El verde se extiende tan rápido en mi campo visual que no logro discernir donde comienza una planta y donde termina la otra. Los disparos cesaron después de que perdí la planta purificadora de vista, pero seguí corriendo, con las ramas golpeando la máscara y arañando mis brazos, con el fango adherido en las botas y el sudor pegándome la ropa al cuerpo.
Exhausto me detengo en un enorme árbol, me recuesto en él, está demasiado húmedo y me moja más la espalda, pero no me importa. El sudor que expulsa mi cara se amontona en la parte baja de la máscara formando un pequeño charco. Aguanto la tentación de quitármela y dejar que el aire me refresque. Respiro bocanadas de oxígeno, aunque sé que no es buena idea, no sé cuánto tiempo tendré que estar aquí y cuanto dure el oxígeno. Me rasco con frenesí los brazos, las rama
Me quedo paralizado, escuchando a rosa gruñir. —No te muevas— dice la voz a mis tras de mí, y un par de segundos después siento un golpe seco en la espalda, tan fuerte que me saca por completo de mi estupor. me vuelvo hacia la persona que acaba de lanzarme el zapato y veo que es Edee. —¿Qué te pasa? — tiene un zapato en la mano, el otro está en un cubículo donde rebotó después de fallar y golpearme la espalda. —¿Qué es eso? — me apunta al pecho con el zapato, queriendo apuntar a rosa que está detrás de mí. —Te lo diré— le digo con las manos al aire —pero tienes que prometer no matarla. —Complicado. —Edward. —Es horroroso. —No digas eso, herirás sus sentimientos— bromeo —además es hermosa— me recorro un poco para que él la pueda ver. Aprieta el zapato, pero no hace nada por matar a mi humilde amiga —su nombre es Rosa. —Qué conveniente— deja caer el zapato al suelo, se recuesta de la pared, sin darle l
Doy vueltas por la habitación con las manos en la cabeza. Me siento en la cama, camino hasta el baño y de nuevo a la cama, en un círculo infinito de movimientos desesperados. Pol me observa en silencio desde la puerta, está cruzado de manos y trae el ceño fruncido.Después de que aquel hombre nos dijo a Pol y a mí que estábamos asignados para aquella extraña expedición, penas pude dirigirle un par de miradas, ya que luego se dedicó a repartir el personal en el resto de las arcas, y cuando salimos nos enviaron directo a las habitaciones, y una vez llegamos guarda un silencio incómodo. Y a qui estoy, a la una de la mañana, sentado en mi cama y con la cabeza entre mis manos, pensando, ¿pero pensando en qué? Por más que lo haga no encuentro un motivo para que nos envíen a aquella "expedición" sabiendo el problema por el que pasa toda la comun
"Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: La noche esta estrellada y tiritan, azules, los astros a lo lejos. El viento de la noche gira en el cielo y canta" Sonrío, antes de abrir los ojos, al poder dar un rostro aquellas palabras."Aún vivo" es lo primero que pienso cuando una inmensa oleada de dolor me acomete, pero, aunque trato de abrir los ojos, una masa espesa me lo impide. El rostro de mi madre regresa y sonrío al poder recordarlo con facilidad, pero un tremendo dolor en mi labio inferior hace que la sonrisa se transforme en una mueca de dolor, y eso es suficiente para que mis párpados obedezcan. La primer figura borrosa que veo es algo parecido a un árbol, y tras parpadear un par de veces logro hacerme dueño de mi propio cuerpo. Aparte del dolor en la cabeza y el labio parezco estar bien, pero mi mano izquierda se siente rara, y cuando trato de buscarla me hallo por completo suspendido por lo menos a un met
"Mialmano se contenta con haberlaperdido. Como para acercarla mi mirada la busca.Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Yono laquiero, es cierto, pero cuánto la quise.Estancorto el amor ytanlargoelolvido.Porque ennochescomoéstala tuveentremisbrazos, mi alma no secontentaconhaberlaperdido.Aunqueésteseaelúltimodolorque ella me causa, y éstos sean losúltimosversos que yo escribo.El dolor me despierta, las palabras de mamá se quedan flotando en el aire ylo primero que veo al abrir los ojoses a Pol brillar fuerte en el cielo, como la estrella más grande y radiante. El aire está un poco más fresco, pero el calor sigue sien
Capítulo 13Edward.Curiara, un día después de la muerte de Aleck.Todo comenzó despacio, silencioso. Un ataque certero y profundo, limpio y perfecto, como un buen asesino a sueldo. Me hallaba en el comedor de Curiara, el arca a la que me asignaron después de despedirme de Aleck, cuando un oficial que nunca había visto abrió la puerta y con pasos decididos se dirigió hasta mí. Volteé la mirada, como si pudiera hacerlo cambiar de dirección con dejar de mirarlo y hacer de cuenta que nada pasaba. Me había alejado del resto del grupo y mi mesa estaba lejos, así que le tomó un par de minutos atravesar todo el comedor y llegar hasta mí.Recuerdo sentir las miradas de todos cuando el hombre llegó y posó una de sus manos sobre mi hombro en un gesto de confianza que yo para nada le había brindado. Me habló
Capítulo 14Aleck.El tubo de gas consume la llama y luego explota, por suerte estoy, aparentemente, bastante alejado del tubo, pero la onda explosiva me lanza al suelo y mi cabeza golpea el piso, y agradezco no perder el conocimiento por décima vez. Escucho el grito de unos cuantos murciélagos antes de que el techo comience a caer, y me arrastro como una salamandra hasta una esquina, protegiendo mi cabeza y haciéndome un ovillo mientras el cielo parece romperse en pedazos. Siento los golpes en la espalda y el polvo atrancarse en mi nariz, la tierra tiembla, hace calor y frio al mismo tiempo, y cuando creo que mis oídos y pulmones van a estallar, se hace el silencio, súbito y angustiante, en menos de un segundo. Solo queda el zumbido en mis oídos, acompañado del sonido de las rocas al rodar por el suelo.No sé exactamente cuánto tiempo me quedo ahí, con los brazos alrededor de la cabeza
EdwardEmmaLa flema desapreció, el dolor, el malestar, incluso la costilla rota se curó casi por completo en una sola noche. Grace era un genio, incluso después de muerta sigue salvando vidas, sus avances en medicina ayudaron a encontrar tan rápido una cura para la flema mortal, y cientos de personas se salvaron.A pesar de que estoy bien, aun me duele el cuerpo, como cuando hago ejercicio de más, como si me hubiera arrollado un caballo. A pesar del dolor y el malestar pasé toda la noche pensando en las cosas que me habló el general Benin, en como Oz llegó hasta ese punto, en cómo la gente sobrevivió al Karma, siendo así no había necesidad de construir las ciudades, supongo. Tengo muchas dudas, pero tampoco tengo muchas ganas de ponerme a investigar, la gente del pasado era muy diferente a como somos ahora.Mientras camino por los pasillos de Emma, trato de
Capítulo 16AleckDías, horas ¿Quién puede saberlo? Solo sé que llevo lo que parece una vida entera caminado por una jungla espesa, con un tobillo casi roto, y cientos de cortadas infectadas que me hinchan la piel al punto de hacerla parecer como millones de sanguijuelas gigantes pegadas a mí. El palo que encontré por ahí para sostener el peso del tobillo “roto” ya me ha sacado barias ampollas en la mano. De nuevo siento hambre, y a pesar de que hay abundante agua por todas partes, no he encontrado nada de comer en días, y siento ya la debilidad que se me escurre por todo el cuerpo. Siento mi cabello enredado y los ojos hinchados, cada vez siento que camino más despacio y así no podré llegar a ningún lado. Me detengo un segundo ante tal pensamiento y lo analizo, ni siquiera hay a donde ir, la jungla puede extenderse por decenas de kilómetros a mi alrededo