Capítulo132
— Voy a ver pues qué pasa.

Jorge, con el rostro serio, se dirigió al despacho. ¡Aunque su abuelo le pidiera encarecidamente que se divorciara, no le seguiría la corriente! Pero cuando estaba a punto de entrar, la puerta de la oficina se abrió, y Amanda se puso instantáneamente nerviosa, mirando a Hermelinda con preocupación.

— ¡Voy a callarle la jeta a esas viejas chismosas! A ver quién se atreve a hablar pendejadas de ahora en adelante. ¡Me tienen harta, hablando a espaldas de los demás! ¿Acaso ellas no tienen tampoco hijas, nueras o nietas?

— ¡Es que nuestra Ami es la verdadera víctima! ¡Y aun así se atreven a sacar sus heridas a la luz! ¡A la mierda ese montón de viejas sin corazón!

Amanda solo escuchaba un eco en su mente: “Nuestra Ami”.

¿¿El abuelo no la despreciaba, sino que la defendía? Sintió un nudo en la garganta, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero se contuvo para no llorar.

Al verla al borde del llanto, Hermelinda se preocupó aún más.

— Mi niña, no llores. La abuela te h
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