Me despierto en la mañana con los rayos del sol en mi cara y Taylor aún dormido junto a mí, me giro un poco para quedar frente a él y poder observarlo a mi antojo; lo recorro con la mirada tratando de grabar en mi memoria cada detalle; se ve tan tranquilo y tierno ahí tumbado, si después de volver a casa no nos volvemos a ver nunca más, al menos tendré este momento para atesorar por el resto de mi vida.Mi Amelia imaginaria aparece en mi mente colgando una foto que captura este preciso instante en un enorme mural lleno de fotografías de Taylor y de todos nuestros momentos juntos. Allí están nuestras peleas, nuestros besos, la primera vez que nos vimos... cada recuerdo de esta loca e inesperada aventura.Me levanto de la cama con mucho cuidado esforzándome por hacer el menor ruido posible para no despertarlo, recojo mi ropa del suelo y abro la puerta que conecta ambos cuartos para entrar en el mío; después de cerrarla me recuesto de ella y exhalo un profundo suspiro. No puedo creer que
—Hola piloto Manson —la saludo recostado en el marco de la puerta. «No puedo creer que después de un mes al fin estoy frente a ella, sigue tan hermosa como siempre aunque su cabello ahora está igual de corto que la primera vez que nos conocimos. Casi enloquezco cuando desperté esa mañana que hicimos el amor y no estaba a mi lado y cuando Rhonda y Albert me contaron que su padre había ido a buscarla.» Mi primer impulso fue salir a buscarla pero había cosas que tenía que solucionar antes. Albert me llevo ese día a las Bahamas en su helicóptero, mis padres y mi primo Eduardo me recibieron en el hotel; puesto que no llegué el día previsto, mis padres pensaron que había sido otro acto de irresponsabilidad y lo llamaron para hacer el trabajo, pero me pareció perfecto exponerlo estando él presente. Luego de una larga conversación con todos ellos en las que expuse las pruebas que dejaban al descubierto a mi mezquino primo pude comprar mi valor para la empresa y ganarme por fin el respeto d
—¡Son unos brutos! Miren lo que han hecho.Sabía que este día había sido demasiado perfecto, en algún momento uno de mis tontos hermanos tenía que arruinarlo todo; lo que no me esperaba es que lo hicieran en conjunto.Me agacho sobre Taylor para inspeccionar que esté bien. Gracias a Dios no sangra, pero está inconsciente.—Oye, el chico tenía que ganarse su entrada a la familia, es la tradición —dice Lucas desenfadado.—¿Tradición? ¿De qué están hablando?—Hemos retado a pelear a todos los que han querido salir contigo —me dice James con descaro—. Y él es el único que ha aceptado —concluye con admiración.—Además, es tú culpa que haya salido lastimado, él estaba ganando hasta que nos interrumpiste —aclara Lucas.—¡No puedo creer que estén tan enfermos! —Los reprendo furiosa—. ¡Solo cierren la boca y ayúdenme a llevarlo adentro! —les ordeno.Los chicos se colocan cada uno a un lado de Taylor, se agachan para tomar sus brazos y ponerlos alrededor de sus cuellos. Lo levantan y lo llevan
Después de días trabajando sin parar por fin tengo un tiempo libre para salir con Kat, así que decidí aprovecharlos para traerla a mi departamento en Austin.Justo a tiempo para la fiesta de recaudación de fondos de mis padres en la que por fin podré presentarlos. Aparco mi auto deportivo justo frente al edificio, salgo y voy hasta el otro lado para abrir la puerta a Kat quien lleva puestos unos jeans cortos que están haciendo estragos en mis pantalones.—¿Aquí es donde vives? Es impresionante —dice saliendo del auto.—Así es, me alegra que te guste —digo cerrando la puerta y dirigiéndome al porta equipaje para sacar su maleta—. ¿Estás segura de que tu padre está de acuerdo con que te quedes unos días conmigo?—¿Si con eso te refieres a que objetó hasta que le recordé que ya soy una adulta? Entonces sí, está de acuerdo.—¿Y qué hay de tu trabajo?, ya eres copiloto ¿no?—Sí, pero no hay muchos vuelos esta semana así que podrán sobrevivir sin mí.Atravesamos la puerta de entrada, tomamo
—Confía en él, confía en él. —Es lo que me digo a mi misma mientras doy vueltas de un lado a otro en el apartamento de Taylor.«Hace cinco minutos que se fue y ya me estoy volviendo literalmente loca. Taylor me prometió que solo sería una cena inofensiva, pero estoy segura de que esa fulana hará lo que sea para metérsele por los ojos.»Me detengo por un momento y pienso, «¿será que esto es mi culpa? Digo, él claramente no quería participar en la subasta y hasta me hizo señas para que dijera que no a su madre pero, ¿qué podía hacer? ¿Decirle lo siento pero soy una egoísta y no quiero que mi novio ayude a recaudar dinero para su fundación? ¿Qué clase de impresión hubiera dado?»Respiro hondo, tal vez no sea culpa de nadie, pero no pienso quedarme aquí de brazos cruzados. Me cambio de ropa rápidamente y llamo a un taxi, en cuanto llega le doy el nombre del restaurante que me dijo Taylor y le exijo que me lleve hasta allí lo más rápido posible.Cuando al fin llegamos salgo del taxi y le p
Entro en la oficina de mi padre en nuestro hotel de Austin. No imagino de que querrá hablarme, la verdad es que todo ha ido fantástico desde que el idiota de Eduardo sacó sus narices de las finanzas, al igual que en el hotel de Bahamas donde el nuevo gerente está haciendo un excelente trabajo.—¿Querías verme padre? —pregunto al entrar.—Así es hijo, siéntate por favor. —Le tomo la palabra y ocupo el asiento frente al escritorio—. Quiero decirte que has hecho un excelente trabajo en la empresa —empieza a decir—, la verdad me siento muy mal por no haber confiado en ti antes y quiero que sepas que estoy orgulloso de ti.—Gracias, significa mucho para mí oírte decir eso. —«No puedo creer que esté escuchando a mi padre decir estas palabras.»—Nos has demostrado a mí y a tu madre que te tomas en serio tu papel en la compañía y que además eres bueno, nunca habíamos visto clientes tan contentos hasta que estuviste a cargo; así que hemos decido dejar a tu cargo nuestro más nuevo y ambicioso
Llego a casa totalmente desconsolada por mi conversación con Taylor y lo primero que hago es llamar a Stephanie para contarle parte de mi dilema. En menos de un segundo se aparece en mi casa con un tarro gigante de helado de chocolate en una mano y una cubeta de pollo frito en la otra. —¡Pijamada! —Es lo primero que dice en cuanto abro la puerta. —Cariño, eso es para mí —James camina hacia ella con la intención de tomar una pieza de pollo pero aleja la cubeta de él en un movimiento. —No toques el pollo —le dice arrastrando los dientes, haciendo que James retroceda como un gatito asustado. —Oigan chicas me puedo unir a ustedes —ambas nos detenemos al pie de la escalera al escuchar la voz de Magy, la novia de Lucas, que casualmente lo estaba visitando hoy. —¡Claro que sí! necesitamos toda la ayuda femenina posible —le contesta Stephanie emocionada. Se para del sofá y empieza a subir las escaleras con nosotras. —Pero cariño, se supone que hoy veríamos una película. —Ahora no Luc
Hace unas semanas que me despedí de Kat en el aeropuerto, bueno de ella y de sus mascotas Peguie y Max. Juro que traté de convencerla de que no los aceptarían en su nuevo departamento, pero fue inútil. Todo lo que me dijo fue «si no los ven no estaré rompiendo ninguna regla». Solo pude sonreír y decirle adiós. A los pocos días de eso viajé a Londres para encargarme del nuevo hotel.Por ahora hemos continuado nuestra relación a distancia, sin embargo, cada día tenemos menos tiempo para hablar debido a mi trabajo y sus entrenamientos.Mis padres también vinieron para inspeccionar la construcción del hotel, que gracias a dios ya está casi terminado.Desde que llegaron hemos ido juntos a varios lugares históricos y galerías de arte de Londres en busca de inspiración para la decoración del hotel, pero yo solo puedo pensar es en los comentarios graciosos que haría Kat al ver las pinturas o lo mucho que le gustaría ver estos paisajes.Hoy me encuentro en la Tate Modern, el museo nacional de