Capítulo237
Amanda sostenía el paraguas mientras se acercaba.

—No pasa nada, conduciré despacio.

—Espera a que pare la lluvia. ¿Y si pasa algo?

Cuanto más insistía Jorge T, más intranquila se sentía Amanda. Si algo le sucedía, se sentiría culpable toda la vida.

Jorge finalmente salió del coche “a regañadientes”. Miró la lluvia torrencial y sintió una inexplicable gratitud.

—La ropa está empapada, ve a darte una ducha y ponte algo seco. Preparad un poco de té de jengibre para calentarnos luego.

—Tú también deberías darte una ducha.

—Claro.

Amanda regresó a la casa, preocupada por Pablo.

Ya había pasado cuarenta minutos desde que se fue; en teoría ya debería haber llegado a casa, pero temía que algo le hubiese retenido.

Llamó a Pablo varias veces, pero nadie contestaba. Después de ducharse, volvió a intentar, y finalmente Pablo contestó.

—¿Has llegado a casa, Pablo?

—Sí, ya estoy en casa.

La voz de Pablo era apagada, algo en su tono no estaba bien. ¿Qué había sucedido?

—Me alegra. Mañana te llevaré
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo