—¡Esto es demasiado!— exclamó Julia indignada. —¡Eres despreciable! Terminamos, no necesitas decirme estas cosas inútiles. En resumen, descubrí que Christian y Lucía están aquí en la mansión de la familia Vargas. Si tienes sentido común, entrégalos de inmediato. ¡De lo contrario, no te quejes de que no sea amable contigo!— Víctor sonrió fríamente.

—Tú... ¡Maldito!— Julia estaba tan enfadada que su rostro se puso verde. Las mujeres son criaturas emocionales, y después de romper con Víctor esta mañana, se había sentido mal todo el día. ¡Pero ahora estaba completamente decepcionada de Víctor!

—Víctor, eres realmente despreciable. Anoche, debido a las súplicas repetidas de Julia, te di una oportunidad, ¡pero nunca pensé que cambiarías tan rápido! Decir que eres un despreciable y un fracasado es insultar a los despreciables y a los fracasados—se escuchó una risa fría mientras Christian y Lucía salían.

—¡Chico, ustedes dos están aquí después de todo!— dijo Víctor con energía. —Anoche fue un