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TRISTES RECUERDOS DE UN FERZ

Luego de caminar un largo rato por la misteriosa y asquerosa cueva Solrack y sus sombras encuentran un enorme cementerio de humanos donde permanecen muchas de las almas atrapadas y al pasar las sombras de RAM se esconden temerosas entre las fisuras de las lastimadas paredes.

Temora se toma un momento para apreciar el trágico lugar y observa como las paredes han sido cuidadosamente decoradas con huesos, cráneos, costillas y en el suelo vertebras, fémures y otros huesos suspendidos en el techo.

La luz que les ha estado guiando toma forma de niña otra vez y comienza a caminar entre los huesos que cubren el camino, todos se quedan impresionados cuando se dan cuenta que se pueden escuchar las pequeñas pisadas de la niña.

La pequeña les guía hacia a una habitación que a simple vista parece una tumba de huesos, pero al centro hay una enorme montaña de huesos demoniacos que aun despiden unas pequeñas y débiles llamas de agonía. La niña les pide que escaven a los pies de lo que parece una estatua Ferz, Ergozen utiliza su espada para mover las rocas, huesos y raíces y luego aparta el lodo con las manos, dejando al descubierto un ataúd dorado con símbolos de la familia Ferz y escritura demoniaca.

Drocorgar se muestra muy impresionado y empalidece frente al ataúd y exclama, “pero…que demonios hace esto aquí”.

Solrack habla con su voz muy pasiva y sin nada de sorpresa, por lo que tiene frente a sus ojos, “he escuchado antes de este ataúd, tiene lógica que este aquí y debe estarlo, donde nadie le pueda encontrar, pero lo que no logro entender es por qué le hemos encontrado”.

La mayoría de los guerreros no tiene ni idea de lo que es, así que solamente prestan atención.

-Drocorgar, “y… que se supone que debemos hacer”.

-Ergozen, “deberíamos abrirlo y revelar su contenido…si las leyendas son ciertas, despertaríamos a un guerrero inmortal e invencible…”.

“Eso sería suicidio”, le responde Solrack, sin quitar la vista del antiguo ataúd.

-Drocorgar dice a Solrack, “haz que el alma guía hable y tomamos una decisión luego”.

-Solrack, “tu historia has de revelar” y da un ligero golpe con su bastón en la cabeza de la pequeña niña.

La niña resplandece fuertemente con una luz blanca, es tan fuerte que obliga a todos a cubrirse los ojos y al destapárselos, están en una selva muy colorida, con árboles gigantes, plantas trepadoras y arbustos de origen extraño que parecen danzar con el viento y emiten con sus palmas una dulce melodía silenciosa.

Al mirar hacia sus pies se dan cuenta que el suelo esta mojado, un poco más adelante hay un rio de agua celeste y este es el único lugar donde se consigue ver el cielo, junto a la pequeña cascada hay varios hombres trabajando en un sistema de túneles.

Solrack habla directamente a las cabezas de sus sombras y dice, “estamos rodeados, sigan caminando y estén alerta ante un posible ataque”.

Alfred pregunta a Shadow, “¿y tú sabes donde se metió la niña que estaba con nosotros?”.

Shadow se queda pensativo y observa hacia todos lados y dice, “no… ¿crees que murió en una trampa de fango y cadenas?”.

-Alfred, “no, había algo en ella que me resulta familiar, no creo que haya muerto así”.

De pronto todo el grupo de sombras se detienen y frente a ellos emerge del suelo un hombre de origen muy extraño.

-Drocorgar, “es uno de los antiguos anfibios gigantes, creo que… no es peligroso”.

-Zertogen, “¿porque lleva armas? yo creo que si es muy peligroso”.

-Solrack nuevamente habla a las cabezas de sus guerreros y ordena, “hagan silencio”.

Solrack se refiere al sapo gigante que ha aparecido frente a ellos diciendo, “¿eres un sapo guerrero?, todos nosotros somos viajeros de los templos sagrados y estamos en una misión secreta para derrotar de una vez por todas a los seres demoniacos”.

El extraño guerrero hace una señal con sus largos dedos y todos los demás guerreros ocultos revelan sus posiciones y luego sin decir una sola palabra les guían en un profundo silencio, hacia una comunidad de personas, al llegar observan que hay muchos heridos, parece un campo de refugiados de guerra.

Caminan atravesando el campamento improvisado, todos en silencio y están siendo víctimas de la ira y la desesperación, al ver tantas personas heridas y escuchar sus gritos de agonía y no ser capaces de ayudar.

Luego llegan donde hay un herrero tallando una espada, con una especie de hierro muy extraño que por más que le golpea con un martillo gigante no toma forma. Está muy enojado porque la espada que pretende fabricar no toma forma y luce muy retorcida y con un filo muy grueso. Todo el equipo de guerreros se queda sin palabras al ver que el particular guerrero ha atrapado un demonio Drager (estos demonios tienen la fama de ser difíciles de ver e imposibles de atrapar, portadores de la más poderosa llama infernal, las llamas azules) y este herrero está utilizando sus llamas para tallar su espada.

Solrack observa cuidadosamente al Drager y ve que está atado con una gruesa cadena que, a pesar de las infernales temperaturas, el acero de la cadena no se derrite. Al herrero parece no importarle la presencia de los viajeros y sin dirigir su mirada, mientras aún sigue martillando su espada, se dirige a Solrack diciendo con una voz notablemente molesta y de duda.

“Malditos monstruos infernales, ¿acaso esta batalla no tiene fin?, no importa a cuentos matemos o a cuantos aprisionemos, siempre vienen más y más y las bajas cada vez son más altas, hemos matado a coleccionadores, Drochegars, brujas, magos oscuros y no es suficiente, ellos quieren algo que tenemos”.

-Solrack, “¿nuestro Norzen, quizá?”.

-Ferz, “no estamos seguros, hemos visto como matan a humanos y no comerse el Norzen, ellos quieren algo más y aún no sabemos que es”.

-Solrack, “¿ya han identificado al enemigo principal, al que debemos matar?”.

Al fin Solrack logra tener la atención del guerrero Ferz, este se da media vuelta para ver a los viajeros y deja su espada dentro en ardiente horno que contiene las llamas azules del demonio Drager.

“Mi nombre es Ferz, descendiente de los dioses guerreros y soy el rey de la gente de los verdes bosques que luchan contra el ejército de los demonios”, hace una pequeña pausa y observa muy cuidadosamente a cada uno de los guerreros de los sagrados templos.

Luego dice con voz un poco más animada, “mis fuerzas especiales, han identificado una oscuridad en la ciudad de Crozen que responde al nombre de “Fu”, al parecer los humanos de ahí son un puñado de idiotas y se han vendido por un poco de poder”.

Lugo su voz cambia y esta vez se llena de esperanza, diciendo, “cuando termine esta espada seré yo quien les mate y vengue a mis soldados caídos”.

Solrack ve llegar a la niña de hace un momento, pero esta vez está ayudando a Ferz con los pesados metales que emplea en la fabricación de flechas y armaduras. Solrack se acerca al Drager y trata de verle a los ojos, pero se lleva una gran sorpresa al ver que el Drager ya no tiene ojos y tiene su enorme boca cocida con cadenas, grises y frías.

Las seis escamosas patas y la larga cola del Drager están atravesadas con clavos gigantes y cadenas, atadas a unos enormes grilletes, sus ocho manos encadenadas y atadas a su espalda, sus cuatro alas han sido cortadas, de sus seis cuernos apenas le queda uno, su alargado cuello está atado con cadenas al techo del ardiente horno. Solrack aún se sigue preguntando, “¿quién y cómo fue capaz de capturarle?”, de pronto hay un hombre frente al horno, muy gordo, lleno de hollín y muy gigante de cabello largo, cada cierto tiempo arroja sobre el cautivo demonio néctar de Braze.

El néctar de Braze es usado para enfurecer al Drager y esto hace que sus llamas sean más intensas, generando así más calor para moldear la difícil espada (Braze: es una planta carnívora que habita a las orillas del rio de agua celeste, sus gigantes flores rojas y blancas contienen en su interior varias gotas muy grandes de néctar que lleva a una mágica ilusión de felicidad, mientras sus afilados dientes muelen tu cuerpo dentro de su estómago lleno de dientes y ácidos, si por acaso vez alguna, mantente lejos).

Ferz sigue obsesionado con la creación de su espada y le pide a Arzaguier, su hija que les muestre el lugar, luego se refiere a Solrack y dice, “estoy un poco ocupado, ella es mi hija Arzaguier, les mostrara el lugar y los llevara donde están los generales de inteligencia a lo mejor ellos tienen información que podría serles útil en su misión”.

Ferz es consiente que los demonios han infectado a los sagrados templos, pero aun así les culpa de no hacer nada y de dejar a desprotegidos a todos los humanos.

Mientras se aleja caminando Arzaguier dice al equipo de sombras, “disculpen a mi padre, ha perdido a muchas personas, ayer perdió a su amiga Lalban, amigos de infancia y compañeros de batallas”.

“Escuche que Ferz era un poderoso mago, no un herrero”, dice zertogen a Arzaguier.

Arzaguier, “también lo es, Ferz y yo somos los últimos de la familia de los Ferz, pero mi padre está un poco obsesionado con los demonios y no le gusta luchar con cualquier espada, el prefiere hacer las suyas, aunque posee todas las armas de su descendencia”.

Temora, “¿y… donde están las demás armas Ferz?”.

Arzaguier, “las ha puesto a disposición de sus guerreros especiales, son muy buenas armas ya que para los demonios son letales, también están envenenadas con odio y sed de venganza y el legendario veneno Ferz. Ellas poseen vida y voluntad, en las épocas antiguas los Ferz solo utilizaban un arma y tenían una regla que se hacía acompañar de una técnica final (la técnica era usada si y solo si, era imposible derrotar al enemigo), ellos hacían un antiguo ritual de oscuridad sacándose el corazón y otorgándoselo a su arma así estarían juntos de por vida, si un Ferz caía en batalla antes de matar a su objetivo su arma desteñía sangre y despedía nubes de niebla venenosa para los demonios, sin embargo las armas no mueren, pero son muy difíciles de utilizar para los que no son Ferz. Si un humano toca el arma de un Ferz caído, si no muere es dotado de súper habilidades, pero siempre hay un precio que pagar, el guerrero pierde el habla y se transforma en un guardián con apariencia de sapo”.

Solrack ve el ataúd de antes, pero esta vez está abierto y vacío y pregunta a Arzaguier mientras le ve fijamente, “¿para qué es?”.

Ella sin ver a Solrack o al ataúd responde, “es un proyecto para la defensa de nuestra comunidad…le daremos vida a este lugar”.

“Esta niña sabe demasiado, parece una gran guerrera, ¿a cuántos seres demoniacos has matado?”, pregunta Drocorgar.

“a muchos”, responde Arzaguier, luego de una forma un poco presumida añade a la conversación, “peleo a distancia, utilizando flechas con punta de hierro Ferz, mientras mi hermano Shwalen va en primera fila destrozando a todos los demonios en su camino con su poderosa hacha llamada Lantarrat (legendaria hacha Ferz que tiene la capacidad de aprisionar demonios y cuenta una antigua leyenda que es capaz de rasgar las dimensiones oscuras)”.

Luego sus ánimos se marchitan y dice, “Shwalen, será el corazón de este lugar, por lo tanto no le deben mencionar nunca, el ya no existe según un protocolo Ferz, tampoco deben hablarle, pues él no les contestara”.

“¿es parte de su entrenamiento?”, pregunta Saldrugan.

“No, no lo es, el no habla con nadie, desde que murió nuestra madre”, Responde Arzaguier con voz suave.

Zertlan pregunta, “¿Cómo murió?” (por ser médico, su curiosidad no puede evitar).

“cuando el aún era pequeño observo sin poder hacer nada como un temido coleccionador dios de la muerte, le ataco por la espalda aplastándola de un solo golpe, el odia a los demonios tanto como mi padre y está dispuesto a todo con el único propósito de proteger este lugar y a sus habitantes”, responde Arzaguier con una voz muy firme, pero notablemente llena de tristeza y dolor.

Solrack quería decir “lo siento”, pero había recordado las palabras de su viejo amigo que alguna vez había mencionado en la lucha contra un demonio humanoide, donde un Ferz había perdido a sus seis hermanos, “jamás de los jamases le digas que lo sientes aun Ferz en la cultura de ellos es una ofensa ya que siempre ellos creen que las cosas ocurren porque son demasiado débiles como para cambiarlas…muchas veces las lágrimas de un Ferz no son de tristeza, si no de ira”.

Así que nadie dijo nada, por órdenes de Solrack y siguieron caminando en un silencio y observando como todos los habitantes se preparaban para una posible invasión por parte de los demonios.

Luego de caminar por los senderos del verde bosque llegan a un lugar, un poco elevado donde se puede ver a un enorme castillo de una especie de roca gris, altos muros reforzados con retorcidos pilares de hierro Ferz. El gigantesco castillo está rodeado por un lago de agua verde y la única forma de entrar es un puente fabricado por hierro Ferz, que se divide en dos partes, para así bloquear, el paso de alguien no deseado y armado con gigantescas ballestas, para derribar a cualquier amenaza aérea.

-Arzaguier, “esta es nuestra última defensa, si el verde bosque cae…aunque esperamos que eso no suceda jamás”.

Al volver a las cabañas del campamento, Alfred piensa en el canal de comunicaciones psíquicas de las sombras, “estén alerta, la magia de nuestras armaduras no funciona, las hemos estado moviendo físicamente”.

Al llegar a la improvisada casa del herrero, Ferz se ha rendido y ha dejado su espada de lado (la espada luce horriblemente retorcida y con un filo que más parece, la dentadura de una iguana de roca gris).

Por seguridad las espadas de los Ferz, tienen el mango hecho del mismo hierro y todas las armas de ellos poseen un nombre, la espada de Ferz lleva por nombre espada de lodo.

Al llegar las sombras frente a la casa de Ferz, Arzaguier les dice que esperen a que les invite a pasar, dentro de la casa esta Ferz hablando con Swalen, aunque Swalen no dice ni una tan sola palabra está escuchando muy atentamente hablar a su padre que le está dando indicaciones sobre el ataúd.

-Ferz con voz sutil y un poco temerosa, “está en posición, pero aún hay que hacer unas pequeñas pruebas para estar seguros que funcionara correctamente, entonces estarás solo, lo harás solo y nadie podrá ayudarte, pero recuerda que lo harás únicamente si y cuando toda luz de esperanza de victoria se haya apagado, debes estar listo para entonces, hasta entonces, debes permanecer en el cráneo de lodo, ahí el maestro Droferz te mostrara la tabla de los demonios”.

La tabla de los demonios contiene toda la información de los demonios, sus técnicas y debilidades, ilustraciones y de las formas que matan a los humanos, recopiladas por generaciones de los Ferz.

Al ver Ferz a Solrack y a sus sombras les invita a pasar para comer y hablar un poco, pero es interrumpido por el enfermizo y desagradable sonido de las trompetas de la destrucción (instrumento sonoro de aire de las filas demoniacas, utilizado para sembrar el pánico y la desesperación en los humanos).

Hay caos en los verdes bosques, gente corriendo por todos lados y filas de soldados haciendo formaciones, para esperar órdenes de Ferz y sus generales. Ferz sube a uno de los árboles más altos del extenso bosque para ver a los atacantes y ve ahí lo imposible, un gran ejército que parecía no tener fin y sobre el volaba la ciudad de Crozen, Swalen sube y ve al numeroso ejército Ferz ve a los ojos a Swalen y dice, “hazlo. Ahora”.

Swalen hace un gesto de afirmación con su cabeza, da media vuelta y se marcha, en la cara de ambos Ferz hay lágrimas, al saber que es la última vez que se ven, con su poderosa voz de guerra, Ferz ordena ir a todos hacia la fortaleza de los altos muros.

Solrack se da cuenta que su magia no funciona cuando intenta invocar un poderoso y destructor tornado.

Arzaguier junto a un grupo de sapos armados con hachas, acompaña a su hermano hacia los túneles, mientras Ferz y sus fuerzas especiales de sapos permanecen en los verdes bosques para cubrir la retirada del campamento. Solrack y sus sombras empuñan sus armas, dispuestos a luchar, pero en ese momento Ferz observa cuidadosamente a Drocorgar y luego se acerca, fijando toda su atención en el cofre que contiene en su interior a la dorada llave del Gardanzelkerb, al ver esto Ferz ve a Solrack y les ordena ir a la fortaleza.

La poderosa técnica de los Ferz es conocida como la técnica de la espada de doble filo ya que quien la ejecuta está destinado a vivir nada más por unos pocos minutos.

Como ejecutar la técnica de la espada de doble filo:

-1: necesitas ser de la honorable familia Ferz.

-2: ser un poderoso mago que domina todos los conjuros del libro La sangre Ferz.

-3: poseer un arma de hierro Ferz (de lo contrario no funciona).

-4: la intensidad de su Norzen no importa, solamente necesita una voluntad muy fuerte o de lo contrario se convertirán en seres demoniacos.

-5: una vez comenzado el ritual, es imposible detenerlo.

-6: dependiendo de la habilidad para dominar el Norzen, asi serán los minutos que vivirá, que van de 1 a 8 minutos.

-7: un Ferz no es inmortal, puede ser asesinado por su propia arma antes de alcanzar su límite.

-8: si un Ferz enloquece durante ejecuta la técnica se vuelve inmortal y vivirá asesinando a todo lo viviente.

Ferz cierra los ojos y suspira profundamente, rayos de Norzen, negros y plateados, que emanan de su cuerpo. Ferz alza su mano derecha hacia los cielos y entreabriendo sus labios dice, “mi vida será el precio a pagar, mi vida ya no me pertenece, no más ya la tiene entre sus manos mi enemigo, por eso renuncio a mi vida, no puede quitarme lo que ya no poseo. Renuncio a mi corazón. Oh poderosos dioses de la guerra, escuchad las plegarias, de vuestro hijo, es un Ferz quien os habla. Dame la voluntad y la fuerza para derrotar a mi enemigo”.

En la armadura de Ferz comienzan a aparecer pequeñas fisuras que van haciéndose cada vez más grandes, hasta el punto que la creciente musculatura de Ferz termina explotando en pedazos, la armadura de hierro Ferz.

Ferz baja rápidamente su mano y la clava en su pecho, al retirarla su corazón agonizante, esta entre sus dedos, luego tira fuerte mente y revienta las venas que aún le mantenían atado a él. El corazón de Ferz aún sigue latiendo entre su mano y despide lágrimas de sangre y rayos de Norzen demoniaco.

Los ojos de Ferz se ponen blancos y la espada de lodo cobra vida. Ferz le ofrece el corazon aun latiente, en su mano derecha, esta lo acepta tragándoselo, la espada de lodo ahora con vida y voluntad propia no cambia su forma, pero si crece un poco y de la parte del mango le brotan una especie de venas y raíces que se introducen en la mano del guerrero.

La gótica espada del valiente guerrero comienza a despedir oscuridad, sangre, lágrimas de plata y niebla venenosa. Ferz toma la forma de hombre de hierro, luego baja su espada y con fuerzas grita, “por el honor de la poderosa familia Ferz, hijos de los dioses de la guerra”. 20 misteriosos guerreros vestidos con una especie de vendas amarillentas que no les dejaba mostrar ni los ojos empuñaban sus espadas hacia Ferz, listos para matarle si enloquecía, pero al escuchar su espectral y gutural voz guardan sus espadas y se marchan a primeras filas.

Ferz vuelve a su casa de los verdes bosques, se mueve tan rápido que hasta los sapos lo único que consiguen ver es un veloz rayo negro, al llegar al horno mata a Drager haciendo que su espada le absorba.

El poderoso Norzen del Drager se manifiesta en la espada de lodo y la afilada hoja, comienza a lanzar llamas grises y azules.

Aunque el enemigo aún está demasiado lejos del verde bosque, Ferz ordena un ataque por parte del misterioso ejercito vendado.

Todos siguen las órdenes de Ferz y sus generales, sin dudar ni un momento en la batalla, todos son conscientes de que deben ganar tiempo para Swalen que está diseñando la defensa final.

Mientras el ejército de las vendas avanza entre los árboles, Ferz y miles de sapos suben a las copas de los árboles para vigilar al enemigo, estando de pie sobre los árboles, observando como un ejército destructor se está acercando rápidamente. Ferz concentra toda su energía en su espada junto a la de sus guerreros sapos para atacar a la ciudad de Crozen, una enorme bola de energía verde se crea en la hoja de la espada de lodo, rodeada por rayos negros y verdes que agitan los árboles y emiten un sonido de Norzen agresivo que anima a las fuerzas en tierra.

Ferz mantiene la poderosa esfera creada con Norzen natural y demoniaco en espera que la ciudad de Crozen esté al alcance, Ferz observa que sus fuerzas del ejército de vendas estan por chocar con las tropas Drochelgars y demoniacas en la tierra, así que, aunque la ciudad no está en posición decide lanzar el ataque, para evitar que los escombros aplasten a sus guerreros.

El poderoso ataque de Ferz y los sapos al impactar con la ciudad voladora de Crozen emite un poderoso sonido de destrucción y entre nubes de polvo, ráfagas de viento y rayos de Norzen le reducen a pedazos, el improvisado ataque ha sido exitoso y la ciudad de crozen es derribada sobre más de la mitad del numeroso ejército enemigo, enterrando vivos a gran parte del ejercito Drochelgar y creando un enorme cerro entre el enemigo y ellos.

Pero parte de las fuerzas demoniacas han conseguido entrar sin ser vistas y han comenzado la matanza por los heridos que están yendo hacia la fortaleza rodeada por las enormes murallas.

Una sombra vuela rozando el suelo y tras ella surgen del suelo Drochelgars armados y ríos de sangre.

Un niño de cinco años es perseguido por un Drochelgar que busca darle muerte, cuando el niño corre tropieza con una roca y teniendo al Drochelgar frente a él se cubre la cara con sus manos, el Drochelgar hace a un lado su espada de afilado hueso blanco y usa sus manos para cogerle por el cuello. Lo levanta y le ve a los ojos, el niño está paralizado por el miedo, el drochelgar abre su boca y muestra sus afilados dientes, dispuesto a comer, cuando esta por morderlo, es derribado por el pesado golpe de un martillo, que le golpea por la sien, la hermana del pequeño niño había vuelto en su busca.

Las tropas de sapos se dan cuenta de la presencia del enemigo y reaccionan de inmediato comenzando el contra ataque.

En las ruinas de la ciudad de Crozen, el ejército de las vendas se enfrenta al ejército Drochelgar y otros demonios de tipo almas de posesión y materialización, pero los coleccionistas de hueso, los verdugos Flautistas, los Dragers y otras clases de demonios no les prestan atención y se concentran en el ataque a los verdes bosques.

El ejército de los demonios voladores de pronto está volando más de prisa y finalmente termina chocando con el ejército de Ferz, sobre las copas de los enormes árboles. Un sonido ensordecedor se produce al chocar ambos ejércitos, espadas de hierro Ferz contra acero y huesos demoniaco.

Los coleccionadores de huesos no son rivales para el temido Ferz y mata a más de cien en unos pocos segundos, su velocidad incomparable y su espada letal para los demonios, le hace invencible frente a los invasores demoniacos.

Swalen ha entrado en el sistema de túneles, junto a su hermana Arzaguier y un grupo de sapos veteranos que le acompañan en su dura misión, los Drochelgars se han dado cuenta y han avisado a los demás demonios, para que les maten antes de que logren hacer algo.

Un grupo de 20 dragers se disponen a entrar a los túneles para ejecutar al hijo de Ferz, pero en la entrada se encuentran con uno de los guerreros de vendas, quien lo único que posee entre sus manos es una daga de hoja muy corta.

El guerrero de las vendas blancas que les impide el paso a los demonios de fuego toma un color amarillento y clava su daga en su pecho, comienza a despedir oscuridad y llamas amarillentas, permanece de pie frente a los demonios, de pronto un demonio materializado con la forma de una lombriz larga y delgada lo ataca por detrás capturándole y dejándole inmóvil y siendo blanco para los temidos Dragers.

Tres Dragers atacan al misterioso guerrero, mientras dos arrojan llamas azules a la red de túneles, las llamas infernales fluyen como agua a través de los túneles y luego 17 Dragers entran en busca del Swalen.

Las temperaturas son demasiado altas y ya nadie puede entrar, por todos lados salen llamas de fuego rojo y gigantescas nubes de humo negro que dificultan la vista en todo el verde bosque que se ha comenzado a reducir a cenizas y carbón gracias a los ataques de los demonios Dragers y los coleccionistas de huesos que parecen estar dispuestos a destruir todo el lugar.

Cuando los demonios golpean al guerrero de las vendas los golpes suenan como golpear a un hierro con huesos. El guerrero de las vendas abre sus brazos y destroza al gusano que le esta aprisionando, luego evade las gigantescas llamas de los Dragers y salta sobre uno de ellos parándose en la espalda del gigantesco demonio ardiente, cuando el Drager intenta reaccionar ya es demasiado tarde su cabeza ha sido separada de su cuerpo.

Los otros dos Dragers atacan al mismo tiempo y logran golpearle con una ardiente llama de fuego azul, cuando el humo se disipa por el viento de las alas de los Dragers, entre las cenizas, el guerrero se está poniendo de pie, muchas de sus vendas caen quemándose en forma de cenizas y un brazo se ha separado de su cuerpo tras recibir el infernal ataque.

La mitad de su cara queda desnuda y su ojo resplandece con un rojo de venganza y odio, uno de los Drager le enviste para masticarlo.

Pero antes de alcanzarle cae al suelo cortado en varios pedazos, aunque el extraño guerrero no se ha movido, el otro intenta huir, pero se da cuenta de la ausencia de sus alas, muy furioso el demonio de las llamas azules se hace rodear por rayos negros y llamas rojas y azules, sus alas crecen nuevamente y vuela hacia el guerrero que aún no se ha movido del mismo lugar. El guerrero se prepara para recibirle, pero antes de morderlo gira y le golpea con la cola, haciéndolo volar muy lejos a través del tronco de varios árboles y rocas, el Drager salta sobre él y le aprisiona con sus patas y cuando esta por comerlo se da cuenta que no puede moverse, con mucho esfuerzo gira la cabeza hacia tras y ve como su cuerpo se ha convertido en una funda de 100 espadones Ferz que le causan una muerte instantánea. El guerrero de las vendas se pone de pie y a su alrededor aparecen varias decenas de guerreros de vendas, empuñando sus espadones de hierro Ferz.

Solrack y sus sombras han llegado a la torre más alta en la muralla de la fortaleza, Solrack ve hacia la batalla y ve como el cielo arde por las llamas de miles de Dragers, coleccionadores de huesos, verdugos de la flauta y el suelo tiembla ante las pisadas de un escalofriante Tentacran (poderoso demonio muy antiguo, con una altura de 100 metros, su colosal fuerza y su poder para congelar e incinerar le convierte en el demonio más temido).

Evidentemente con la presencia de un demonio Tentacran toda esperanza está pérdida y la derrota esta próxima para los guerreros Ferz… pero a pesar de ello siguen luchando con la furia de un Dragón y el valor de un Gars.

Al ver esto Solrack piensa, “esto no sucedió, ni en la caída del imperio humano”, luego dice a Drocorgar, “creo que todo esto es una trampa de Dragargar en la que hemos caído”.

“eso es imposible…en estos retorcidos bosques es totalmente imposible hacer ilusiones, los árboles devoran esas energías y ellos hacen sus propias ilusiones, pero eso no es todo, los oscuros pantanos odian a Dragargar, sobre todas las cosas, porque fue aquí donde le crearon y los oscuros pantanos le consideraron una gran amenaza y diseñaron defensas ante el”, responde Drocorgar a Solrack.

Temora, “¿en serio…Fue aquí donde le crearon?, ¿y porque no le destruyeron?”.

Drocorgar, “no se puede... Dragargar alguna vez fue un honorable miembro de la familia Gars, pero hoy es eso y fue un error de los templos dejarle escapar”.

Solrack responde a las palabras de Drocorgar con un tono un poco molesto, “en los sagrados templos somos muy pocos y ya no tenemos el control absoluto, tras las malas decisiones que por siglos tomaron los grandes sabios llevo a las familias a separarse y crear su propia defensa. Todo este tiempo apenas hemos sido un mal recuerdo que casi llevo a la destrucción de la humanidad y a pesar de eso seguimos protegiendo a la humanidad, el día que el imperio humano cayo, también cayeron los sagrados templos, ahí murieron casi todos los guerreros celestiales, pero lo peor es que nos matamos entre nosotros mismos”.

Drocorgar, “yo a pesar que soy de la familia Gars, crecí en estos pantanos tan llenos de soledad, donde si haces silencio puedes escuchar a las almas de este oscuro lugar, sus llantos, sus lamentos, sus risas, sus alegrías, cantos de victoria. Este es el lugar donde el hombre nos dejó sus emociones, de odio y su energía demoniaca, llevamos algo de demonios y matamos demonios, pero lo único importante es que somos defensores del pantano y de lo oculto aquí”.

“nuestra falta de unión nos está llevando a la derrota, una y otra vez”, dice Shadow.

De pronto la luz de antes resplandece frente a ellos, segándoles nuevamente y al abrir sus ojos, la luz les ha llevado al lugar donde la niña de los retorcidos bosques les había mostrado el ataúd dorado y ven frente a ellos a Shwalen herido recostado en el ataud y a todos los sapos y Dragers que yacen sin vida en el suelo aun ardiente, Zertlan intenta ayudarle, pero esta vez ya no pueden tocarles y parece que Swalen no es capaz de verles.

En los pasillos que van hacia la cámara del ataúd dorado hay guerreros sapos, hombres y soldados cubiertos por vendas, enfrentándose a Drochelgars y coleccionadores de huesos, la sangre de Shwalen ha cubierto casi todo el piso de la cámara y frente a él permanece un demonio Bagerda esperando que se debilite aún más para matarle.

Shwalen deja de moverse y cierra los ojos, al ver esto el Baguerda crea entre sus manos una lanza de hielo y se acerca a Shwalen para darle muerte.

Cuando el Baguerda ataca, Shwalen crea una jaula con su sangre derramada sobre el piso y le aprisiona, el demonio de hielo se enfurece al darse cuenta que ha caído en una trampa del Ferz Shwalen e intenta liberarse desesperadamente, Shwalen le clava en la cabeza a su poderosa hacha, pero por sus heridas ya está muy débil y no es capaz de sacársela… abandonándole junto al cuerpo del demoniaco ser, la delgada celda se rompe y deja caer el cuerpo del Baguerda, Shwalen se arrastra hasta el ataúd y haciendo un gran esfuerzo entra en él. Shwalen entra en el ataúd, se escucha un aterrador sonido, como el silbido de una serpiente que se prepara para la pelea.

Ferz ordena a todas sus fuerzas retroceder hasta el cráneo de lodo y permanecer ahí, Ferz está cubriendo la retirada de todas sus fuerzas.

El herido Bagerda por el hacha de Shwalen se pone de pie, congela sus manos y retira el hacha de su grueso cráneo, luego crea una espada de hielo y se asoma al ataúd para matar a Shwalen, cuando alza su espada, tras él entre las cenizas y el carbón surge un Drager que está siendo controlado por Arzaguier.

El Baguerda rápidamente da la cara, al agonizante Drager y lanza una lluvia de agujas de hielo sobre él, pero el cuerpo de Draguer está cubierto por un aura blanca que le protege y le permite sostener a la poderosa Lantarrat.

El Drager ataca con la poderosa hacha al demonio de hielo y este solamente crea dos espadas y las coloca en forma de "x", para protegerse, al chocar el hacha de Shwalen contra la defensa del Baguerda esta cede facilmente y divide en dos partes el cuerpo del Baguerda, pero el cuerpo sin vida del demonio de hielo cae hacia atrás dentro del ataúd del Ferz.

El ataúd fue fabricado para no dejar salir nada y Arzaguier no puede sacar el cuerpo sin vida del Baguerda, Swalen quien flota en una infinita oscuridad usa su voluntad para cerrar la pesada tapa y ordena a Arzaguier sacar esa bola de fuego rápidamente y le pide cuidar de su amada hacha, Arzaguier usa el Draguer para luchar contra el poderoso Tentacran, pero su piel es muy dura y el hacha de Swalen apenas logra rasguñarle, además el Draguer está muy mal herido y es bastante lento en el peligroso combate entre demonios.

Ferz ordena la retirada hasta la lejana fortaleza, de pronto un fuerte temblor, sacude violentamente a todo el lugar, arboles cayendo y sobre el suelo se abren grandes grietas que sumen en una profunda oscuridad a todo el que cae dentro de ellas. Los agiles sapos se muevan saltando y salvan a los heridos de morir aplastados, un enorme ejército de sapos, miembros de la familia Ferz están llevando a los heridos y a la gente sin habilidades, hasta la fortaleza de los altos muros.

De entre las fisuras oscuras comienza a brotar enormes corrientes de agua oscura color lodo, un viento frio extrémese al verde bosque, renunciando a su hermosura, los árboles y las plantas cobran vida, las plantas de palmas verdes, engordan convirtiéndose en una enorme bola de raíces de las cuales brotan ocho brazos, cuatro pies y su cuerpo se hace cubrir por afiladas espinas, en la parte superior de sus cuerpos se abre una gigantesca boca con enormes dientes muy afilados, cabello largo, barba de raíces, enormes alas con cientos espinas y bolsas de polvo venenoso que pueden arrojar como nubes a grandes distancias.

Los gigantes árboles dejan caer cada una de sus hojas, crecen aún mucho más y les brotan raíces desde lo alto, las cuales se van retorciendo y se clavan en el inundado suelo, las ramas de los árboles se vuelven flexibles, se retuercen y les brotan raíces pequeñas que les hacen parecer extraños brazos con muchos dedos, las plantas trepadoras, transforman sus hojas en afiladas púas y se sumergen en el fangoso suelo.

El Drager de Arzaguier es capturado por una de las manos del poderoso Tentacran y aplastado en el mismo instante. El hacha Lantarrat de Shwalen cae desde lo alto y se pierde en el suelo que se retuerce entre lodo, raíces y agua que arrastran en su turbulencia huesos de los demonios caídos, los cuerpos de los sapos caídos y los cuerpos Drochelgars vivos y los muertos.

Una vez destruido el cuerpo del Drager el alma de Arzaguier vuelve a su cuerpo y desde los altos muros de la muralla fija su vista en el poderoso Tentacran.

Arzaguier posee al cuerpo del Tentacran y le obliga a caminar sobre un pantano naciente, donde comienza a hundirse muy lentamente, el pantano comienza a hacer su trabajo y parece estar siendo halado desde abajo. Los Tentacran poseen una muy fuerte voluntad por lo que Arzaguier comienza a tener problemas para controlar al poderoso demonio.

El demonio Tentacran se enfurece y comienza a congelar la superficie fangosa para no hundirse. Un gigantesco retorcido árbol de 50 metros de alto comienza a golpear con sus mil puños al Tentacran, los violentos golpes dados por el retorcido árbol se escuchan a grandes distancias.

El Tentacran no es capaz de responder ante los golpes de los retorcidos árboles y ha concentrado todas sus fuerzas para liberarse del hechizo de Arzaguier, pero cuando el pantano alcanza su estómago, Arzaguier muere a causa de una lanza de hueso de un demonio coleccionista de huesos que le atraviesa el pecho, el cuerpo sin vida de Arzaguier cae de la gigantesca muralla, al ver esto la armada de las murallas, el ejército de las amarillentas vendas se enfurece y arremete contra el ejército demoniaco que está por llegar hasta la fortaleza.

Una vez Arzaguier ha muerto, el poderoso demonio Tentacran queda libre del hechizo de posesión y comienza a luchar para liberarse del mortal pantano, su poderoso Norzen estalla entre rayos negros, llamas y oscuridad que hace volar toneladas de lodo y a los retorcidos árboles a cientos de metros distancia, el colosal Tentacran queda dentro de un enorme agujero y comienza a escalar las paredes que ha congelado con su frio aliento.

Diez retorcidos árboles de 20 metros de altura cada uno saltan dentro del agujero para eliminar al Tentacran, pero son atacados por los colosales puños del demonio Tentacran y sus cuerpos se astillan y son lanzados muy lejos al ser golpeados. Los árboles son reducidos a un puñado de astillas, pero al caer sobre el lodo estos echan raíces, regeneran sus cuerpos y se ponen de pie para seguir con la lucha.

Los retorcidos árboles continúan con un desesperado ataque hacia todos los seres que no sean habitantes del lugar.

Decenas de retorcidos arboles de 20 a 40 metros de altura saltan sobre el Tentacran, algunos retorcidos árboles se aferran al gigantesco demonio y comienzan a rodearlo con cientos de raíces, mientras otros le golpean y arrojan veneno.

El Tentacran había congelado el suelo antes de este último ataque de los retorcidos árboles, por esa razón el suelo estaba muy firme y le permite dar un gigantesco salto con el cual consigue escapar, llevando adheridos a su cuerpo a muchos retorcidos árboles.

El Tentacran salta tan fuerte que parece estar volando, pero a causa del veneno de los árboles retorcidos se encuentra un poco aturdido y salta al lado del ejército demoniaco, cayendo de cara sobre las filas Drochelgars y demonios de materialización a los cuales aplasta.

Los retorcidos arboles han conseguido introducir sus raíces bajo la gruesa piel del demonio y han vertido en su interior un poderoso veneno que… aunque no le ha matado lo ha encaminado a la locura y ha explotado en una ira incontrolable.

El desesperado Tentacran ataca a todo lo que se mueva ya sea su enemigo o su aliado, con sus poderosos golpes elimina a sapos y demonios y se olvida de los retorcidos árboles que adornan su piel.

Ferz que ha luchado con toda su fuerza ya ha comenzado a sentir como todas sus energías se agotan, su aliento le está traicionando, de rodillas y con su cabeza abajo, sobre un gigantesco cerro de huesos, carne podrida, cenizas y armaduras destrozadas de enemigos y aliados, el guerrero descorazonado llora la muerte de su amada hija Arzaguier y el cruel destino de Shwalen.

La imponente espada de Ferz ha comenzado a llorar sangre y a sudar niebla venenosa, su ira se expresa en su poderoso filo que nada más con un golpe hace destrozar armaduras, huesos y escudos, causando la muerte a varios demonios y Drochelgars. Ferz sabe que su fin está cerca y duda resistir hasta que la batalla termine, su delirio dentro de la locura o hacia ella, ha comenzado y se pregunta “cómo y porque morirá” y luego grita en voz alta, “si ya no poseo corazón”. Eso le causa alguna clase de gracia.

Deja salir, desde su evidente locura una fuerte y escalofriante carcajada. Luego por un instante recupera su cordura y sonríe a la vida y de una vez a la muerte.

Las corrientes turbulentas de lodo se han vuelto demasiado intensas tanto que han obligado a los sapos y a los demás guerreros a abandonar el campo de batalla y refugiarse sobre la muralla y los que no han sido capaces de llegar permanecen sobre las rocas gigantes grises.

Kal (un general Ferz, hermano de Ferz), ha ordenado retroceder y dejar la batalla en manos de los retorcidos árboles ya que le ha quedado claro que el pantano esta neutro y no obedece a nadie, llega a esta conclusión justo después de ver como varios sapos se perdían entre las olas de lodo que arrasan la superficie que se está convirtiendo en un pantano de muerte.

Algunos guerreros se reúsan a abandonar la lucha y desde la muralla y las rocas arrojan flechas con punta de hierro Ferz sobre el demoniaco ejército que congela la superficie del pantano para hacer su avance, aunque los árboles vivientes y las corrientes de lodo les rompen hay un grupo demoniaco que se está encargando nada mas de mantener el hielo. El pantano ruge como una serpiente enfurecida al darse cuenta que no puede hacer nada con los demonios alados, pero en su superficie está haciendo su trabajo acabando con las tropas enemigas y enterrándoles vivas en lo más oscuro de sus profundidades.

Antes que la lucha finalice la luz les envuelve nuevamente y les lleva a los sistemas de túneles de antes y entonces la niña de vestido blanco les habla sin mirarles, estando a la par del ataúd dorado.

“mi hermano fue condenado a permanecer aprisionado… aquí por toda la eternidad, después que morí desperté aquí y decidí quedarme junto a él. Le hablo y me responde con su silencio, le canto y me responde con la calma, me marcho y me responde con una pesadilla que estremece a los oscuros pantanos… está sufriendo, jamás le dejare, es una regla de la honorable familia Ferz, es una de las reglas más antiguas pero la más importante para la familia que dice, “sigue siempre a tu corazón, sin importar cuán lejos este o que tan difícil sea de sostener”.

Luego con su inocente voz, continúa diciendo, “al cerrarse el ataúd se enterró vivo y aún sigue vivo, pero sumido dentro de un dulce sueño y una amarga pesadilla ya que adentro del sagrado ataúd Ferz es más lento el tiempo. Justo antes de convertirse en el corazón de este retorcido lugar adsorbió a un demonio Baguerda y obtuvo la rabia y las habilidades de este ser demoniaco, los últimos días hemos estado practicando el dominio de la furia y el control de los poderes Baguerdas con el fin de usarlos en combate. He visto en ustedes la posibilidad de que mi hermano se libere de esta cruel maldición, si los demonios son combatidos y derrotados. Ahora deben seguir su camino y dense prisa… porque la batalla ya ha comenzado”.

La niña junta sus palmas y crea una mariposa de cristal que resplandece con una luz blanca, la cual les guía por un largo rato a través del laberinto de túneles, hasta un túnel sin salida, bloqueado por, lodo, brumas y huesos. La mariposa de Arzaguier se desvanece justo en ese lugar, por un momento la incertidumbre ronda las cabezas de las sombras, al no saber si deben salir o abrirse camino entre los apilados escombros.

Drocorgar escucha al profundo silencio del pantano y en él, la voz de Arzaguier diciendo, “hasta aquí puedo llevarlos”, luego Solrack observa a la mariposa y esta les indica que deben hacer un agujero hacia arriba para salir. Drocorgar se para firme y golpea con su afilada lanza al techo.

Pero no se aparta después de golpear y queda soterrado, entre un puñado de huesos y fango.

Zertogen aparta los escombros en busca de Drocorgar, de pronto se encuentra con una mano que salta sus dedos y se mueve entre el fango y la hala. Pero no es Drocorgar, solamente es un brazo sin dueño. Zertogen sigue escavando y por fin encuentra a Drocorgar y lo saca tirando de sus mojadas alas blancas.

Apenas saca a Drocorgar el túnel comienza a temblar, como si se fuese a venir abajo. Alfred dice a Zertogen, con un poco de sarcasmo, “enfadaste a los pantanos, vamos entiérrale de nuevo”.

Solrack ordena salir de inmediato. Apenas terminan de salir y el túnel se derrumba y justo en ese lugar surgen hiervas hechas de cadenas de hierro maldito listas para cortar pies y corazones.

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