S A W Y E R
La oficina de papá, el gran centro operativo de la empresa Reed, es de esos edificios arquitectónicos que llama la atención a primera vista cuando pasas en frente. Cuatro edificios grises, que terminaban en un mismo despacho, de altura mucho más que elevada, rodeados por ventanas de cristal que dejaban ver la recepción y las oficinas de arriba excepto la parte más elevada, la de mi padre Alan Reed.Tenía muchas preguntas y sentía que papá tampoco iba a poder respondérmelas aun asi me había citado por algo tan solo espero que al menos pueda responder alguna de las tantas dudas que me comen por dentro.—Hijo.—Papá—sonreí.Entonces vi la figura de John Peacher sentado al lado.—¿Cómo estás?—sonrío.—¿Cómo te atreves a plantarme tu cara, maldito cerdo?—bramoA I L E E N—Coge a tu madre—su voz suena autoritaria.Yo solo puedo observar como la sangre va manchando su polo de marca. Ya no queda rastro del Jax Hoffman que había aparecido como un ángel de la guarda. No podía evitar sentir miedo y preocupación por su estado.—Jax, déjalo por favor—supliqué.—¿No ves que ellos no van a dejarnos?—pregunta señalando con la mirada a la banda de Levy.—No pareces muy lista—respondió con burla Levy encogiéndose de hombros.La verdad es que razón no le faltaba, no parecía muy lista porque definitivamente no lo era. No, si hubiera sido inteligente no habría ido a por mi madre, la misma que había hecho tratos conmigo como si fuese un mero objeto con el cual comerciar, soy jodidamente estúpida y lo admito. Mis sentimientos están tan nublados que ya no se si siento
S A W Y E R—Os he reunido aquí porque vosotros sois los únicos a las que podría confiar cualquier secreto, incluso la vida—sonrío. Ellos me miran serios. —Sawyer, son las cinco de la madrugada—bostezó Kasem con malhumor.—Estaba a punto de pasar a otra cosa con Malena tío, ahora me bajas tu la erección—susurra de mala manera Byron señalándose el paquete.—Soy todo oídos—susurra Jerome ignorándoles.Por primera vez no parece ir puesto hasta las orejas de drogas. —He decidido aprovechar la oportunidad que me estás dando melenitas, nada de drogas ni alcohol, quiero ser mejor persona—susurra Jerome con seriedad—Ella habría querido que asi fuera.No puedo evitar asentir complacido ante su decisión al igual que el resto.—Supongo que no nos has reunido aquí para hace
A I L E E N —Ya has despertado, gracias a dios…—sonrío Jax limpiandose las legañas mientras su padre lo mira con seriedad. —¿Cómo estás?—pregunta finalmente Caleb Hoffman.Lo miro con seriedad. —El médico dice que todo está en orden solo que debo mantenerme lejos del drama—afirmo yo con una sonrisa.Él me mira con seriedad.—Me refiero a lo que te preocupa de verdad—finaliza él.—Dimos todo por este amor y esta nada que nos separa nos está consumiendo—declaro yo con firmeza. Él me mira con dulzura, coloca una mano en mi rostro apartando un mechón rebelde detrás de mi oreja.—Eres mi hija y voy apoyarte en todo—sonríe—Incluso si quieres ir con él—añadió—No me importa esa estúpida enemistad, ya me obligaron una vez a prescindir del amor y no salió bien, no quiero que mi hija pase por lo mismo.Jax lo mira con sorpresa.—Ya lo has escuchado hermanita, creo que hay alguien que ha pasado dos horas a que despertaras para poder verte que le encantará es
Terminé de ponerme la bata de hospital y me acomodé en la cama del hospital. Sawyer estaba justo a mi lado, revisando mi bolsa de hospital. Estaba siendo totalmente terca y no quería empacar mi bolsa de hospital de inmediato. Como, si sé exactamente qué día va a nacer mi bebé, ¿para qué planear?Menos mal que preparó toda la cosa de antemano, porque hubiéramos estado más jodidos de lo que ya estábamos.Papá estaba al otro lado de la habitación, colgando el teléfono de su trabajo.—Estoy listo para que me den una licencia de emergencia durante las próximas dos semanas—dijo ella—Y recuerda, ahora que soy Gerente de Distrito, ¡puedo solicitar una licencia por más tiempo, sin permiso!—¡Eso será genial! ¡Estoy seguro de que podemos usar algo de ayuda adicional!—Dijo Sawyer —poniendo su mano en mi espalda.Lo quité de una palmada. —¿No te acabo de decir que me duele la espalda?—Lo siento, pecas—dijo besando un lado de mi cabeza.—Wei, ¡hola a todos!— Miré hacia arriba para ver al doctor
El amor es una maravillosa flor, pero es necesario tener el valor de ir a buscarla al borde de un horrible precipicio. Stendhal. * —Dime que me amas y me quedaré, joder. —Las estrellas no se enamoran—hago una pausa sin poder esconder mi dolor, es más una advertencia o un recordatorio para mi que para él—Las estrellas no se enamoran, Sawyer... —¿Quién ha dicho entonces que yo sea una jodida estrella, eh?—pregunta él con rabia como si de verdad la estuviera sintiendo, me obligo a misma a recordarme que es mentira, que Sawyer Rees es un ser es incapaz de sentir y menos amor por alguien que no sea él mismo. Narcismo y ego envueltos para mi desgracia por el peor de los delirios que puede haber para una mujer, un hombre que dice amarla a pesar de todo aquello que la hace odiarse. —¿De repente has dejado de serlo? —De repente ya no quiero serlo. No puedo evitar reír
A I L E E NMi pecho va latiendo con fuerza como si cada bocanada de aire se estuviera haciendo imposible. Quisiera recordar cada instante de su piel contra mi piel, quisiera hacer que ese brillo que se le forma en los ojos al verme sea para siempre, pero lo bueno no dura. ¿O sí? Siento la boca sin ni una gota de saliva, siento que he perdido toda noción de tiempo, que todo es un barco, yendo a deriva, sin rumbo, sin timón, excepto la adrenalina saltando por mis venas.Estoy segura que por la sonrisa de lado a lado y los hoyuelos que se forman en su rostro, que de algún modo le gusta tenerme así... Supongo que debe estar acostumbrado a tener el mundo a sus pies. Se que probablemente su amor sea un delirio, un espejismo, que somos agua y aceite. Tal vez no habría sido uno de no ser nosotros, si él no fuese Sawyer, la super estrella, y yo Aileen, la futura química loca del
S A W Y E RNo es tan difícil. Tomarla de la mano, sonreír, y que sorprendentemente el lugar se llene de paparazis como si nuestros managers no nos hubieran dicho nada. Era pan comido. Siempre lo había sido. Soy tan buen mentiroso que en algún punto he empezado a creer que con los asuntos del corazón se puede jugar sin salir mal parado.Puede sonar superficial pero he aprendido que el mundo trata exactamente eso, de la cubierta. Nadie tiene suficientemente tiempo ni ganas para ir más allá de la cubierta si en la primera ojeada no has sido capaz de captar su atención. Lo mismo sucede con las personas... ¿Qué más da que este podrido por dentro, si mi cubierta tiene como subtitulo escrito: rico, joven y atractivo? He sido siempre un hijo de puta y no lo digo como una insignia de la cual fardar. No quiero ser el estereotipo pero le hago justicia. En mi mundo, lo importante no es d
A I L E E N—Mea en el puto test, Aileen—espetó con furia la rubia.— No puedo mear si me miras así, joder—me sincero yo con miedo.— Que mees te digo—vuelve a ordenarme con fuerza.— Que no, no sale—le insisto.— ¿Te leo las instrucciones que hay en mi bebé y yo sobre los tests de embarazo? —hace una pausa burlona—Pues claro que quieres que te las lea: Se trata de dejar caer durante pocos segundos el chorro de orina en la tira contenida en el envase, o de sumergir la tira en un recipiente con orina. Un minuto después, las rayitas de control indicarán si se ha efectuado correctamente, mientras que 3-4 minutos después, indicarán si el test es positivo o negativo—de nuevo pausa con dramatismo mirándome con esos ojos redondos que ahora parecen afilados de mala manera—No pipi, no prueba. Sorpres&oacu