Salvatore De la Rosa, sexy, arrogante, frío y prepotente, con carácter hostil, de mirada profunda. CEO del conglomerado JAMCAVDROS.Conoce al amor de su vida siendo un adolescente. Con un resentimiento guardado por años y una sed de venganza lo llevará a cometer un error que le costará perder lo más preciado de su vida.(Sirena) le hará conocer la otra cara de la venganza.Amaranta Cristea, joven hermosa y eterna soñadora romántica, doctora en pediatría, desde muy niña se enamora de su Tritón, (Salvatore)sin imaginar que ese dulce y amable joven le hará conocer la otra cara del amor.Salvatore y Amaranta conocerán las dos cara del mismo sentimiento. En diferentes formas. El amor y la venganza.— Muy bien muñequita mía, ya estás completa mente sanita. Y estas son las indicaciones y las fórmulas que tiene que darle. esta princesa ya está muy bien.Dijo la doctora a la mamá de su paciente.— Muchas gracias doctora, es usted muy linda.La paciente salió del consultorio junto a su madr
Salvatore De la Rosa.Empuñó su mano y miró la hora, y junto a ese Rolex, tenía algo tan simple pero de mucho valor sentimental para él. Ese pequeño caracol que le unía a ese hermoso episodio de su pasado. Las vacaciones en Hawái.Parado frente al ventanal de su oficina mirando las luces de la ciudad.Eran las diez de la noche, mientras el bebía su whisky, y sus pensamientos lo llevaron al pasado.Flash Back.A paso lento y con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón caminó y se acercó a ella en el momento que de sus manos se caían algunos caracoles. Aquel joven recogió uno muy hermoso que estaba a sus pies, era de color dorado casi brillante y se acercó.— ¡Hola! Pequeña sirena. — Toma, es el más hermoso que vi. — Amaranta dió un hermoso caracol siames— Tú, ten este será nuestro hilo del destino, cuando vuelvas los juntaremos.Dijo el joven dándole el caracol dorado.Fin Flash Back.Cinco años pasaron, cinco años en los que Salvatore era el nuevo CEO del conglomerado JA
Salvatore miraba fijamente a Pierina, mientras le hablaba a su hija.La escena le pareció tan dulce que por un momento no creyó que fuera esa mala mujer que hizo sufrir y humilló a su madre. A su mente llegó el recuerdo de aquellas palabras que escuchó de su madre." Padre lo poco que me faltó fue arrodillarme ante ella, pedí perdón por mi equivocación, ella ya no es la amiga que conocí, es fría y arrogante, su aptitud me desconcertó. Pierina D'Alessio ya no es la misma mujer tranquila, y sencilla que conocí."Apretó sus puños tan fuerte que sus nudillos se tornaron blancos, su quijada se tensó, y fue Amaranta quien lo sacó de su trance.Se aclaró la garganta, y se acercó.— Espero te mejores pronto, yo también me tengo que ir, me disculpo por todo, espero me perdones y podamos ser amigos y si tú no lo deseas, aún así mi deseo es de volver a verte.Amaranta abrió y cerró la boca, sus palabras se atragantaron en su garganta, miró a sus padres y luego a Salvatore.— Tranquilo joven, to
Salvatore luego de dejar a Amaranta en el hospital fue directo a las oficinas de Adrián Alonzo.Llegó al imponente edificio, dejo su Audi A3 Sportback, en es estacionamiento y subió por el ascensor directo a la oficina de la asistente del presidente.— Tengo cita con Adrián Alonzo Pierre.Manifestó con despotismo y frialdad sin saludar ni responder el saludo de Celia.— Buenos días señor De la Rosa. Pase por aquí por favor.Celia lo encaminó a la sala de juntas donde solo el faltaba.Las puertas se abrieron y Adrián Alonzo lo miró con un poco de molestia.Salvatore se acercó un poco a Adrián Alonzo y le comentó en voz baja lo que era la causa de su retraso.— Mi tardanza se debe a que fui al hospital a dejar a tu hermana, extravió las llaves de su auto y llegaba tarde para una cirugía.— Te lo agradezco mucho, ya soluciono eso. Celia, envía un auto al hospital para Amaranta.— Enseguida señor.Celia salió y la junta empezó, durante las horas de la mañana llegaron a los acuerdos y fir
Amaranta no podía creer lo que le estaba proponiendo Salvatore.— ¿Casarnos? ¿¡Pero te das cuenta de la locura que me estás proponiendo!?— Escúchame, escúchame primero, y después decides si ayudarme o no.Salvatore se portó como el más ruin de los mentiroso.— Jisso tiene novio y es por eso que no me pudo ayudar, y yo la comprendo ella tiene a su prometido y pronto se casará.Amaranta lo miró, y por un momento sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, cruzó sus brazos y los apretó, Caminó de un lado a otro dudosa, ella jamás se imaginó estar en esta situación y mucho menos se veía casada con Salvatore.— Por favor mi bonita, ayúdame, si mi primo hereda todo por no casarme, mi madre y yo estaremos a merced de ese tirano.Amaranta lo miró y un nudo se formó en su garganta .— ¿Entonces lo de ser tu novia era parte de esto?— Pretendí mentir acerca de mis sentimientos, pero Jisso me hizo entender que tenía que se sincero.— ¿Ser sincero?— Si, decirte la verdad, y si tú acepta
Amaranta subió a su auto dejando a Salvatore ahí parado en el estacionamiento, llegó al hospital y empezó con su día de labor, revisar a sus niños, darles el alta así como el ingreso.El día fue como cada día, de emergencias y consultas.— ¿ Como está la doctora más linda del hospital general GEMELLI?Entró hablando Emiliano, y con una gran sonrisa.Amaranta miró a todos lados como buscando a alguien.— No la veo por ningún lado. ¿De quién hablas? Emiliano se acercó, dio un abrazo y respondió.— Para mi tu eres la más linda del mundo, no hay otra.Amaranta lo miró apretó sus labios e hizo una línea en forma de sonrisa. Algo en ella no permitía que las palabras de Emiliano atravesaran esa barrera que con los años formó para no dejar entrar a nadie, siempre esperó el regreso de su Tritón. Pero con Salvatore era diferente, era como si con su mirada derribara esas barreras. — Hoy no iré contigo, viene Salvatore por mi.Emiliano la miró, y achicó los ojos .— ¿Ese desconocido derribó la
Amaranta caminaba por los grandes jardines mirando el verde del campo, era hermosa la vista de los robles, en contrastes con las delicadas flores.Llegó a las caballerizas y miró a todos los caballos.— ¿La señora desea un caballo? — Una vos ronca y varonil la sacó de sus cavilaciones.— ¡Eh! Si, por favor, pero que no sea muy rebelde, no soy experta en caballos.— Mi nombre es Mario Luis, pero puede decirme cómo deseé.— Bien Mario Luis, mi nombre es Amaranta Cristea Pierre D'Alessio, puedes decirme AmiCris, o como desees. ¡Ah! y por favor nada de señora.— Pero usted es la señora, la patrona.— No Mario Luis, no soy nada de eso, mi estadía aquí es temporal. — Mario Luis la miró algo extrañado — Bueno como sea, venga tengo al caballo que será muy bueno con usted. — Respondió y fue por el caballo mas tranquilo.— Por favor, no quiero pasar sustos. — Caminaron y rieron muy animadamente, Mario Luis preparó el caballo mientras Amaranta esperaba.— Muy bien, aquí está, tiene el nombre de
Salvatore cargó a Amaranta hasta la cama y la dejó sobre ella, le pasó una toalla mientras Amaranta estaba con los ojos cerrados para no mirar nuevamente a Salvatore en bóxer.Salvatore al ver el gesto y expresión de Amaranta se sonrió haciendo gesto de negación.— ¿Y crees que voy a creerte que nunca has visto hombres desnudos.?— He visto a muchos, incontables para ser sincera, pero a ti no quiero verte.Salvatore sintió como un puñetazo en el estómago al escuchar esas palabras.—Y crees que yo quiero mirarte en calzones a ti, pues fíjate que no, e visto a mucha y más hermosas.Amaranta sintió mucho enojo al escuchar esas palabras de Salvatore, abrió los ojos y los blanqueo al mirarlo.— Eres un imbécil. ¿Sabías?— Siempre lo supe, no es novedad.Amaranta trató de levantarse y nuevamente cayó sobre la cama junto con Salvatore, que trató de sostenerla.Sus miradas se encontraron y sus alientos se mezclaban de lo tan cerca que estaban.Muy lentamente Salvatore se fue acercando a los l