La tensión en el aire era palpable mientras el grupo continuaba explorando las profundidades del castillo en busca de respuestas. Las ruinas bajo sus pies parecían cobrar vida con cada descubrimiento, y Tara sentía una conexión cada vez más profunda con el lugar. Sin embargo, la calma se veía continuamente desafiada por la incertidumbre de lo que les esperaba.---“Esto no es solo una ruina cualquiera,” comentó Alaric, extendiendo un mapa antiguo sobre una mesa improvisada. Las marcas grabadas en el pergamino coincidían con las de las paredes que rodeaban el lugar. “Es un nodo, un punto de convergencia de energía antigua.”“¿Energía de los Tejedores?” preguntó Bella, frunciendo el ceño mientras ajustaba su arco sobre el hombro.“Es posible, pero no solo eso,” respondió Alaric. “Esta energía es antigua, más antigua que ellos. Creo que aquí se libró una batalla hace siglos, y este lugar quedó impregnado con el poder de aquellos que lucharon contra las sombras.”Tara escuchaba atentament
El grupo había pasado días explorando las ruinas bajo el castillo. Los misterios que envolvían aquel lugar parecían inagotables, y cada nuevo descubrimiento planteaba más preguntas que respuestas. La tensión de los enfrentamientos recientes se había disipado un poco, y los chicos comenzaban a encontrar momentos de alivio en medio de sus investigaciones.“¡Esto no tiene sentido!” exclamó Bella, dejando caer un libro polvoriento sobre la mesa. “Estos textos están escritos en un idioma que apenas tiene sentido.”“Quizás porque no es solo un idioma,” intervino Alaric, sosteniendo un pergamino descolorido. “Es un código, una mezcla de runas y símbolos antiguos. Estoy trabajando en descifrarlo, pero tomará tiempo.”“Tal vez deberíamos enfocarnos en el cristal que Tara tocó,” sugirió Kael, señalando el pedestal en el centro de la sala. “Es evidente que tiene algo que ver con este lugar.”Tara, que había estado observando en silencio, se acercó al pedestal. Extendió la mano hacia el cristal,
Los días transcurrieron con una mezcla de descubrimientos y entrenamiento. Bajo el castillo, las ruinas parecían cobrar vida a medida que el grupo exploraba sus pasillos. Cada recoveco contenía símbolos y secretos que contaban una historia olvidada, mientras Tara comenzaba a entender la conexión entre su linaje y aquel lugar.Tara no podía apartar la mirada del cristal en el pedestal. Algo dentro de ella la llamaba, como si el objeto esperara pacientemente ser activado de nuevo. Desde la visión que había compartido con Alaric, los fragmentos del pasado que presenciaron no habían dejado de rondar su mente.“Es peligroso seguir usándolo,” advirtió Rhidian una tarde mientras Tara inspeccionaba el pedestal. “No sabemos qué consecuencias podría tener.”“Lo sé,” respondió Tara, sin apartar los ojos del cristal. “Pero siento que es la clave. Algo aquí está conectado conmigo, con lo que soy.”Rhidian suspiró y se acercó a ella, colocando una mano en su hombro. “Solo prométeme que no harás nad
El grupo regresó al castillo con el peso de lo que habían descubierto. Tara aún sentía el eco de la visión en su mente, el grito desesperado de su madre y la oscuridad que los perseguía. Alaric extendió un mapa antiguo sobre la mesa del gran salón, señalando los puntos clave dentro de las ruinas.“El cristal no es solo un canalizador de poder, es un registro de memoria,” explicó, recorriendo con el dedo los grabados de la piedra. “Podría contener más información sobre los Tejedores y su conexión con tu linaje, Tara.”“Entonces, debemos usarlo más,” dijo Kael, cruzándose de brazos.“No es tan simple,” intervino Rhidian. “Tara casi se desmaya después de usarlo. No sabemos qué efecto tiene sobre ella.”Bella, quien había estado en silencio hasta ahora, tomó la palabra. “Quizás haya otra forma de acceder a su poder sin que la consuma.”Alaric asintió. “Podríamos investigar los escritos en las ruinas. Si el cristal es una pieza clave, tal vez haya más artefactos como él.”Tara exhaló, sin
El aire dentro de las ruinas aún estaba cargado de energía. Tara sintió un leve hormigueo en la piel, como si su cuerpo aún procesara la explosión de poder que había liberado.Rhidian no la soltó ni un segundo. Sus ojos la recorrían con preocupación mientras ella intentaba incorporarse.“Fue diferente esta vez…” murmuró Tara, observando sus manos. “No solo sentí mi poder… sentí que las ruinas me estaban guiando.”Alaric se acercó al pedestal, analizando las inscripciones recién reveladas. “Esto no es solo un sitio antiguo, es un santuario de energía. Probablemente los Tejedores intentaron sellarlo o usarlo para sus propios fines.”Emma tocó las paredes, notando cómo algunos símbolos aún brillaban débilmente. “Si las ruinas reaccionaron a Tara… significa que ella está conectada a este lugar.”Kael suspiró. “Ya sabemos que es la Última Chispa, pero ¿qué significa realmente eso?”Bella, quien había estado en silencio, finalmente habló. “Tal vez el cristal no solo es una fuente de energía
El frío de la noche aún envolvía el castillo cuando Tara despertó. Se sentó en la cama, sintiendo su cuerpo todavía tenso por la intensidad de los últimos acontecimientos. Había pasado horas pensando en lo que el cristal le había revelado, en las palabras que aún resonaban en su mente: “Tú eres la última... la única que puede encender la llama perdida.”Encender la llama…No tenía idea de lo que significaba exactamente, pero si los Tejedores temían ese poder, entonces debía descubrirlo cuanto antes.Se levantó en silencio, caminando por los pasillos del castillo. A pesar de haber estado allí por días, el lugar aún le resultaba misterioso, como si escondiera secretos en cada rincón.Cuando llegó a la biblioteca, no se sorprendió al ver a Alaric rodeado de libros y pergaminos antiguos.“Sabía que te encontraría aquí.”Alaric levantó la vista, frotándose los ojos cansados. “No podía dormir. Hay demasiadas preguntas sin respuestas.”Tara se sentó a su lado, observando los textos desperdig
El castillo estaba en calma, pero en el corazón de las ruinas, una nueva inquietud se gestaba. El cristal había reaccionado a Tara de una manera que nadie comprendía del todo, y la presencia que se había manifestado dejó más preguntas que respuestas.Después de lo sucedido, Tara había intentado descansar, pero su mente no se lo permitía. Se removía en su cama, reviviendo cada instante de la visión, cada palabra de la misteriosa voz."Solo quien sea digno podrá despertar su poder."¿Qué significaba ser digna? ¿Y qué pasaría si no lo era?Finalmente, se levantó y decidió hacer lo que siempre hacía cuando su mente estaba sobrecargada: caminar. Bajó por los pasillos silenciosos del castillo hasta llegar a la biblioteca, donde, como esperaba, encontró a Alaric.Él estaba inclinado sobre una mesa llena de pergaminos y libros viejos, con su cabello despeinado y un ceño de concentración profunda.Tara sonrió con suavidad. “Deberías dormir.”Alaric soltó un resoplido sin apartar la vista del l
El eco de las palabras del Guardián de la Llama aún resonaba en la mente de Tara."Eres la única que puede encender la Llama de Origen y devolverle su poder."Apretó los puños mientras caminaba por los pasillos del castillo. Había despertado algo en el cristal, había sentido el calor de aquella antigua energía recorriéndola, pero aún no entendía cómo desatarla por completo.En el gran salón, el resto del grupo esperaba, expectante. Rhidian se encontraba junto a Bella, quien repasaba un libro con Alaric. Emma y Kael discutían algo en voz baja, pero al ver a Tara entrar, el silencio se hizo presente.—¿Y bien? —preguntó Kael, apoyando los brazos sobre el respaldo de una silla—. ¿Cómo se supone que enciendes la Llama?Tara exhaló, sintiendo la presión de todas las miradas sobre ella.—No lo sé con certeza —admitió—. Pero sé que está dentro de mí.—Eso es un gran avance —comentó Bella, cerrando el libro frente a ella—. Si la Llama de Origen está sellada, quizás lo que necesitas es un cata