Me levanto de la camilla. Necesito ver a Ian, esté donde esté. No se que ha pasado con él, ni con Piterson pero por mi puede morirse que me da igual.
Camino por los pasillos como gallina sin cabeza hasta que en una pequeña salita me encuentro con Will. Está sentado en una de esas sillas de plástico con la cabeza casi entre las piernas. Eso no es buena señal.
-¿Will? - murmuro temblando de pies a cabeza - Donde...donde está Ian.
-¿Qué haces levantada? Deberías estar descansando.
-¿Está bien?
-No lo se - admite. Tiene los ojos rojos de llorar y le tiembla la voz - se lo llevaron en parada y todavía no me han dicho nada. Eso es bueno... supongo...
En parada... la última vez que lo vi no respiraba. No se donde le disparó Piterson y me da miedo preguntar... al final me armo de valor y me quito las lágrimas de los ojos.
Espero que en cualquier momento salgan las cámaras y me canten la canción del inocente inocente. No puede estar ocurriendo esto. No se que decir ni que hacer, no se como actuar.-No es nadie mi amor - canturrea Sarah.Camina dando saltitos como la gilipollas que es y se sienta a un lado de la cama mientras le acaricia la mano.Parezco una esta estatua. Todos nos hemos quedado petrificados menos Sarah que parece disfrutar. Siento las lágrimas antes incluso de que lleguen a mis ojos. Las siento desde el pecho, por la garganta, pero no voy a darle el gusto, no lo voy a hacer aunque lo que más quiera en este momento sea encerrarme en el baño a llorar. Con total probabilidad es el matrimonio más corto de toda la historia.Me salgo fuera porque presenciar esta escena tan íntima me duele.El médico entra y cierra la puerta y aunque no tengo ni idea de lo que está sucediendo dentro no me importa. Ian no me recuerda ¿Qué más da todo lo demás?Demasia
Por suerte el doctor vino corriendo y tras ver que todo estaba bien sentenció que era normal. El dolor se había producido por un aumento de la presión.Por mi parte, no pienso volver a estresar a Ian. Si tiene que olvidarme y ser feliz o infeliz seguramente junto a Sarah que así sea. Prefiero que viva engañado a que le pase algo por mi comportamiento.-Emma, lleva mis cosas a la habitación - ordena Ian.Agacho la cabeza y cojo todo lo que me ha pedido. Están sus padres, Will y Hugo pero la única que disfruta de mi humillación es Sarah.- Cariño - titubea su madre - yo puedo colocar tus cosas.- ¿Por qué? A ella le pago para que haga su trabajo. Que trabaje.Desde que le dio ese dolor de cabeza tan grande su actitud hacia mi ha cambiado, ha dado un giro de ciento ochenta grados y ahora me trata con la punta del pie.Era doloroso que no me recordara, pero es aun peor que me trate como si fuera inferior a él. Este es el tipo de persona q
Entra con una cara de felicidad que en nada se parece al hombre uraño que llegó hace unas horas.-Tío, que grande eres - carcajea Hugo.Su madre y yo intercambiamos miradas. Debemos tener cara de tontas porque en algún momento nos hemos perdido algo. Hace un momento le prometía amor eterno y al siguiente la mandaba a tomar viento fresco.-No se merecía otra cosa - su semblante cambia de pronto serio al verme - siento haberte tratado así. Ella tenía que pensar que te despreciaba para que firmara los papeles.-¿Me recuerdas? - pregunto incrédula.-¿Cuánto tiempo crees que podía olvidar al amor de mi vida?-¿Desde cuando?-Desde el dolor de cabeza en el hospital. Me sentí tan estúpido. Esa mujer no tenía bastante con todo lo que había hecho, quería más y yo tenía que vengarme.Por la pu
IanAunque hemos quedado directamente en el restaurante, en el último momento decido ir a buscarla a casa, nuestro primer aniversario se lo merece.Nada más abrir la puerta me topo con una corbata tirada en el suelo ¿Qué hace esto aquí? La sujeto entre los dedos para fijarme bien. No es mía.Subo las escaleras con el corazón en un puño, la respiración agitada y aunque no he llegado todavía a la habitación, cruzo los dedos para que todo esto tenga una explicación razonable y pueda reírme más tarde por la locura de pensamiento que se me pasó por la cabeza.Me paro frente a la puerta. Noto como pequeñas gotas de sudor me resbalan por la frente. Sin pensarlo, la abro de golpe.Sarah está en la cama con otro hombre. Cuando he visto la corbata, me tendría que haber ido. Podría haberme hecho el tonto como si nada hubiera pasado, ahora tengo que ver esta escena que estoy seguro ni en un millón
Un total de treinta y tres suites flotan sobre las cálidas aguas del mar Índico. Bañarte en esta playa es como meterte en la bañera.Estar tan tranquila y relajada tiene que ser pecado. Pero me ha costado acostumbrarme como diez segundos, el tiempo de ponerme el bikini y acomodarme en la tumbona.-Ian - pregunto sabiendo que no le va a hacer ninguna gracia.- Dime.- ¿Qué opinas sobre hacer topless?Se levanta las gafas de sol hasta taparse la frente a lo que yo respondo con una amplia sonrisa.-Opino que puedes hacerlos si es lo que quieres - me quedo de piedra. Solo quería que se pusiera celoso no enseñar las tetas por toda la isla - pero como te atrevas nos montamos en el helicóptero y te llevo a Alaska si hace falta para que te pongas un cuello alto.Ahí está mi celoso y dominante que me encanta.-Ni loca. Me da frío solo de pensarlo.-Entonces hazle un doble nudo a tu bañador - bromea el también.Por la tarde hacen cur
Ver amanecer desde la suite flotante es una pasada. No hemos pegado ojo en toda la noche. Ian puede resultar muy apasionante. Los recuerdos de todo lo que hemos hecho me colorean las mejillas y me saca una sonrisa de boba.Sentada en la cama con la sábana enroscada alrededor de mi cuerpo espero a que traiga el desayuno. No puedo creer la suerte que he tenido. Jamás había sentido nada parecido por Toni y aun así estuvimos juntos diez años en una relación en la que creía que había amor.- ¿En qué piensas? - pregunta entrando por la puerta con una bandeja entre las manos.-Nada, tonterías.No creo que le haga gracia que le admita que pensaba en Toni y en lo que sería de su vida en estos momentos.- Toma, zumo de naranja.Me paso la sábana por debajo de los brazos y la ato fuerte para que no se caiga. Camino con el zumo hasta la ventana. Una brisa fresca m
Cuando termino de empaquetar todo me dirijo a la parte habilitada para los helicópteros. Ian espera allí con su maleta apoyada en un lateral. Camino hasta él, vamos a hablar quiera o no. La época en la que me intimidaba y me comportaba como un cordero asustado tiene que terminar de una vez. Somos marido y mujer, las parejas se pelean y lo arreglan, es así.- No pienso que puedas ser un mal padre.- Entonces ¿Por qué estabas tan disgustada? - pregunta sin dignarse a mirarme.- Ha sido algo repentino, algo que no esperaba. No he sabido reaccionar mejor.-Bien. En nuestro próximo destino te espera un médico para decirte como debes tomarte el nuevo tratamiento. Así evitamos sustos repentinos.No me ha perdonado ¿Por qué demonios le ha molestado tanto? ¿Quería que saltara de alegría y cruzara los dedos con la esperanza de estar embarazada despu&eacut
Siento un peso sobre mi cuerpo. Justo encima del trasero.- Señora Garret, es usted muy aburrida.- Y usted muy fogoso - digo sin levantar la cabeza del edredón.Hace el amago de levantarse. Comprender las bromas todavía le cuesta a veces. Giro sobre mi misma y le agarro por las rodillas. Ya que me ha despertado que merezca la pena.- No estarás pensando en haberme despertado para nada ¿Verdad?- Definitivamente me he adelantado al llamarte aburrida.Me muerdo el labio con las ansias y el deseo reflejado en los ojos. Desliza sus manos por mi vientre, arrugando la camiseta conforme sube.- Esos pantaloncitos me vuelven loco - gime en mi oído.Se me escapa un suspiro cuando su mano rodea uno de mis pechos. Rodeo mis piernas alrededor de su cintura. Saca las manos de debajo de la camiseta y mientras me roza con la yema de los dedos los brazos, asciende hasta mis manos.El aquí te pillo aquí te mato tiene su encanto y su morbo, pero