Tengo guardaespaldas nuevo. Ian me lleva al trabajo y me recoge y aunque en el fondo me molesta, porque el único motivo por el que lo hace es porque desconfía, hago como si no me importara. Si él necesita algo de seguridad, yo puedo dársela de este modo.
En la entrada se baja del coche y como si se tratara de una película romántica me deja un tierno beso como despedida. Cuando doy un paso para entrar por la puerta sujeta mi mano, lo miro sin comprender.
-¿Qué pa....
Me callo al ver su rostro. Totalmente enfurecido y fuera de sí, tiene las cejas arrugadas y la mandíbula apretada. Sigo la trayectoria de su mirada para descubrir que es lo que ha provocado ese ataque de ira. Willian.
Nos observa para al momento apartar la mirada, agachar la cabeza y entrar al descomunal edificio. Entiendo que evite tener contacto con Ian y se que lo que hizo fue horrible, pero son hermanos, por dios, alguna vez tendrán que arreglarlo.
Ian suelta mi mano, avanza un paso con
Es increíble que esté sucediendo esto. Mi vida ha cambiado completamente y todo por él. Cada paso que he dado ha sido por acercarme más a él. He intentado comprenderle, darle la seguridad que necesitada, estar a su lado incluso cuando no lo merecía, cambié de trabajado por él... y aquí estoy, mirando mi ropa y la maleta.Ha apagado el móvil y no tengo otra forma de contactar con Ian, me siento tan impotente y frustrada que sin querer, siento como las lágrimas desbordan mis ojos y piden a gritos salir. Esto no debería ser así.¿Cómo es posible que queriéndonos los dos se vaya a terminar esto? No puedo darle lo que me pide. No porque no quiera o no pueda, sus inseguridades siempre van a estar ahí. Hoy es su trabajo y su hermano y mañana puede ser cualquier otra cosa pero siempre será una pesada piedra sobre nuestra relación.T
IanAl día siguiente llego a casa tal y como prometí. No veo a Emma por ningún lado, puede que haya ido a comprar algo o a dar una vuelta.Voy hacia la habitación para ponerme una ropa más cómoda y cuando abro el armario descubro que no hay absolutamente nada de ella. Su maleta tampoco está.Miro por cada rincón de la casa en busca de algo, una nota, una carta, lo que sea, pero lo único que encuentro es el juego de llaves de la casa y las del coche. Ha tomado su decisión.Los siguientes días los paso maldiciéndome por haberla obligado a tomar esa decisión ¿Por qué no podía simplemente confiar en ella? echo de menos su compañía, su escandalosa risa, todo.El segundo día no pude soportarlo más y como si fuera un delincuente conduje hasta su casa, aparque el coche una calle más abajo para que no lo viera y esperé, esperé hasta que apareció. Casi hubiera preferido que esa imagen de
Caigo por un abismo en el que me hundo y me hundo, oscuro y frío, sintiéndome tan desprotegida y sola, tan abandonada, que ya todo da lo mismo..., si te estrellas en el fondo o si no paras de caer, si sale el sol por la mañana o la noche se hace eterna, y de pronto despierto empapada en sudor. Mi mirada vuela al otro lado de la cama, está vacía ¿Cómo pude tomar esta decisión de una forma tan fácil?Nada calma el desasosiego que siento. Necesito a Ian a mi lado como necesito el corazón para vivir. Desde que me marché es como si mirara todo con un filtro distinto, un filtro triste.Sigo una rutina como si de un mantra se tratara. Voy a trabajar, vuelvo a casa, voy a trabajar y vuelvo a casa.-¡Hombre! - grita Helena delante del portal cuando me ve - pero si sigues viva.-¿Qué haces aquí?-Llevo días llamándote, estaba preocupada - arruga la frente - ¿Qué te pasa?¿Tan transparente
Algo me hace cosquillas en la mejilla, abro los ojos. Ian está tumbado de lado con un dedo rozándome, me mira con un brillo extraño en los ojos.-¿Por qué me miras?-Eres preciosa ¿Lo sabías?Le regalo un tímido beso como respuesta. Nunca se me ha dado bien contestar a los piropos. Creo que Toni pocas veces me dijo que era preciosa o simplemente que estaba guapa.-Tu si que eres precioso - suelto en broma.La cara que pone Ian basta para que rompa a reír a carcajadas. Siempre es muy meticuloso con las expresiones, sería el jugador de poker perfecto, pero no espera mi piropo y arruga las cejas abriendo mucho los ojos.-¿Precioso? Podrías haber dicho... no se... enigmático, atractivo, sexy...La cosa mejora por momentos. No puedo parar de reír. Escuchar de los labios de él que se considera sexy ha sido la gota que ha colmado el vaso. Quito la almohada de debajo de mi cabeza y la estrello contra su cara.- Muy sexy, sobretodo cuando vomit
Al salir del trabajo, Max me recoge, le pido que me lleve a mi piso. Aunque hayamos vuelto a salir Ian y yo, ahora cada uno tiene su casa y quizás esta sea la mejor forma de que nuestra relación avance poco a poco, sin agobios.-¿No quieres que te lleve a la casa del señor Garret? - pregunta Max extrañado.-No, no. Lo llamaré más tarde para que quedemos.Llegamos a mi portal. Le doy las gracias a Max por traerme y me bajo con la llave preparada en la mano. Aunque es primavera hoy hace un día que parece de pleno invierno.Subo las escaleras hasta llegar mi planta. En el último escalón hay una mujer sentada. Desentona con todo lo que la rodea, es pura elegancia y delicadeza.Un cabello rubio que parece de algodón cae sobre sus hombros, lleva un vestido negro ceñido hasta las rodillas a juego con unos tacones de infarto.-¿Eres Emma? - pregunta con una vo
Tengo que confiar en él, pero la confianza es algo que se gana y en su vida han pasado tantas mujeres antes de conocerme y después que me cuesta. También es cierto que nunca me ha mentido, siempre me ha dicho las cosas tal y como son cuando se las he preguntado, me fueran a hacer daño o no.Saca el teléfono de su bolsillo, marca un número y se lo coloca en la oreja.-¿Sarah? ¡para que coño has ido a ver a Emma! - grita a través del auricular - no te metas - hace una pausa en la que ella le está dando alguna explicación pero no logro entender lo que dice - tu y yo jamás vamos a volver a tener nada, grábatelo.Cuelga el teléfono. Siento una extraña alegría al escucharle decir las cosas tan claritas. Ahora mismo tiene que estar que se sube por las paredes, seguro que ya no es tan prepotente como hace un rato.-Nadie va a estropear lo que tenemos, Emma - roza sus labios con los míos - ni Sarah, ni Willian - vuelve a besarme - nadie.-Nadie...- susurro entre
Hemos pasado dos días viéndonos a todas horas. Las horas al lado de Ian se me antojan demasiado cortas y eso que nos turnamos para dormir en su casa o en la mía. Sigue empeñado en adivinar cual es la única flor que me gusta, pero como este juego me encanta, no suelto prenda. Si quiere saberlo tendrá que adivinarlo.-¿Le digo a Max que te recoja cuando termines? - pregunta pasándome la chaqueta.-Hoy tengo inventario, terminaré tarde. Puedo conducir yo misma - propongo - no me gusta que por mi culpa Max no descanse.-Ese es su trabajo Emma, además, no quiero que conduzcas sola por la noche.-Ya... pero aun así... - su trabajo es llevar y recoger a Ian, no a mi y si fuera por el día no me importaría tanto, pero obligarlo a que permanezca despierto...es demasiado.-Está bien. Avísame cuando salgas y yo iré.Salir de trabajar y encontr
WilliamDesde mi despacho, al fondo del pasillo, podía escuchar los gritos. No tenía ni idea de lo que estaba sucediendo pero una cosa tenía clara, no era nada bueno. Me levanto y camino a paso ligero siguiente el sonido, intento adivinar lo más rápido posible que puerta es, después de intentar abrir varias y comprobar que están cerradas con llave me planto delante de una. El ruido proviene del despacho de EmmaLa escena que me he encontrado es infinitamente peor de lo que podría haberme imaginado; Emma está tumbada sobre la mesa con Peter sentado sobre ella y las manos alrededor de su cuello.No sé que ocurre ni como han llegado a esta situación pero tengo que pararlo cuanto antes porque no se el tiempo que le quedará a ella pero por como cuelgan sus brazos por el borde de la mesa deduzco que no mucho.En dos grandes zancadas llego hasta la mesa, agarro a Peter por los brazos y tiro de él. Ca