Dante observaba divertido como la cara de su secretaría había enrojecido, mientras ella trataba como es que había terminado en la misma habitación de él siendo su prometida, se suponía que tenía que conquistarlo para hacerle pagar, no ayudarlo a solucionar algún lío.Definitivamente todo le estaba saliendo mal, esperaba que Darius no le echara a perder lo poco que había logrado.Mientras tanto en su habitación, Darius no podía dormir por más que lo intentaba, decidió salir a dar un paseo, tal vez a Vane se le ocurriera salir de la habitación y así podría hablar con ella.—¡Hey! ¿A dónde vas? Sí es lo que estoy pensando, ni lo sueñes, regresa a tu lugar y duérmete. —David se dio cuenta de que Darius estaba por abrir la puerta, pensó que saldría a encontrarse con su hermana, y eso no lo permitiría.—No puedo dormir, saldré a dar un paseo. —Lo único que le faltaba era eso, tener que pedir permiso para salir de la habitación.—No nací ayer, mira la edad que tengo, soy mayor que tú, por lo
Vanessa sabía que Darius se encontraba furioso, se estaba conteniendo para no explotar en contra de Dante, después de todo su hermano sabía perfectamente que su compromiso era falso, y de que el italiano se estaba aprovechando.—Oigan, controlense, están presumiendo delante de los pobres, —Exclamó Daniel que iba llegando junto a Diego y David.—Hablan por envidia, hermanos, tanto Dante como yo encontramos a nuestras parejas, en cambio ustedes aún no, pero cómo van a hacerlo si quieren tenerlas a todas. —Dijo Dina, para después plantarle un sendo beso a Darius.Darius se sorprendió, pero no le desagrado aquel beso, los labios de Dina eran dulces, además de que era una chica muy hermosa, y por lo que había notado, tenía un corazón enorme.El día anterior, Dina había pedido suficientes platillos extra, la misma comida que comerían los invitados, para los empleados, no le parecía justo que solo vieran aquellas delicias y no pudieran comerlas.Dante en ese momento se sintió culpable de uti
Vanessa sintió que un escalofrío recorría todo su cuerpo, Darius se veía tranquilo, después de todo él estaba ahí para defender a su hermana, no permitiría que nadie le hiciera daño.—Le he pedido consejo a Vanessa, espero no te moleste.—¿Sobre qué? Sí es que puede saberse.—Deseo hacerle un regalo a Dina.—¿Y por qué razón no podría salir bien?—Está bien, te lo diré, pero tal vez no te parezca lo que voy a decirte. —Vane volteó a ver con ojos suplicantes a su hermano, esperaba que no se atreviera a decir la verdad a Dante.—Te escucho. —Dijo en tono de desagrado.—Se trata de un anillo, sé que es muy pronto, pero Dina es la mujer de mi vida.—Estás loco de remate, ¿Acaso crees que mi hermana se comprometera así de rápido contigo? Ni siquiera conocemos a tu familia. —Dante pasó una de sus manos por su cabello.—Por eso es que estoy dudando, qué tal sí le pido comprometernos y me rechaza.—Te rechazará, mi hermana no es tonta, acaba de conocerte.—Entonces esperaré un tiempo, el nece
Más tarde, los padres de Dante se despidieron, no acostumbraban estar despiertos hasta altas horas de la noche.—Chicos, ¿Qué les parece si pasamos la noche en el domo? —Preguntó Dina con la ilusión reflejada en el rostro.—Me parece perfecto. —Contestó Diego.—¿Y ustedes? —Dina volteó a ver al resto.—Por mí no hay problema, dijo Dante.Todos estuvieron de acuerdo, Darius y Vanessa no tenían idea hacia donde iban cuando subieron a las camionetas, se dirigieron hasta lo alto de una colina.Esa noche en especial el cielo lucía maravillosamente estrellado, desde lo alto de la colina, se podía observar el maravilloso paisaje, a lo lejos se observaba el inmenso océano.—Este es el domo, chicos, un lugar muy especial para todos.Dijo Daniel, Vane y Darius observaron asombrados la construcción que se erguía frente a ellos, era un enorme domo.Al entrar pudieron observar que el techo era de cristal, a través de este podía observarse perfectamente el cielo, había un enorme telescopio colocado
Los hermanos de Dina pusieron el gritó en el cielo al saber que volaría a Los Ángeles con Armand, Dante pensó que de ninguna manera iba a permitir que su hermanita viajara sola con ese hombre.—Nosotros también regresaremos, tengo mucho trabajo, así que nos iremos juntos —dijo Dante, Darius sintió que le volvió el alma al cuerpo al escucharlo, quería evitar tentaciones, y Dina para él era una muy grande.—Pero hijo, casi no te vemos, y habías prometido quedarte más días.—No podré, mamá, se presentaron algunos imprevistos en el corporativo, me avisaron justo esta mañana.—Sí es así, ni hablar, hijo —dijo Dionisio —mi amor, te aseguro que te llevaré a visitarlos pronto.—¿Puedo hablar un momento contigo, padre?—Claro, hijo.Se dirigieron hacia el despacho, Dante no quería que su secretaria ni el novio de su hermana se siguieran enterando de cosas privadas de la familia.—¿Qué sucede, hijo?—Padre, debe de tener cuidado con Santori, es un hombre en el que no se puede confiar, y lo sabe
Evenus no podía creer lo que estaba escuchando, ¿Cómo podía haber sido tan tonto y confiarse? Katrina al ver su rostro desencajado, en verdad lo estaba disfrutando.—¡Oh Evenus! Lo siento tanto, te aseguro que me estaba cuidando, por eso no me asuste cuando se rompió el preservativ* que estabas usando, no sé qué pudo haber fallado, un hijo no está en mis planes, te aseguro que solo contigo he estado.El hombre suspiró profundamente, para después quedarse completamente callado, analizando lo que acababa de escuchar.Durante años había evitado que sus conquistas al quedar embarazadas tuvieran hijos que él no deseaba, pero no entendía qué era lo que le sucedía con Angelina, había intentado sacarla de su cabeza sin lograrlo.—No sé qué decir ante está inesperada noticia, tengo que asimilarlo.Después de lograr contestar, salió del departamento casi corriendo.Katrina empezó a reír a carcajadas en cuanto el hombre desapareció de su vista, se había estado conteniendo, estaba segura de que E
Para Dante y Vanessa había pasado inadvertida la extraña interacción entre las dos chicas.—¿Así que te quedarás con Vanessa un tiempo? —preguntó Dante, no sabía porque le generaba cierta incomodidad el hecho.—Así es, me quedaré —contestó Tanya mientras se dejaba caer sobre un sillón, tomó un almohadón y lo colocó sobre sus piernas. Dina la observaba y a Vane, esas chicas sí que eran tan iguales, poco les faltaba para ser gemelas idénticas, podía ver que provenían de una familia con muy buenos genes.—¿Por qué nos observas de esa manera? —preguntó Tanya, la mirada insistente de esa chica la estaba incomodando.—Lo siento, no pretendía molestar, es solo que ustedes dos son tan parecidas.—Vane es mi hermana pequeña, pero como ves, Dios nos regaló la misma belleza.—Qué modesta —dijo Vane para después aventar otro almohadón encima de Tanya, mientras a Dante la recién llegada le parecía arrogante.Momentos después llegó Darius, llevaba algunas botanas, verían películas esa noche, lo úl
Darius intentaba ganarse el amor de Dina, hacía todo lo posible por agradarle, la escuchaba atentamente cuando ella le contaba sus problemas, sus ilusiones y sus anhelos, pero empezó a notar que ella se comportaba cada vez más fría.Esa noche decidió llamar a Vane, pues era la única en la que confiaba, no quería que su abuela o su madre se dieran cuenta de que salía con esa chica.—Aló. —Vane se despertó al escuchar el teléfono que timbraba con insistencia, se sintió un poco molesta porque debía levantarse temprano cuando Dante pasará por ella.—Vane —La chica se espabiló rápidamente al escuchar la voz de su hermano, por la hora pensó que le había pasado algo.—¿Darius? ¿Pasa algo?—Solo necesito hablar contigo, hermana, y como no puedo visitarte cuando estás sola porque les parecería raro a Dina y a Dante, decidí llamarte.—¿Qué sucede?—Necesito tu consejo, creo que me he enamorado.—¿Crees o estás seguro?—Bueno, estoy seguro de que me he enamorado.—Me da gusto por ti, pero que no