Capítulo236
Pablo se quedó congelado, con los puños apretados. Sabía que había violado los principios morales, que era despreciable y sin escrúpulos. Pero…

Se giró y miró fijamente a Jorge:

—No debería haber hecho esto, pero me has decepcionado demasiado. Ya que no puedes protegerla ni darle todo lo que quiere, ¿por qué no soltarla y dejar que alguien más adecuado aparezca?

—¿Alguien más adecuado? ¿Tú?

—¿Es que no lo soy? No es que seas imprescindible para ella, ¿por qué...?

—¿Y tú cómo sabes que no lo soy? Te lo diré claramente, llevo mucho tiempo planeando esto, no es algo de un día para otro.

Jorge interrumpió fríamente las palabras de Pablo, avanzando a grandes zancadas con una presión intimidante emanando de él. Parecía un demonio surgido del infierno, y Pablo se sorprendió al notar el sudor en su espalda. Sin embargo, a pesar de ello, no retrocedió ni un paso. Retroceder sería admitir la derrota.

—Lo admito, por un momento de descuido la lastimé, pero eso no volverá a suceder. Y no pienses e
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo