He quedado con Helena para ver como me ha dejado Tony el piso, me espero cualquier cosa de él. Puede haberlo dejado limpio impoluto o sucio hasta quedar irreconocible.
Introduzco la llave y abro la puerta. De momento todo parece estar en orden. Avanzamos hasta el salón. Sobre la mesa hay un cenicero lleno de colillas, toda la casa apesta a tabaco. La cocina es otro cantar, el fregadero está lleno de platos con comida reseca de no se cuanto tiempo, pero comienza a aparecer un pelillo verde sobre todo lo que antes tenía comida.
-Espero que hayas decidido cambiar de vajilla - insinúa Helena con ca
Hoy he decidido tomarme el día sabático. Ian había quedado para jugar al golf con unos posibles inversores así que como voy a estar sola casi todo el día ni me he quitado el pijama. Voy a ver la tele y a leer. Estoy decidida a que sea totalmente improductivo todo lo que haga hoy.Mañana es lunes y tal y como quedé con Willian, empiezo mi periodo de prueba. Espero superarlo. Me gustaba trabajar para Ian hasta que todo empezó a descontrolarse, ahora lo mejor es cambiar de aires y que dejemos de ser jefe y empleada para convertirnos en pareja solamente.Para terminar el día, lleno la bañera hasta los bordes, vierto sales y aromas y apago la luz, sustituyéndola por unas velas. Me relajo durante lo que parece cinco minutos pero que en realidad han sido dos horas. Al salir veo algo extraño en la habitación.Sobre la cama hay una gran caja con una nota encima. La sujeto entre los dedos sospechando de quien es. Las mariposas de mi es
Las calles pasan a nuestro lado como manchas borrosas. Ian está totalmente descontrolado, dudo que sea capaz siquiera de razonar, no quita la mirada de la carretera ni un momento.-No corras tanto, por favor - me sujeto con más fuerza al salpicadero.No me hace ni caso, es como si no existiera nada más que él y su rabia.-Yo no sabía que era tu hermano - continúa a la misma velocidad. Temo que en cualquier momento nos salgamos de la carretera - ni siquiera sabía que tenías un hermano, ¡por el amor de Dios!Antes de que pueda reaccionar hemos llegado al garaje y ha frenado en seco en mitad del llano. Como respuesta, mi cuerpo se pega al cinturón de seguridad con un golpe que me saca todo el aire de los pulmones.-Bájate - ordena sin soltar el volante y sin apagar el motor.-Vamos a hablarlo, por favor.Hoy ha sido una noche de noticias. Hace tan solo unas horas no conocía absolutamente nada de la vida de Ian, y ahora comprendo la friald
Llego al hospital. No se muy bien hacia donde ir ni con quien hablar. Al fondo veo un letrero de información. Camino decidida hasta él. Una mujer con cara de pocos amigos me mira por encima de sus gafas.-¿Qué ocurre?- pregunta con desgana.- Hola, me acaban de llamar. Me han dicho que Ian Garret está aquí - explico atropellándome.-Espere en esa sala - señala una pequeña habitación llena de más personas con la misma cara que yo - y el médico irá en cuanto pueda.-Vale.Camino hasta el redil donde dan las malas noticias. Me siento como un cerdo a punto de entrar en el matadero. Me paso todo el rato mirando hacia la puerta con la esperanza de que aparezca el médico. Cada minuto me parecen horas, si tarda un poco más, van a tener que reanimarme.-¿Familiares de Ian Garret?Corro hasta él. Escuchar ese nombre de los labi
Antes de entrar dentro del imponente edificio me paro en la entrada, respiro hondo para calmar los nervios y adelanto un pie armándome de valor. Nunca es fácil llegar a un sitio nuevo.En recepción una simpática chica me indica donde tengo que ir y me entrega una placa con mi nombre y un código de barras que debo pasar todos los días por los escáneres. Pues si que tiene seguridad este sitio.Cuando llego a mi planta me recibe una mujer mayor con unas gafas escandalosamente gruesas.-Tu debes de ser Emma Connor.-Si, soy yo.Tiene una aire de superioridad profesional que con total seguridad se debe a sus muchos años de experiencia. Me dejo guiar por ella a través del pasillo hasta que se para delante de una puerta donde está escrito mi nombre. No puedo creérmelo, voy a tener mi propio despacho.-Aquí trabajarás. Yo estoy en la puerta de al lado, para cualquier cosa que necesites.-Muchas gracias.-Ahora vendrán con todo el papeleo
Tengo guardaespaldas nuevo. Ian me lleva al trabajo y me recoge y aunque en el fondo me molesta, porque el único motivo por el que lo hace es porque desconfía, hago como si no me importara. Si él necesita algo de seguridad, yo puedo dársela de este modo.En la entrada se baja del coche y como si se tratara de una película romántica me deja un tierno beso como despedida. Cuando doy un paso para entrar por la puerta sujeta mi mano, lo miro sin comprender.-¿Qué pa....Me callo al ver su rostro. Totalmente enfurecido y fuera de sí, tiene las cejas arrugadas y la mandíbula apretada. Sigo la trayectoria de su mirada para descubrir que es lo que ha provocado ese ataque de ira. Willian.Nos observa para al momento apartar la mirada, agachar la cabeza y entrar al descomunal edificio. Entiendo que evite tener contacto con Ian y se que lo que hizo fue horrible, pero son hermanos, por dios, alguna vez tendrán que arreglarlo.Ian suelta mi mano, avanza un paso con
Es increíble que esté sucediendo esto. Mi vida ha cambiado completamente y todo por él. Cada paso que he dado ha sido por acercarme más a él. He intentado comprenderle, darle la seguridad que necesitada, estar a su lado incluso cuando no lo merecía, cambié de trabajado por él... y aquí estoy, mirando mi ropa y la maleta.Ha apagado el móvil y no tengo otra forma de contactar con Ian, me siento tan impotente y frustrada que sin querer, siento como las lágrimas desbordan mis ojos y piden a gritos salir. Esto no debería ser así.¿Cómo es posible que queriéndonos los dos se vaya a terminar esto? No puedo darle lo que me pide. No porque no quiera o no pueda, sus inseguridades siempre van a estar ahí. Hoy es su trabajo y su hermano y mañana puede ser cualquier otra cosa pero siempre será una pesada piedra sobre nuestra relación.T
IanAl día siguiente llego a casa tal y como prometí. No veo a Emma por ningún lado, puede que haya ido a comprar algo o a dar una vuelta.Voy hacia la habitación para ponerme una ropa más cómoda y cuando abro el armario descubro que no hay absolutamente nada de ella. Su maleta tampoco está.Miro por cada rincón de la casa en busca de algo, una nota, una carta, lo que sea, pero lo único que encuentro es el juego de llaves de la casa y las del coche. Ha tomado su decisión.Los siguientes días los paso maldiciéndome por haberla obligado a tomar esa decisión ¿Por qué no podía simplemente confiar en ella? echo de menos su compañía, su escandalosa risa, todo.El segundo día no pude soportarlo más y como si fuera un delincuente conduje hasta su casa, aparque el coche una calle más abajo para que no lo viera y esperé, esperé hasta que apareció. Casi hubiera preferido que esa imagen de
Caigo por un abismo en el que me hundo y me hundo, oscuro y frío, sintiéndome tan desprotegida y sola, tan abandonada, que ya todo da lo mismo..., si te estrellas en el fondo o si no paras de caer, si sale el sol por la mañana o la noche se hace eterna, y de pronto despierto empapada en sudor. Mi mirada vuela al otro lado de la cama, está vacía ¿Cómo pude tomar esta decisión de una forma tan fácil?Nada calma el desasosiego que siento. Necesito a Ian a mi lado como necesito el corazón para vivir. Desde que me marché es como si mirara todo con un filtro distinto, un filtro triste.Sigo una rutina como si de un mantra se tratara. Voy a trabajar, vuelvo a casa, voy a trabajar y vuelvo a casa.-¡Hombre! - grita Helena delante del portal cuando me ve - pero si sigues viva.-¿Qué haces aquí?-Llevo días llamándote, estaba preocupada - arruga la frente - ¿Qué te pasa?¿Tan transparente