Capítulo 13
Edward.
Curiara, un día después de la muerte de Aleck.
Todo comenzó despacio, silencioso. Un ataque certero y profundo, limpio y perfecto, como un buen asesino a sueldo. Me hallaba en el comedor de Curiara, el arca a la que me asignaron después de despedirme de Aleck, cuando un oficial que nunca había visto abrió la puerta y con pasos decididos se dirigió hasta mí. Volteé la mirada, como si pudiera hacerlo cambiar de dirección con dejar de mirarlo y hacer de cuenta que nada pasaba. Me había alejado del resto del grupo y mi mesa estaba lejos, así que le tomó un par de minutos atravesar todo el comedor y llegar hasta mí.
Recuerdo sentir las miradas de todos cuando el hombre llegó y posó una de sus manos sobre mi hombro en un gesto de confianza que yo para nada le había brindado. Me habló
Capítulo 14Aleck.El tubo de gas consume la llama y luego explota, por suerte estoy, aparentemente, bastante alejado del tubo, pero la onda explosiva me lanza al suelo y mi cabeza golpea el piso, y agradezco no perder el conocimiento por décima vez. Escucho el grito de unos cuantos murciélagos antes de que el techo comience a caer, y me arrastro como una salamandra hasta una esquina, protegiendo mi cabeza y haciéndome un ovillo mientras el cielo parece romperse en pedazos. Siento los golpes en la espalda y el polvo atrancarse en mi nariz, la tierra tiembla, hace calor y frio al mismo tiempo, y cuando creo que mis oídos y pulmones van a estallar, se hace el silencio, súbito y angustiante, en menos de un segundo. Solo queda el zumbido en mis oídos, acompañado del sonido de las rocas al rodar por el suelo.No sé exactamente cuánto tiempo me quedo ahí, con los brazos alrededor de la cabeza
EdwardEmmaLa flema desapreció, el dolor, el malestar, incluso la costilla rota se curó casi por completo en una sola noche. Grace era un genio, incluso después de muerta sigue salvando vidas, sus avances en medicina ayudaron a encontrar tan rápido una cura para la flema mortal, y cientos de personas se salvaron.A pesar de que estoy bien, aun me duele el cuerpo, como cuando hago ejercicio de más, como si me hubiera arrollado un caballo. A pesar del dolor y el malestar pasé toda la noche pensando en las cosas que me habló el general Benin, en como Oz llegó hasta ese punto, en cómo la gente sobrevivió al Karma, siendo así no había necesidad de construir las ciudades, supongo. Tengo muchas dudas, pero tampoco tengo muchas ganas de ponerme a investigar, la gente del pasado era muy diferente a como somos ahora.Mientras camino por los pasillos de Emma, trato de
Capítulo 16AleckDías, horas ¿Quién puede saberlo? Solo sé que llevo lo que parece una vida entera caminado por una jungla espesa, con un tobillo casi roto, y cientos de cortadas infectadas que me hinchan la piel al punto de hacerla parecer como millones de sanguijuelas gigantes pegadas a mí. El palo que encontré por ahí para sostener el peso del tobillo “roto” ya me ha sacado barias ampollas en la mano. De nuevo siento hambre, y a pesar de que hay abundante agua por todas partes, no he encontrado nada de comer en días, y siento ya la debilidad que se me escurre por todo el cuerpo. Siento mi cabello enredado y los ojos hinchados, cada vez siento que camino más despacio y así no podré llegar a ningún lado. Me detengo un segundo ante tal pensamiento y lo analizo, ni siquiera hay a donde ir, la jungla puede extenderse por decenas de kilómetros a mi alrededo
Capítulo 17"Ella me quiso, a veces yotambiénlaquería. Como nohaberamado susgrandesojos fijos.Oírla noche inmensa,másinmensa sin ella. Pensar que no latengo. Sentir que la he perdido.La oscuridad se hace menos espesa, y aunque no veo la luz, comienzo a percibir sensaciones a mi alrededor: unas sábanas calientes, una almohada blanda, un sonido en forma de pip bastante insistente, y una mano grande y tibia que envuelve la mía. Trato de abrir los ojos, pero pesan mis parpados; trato por varios minutos de moverme, pero no puedo, es como si una manta pegajosa me tuviera pegado a las sabanas, como cuando tienes tanto sueño que no quieres ni siquiera intentarlo. Me concentro entonces en el calor reconfortante de la mano que está aferrada a la mía, me sujeta como si tuviera miedo de que saliera volando.
Marian se levantó temprano esa mañana, hacia días que ya no podía dormir la noche completa, y se limitaba a tararear canciones sin sentido hasta que sentía la calidez del sol calentando el metal de la pared en que su cama estaba recostada. Esa mañana no esperó la salida del sol, se bajó de su pequeña cama y caminó descalza un rato tratando de menguar el dolor en el pecho, hacía unos días que le dolía, desde que Aleck había muerto.Abrió la puerta y ella le respondió con un chirrido aterrador que recorrió todos los pacillos a su alrededor. Salió y la puerta rechinó de nuevo al cerrarla. Caminó por los interminables pasillo como un alma en pena, arrastrando la bata de dormir, con el pelo enmarañado y la mirada ausente.Hablar con su padre había sonado una buena idea cuando salió de su cuarto, pero en cuanto m&aac
Capítulo 19Edward.El rostro del tío de Aleck parece más pálido de lo normal, las ojeras y el cabello canoso le dan un aspecto andrajoso, y lo pixelado de la imagen no ayuda en gran manera a mejorar su imagen. Parece un fantasma que en vez de tener puesta la piel la lleva colgada.Mas temprano de lo que había llegado imaginar, la alarma de emergencia sonó por todo Capricornio, y el megáfono anunció una reunión importante donde el general nos daría una importante información. Uní a mi patético equipo y nos dirigimos allá lo más rápido que pudimos, pero por los pasillos ya se rumoreaba lo que había acontecido. La frase "la hija del general está bien" me calmó más de lo que esperaba, por suerte mi equipo y yo ya habíamos llegado Capricornio cuando atacaron a Emma.Al llegar, la pantall
Siento una sensación fría en el estómago, como un vacío, como caer.—Rosa… Rosa dos — nadie contesta al otro lado, así que me quito el auricular y lo meto en uno de los bolsillos. Cierro los ojos y respiro. Soy un soldado, me han entrenado toda la vida para situaciones como esta —Físicamente —me digo en voz alta —me han entrenado físicamente, no sé cómo pensar — pienso qué haría Aleck, qué haría mi padre… Ellos no se rendirían, supongo, no sin dar la pelea. Doy media vuelta y comienzo a caminar de nuevo por los pasillos, las bombillas de color blanco le dan un especto claustrofóbico, ¿o soy yo?Cuando llego de nuevo a la pequeña oficina, el guardia está en la misma posición en que lo dejé. Recuerdo el camino, claro que lo recuerdo, solo tengo que deshacer mis propios pasos y salir a
Capítulo 21Esta noche no hay sueños, ni pesadillas, solo una oscuridad calmada y pacífica, y cuando despierto estoy acostado de lado sobre el hombro de Pol, su brazo pasa por detrás de mi cabeza y reposa en mi espalda. Está tan tibio, y el ambiente frío del lugar lo hace más reconfortante. Paso mi mano por su pecho desnudo, y de nuevo descubro esa línea de vellos que cubre sus pectorales y hace una línea delgada que se pierde en su ombligo, y lo sigo acariciando con suavidad, perdiéndome en cada sensación, en los abdominales bien definidos, y sus enormes piernas enredadas en las mías. De algo tubo que servir toda una vida de entrenar y formarse.—No sabía que te gustaran velludos —me habla al sentir que llevo buen rato acariciándole el pecho. Me encojo de hombros.—Nunca me había puesto a pensar en eso, solo sé que en t