—¡Rápido! ¿Qué esperan? —insiste la mujer alta y esbelta, vestida con ropa de safari mientras abre la puerta trasera de su vehículo para nosotros. Aunque ambos estamos igual de sorprendidos y confundidos, Kat y yo subimos rápidamente y el hombre que conduce se pone de inmediato en marcha. —¿Cómo están los dos? Espero que hayan disfrutado su estadía en nuestra isla —dice la mujer de unos treinta y tantos de cabello rojo amarrado en una coleta, de ojos verdes y rostro amable—. Yo soy Rhonda Smith y él es mi esposo, Albert Smith —señala al conductor de pelo canoso unos veinte años mayor que ella. —Mucho gusto, yo soy Taylor Evans y ella es Katherine Manson —Nos presento. —¿Cómo que su isla? —pregunta Kat confundida—. ¿Qué no estamos en una isla desierta? —Bueno, tal vez estaba desierta cuando ustedes llegaron porque no estábamos aquí —dice sonriendo—, pero esta isla nos pertenece. —¿Y cómo nos encontraron? —pregunto intrigado. —Llegamos hace dos días de Europa y me puse a revisar
«Dios no puedo creer que esto haya pasado», digo en mi mente mientras trato de recobrar la compostura para que Taylor no se de cuenta de que ese ha sido el beso más intenso y sexy que me han dado en toda mi vida.—No sé porque dije eso, en realidad debería disculparme —dice un poco avergonzado.—No tienes por qué disculparte, fue solo un beso —le digo pretendiendo indiferencia, pero en realidad no es cierto, fue definitivamente mucho más que un beso.—Claro, por supuesto. Bueno, creo que es hora de irme —dice poniéndose de pie.—Sí, tal vez sea lo mejor —le digo acomodándome la bata mientras en mi subconsciente le grita con desesperación "no, quédate, por favor no te vayas".—Que duermas bien —dice abriendo la puerta que separa nuestras habitaciones—. Si necesitas algo solo dime. —Luego de decir eso adentra en su cuarto cerrando la puerta.Me desplomo sobre la cama con un profundo suspiro, mis piernas están temblando y mi cuerpo está ardiendo de la excitación; así es, por primera vez e
Gracias a los Smith tengo todo preparado para sorprender a Kat. Albert se encargó de preparar la cena, mientras que Rhonda mantuvo a Kat ocupada todo el día, no sé exactamente cómo, pero no importa; fui todo un idiota cuando estuvimos en el avión, pero ahora estoy en mi elemento, es mi oportunidad de redimirme y demostrarle que puedo ser un verdadero caballero para ella. Debo admitir que siento que me estoy aprovechando de su hospitalidad al pedirles ayuda con todo esto, incluso insistieron en ser nuestros camareros esta noche.  —No te preocupes Taylor, para Rhonda y para mi será todo un placer ayudarlos, ustedes hacen una gran pareja y deben estar juntos. —Fue lo que me dijo Albert con su tono grave y una gran sonrisa, junto a su mujer. Escuchar esas palabras de Albert me hizo sentir esperanzado, si nos vemos como una gran pareja, tal vez pronto podamos ser una. —Como apenas llegamos a la isla no hemos mandado buscar a nuestros equipo de servicio aún, por lo que alguien más tend
Me despierto en la penumbra de la noche, en mi cama, con un terrible dolor de cabeza y sin estar muy segura de cómo llegue a ella. Deben de ser las tres o cuatro de la mañana, la tenue luz que ilumina la habitación me permite inspeccionar el lugar para asegurarme de que todo está en su sitio, todo parece estar en orden excepto por el hecho de que Taylor esta acostado en mi cama junto a mí...Espera, ¡qué!—¡¿Qué diablos haces en mi cama?! —le pregunto a gritos mientras lo sacudo con fuerza para despertarlo.—¿Qué pasa? ¿Por qué me despiertas? —Se mueve de forma perezosa en la cama hasta quedar con su cara frente a la mía.—¿Qué por qué te despierto? pues porque te metiste en mi cama, degenerado.—Yo no soy ningún degenerado —me dice con una sonrisa—, tú me pediste que me quedara, ¿qué no lo recuerdas?Me llevo las manos a la cabeza desconcertada y adolorida y me esfuerzo por recordar lo que pasó. Recuerdo el vestido, la cena, el vino...—Oh dios, me emborraché.—Así es...—Oh dios, vo
No estoy seguro de en qué lugar, planeta o galaxia estoy o si esto es real o una simple broma de mal gusto, solo sé que cuando abrí la puerta de la habitación encontré a Kat de pie frente a mí diciendo que quiere acostarse conmigo y que ahora está colgada de mi cuello besándome. —Espera, ¿qué estás haciendo? —Trato de alejarme un poco de ella para mirarla a los ojos y comprobar si se ha vuelto loca. —Ya te lo dije, quiero hacerlo contigo. —Ella intenta lanzarse sobre mí nuevamente, pero esta vez lo evito echándome hacia atrás y poniendo ambas manos frente a ella formando una barrera. —Ya sabes que dijiste esas mismas palabras anoche y luego te arrepentiste. —Pero esta vez no estoy borracha. —Puedo ver el brillo de determinación en sus ojos, está hablando en serio. —Kat esto no es un juego, ¿sabes lo doloroso que es para un hombre el excitarse y no poder hacer algo al respecto? —intento de explicarle. —¿Estás excitado? —Bueno... tal vez... un poco —respondo sintiendo las punzada
Me despierto en la mañana con los rayos del sol en mi cara y Taylor aún dormido junto a mí, me giro un poco para quedar frente a él y poder observarlo a mi antojo; lo recorro con la mirada tratando de grabar en mi memoria cada detalle; se ve tan tranquilo y tierno ahí tumbado, si después de volver a casa no nos volvemos a ver nunca más, al menos tendré este momento para atesorar por el resto de mi vida.Mi Amelia imaginaria aparece en mi mente colgando una foto que captura este preciso instante en un enorme mural lleno de fotografías de Taylor y de todos nuestros momentos juntos. Allí están nuestras peleas, nuestros besos, la primera vez que nos vimos... cada recuerdo de esta loca e inesperada aventura.Me levanto de la cama con mucho cuidado esforzándome por hacer el menor ruido posible para no despertarlo, recojo mi ropa del suelo y abro la puerta que conecta ambos cuartos para entrar en el mío; después de cerrarla me recuesto de ella y exhalo un profundo suspiro. No puedo creer que
—Hola piloto Manson —la saludo recostado en el marco de la puerta. «No puedo creer que después de un mes al fin estoy frente a ella, sigue tan hermosa como siempre aunque su cabello ahora está igual de corto que la primera vez que nos conocimos. Casi enloquezco cuando desperté esa mañana que hicimos el amor y no estaba a mi lado y cuando Rhonda y Albert me contaron que su padre había ido a buscarla.» Mi primer impulso fue salir a buscarla pero había cosas que tenía que solucionar antes. Albert me llevo ese día a las Bahamas en su helicóptero, mis padres y mi primo Eduardo me recibieron en el hotel; puesto que no llegué el día previsto, mis padres pensaron que había sido otro acto de irresponsabilidad y lo llamaron para hacer el trabajo, pero me pareció perfecto exponerlo estando él presente. Luego de una larga conversación con todos ellos en las que expuse las pruebas que dejaban al descubierto a mi mezquino primo pude comprar mi valor para la empresa y ganarme por fin el respeto d
—¡Son unos brutos! Miren lo que han hecho.Sabía que este día había sido demasiado perfecto, en algún momento uno de mis tontos hermanos tenía que arruinarlo todo; lo que no me esperaba es que lo hicieran en conjunto.Me agacho sobre Taylor para inspeccionar que esté bien. Gracias a Dios no sangra, pero está inconsciente.—Oye, el chico tenía que ganarse su entrada a la familia, es la tradición —dice Lucas desenfadado.—¿Tradición? ¿De qué están hablando?—Hemos retado a pelear a todos los que han querido salir contigo —me dice James con descaro—. Y él es el único que ha aceptado —concluye con admiración.—Además, es tú culpa que haya salido lastimado, él estaba ganando hasta que nos interrumpiste —aclara Lucas.—¡No puedo creer que estén tan enfermos! —Los reprendo furiosa—. ¡Solo cierren la boca y ayúdenme a llevarlo adentro! —les ordeno.Los chicos se colocan cada uno a un lado de Taylor, se agachan para tomar sus brazos y ponerlos alrededor de sus cuellos. Lo levantan y lo llevan