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ZALER, LA FURIA DEL DEMONIO

La tecnología de John y los poderes mágicos de Solrack, mantienen invisible a los Elips, hasta ahora la misión está marchando perfectamente. Han conseguido engañar al enemigo.

La tensión en los pasajeros de los Elips ha comenzado a crecer, a pesar de que ninguna sombra ha dicho ni una sola palabra en su silencio se nota los traicioneros nervios, sobre todo luego después de enterarse por Copzu, que Darckl y su equipo de sombras sustitutas ha caído.

Después que la batalla finaliza en los sagrados templos, por orden del general Copzu todos los guerreros celestiales y los aun estudiantes se reúnen en los sagrados rosales del norte y del sur, emocionados por la batalla y de que no han sufrido pérdidas y presumiendo de haber aniquilado a más de un maligno ser.

Rockfist (anciano dorado, sobreviviente a la caída del imperio humano y maestro primero, del templo del oeste de la rosa rosa). Informa de la caída de las sombras de ROM y ordena a la elite de los dorados, ir a destrozar a los demonios coleccionistas de hueso, también ordena a diez sapos, para buscar la llave entre los escombros del campo de batalla (Sapos: soldados de los oscuros pantanos, algunos con la forma de un hombre, pero de piel verde oscura y cubierta de escamas y verrugas, cabello liso largo y negro, maestros de hechizos, combate cuerpo a cuerpo y su especialidad las quinesias. Siempre llevan una armadura de camuflaje liviana y su arsenal son agujas venenosas y dos filosas espadas).

Todos sabían que el capitán de las sombras de ROM era Darckl y se quedaron paralizados al saber, que uno de los mejores guerreros de los dorados había caído. Pero sabían que la dorada llave del Gardanzelkerb, no puede ser tocada por los seres demoniacos y de ser robada tendría que ser llevada por Drochelgar fuertemente protegidos por los demonios de la muerte. Aun había esperanza, para la humanidad.

Un elemental es el capitán de la misión de los sapos, avanzan de prisa saltando de árbol en árbol en el bosque de árboles gigantes.

Al llegar hasta donde alguna vez fue un hermoso bosque de bambú, se encuentran con una destrucción masiva un enorme agujero ocupaba ahora el espacio del bosque, entre la tierra removida había huesos y llamas de fuego amarillento, nubes de humo y polvo ascendían hasta los cielos.

Todos los sapos se detienen de golpe, viendo hacia el destruido campo de batalla, abren un poco sus pies y luego colocan sus palmas juntas, la honda sonora que hacen es tan fuerte que hasta disipa el polvo de sus trajes y botas. Su técnica crea una tormenta para facilitarse la búsqueda (los sapos son más efectivos en el lodo y en el agua).

Un momento después llega la elite de los dorados conocidos como “la mano del dios Darzel”, formada por 10,000 guerreros dorados estos son capaces de volar pese a que no poseen alas.

Comienzan a llegar Elips de las FAIC, cargados con contenedores de zaler y jaulas de cristal blanco para aprisionar demonios y algunos tubos de ensayo para recoger muestras de Norzen. Hamson (soldado de las FAIC, miembro del area de distribución de zaler), dice a su compañero -"Gonzales, ¡mira! los sapos hábiles guerreros, dominantes del arte de las quinesis, dice la leyenda que son inmortales".

-Gonzales,” eso no es nada mira hacia arriba,  es la elite del dorado, con 10,000 de sus integrantes, ¡míralos empuñar sus lanzas!, que pueden dividir todo lo sobrenatural”.

Goldendarzel (capitán de la mano del dios darzel), desciende hasta donde están los soldados de las FAIC y les dice “Salgan de aquí es muy arriesgado, lleven el zaler a la base 1 del camino de la serpiente. Los soldados de las FAIC lo necesitaran cuando el ataque comience”.

Gonzales responde “sí, señor”. Suben a sus Elips y se marchan de prisa. Los soldados de las FAIC conocen el poder de los dorados por esa razón no les cuestionan, en la base 1 del camino de la serpiente solo hay soldados normales (las FAIC pelean haciendo uso del zaler y artillería pesada construida con metales especiales para matar demonios).

Los 10,000 dorados, tienen buena comunicación entre ellos y los sapos, gracias al general de comunicaciones Copzu. La tormenta disipa el polvo y el fuego y revela frente a ellos a 5 demonios coleccionistas de huesos y tras ellos en el no tan lejano horizonte una numerosa horda de guerreros Drochelgars. Ambas fuerzas quedan frente a frente.

El capitán Goldendarzel, odia la lluvia, pero sobre todo el lodo. Les ordena a sus soldados, que no lleven la lucha hasta el suelo. Durante el camino Copzu les había hablado de la técnica de Darckl utilizada para apresar al demonio coleccionador y el capitán Goldendarzel, pensaba utilizarla también.

La tormenta es tan fuerte que rápidamente apaga las llamas y hace fango, nubes de vapor emergen, pero los sapos controlan los vientos y tratan de mantener limpios los cielos. El capitán Goldendarzel, habla a él elemental de los sapos y le dice, “tendrán la misión más difícil, observar cómo nos divertimos y buscar la dorada llave, a el coleccionista de huesos enjaulado y lo que quedo, del cuerpo de Darckl”.

El elemental, le responde con un tono de burla,” vi que reorientaste el Zaler. Cuando estén soportando una paliza, nos dan una señal e iremos a su rescate”. Goldendarzel le responde, “cuando estemos perdiendo y yo solicite su apoyo ya iras corriendo muy lejos”.

Copzu interviene, “ya dejen sus malos chistes, para después que yo creo que ninguno de los dos va a salir con vida de ahí”. Los demonios, coleccionistas de huesos se preparan para lanzar un ataque, es entonces que cinco guerreros dorados se mueven tan rápido como un rayo y golpean con la fuerza de un meteoro, a los seres demoniacos que les hacen caer y perderse en el fango. Donde están los sapos buscando la dorada llave.

Goldendarzel se queda sin palabras al ver que su mayor miedo se ha hecho realidad (El temido lodo en la batalla). Los cinco dorados ven a su capitán y dicen “lo sentimos señor, pensamos que eran fuertes y resistirían un pequeño golpecito sin problema alguno”. El capitán les responde, “bueno vayan y tráiganlos de nuevo y si pueden bañarles estaría bien”.

Cuando los demonios de hueso caen al fango se dan cuenta de la presencia de los sapos, pese a su camuflaje, los coleccionadores emergen hasta la superficie, haciendo una lluvia de lodo, que cubre a los cinco dorados que les estaban dando persecución.

Los enormes demonios de hueso se fusionan. Formando así al mítico coleccionador de huesos conocido como, “el dios de la muerte”. Sus ojos se ponen rojos y el viento comienza a soplar tan fuerte que parece desgarrar la piel, clava su enorme lanza de hueso en el fango y este se divide en gigantescos pedazos, los 10 sapos apenas consiguieron escapar del aplastante campo.

Los sapos se reagrupan, para hacer un nuevo plan de búsqueda, pero es entonces, que reciben nuevas órdenes del general Copzu,” permanezcan lejos del campo de batalla, mientras los dorados agrupan su formación y derrotan al enemigo”.

El general, Copzu habla a Goldendarzel y con un tono de preocupación da la siguiente orden, “jamás habíamos visto tal cosa. Acábenlo antes que cause más destrozos”.

Goldendarzel da la orden de rodear al coleccionador dios de la muerte. Pero cuando el colosal demonio esta por recibir una lluvia de lanzas, extiende sus alas y gruñe horriblemente, de tal forma que hace que los dorados dejen sus posiciones de batallas para cubrir sus oídos. Es entonces que el coleccionador dios de la muerte, aprovecha la vulnerabilidad de los dorados y agita sus alas derribando a muchos, con sus violentas ráfagas de viento.

Copzu manda a más Elips, equipados con misiles ZG-7 (misiles inteligentes de zaler gris, con una fuerza de 6 kilotones, ideales para mandar al infierno a cualquier demonio problemático).

El coleccionador dios de la muerte, clava su lanza de hueso en el suelo, para invocar a 60,000 Drochelgars, pequeños seres débiles, pero muy molestos. Pretende usarlos para buscar la dorada llave, al ver esto los sapos, invocan el escalofriante pantano a los pies del coleccionador, esto hace que se hunda hasta las rodillas, comienza la matanza por parte de los dorados hacia los Drochelgars, el capitán Goldendarzel se encarga de lanzar el primer ataque contra el colosal coleccionador dios de la muerte.

100 dorados invocan a las sagradas cadenas doradas y apresan al dios de la muerte, los otros 9,900, aniquilan a todos los Drochelgars invocados.

Un amenazador rugido del dios de la muerte estremece la piel de todos los guerreros. De entre el fango surgen llamas amarillas y con ellas traen a unos extraños demonios, con forma de extrañas plantas y flores, las cuales caminan de manera aleatoria y con cada paso que dan, aspiran aire y engordan. Cuando los guerreros intentan cortarlas con sus espadas, estas explotan arrojándoles violentamente contra las montañas de escombros y Drochelgars. Con cada explosión de las plantas estas desatan enormes nubes de humo blanco, el cual se disipa rápidamente.

En su desesperación, el dios de la muerte se divide en coleccionistas comunes, dos coleccionistas de hueso rugen, haciendo perder la cordura a los dorados y tres lanzan bolas de fuego y lanzas de hueso.

Los dorados retroceden y tres misiles ZG-7 impactan contra cada coleccionador, una nube de zaler grisáceo se extiende por todo el lugar. La explosión de los misiles deja aturdido al capitán de los dorados y sin pensarlo avanza hacia la niebla para ver el daño que pudo haber causado los misiles. Pero antes de llegar al lugar es golpeado fuertemente y lanzado por los aires cayendo en un charco de agua, fango y sangre Drochelgar.

Goldendarzel se pone de pie esta vez muy furioso, libera su espada dorada de su funda, llamada “Relámpago dorado”, para envestir al demonio coleccionador de huesos. La mano del dios Darzel, lucha por tres horas contra 5 demonios coleccionadores de huesos y millares de Drochelgars. Copzu cambia la misión de los sapos, para ordenarles retirar del campo de batalla a los heridos. Pero como no hay heridos solamente observan la batalla desde lejos.

Copzu, observa la batalla y está sorprendido, al ver demonios resistentes al zaler gris y como los coleccionadores invocan Drochelgar a su voluntad.

Goldendarzel, en la batalla ha perdido su casco y en su mente se está preguntando, “como es que Darckl, pudo derrotarles, el solo”.

Copzu, ordena a los sapos moverse en medio de la batalla y buscar entre los escombros y las montañas de Drochelgars caídos, a la dorada llave. El campo es de lo peor que cualquier soldado ha visto, ríos de sangre Drochelgar, lodo y las montañas de drochelgar que no dejan de crecer, de igual manera los traicioneros seres demoniacos con forma de plantas son los que más daño y problemas están causando a los guerreros dorados. Copzu “esos extraños seres, causan daños a los dorados tanto como a los Drochelgars…”.

Las FAIC, se encargaban de grabar cada contacto con demonios, pero este encuentro entre los dorados y los demonios coleccionadores de hueso, había sido tan violento que cada Elip, que había llegado fue derribado, por alguna lanza de hueso, bolas de fuego negro tanto como el carbón, o simplemente por las fuertes ráfagas de viento que liberaban los seres demoniacos con cada rugido.

En los Elips hay, un profundo silencio y una ligera sensación de alivio, al saber que cada vez están más cerca de los oscuros pantanos. Copzu les da un reporte cada cinco horas. Todas las sombras están preocupadas, ellos saben que el gran maestro Solrack está muy viejo y no será capaz de mantener el campo de invisibilidad, durante todo el viaje y cuando eso suceda, los demonios infernales se darán cuenta del engaño y se verán obligados a luchar.

04/03/100

Al caer la noche, en el campo de batalla los Drochelgars eran tantos que hasta los sapos se vieron obligados a luchar, de pronto la batalla se detuvo, ambos bandos quedaron en silencio observando como un grupo de Drochelgars negros, habían descubierto, el contenedor de la dorada llave y la jaula de cadenas doradas, que contiene prisionero a un demonio coleccionistas de hueso. La batalla se pone más intensa, pues todos saben que el final se acerca.

Mas demonios coleccionadores comienzan a llegar, demonios invisibles y Drochelgars negros (Drochelgars negros: soldados Drochelgars vestidos con una armadura negra, hecha de hueso demoniaco. Poseen el corazón de lucha y alas de murciélago, son muy duros de matar y su sangre es una especie de ácido. Estos seres son carnívoros y poseen la capacidad de lanzar por la boca su sangre).

Tanto los dorados como los sapos reciben la orden del general Copzu, de apoderarse de la jaula creada por Darckl y dejar que los demonios se queden con el contenedor.

Todos están confundidos, primero piensan que las comunicaciones han sido, interceptadas por un psíquico del enemigo, pero luego se dan cuenta que sí, es el general Copzu. Todos se molestan y llaman traidor a Copzu. Por dar tal orden, el capitán de los dorados da la orden a sus soldados, “sigan peleando y no dejen que se vayan”.  El elemental, capitán de los sapos grita con mucha fuerza, “recuperen la dorada llave”.

Copzu, se molesta y con un tono de furia les dice. “cómo se atreven, a llamarme traidor. El contenedor está vacío, en estos momentos la verdadera llave está siendo transportada bajo la protección de John por el camino de la serpiente de los ojos amarillos”. Todos los soldados se quedan sin saber qué hacer, para ellos es muy difícil obedecer una orden así sobre todo después de saber que hay traidores infiltrados entre los guardianes celestiales.

Mientras Goldendarzel duda Por cumplir la orden o no. los Drochelgars han comenzado a moverse con la llave y la jaula de cadenas dorada. Copzu, al capitán de los dorados, “concéntrate en recuperar la jaula”.

Goldendarzel, lucha con todas sus fuerzas, pero luego de un día de intensa lucha, su Norzen ha comenzado a debilitarse, cinco sapos abandonan la lucha para dar asistencia a los heridos. Soldados de las FAIC, han estado llegando en Elips, cargados con nuevas clases de zaler y lo han lanzado al enemigo, pero los esfuerzos son inútiles, el zaler no les hace absolutamente nada y la inteligencia de los sagrados templos ha llegado a la conclusión de que los demonios plantas están liberando unas enormes nubes de veneno invisibles que afecta tanto la mente como el cuerpo de los guerreros celestiales y a la vez hace que el Zaler sea totalmente inútil contra los seres demoniacos.

Goldendarzel, enfadado dice, “maldito protocolo seis” (protocolo dorado seis: cuando un demonio haga algo nuevo. Los guerreros que le enfrenten deberán bajar su poder de lucha y mantenerlo vivo luchando, hasta que ya no pueda dar más de sí mismo).

Los dorados poseen su propio canal de comunicaciones psíquicas, el capitán Goldendarzel lo usa para darles la siguiente orden, “fin del juego peleen con todo su poder”.

Apenas el capitán dorado dice eso, aparece tras el ejército demoniaco, un gran destello dorado, con un Norzen terriblemente abrumante. Goldendarzel. Se queda viendo hacia la luz y dice, “será…posible…”.

Apenas dice eso aparece Lilian (hermana mayor de Darckl, poderosa hechicera, temida por todos debido a su mal humor y crueldad hacia el enemigo, fue estudiante de Solrack y es uno de los dorados renegados).

Su cabello dorado como el oro, sus ojos azules como el cielo, su piel blanca como la nieve y su mística armadura azul, le dan el sobrenombre del dulce ángel de la muerte. Los dorados heridos se ponen de pie, una luz dorada sana sus heridas. Empuñan sus espadas y comienzan a matar a todos los seres malignos en el campo de batalla. Lilian invoca las doradas cadenas, estas brotan desde las profundidades del campo de batalla, aprisionan a todos los Drochelgars y los aplasta de una forma tan violenta que la sangre vuela por los aires y cubre a algunos dorados, incluido el capitán Goldendarzel.

El capitán dorado está muy enfadado, pero conoce muy bien a Lilian y sabe que es mejor no decirle nada. Al ver esto, todos los dorados abandonan la batalla con los Drochelgar. Que parecen nacer del suelo, Lilian gira su cabeza hacia el demonio coleccionista de hueso prisionero y levanta los cientos de cadenas con las que destripo a los Drochelgars negros. Lilian Parece un poco sorprendida al ver que sus cadenas, se han derretido, pero las doradas cadenas de Darckl, pese a estar cubiertas con la sangre de esos Drochelgars negros, siguen intactas.

6 coleccionadores, caen con la fuerza de un meteoro donde se encuentra la jaula creada por Darckl, un séptimo desciende al campo de batalla, teniendo la forma de un cuervo. Coge con su mano izquierda, la jaula de cadenas y con la mano derecha el contenedor de la dorada llave. Los seis coleccionadores atacan a Lilian mientras el coleccionador con forma de cuervo alza el vuelo.

Lilian se encierra en una bola de energía dorada, para recibir el ataque de los demonios coleccionadores de hueso, apenas completa su barrera de energía dorada y los seis demonios la golpean con una especie, de espada de hueso amarillento. En los ardientes cielos aparecen, varios cientos de coleccionadores de hueso e inmediatamente provocan una lluvia de bolas de fuego y lanzas de hueso.

Los 10,000 dorados también se protegen en las bolas de energía dorada. Los sapos apenas consiguen escapar, todos los sapos se alinean y juntan las palmas, luego se arrodillan y colocan las dos manos en el suelo, mientras murmuran palabras extrañas pero llenas de ánimos por el combate.

Los sapos han hecho uso de su técnica crioquinesis, en fracciones de segundo, el campo de batalla se convierte en montañas de nieve roja y muchas esferas de nieve. Hasta el mismo viento es congelado, la jaula de doradas cadenas, se congela a tal punto que el brazo del coleccionista de huesos, se rompe. El coleccionador deja caer la jaula desde lo alto, aunque aún mantiene en sus alargados y huesudos dedos el contenedor con la dorada llave.

Todas las esferas que protegen a los dorados se rompen entre rayos y destellos dorados y revela a un ejército furioso y libre del hechizo del demonio de plantas. El capitán Goldendarzel, grita con mucha fuerza, “derríbenlos” y todos sus guerreros hacen una lluvia de 10,000 lanzas sobre los coleccionadores. Muchos coleccionadores mueren en el ataque y otros consiguen escapar.

Lilian está furiosa, los demonios que le atacaban yacen en una trampa de cadenas, aprisionados y a la vez parecen estar siendo torturados. Los ojos de Lilian están emitiendo una luz dorada y a su alrededor agresivos rayos de Norzen dejan al descubierto su inmensa ira. Los coleccionadores que intentan huir son alcanzados, aprisionados y aniquilados, por las llameantes cadenas de Lilian.

Todos se quedan, impresionados en especial Copzu, al ver que Lilian ha puesto en prisión a 6 temidos coleccionistas de hueso y ha eliminado a varios cientos, en unos pocos segundos. Decenas de jaulas comienzan a caer conteniendo en su interior hasta 3 demonios cada una. Por todo el campo de batalla se extiende una ligera nube de zaler, revelando las siluetas transparentes de los demonios de la destrucción. Pero los guerreros dorados de Lilian también ya hacen presencia y capturan, matan y paralizan tantos demonios como les es posible.

Lilian está furiosa y dispuesta a capturar a los demonios coleccionadores de huesos, sin temer por su vida.

De pronto se queda paralizada, abandona la persecución hacia los demonios. Algunos dorados del ejército de la mano del dios Darzel cerca de los demonios, de la destrucción, aprovechan que al fin los pueden ver y por primera vez durante la batalla liberan de las fundas a sus doradas espadas, estas dividen por la mitad a los demonios causándoles una muerte inmediata.

Lilian se muestra triste, cae de rodillas sobre el hielo rojo, e inclina su cabeza hacia los cielos, unas lágrimas cristalinas brotan de sus ojos azules y recorren por sus delicadas mejillas, respira un poco acelerada, muestra su gran dolor por su hermano menor Darckl.

El capitán de la mano de Darzel, se acerca hasta donde se encuentra Lilian, sus instintos le gritan que diga algo emotivo, para animarle, pero su orgullo como capitán le mantiene frio ante tal situación.

Lilian sin volver su cara hacia él, le pregunta, con su delicada voz, pero notablemente molesta “¿Qué… se supone que hacían y… quienes creen que son”?

Goldendarzel, se da cuenta que, de alguna manera, Lilian se está burlando de él y que le ha llamado débil, pero no responde a sus preguntas ya que él piensa lo mismo y cree que los dorados ya no son lo que alguna vez fueron (en las épocas antiguas el ejército de la mano del dios Darzel únicamente contaba con 20 o a lo mucho 30 guerreros, los cuales eran los más feroces en batalla, eran verdaderos asesinos y sobre todo jamás eran engañados por los seres demoniacos).

Goldendarzel, responde con una voz que refleja su profunda decepción de sí mismo y al mismo tiempo la envidia que posee hacia Lilian. “creo saber a lo que te refieres y en mi defensa solamente diré, soy muy débil y sigo ordenes de los altos mandos dorados.

La mano del Dios Darzel, jamás será lo que alguna vez fue, mientras personas como tú, sigan negándose a obedecer a los altos mandos”. Hiso una pequeña pausa y suspiro, luego agrego, “¿Por qué? Te niegas a obedecer a tu familia”.

Lilian se pone de pie, aun permaneciendo en silencio y ve a Goldendarzel directo a los ojos, muy seria y le responde, “el verdadero Norzen radica en la libertad, fueron los mismos dorados quienes expulsaron a mis padres y a otros más… y ahora nos piden volver”.

El capitán Goldendarzel no entendió lo que Lilian quiso decir, pero no le pregunto. Él pensó que si sabía las razones de por qué Lilian ya no seguía las órdenes de sus superiores, probablemente él tampoco lo haría.

Lilian “te has dado cuenta de que…todo el tiempo fueron víctimas de una leve ilusión y del veneno de los demonios plantas”.

El capitán de la mano del dios Darzel. Se queda paralizado, sin decir ni una sola palabra y en ese mismo momento, todo es muy claro y todo tiene sentido (el ejército dorado había peleado durante más de un día, sin utilizar sus letales técnicas adaptadas para matar en cuestión de decimas de segundos, o sus técnicas de capturas de demonios, sin utilizar sus espadas o sus lanzas, limitando el combate solamente cuerpo a cuerpo). Recuerdos borrosos comienzan a venir a la mente del capitán, observa a sus soldados y luego a Lilian, coloca su mano derecha en su frente como lamentándose, por el gran error de batalla, que había cometido (en su mente su orgullo le destrozaba y esa voz traicionera le repetía “sin duda es la peor batalla del ejército de la mano del dios Drazel”).

El código 6 dorado, que les obligaba a disminuir su poder de batalla y colocarse a nivel de su enemigo y las ilusiones de 5 coleccionadores les hicieron perder la noción del tiempo y olvidar la razón de su misión. Goldendarzel, comenzó a recordar la voz de Copzu hablando sin ser escuchada, Elips de las FAIC siendo derribados, mientras los dorados permanecían sin moverse observando al enemigo y finalmente ver como una clase de oscuridad se moría, con el sonido de la destrucción que Lilian dejaba a su paso.

El capitán Goldendarzel, giro nuevamente su cabeza para asegurarse que todos estuvieran bien y para su alivio si lo estaban. Luego hacia los sapos que estaban dispersos, tuvo que buscarlos uno por uno, pero solo encontró a 7 y entre ellos no estaba el elemental.

El capitán dorado no sentía la presencia de los 3 restante por esa razón pensó que estaban muertos, no pregunto a ningún sapo, pues porque los sapos no hablaban y su lenguaje corporal era tan extraño, que parecían ser rocas y otros estar borrachos. Goldendarzel nunca les había comprendido. El capitán sufría al ver el desastre de su misión, pero se mantuvo firme sin reflejar sus sentimientos.

Goldendarzel estaba seguro de que por su gran fracaso, seria calificado como un incompetente y seguramente degradado. Por poner la vida de sus soldados en riesgo de una forma innecesaria.

El general Copzu, les da la orden de reagruparse. La misión ya había finalizado, en el campo de batalla yacían gigantescas montañas de cadáveres Drochelgars, huesos y piel de los demonios plantas. Los dorados y los sapos vuelven a los rosales, pero Lilian decide quedarse y cuando todos ya se han marchado dice en voz alta, “¿qué hacen ahí?, sé que no son los sapos ordinarios o debo decir que ni siquiera son sapos”.

Unas gigantescas rocas se mueven y entre el hielo y tierra se ponen de pie, los sapos restantes. El traje de uno esta quemado en su totalidad por las llamas del coleccionador de huesos, pero se mueve como si nada le hubiera sucedido.

05/03/100

Con la salida del sol, tres dragones de escamas de diamante negro rugen en el horizonte y sobre ellos viajan los subordinados de Lilian (un pequeño ejército de guerreros celestiales, renegados de sus familias). Uno de los dragones se torna de un color azul oscuro, abre la boca y expulsa una ráfaga de hielo creando una enorme roca donde pueda pararse sin mancharse con la apestosa sangre Drochelgar que ha quedado como resultado de la brutal batalla.

Un segundo dragón ruge con aliento de fuego, un soldado con una armadura dorada está de pie sobre su cabeza, cubierto por rayos dorados y sus ojos resplandecientes, eleva sus dos manos hacia los cielos y en el suelo se crea una roca plana de oro donde el dragon lanza su fuego para calentarle y luego pararse sobre el oro derretido.

El tercer dragon ruge con fuerza y entre el cielo y la tierra un portal es abierto, un portal que lleva hacia la profunda oscuridad, cuando el dragon se dirige volando, hacia la fisura oscura. Varios guerreros con forma de sombra saltan de sus espaldas y desaparecen antes de tocar tierra.

Lilian se dirige hacia los sapos con voz de duda, pregunta “¿acaso son de la familia Ferz?”, el guerrero cubierto por el carbón de lo que alguna vez fue su armadura, coloca sus palmas juntas y sus vestiduras quemadas se caen, en forma de cenizas, quedando al descubierto una armadura gris oscura y revelando su largo cabello negro y su cicatrizado rostro. Ve a Lilian y le responde, “así es, somos de la inteligencia de los oscuros pantanos y estamos haciendo una investigación de estos demonios resistentes al zaler, con el objetivo de apoyar a las fuerzas FAIC”.

Los otros Ferz, también se quitan el disfraz y revelan sus armaduras de gris oscuro. Lilian les observa y nota un gran parecido entre los guerreros Ferz, lo único que les distingue son las cicatrices de sus rostros. Tras Lilian se pone de pie una sombra que permanece con forma de silueta y le dice, “ya estamos listos, el laboratorio fue ensamblado en la dimensión oscura, pero no sabemos dónde colocarlo”.

Lilian permanece seria ve a su alrededor y solo hay escombros y charcos de sangre con cuerpos de Drochelgars que comienzan a manifestar un olor horriblemente intoxicante.

Lilian, “invoquen una nube negra voladora y colóquenlo ahí, lleven los contenedores de demonios hasta el laboratorio y luego salgamos de aquí”. La sombra tras ella se desvanece, Lilian se dirige a los Ferz diciéndoles con un tono de cierta felicidad, “les gustaría, formar parte de esta investigación clasificada”.

Ella sabía que esta clase de seres son los más inteligentes que puede haber, así que aprovecharía la ocasión para ver todo su potencial.

Uno de los Ferz responde, “no me gustan los coleccionadores de huesos, pero si los demonios invisibles. Son mis favoritos…, aceptamos”. Al borde del campo de batalla es colocado el laboratorio para comenzar los análisis y experimentos que serán de gran utilidad para enfrentar a los demonios.

Lilian se pone de pie, al borde del enorme agujero y habla a Copzu con una voz llena de un profundo dolor y nostalgia, “manda un equipo de limpieza”. Pese a que el cuerpo de Darckl no ha sido encontrado, Lilian ordena la limpieza del lugar y a la vez abandona la búsqueda de su amado hermano.

Copzu le responde, “están en camino” hace una pausa y suspira luego agrega, “lo siento, pero fue necesario yo sé que era tu bosque favorito y hoy ya no queda nada. Debí de haber cambiado su color verde, por un color oro ya que los dorados nunca mueren, no así”.

Lilian levanta la cara para ver hacia los cielos, da un gran suspiro de alivio y luego sonríe. Entre sus pensamientos dice “sé que me escuchas y solamente diré que sus métodos son peores a los míos y tan eficientes, gracias”.

Cuando los dorados y los sapos llegan a los rosales blancos, se forman rápidamente al ver a, Albert (general segundo de las FAIC y ex miembro de la mano de Darzel, sobreviviente al infierno de Saadragon).

Albert, con una voz muy grave pero muy emotiva, “misión cumplida muchachos, hoy sabremos dónde está la base de esos malditos”, pero mientras utiliza su computadora para reorientar a unos Elips, le asaltan las dudas y cruzan por su cabeza pensamientos de desastres.

Albert trata de permanecer firme, a pesar de que un mal presentimiento ronda su cabeza, entonces piensa, “será…que comprobaremos lo que tanto temíamos…”. Trata de relajarse y mantener la calma y luego piensa, como para aliviar sus malos pensamientos, “confío en ti Jack, joven que camina entre las sombras, sin perder la luz de su alma”.

El capitán Goldendarzel, aún se está preguntando, que sucede, por más que se esfuerza él no puede comprender que sucede.  El porque les felicitan si la misión fue una vergüenza. Pero no dice nada ya que la vergüenza es tal que, aunque quisiera no sería capaz de hablar.

Albert se queda pálido y paralizado y exclama con voz de sorprendido y preocupado, “pero que, demonios… es esto”.

Copzu, habla a su mente, “que sucede te has quedado paralizado”. Albert le responde con voz un poco incrédulo de lo que sus ojos ven, “el rastreador indica…que está entrando en nuestra base del Abismo de la muerte”.

-Copzu, “Jack tenía razón”, luego dice con voz seria y fría, “Albert tendrás que tomar una decisión ahora, si los demonios van ahí mataran a todos”.

-Albert, “a lo mejor ya están muertos en vida, o muertos, muertos”, luego respira y frunce el ceño, con una voz aun de esperanza y llena de seguridad y autoridad dice a Copzu, “haz lo que sea necesario, pero establece contacto con Jack, ahora mismo”.

Copzu (director general de comunicaciones psíquicas. Su apariencia es un misterio, jamás nadie le ha visto, solamente se sabe que es una entidad muy antigua, que se manifiesta en las mentes de los guerreros celestiales, aunque el centro de comunicaciones psíquicas está en un piso subterráneo del templo del sur de la rosa roja, se rumora que Copzu vive en un piso subterráneo a los pies del Gardanzelkerb).

Copzu y diez de sus mejores elementos, se concentran solamente en la busqueda de Jack. Después de un momento Copzu habla al general segundo de las FAIC y dice, “están en la dimensión sombría y está herido”, hace una pequeña pausa para ubicar su posición exacta y luego dice. “no está solo, hay más con él”. “aliados o enemigos”, pregunta Albert.

Copzu, le responde notablemente admirado, “aliados y enemigos, pero no están peleando”. Albert, ordena al ejército dorado de la mano de Darzel estar listos para un posible ataque y luego dice a Copzu, “tráiganlos a los rosales de la rosa rosa del oeste. No sabemos si son ellos o es una trampa y tengan lista para detonar a la RZX, de antimateria demoniaca (RZX: poderosa bomba, antimateria demoniaca. con una potencia de 50 megatones. Diseñadas especialmente por los científicos de las FAIC para arrasar con los ejércitos Drochelgars y demoniacos). Cuando este dentro de la base específicamente al centro o lo más cerca del centro que se pueda”.

Archezen (príncipe del reino de la dimensión oscura y honorable miembro de la familia de los Blackblood). Abre una grieta hacia la dimensión oscura, entra y luego se cierra, Copzu ordena retroceder a todos. Una enorme fisura aparece entre el cielo y la tierra con rayos negros y oscuridad demoniaca, emerge nuevamente de la oscuridad.

El capitán Goldendarzel, da la orden de no seguir el protocolo dorado número 6, pese a que el maestro Rockfist se los ha ordenado y ordena solamente a 100 de sus soldados estar listos para lanzar un ataque de destrucción masiva.

Copzu le ordena a todos los guerreros celestiales de no efectuar ningún ataque hasta que sus generales se los indiquen, pero si estar listos y responder a un posible ataque. Todos los centenares de guerreros que presencian la ruptura de la dimensión oscura y la presencia de un mítico dragón que emerge de la oscuridad, se quedan paralizados. El dragón comienza a descender al campo de batalla, las ráfagas de viento que crean sus alas son tan fuertes que obligan a los guerreros a cubrir sus ojos.

Archezen está parado sobre la cabeza del dragón, cuando el dragón desciende sobre el campo de la rosa rosa. Jack está herido de muerte y recibe atención médica de inmediato. 20 soldados de las FAIC que consiguieron escapar junto a Jack son interrogados por el Psíquico Lexferzus.

El capitán del ejército de la mano del dios Darzel, por primera vez en su vida está temblando de miedo al ver un dragón real (los dragones fueron el enemigo número 1 de los dorados hace ya varios milenios, A ellos se les atribuye la muerte de miles de guerreros dorados y casi toda una generación de guerreros de guardianes celestiales y la destrucción de ciudades, entre ellas la ciudad de los 7 soles, que albergaba toda la información desde la era de los Dioses Del Destino).

El dragón levanta su cabeza y ve hacia los dorados con su mirada desafiante y con un aliento de fuego dice con su resonante voz grave, “la dimensión de los dragones ha caído. Por obra de los demonios y la dimensión oscura será la siguiente en caer”.

El terror se apodera de todos al saber que, si la dimensión oscura cae, la siguiente en caer será la tierra, pero sobre todo nadie puede creer que los dragones hayan sido derrotados. Rockfist, se acerca al dragon (él es el único dorado que ha luchado contra estos seres y sufrió una vergonzosa derrota), le ve y dice con su voz marcada por el pasar de los años, “así que… ahora estamos del mismo lado…o debemos preocuparnos por su presencia en nuestra dimensión”.

El dragón de escamas oscuras mueve su alargado cuello alrededor del anciano. El anciano que le estaba viendo de frente tiene que darle la espalda para ver su cara, el temor se apodera del anciano al saber que tras él tiene las manos del colosal dragón, que podría aplastarlo sin problema alguno y frente a él tiene su cabeza que puede arrojar llamas tan letales capas de quemar a los mismos Dragers (Dragers: demonios del fuego infernal) y con una voz de ira y resignación, le responde mientras llamea por sus fosas nasales, “estamos con los Blackblood y Lilian…, jamás estaremos con ustedes miserables cobardes (hace milenios los dorados iniciaron una guerra en contra de los dragones para conseguir el poder absoluto, pero al no poder lógralo sellaron las entradas a dicha dimensión)”. Levanta su cabeza y nota los nervios del capitán Goldendarzel, le ve a los ojos y dice, “no he comido durante semanas, creo que me comeré a los que tengan miedo”.

Todos dan unos pasos atrás, muy asustados. Entonces el dragón suelta una gran carcajada, que se escucha por todo el rosal del templo del oeste, de una forma muy espantosa. Lexferzus, interroga a los soldados de las FAIC, sacados de la dimensión oscura junto a Jack. La mayoría aún estaban visiblemente afectados por lo que sea que hayan visto, pero entre ellos se encontraba Alexzer, un soldado muy diferente a los demás y extraño a la vez por esa razón nadie podía saber con exactitud de que familia era.

-Alexzer, ” nos han traicionado…, ellos nos han dado la espalda, mataron a todos…y se han hecho con nuestra base”. Dice con una voz, aun de terror por lo vivido.

“Pero…quienes han sido capaces de hacer algo así”, dice Archezen con una voz de ira, sintiendo la rabia por los camaradas caídos.

Lexferzus, ve a Archezen y luego a, Alexzer como reforzando sus palabras. Alexzer responde aun con sus palabras un poco débiles y llenas de terror, “ha…sido…Torren el maestro de…las sombras”, “¿Te estas, refiriendo a uno de los 6 príncipes Blackblood?”, pregunta el general segundo de comunicaciones psíquicas Lexferzus. Alexzer responde confirmando sus temores, “él y sus tropas comenzaron el ataque… luego de… después de experimentar con Dragargar”. -Archezen, “¡Dragargar!”.

-Lexferzus, “Dragargar, maneja la voluntad…de cualquier persona que se exponga a él, Torren y su ejército ya están muertos y sus cuerpos vacíos le sirven para incubar a sus temidas criaturas”. Se escucha la voz de un soldado decir a Albert, “RZX, está en posición y lista para detonar, señor”. Albert, responde con su voz llena de energía, “hazlo”. RZX, es activada y la base situada en el abismo de la muerte es destruida.

La PSN, encargada de la protección de los civiles, está en alerta roja, al saber que el zaler ya no funciona como lo ha hecho durante años atrás. Por acuerdo de los altos mandos de la PNS, al percibir cualquier actividad paranormal deberán notificar a las FAIC y no arriesgar vidas innecesarias, no luchar si no es necesario y han llamado a toda la población a unirse a la lucha cuando sea posible ganar sin bajas, “lema de la PSN: correr, esconderse, emboscar al enemigo y asesinarlo antes que note que estás ahí”.

Por orden del general Copzu, un grupo elite de 20 sapos, se mueven por el bosque místico, hacia el abismo de la muerte, para dar un reporte exacto de lo que ahí hay. Los sapos están bajo las órdenes directas del rey Blackblood y este les ha dicho, “muévanse entre el lodo y las sombras, sin ser vistos por el enemigo, por lo tanto, no deben enfrentarles de no ser necesario”.

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