luego ya no apoyaban esa relación, pero no decían nada, ¿C&
Capítulo 23. Hogareña PARTE 3/3 Canción: Afterglow – Sleeping Wolf Rodrigo la había levantado. Nara no se había dado cuenta, pero se había aferrado a su novio como si fuera un oso de peluche. Rodrigo veía su reloj amenazándolo con empezar a sonar para que se levantaran los dos y fueran a trabajar, último día. Después podrían irse juntos a cuidar esa casa, ambos llevando sus respectivos deberes, ah que bueno era sentirse como si fueras a tener vacaciones. —Nara…—. La llamó despacio, escuchaba la ligera respiración de su novia. Había tenido una pesadilla en la que comenzó a quejarse apenas emitiendo sonidos. Rodrigo recordaba esas noches en vela, cuando recién comenzaba a funcionar Genética, tantos pendientes, la incertidumbre de saber si lo iba a lograr o no… Todo agitándose en su cabeza por las noches. No sabía qué hacer entre más pesado se ponía el camino únicamente avanzaba pues sabía que el camino y
Capítulo 24. Negocios Canción: Teoremas, etc. – José Madero Durante todo el transcurso de la noche, ambos durmieron tan plácidamente que, cuando el sol comenzó a asomarse, ninguno se molestó. Rodrigo había despertado hacía ya media hora como de costumbre, pero se sentía tan en paz que no le molestaba estar ahí acostado junto a Nara. La chica se cubría del sol con el cuerpo de su novio, Rodrigo la veía con ternura: Era una dulce y amable chica, muy educada y atenta, al mismo tiempo sabía cómo imponerse, no dejarse intimidar y claro, era otra cuando estaban en la cama. Conocer todas sus fases era ahora su misión. Había pasado ya mucho tiempo desde que había intentado entablar una relación seria, las fiestas, el compromiso del trabajo y estar todos los días al pie del cañón para hacer nuevas estrategias de venta, nuevos productos, abrir fronteras…. Era mucho para él, pero ahora tenía la convicción de que podía
Capítulo 1. TambaleanteNara se había despertado temprano, se encontraba arreglándose el cabello. Repetía una y otra vez, tablas de multiplicar. Si, tablas de multiplicar, ¿Raro no? Pero desde pequeña su papá le había enseñado a contar cada vez que se sentía estresada o nerviosa por algún acontecimiento próximo. Había dejado sus papeles dos días después de recibir la llamada y ya estaba tramitándolos, asegurándose de que su título llegara sano y salvo a casa.Observó las tarjetas de presentación que había hecho en hojas negras: Ingeniera Nara del Valle Olivera. Qué bien se sentía aquello, su número telefónico en la tarjeta había tomado unos cursos de edición y fotografía en sus años de prepa, no era perfecta la tarjeta, pero pensar que la hab&i
Capítulo 2 Inesperado Nara había salido de aquel lugar tan rápido como sus altos tacones le permitieron, la chica estaba más roja que cuando salía a disfrutar del frío en Navidad, había caminado sin mirar hacia atrás. Prácticamente corrió hasta que estuvo cerca de una estación de autobús, llegó entonces hasta el centro de la ciudad: Bellas Artes. Una hermosa locación en el corazón de la capital había un palacio lleno de historia, lleno de tiempo, lleno de arquitectura para contar el paso de la historia sobre el y acudía ahí seguido cuando necesitaba un respiro: había librerías, cafeterías, había familias paseando con sus hijos y algunos paseando a sus perros, restaurantes y miles de cosas más. En la explanada del Palacio de Bellas Artes, había un montón de personas con talento: Personas improvisando con sólo una bocina (Nara siempre se preguntaban cómo es que habían logrado conseguir rimar con cualquier objeto que se les ponía en frente), bailarines