Narrador Omnisciente:Sus tacones suenan por toda la estancia, su vestido blanco realza sus curvas, su cabellera cobriza la hace lucir divina. Sube las escaleras y llega al segundo piso, no hay nadie allí, está vacío, una sonrisa cínica se forma en sus labios.— Justo como lo predije. — dice mientras se ríe, parece una desquiciada, se encuentra sola, se queda unos segundos observando el lugar.Hace días que él escapó, lo sabe, y eso solo la llena de energía, porque detonó lo que verdaderamente estaba esperando, su personalidad real. Su trastorno se hizo presente y eso solo la deja extasiada, al saber que ella fue su detonante.Su teléfono suena, lo agarra de inmediato y al ver de quién se trata la hace cantar victoria internamente.— Ich habe es bei mir. — pronuncia aquel hombre, la sonrisa que se forma en sus labios es notable.«Lo tengo conmigo.»— Gerade rechtzeitig. — sale de la habitación, baja las escaleras, y se encamina a la puerta trasera del lugar. — Voy en camino. — le dice
Rhett:He llegado temprano, no hay nadie cerca, todo está desolado, pero como de costumbre Amanda está allí en la recepción, camino directamente hacia ella.— Buenos días, Doctor. — sus mejillas se ruborizan.— Buen día, Amanda. — sus ojos brillan cuando menciono su nombre. — ¿Algo por aquí? — ella asiente al instante.— Si, Doctor, Aubrey acaba de despertar. — me pasa su ficha médica. — Lo está esperando.— Gracias. — la dejo allí y me encamino rápido para ir a la habitación de ella.Debo ir al cuarto piso, no muchos saben de la existencia de este, más que todo solo se menciona el tercero, máxima seguridad, pero el cuarto son los altamente peligrosos y allí está Aubrey. Estoy en el ascensor, tengo el café en mi mano, reviso su expediente un par de veces, lo más seguro es que no quiera verme, pero he avanzado con ella el último mes, así que debo proseguir.Al llegar las puertas del ascensor se abren y yo salgo de este rápidamente, le doy un sorbo a mi café y camino hasta la habitació
Chanel:La noche ha caído por completo, mi peluca está en su lugar indicado, mis labios púrpura resalta sobre todo lo demás, me gusta cómo me veo, el vestido beige me luce realmente bien, me encanta está combinación, me aplico perfume, me siento completamente lista, tomo mi bolso de la encimera, salgo del apartamento, voy directamente hacia el estacionamiento y me subo en la camioneta.Este día es importante, debo llegar a Voyeur lo antes posible.Conduzco hacia el lugar, mi persona de confianza me está esperando allí.Tal vez solo duré media hora en la carretera, pero cuando el gran letrero que dice Voyeur me recibe, sonrió gustosa y me estaciono, me miró en el espejo una última vez, retoco mi labial y bajo de allí. Camino con pasos seguros hasta la puerta principal, el guardia me observa de arriba abajo y luego me deja pasar.La primera fachada del club se abre paso frente a mis ojos, pero ignoro todo para seguir a dónde realmente quiero ir. Cuando veo el letrero sonrió.Voyeur vip.
"Los monstruos que salían de sus tumbas, no son nada comparados con los que llevamos dentro del alma."Está parado frente a mí con una pila de carpetas en sus manos, me mira pensativo, no ha dejado de observar mi cuerpo en ningún momento, la única prenda que llevo sobre mí es una de sus camisas. Ladea su cabeza sin dejar de verme, relame sus labios mientras su mirada se intensifica, siento el calor instalarse en mis partes bajas.— FBIneun geudeul-ui siya-e geudeul-eul gajigo issseubnida. — sus palabras captaron mi atención al instante, la conversación comienza a ponerse muy interesante.«El FBI los tiene en la mira.» Me quedo unos segundos quieta, su tono de voz hace que mi piel se erice, me gusta escucharlo hablar, camino hacia él y me entrega una de las carpetas, la cual tomo entre mis manos y comienzo a escanear al instante. Mis ojos se abren de golpe al ver lo que tengo frente a mí, joder esto es fantástico.— ¿Cómo lo conseguiste? — ni siquiera lo miro, estoy solo sumergida con
Desconocido: Aire vibrante, sonido latente, pasos furtivos y miradas lacerantes. Así mismo era ella, desde la lejanía la observaba, ni en cuenta de que yo la miraba, jamás se percataba de mi presencia o astucia, pero la tenía en la mira, ella era mi objetivo, mi único y principal objetivo. Sus malditos labios púrpura eran mi única perdición y caí, ante ella y por esa mujer, un pecado vivo, uno que te puede traicionar y llevar al mismo abismo si así se lo propone. Su convicción es enorme, su determinación la hace mucho más ágil y sus jodidas curvas ponen duro a muchos, entre esos, incluido yo. Mi vista se regocija al recorrerla por completo, es un deleite entero verla. Se mantiene serena y quieta, no ha girado su cabeza, su vista sigue plasmada en la carpeta frente a ella, no sabe que alguien la observa desde una cámara y eso vuelve mucho más excitante la situación. Se levanta, parece molesta, incluso podría decir que furiosa, camina hasta la puerta y coloca seguro, las comisuras d
Chanel: Miro a mi alrededor, no visualizo a nadie por ningún lado, definitivamente estoy sola, eso no importa, lo que sí me importa ahora mismo es poder salir pronto de aquí e irme a Seúl, es lo único que tengo en mente en este preciso momento.Recorro el largo pasillo, no se escucha absolutamente nada, solo mis tacones resonando contra el frío suelo, por unos breves segundos escucho mi nombre ser pronunciado por una atrayente voz… Es Rhett, así que me acerco un poco, necesito escuchar lo que dice.— ¡No lo permitiré! — suena bastante alterado, me permito incluso ver un poco, su rostro está contraído en pura molestia. — Él no puede dejar de comer. — me quedo pensando uno segundos, ya sé de quién hablan. — ¿Por qué la llevaste allí? — está a dos segundos de molerlo a golpes, definitivamente que sí.— Es una Doctora también, Rhett, las instalaciones debe conocerlas. — este niega.— Ahora por esa gracia, aquel idiota no quiere comer, si no es la doctora Chanel quien le dé la cómoda. —
Chanel:Me lleva en sus brazos y me deja sobre la cama, su mirada furtiva, me pone al mil casi de inmediato, sus labios posándose sobre mis muslos, me hacen cerrar los ojos, no estoy llevando el control de la situación, y yo amo el control, pero tal vez, solo por este momento, dejaré que sea así. Con fuerza y dureza me despoja de mi vestido, mi cuerpo expuesto se hace presente en las penumbras de la noche, solo somos iluminados por la luna llena.La excitación que crece dentro de mí es enorme, lo necesito ahora.Estar con él es como despojarme de todo, retira mi ropa interior, mis pechos saltan a la vista, traga grueso y después se persigna.— ¿Qué? — pregunto entre risas.— Estoy a punto de incursionarme en terreno prohibido. — su aliento roza contra mi feminidad. — Necesito una bendición, porque lo que haremos está lejos de ser bueno…Sus palabras calan dentro de mí y siento la humedad aumentar con el paso de los segundos, él logra darse cuenta de esto y sonríe mientras ladea su cab
Chanel:Ingreso en el hospital, las miradas recaen sobre mí al instante, a mi lado camina Donovan y detrás de ambos vienen las tres escorias… Sonrió internamente, ni siquiera sé imaginan lo que les espera a ellos aquí.Me dirijo al largo pasillo, el hombre a mi lado quedó como su representante, pero solo es la fachada, ahora esos desgraciados están en mis manos y disfrutaré hacerlos añicos.— Ya estás aquí. — asiento ante la voz de Evan. — Preparé las habitaciones, quiero saber la condición de cada uno.Cada expediente lo había hecho antes de venir.— La joven chica padece de TPA, el moreno alto de TEI y el rubio bajito de TOC. — asintió a cada una de mis palabras. — Cada expediente ya fue hecho. — me sonrió gustoso. — Su sentencia fue cadena perpetua.— Están bajo tu mando. — asentí. — Cualquier duda, avísame. — y luego desaparece por el pasillo contrario.Caminé con una gran sonrisa sobre mí rostro, me sentía poderosa, y lo era, muchísimo.Todos nos encaminamos hacia el ascensor, ca