Andrea
«¿Qué está pasando?» La chica no entiende nada, pero aún así, no hace más preguntas y acompaña a su amiga a su casa. Apenas llega y la madre de Nel sale a recibirlas. No puede evitar extrañarse de que la hija sea una belleza tan imponente, mientras que los padres sean unas personas tan comunes, rondando los cincuenta años. Es completamente incomprensible.
Guarda silencio mientras que la señora luce preocupada.
—¡Por Dios Nel! ¿Por qué vienes tan tarde? Estábamos muy preocupados.
La chica se acerca mimosa hacia su progenitora tratando de calmarla. Es evidente que la mujer adora a su hija.
—¡Perdón mamita, pero estuvimos viendo películas y de pronto nos quedamos un rato dormida después de comer muchas chucherías! Apenas nos despertamos y salimos corriendo hacia acá.
Andrea se queda sorprendida de la sangre fría de su amiga al mentir, pero no dice nada. La señora las invita a pasar a la casa, pero ella se despide rápidamente.
—No puedo quedarme, ya es muy tarde, muchas gracias. Nel, ¿nos vemos mañana? —Su amiga solo asiente y le dice a su madre que va a despedirla en la puerta. Sale de prisa y camina apurada de regreso, pues tampoco avisó que saldría.
Mientras avanza por la calle, no puede dejar de pensar en lo extraña que es toda esta nueva situación.
«Necesito que me explique qué está pasando y que me está ocultando. No la dejaré que pase mucho para que me cuente todo.»
La ansiedad por saber no la deja dormir, así que se levanta en automático y el nudo en el estómago no la deja pasar bocado en el desayuno, por lo que, ante la mirada incrédula de su madre, levanta su plato.
—¿No vas a comer más? —La chica niega, haciendo círculos sobre su estómago. —Normalmente sueles almorzar el doble de lo que te serviste.
—No, ma, hoy no tengo hambre, creo que ya viene “ya sabes quien” y no me siento bien.
—Usa la típica excusa que todas las mujeres dicen pero nadie cree.
—Bueno, no olvides llevar tu protección y una manzana, te aseguro que te dará hambre a media mañana. —La chica solo asiente y sale del comedor.
Su padre y ella salen para recoger a su amiga como todos los días y cuando suena el claxon, la rubia sale con su típica sonrisa, sin embargo, hay cierta incomodidad en el ambiente. Como cosa extraña, el padre de Andrea también ha permanecido callado, así que Nel y ella aprovechan para permanecer en silencio, cada una ocupada en sus pensamientos.
Al terminar el viaje y llegar al colegio, ambas se despiden y bajan para ir directo al área de lockers.
—Andie, creo que necesitamos hablar. Es algo serio, así que hablaremos a la hora del descanso en las gradas del campo de fútbol. —Andrea solo la escucha pero no le responde. Después de unos instantes, asiente con su cabeza y va directo al salón. Las siguientes horas no pone atención en las clases, por lo que en cuanto suena el timbre, toma sus cosas y sale corriendo.
La rubia era fácilmente identificable entre el gran grupo de personas que está saliendo, así que va a su encuentro. En cuanto la chica la ve, levanta su mano en señal de que la siga, así que se apresura para alcanzarla, ya que está caminando demasiado rápido.
Sin hablar, ambas llegan a su sitio de reunión y toman asiento un poco alejadas. Nel se acomoda en el nivel superior y Andrea un nivel abajo. Las dos dirigen su mirada hacia el campo donde ya está llegando el equipo de fútbol de la escuela. Nel aclara su garganta y comienza a hablar en un monólogo.
—Quiero contarte algo, como te dije, es un asunto muy serio y necesito tu discreción. Por favor, no le cuentes ni a tu mamá o a tu papá. Se trata del profesor Jones y de mí. La verdad es que ayer, quien me esperaba era él. Hace casi dos meses que me había estado invitando a tomar un helado y fue ayer que decidí aceptar. —Nel comienza a llorar antes de contarle a su amiga lo que menos hubiera esperado. —Quiero confesarte que siento que me he enamorado de él, por lo que quise conocerlo más. Después de ir a los helados, salimos y me llevó a un lugar tranquilo y discreto para platicar. —Levanta su mirada que se encuentra con la de su amiga, pero quien presiente que no es tan simple como lo dice.
Se frota los ojos para identificar que esto que pasa no es un sueño, ya que lo que le está contando no la deja articular ninguna palabra, mientras Nel guarda silencio, esperando que ella diga algo.
—¡Por favor amiga, dime algo, lo que sea! Dame tu opinión. —Nel se impacienta al ver que la pelinegra sigue en silencio y busca saber que está pensando. Al fin, voltea a mirarla fijamente antes de responderle.
—¿Estás segura de lo que estás haciendo? —La rubia asiente con vehemencia y al fin Andrea se da cuenta de que frente a ella, su amiga ha hecho muchas cosas que ignora.
—Sí, estoy segura. Desde el año pasado yo sentía mucha atracción hacia él, pero fue hasta que comenzamos este curso que descubrí que yo también le intereso. Por obvias razones, él no se había animado a decirme algo, ya que es mi profesor y me lleva mucha diferencia de edad. Y por favor, discúlpame por mentirte en lo del beso, pero puedo asegurarte que yo estuve completamente de acuerdo. Él nunca me ha forzado a algo que yo no quiera.
Andrea se queda muda, sin saber qué responder. Comienza a jugar con sus pies para no tener que hablar.
—¿Me estás juzgando, verdad? Por favor no lo hagas. Soy solo una chica que quiere ser correspondida por el hombre que le gusta. Por favor, ayúdame a mantener esto en secreto. Eres mi única amiga. Te necesito Andie. –le toma la mano, como señal de que cuenta con ella.
Claramente le está pidiendo que sea su coartada para salir libremente con el maestro. En este momento no puede tomar una decisión, pero la insistente mirada de Nel le dice que espera que esté de acuerdo en lo que planea.
—Nelsy, ¿estás consciente de que ese hombre te dobla la edad y posiblemente sea casado? –no responde nada, solo comienza a llorar suavemente. Se burla en su interior, pues la conoce muy bien y sabe que no soporte que llore. Así que aprieta su mano.
—De acuerdo, acepto. A fin de cuentas lo único que me importa es que seas feliz. ¿Pasó algo más entre ustedes? Porque no creo que el profe quiera ir solo a jugar a “las muñequitas” contigo. –Nel se sonroja y sabe que ha acertado.
—Solo estuvimos besándonos, eso fue todo. –Su respuesta no le convence. Algo le dice que no es totalmente cierto, pero ya no quiere presionarla.
No hablan nada más y regresan a clases y precisamente, toca la materia de matemáticas. Andrea aprovecha para observar la interacción del maestro con Nel. Al ingresar al salón, él ya se encuentra ahí y obviamente su mirada es intensa en cuanto mira a su amiga. Durante toda la clase no dejaba de voltear a verla. Pero ahora se da cuenta de que no se trata de una mirada inocente. Puede ver en ella perversión y un mal deseo.
Al terminar la clase, es demasiado cínico y le pide que se quede un momento. La chica no puede creer que nadie de los compañeros sienta curiosidad alguna. O tal vez porque ella sabe toda la verdad y ahora puede ver las cosas con otros ojos.
Toma sus cosas y decide apurarse a salir, por lo que tiene que esperar por su amiga cerca del salón. La rubia tarda aproximadamente veinte minutos en salir y como el día anterior, trae el brillo labial nuevamente corrido. La acompaña al baño para que se arregle el maquillaje y de ahí se dirigen a la cafetería.
—Te veo muy contenta. —Se anima a preguntarle y la chica solo sonríe mientra sorbe por la pajilla de su bebida.
—Pues si…en cuanto todos salieron, Víctor se abalanzó sobre mí y casi me devoraba con su beso. —Lo que le dice, le provoca incomodidad y repugnancia a Andrea.
—Por favor, no seas tan específica —Su amiga suelta una carcajada, mientras hace un lindo mohín con sus labios.
—No seas tan mojigata, Andie, ya no eres una niña. Muchas otras chicas a tu edad ya han tenido sexo. —Es verdad lo que dice, pero ella, a sus catorce años, ni siquiera ha tenido novio, y mucho menos ha dado su primer beso.
—Esta tarde voy a salir de nuevo con él, por favor, por favor, si preguntan por mi, ¿puedes decir que estoy contigo? No llegaré tarde, lo prometo.
—¿Esa es la excusa que diste a tus padres? —La rubia solo asiente y su amiga suspira resignada. Al parecer ya dio esa excusa sin antes consultarlo.
No acepta ni niega, pero a la hora de salida, se separan en la puerta y Nel comienza a caminar de prisa hacia un automóvil estacionado en la esquina del colegio. Afortunadamente, los padres no llaman para corroborar, así no tiene que mentirles.
*****
En la madrugada, mientras estaba dormida, Andrea recibió un mensaje que hizo que despertara, y que le pareció muy extraño. Nel, sin pudor alguno, le contaba en él lo bien que lo pasó con Víctor Jones. Que se animó a llevarla a un motel en la carretera a la salida del pueblo, y que estuvieron teniendo relaciones toda la tarde.
Se frota los ojos pues no puede creer lo que está leyendo, pensando que puede ser que esté soñando, pero no, el mensaje está ahí y eso realmente pasó.
AndreaComo ya no pudo conciliar el sueño, decidió levantarse. Pensó que tal vez un vaso de leche podría ayudarla así que bajó a la cocina. Mientras estaba sentada en la barra desayunadora tomando su bebida, volvió a leer el mensaje, pero decidió no contestarle nada. Soltó un suspiro, pues conociendo a Nel, mañana recibiría todo tipo de detalles sobre lo que pasó. Aún no se acostumbraba al modo desenfadado de su amiga.Decidió obligarse a dormir o de lo contrario, al día siguiente se levantaría tarde y sin ganas de ir a la escuela. Pero tal como predijo, cuando la alarma sonó, decidió apagarla y para cuando su madre fue a llamarla, ya estaba justa de tiempo.—¿Te sientes mal? —Su madre la mira preocupada, pero la joven niega.—No, solo que anoche no pude dormir, pero no me siento mal, en serio.Su madre no queda muy convencida, pero la chica no le da oportunidad de que la lleve al médico, por lo que se alista para la escuela y se fuerza a tomar todo el desayuno.Durante el trayecto, p
Andrea —¿Quieres hacer algo esta noche? —Andrea voltea a mirar a su amiga, quien la mira con algo de apatía. —¿Esta noche? Pensé que tenías una cita con el doctor. —Su amiga hace una mueca y niega. —No, el estúpido me canceló porque va a un evento con su “esposa”, así que no tengo planes y pensé que podríamos hacer algo juntas, como antes. Andrea se queda pensando que no sabe a partir de cuando ese “antes” se convirtió en un “nunca”. —Bueno, aún tengo que estudiar para un examen, así que tengo que ir a la biblioteca por unos libros. Si me desocupo temprano, te busco para confirmarte. Su amiga luce el fastidio en su cara. Cuando las cosas no salen como quiere, suele mostrar molestia y algunas veces, quien tiene que escuchar sus quejas es ella. Pero ahora se ha acostumbrado y ha aprendido a decirle “no”. —Bueno, estaré al pendiente y si cambio de planes te aviso. —Le da un beso en la mejilla y se aleja con su acostumbrado meneo de caderas. Andrea la mira
AndreaMientras estaba en la cama pensando en lo rápido que pasaba el tiempo, la chica deseaba poder detener su paso, ya que sentía que cuando terminaran las clases, llegaría el tiempo de separarse de Eddy y cada uno seguiría su camino sin la presencia del otro. Cada vez que ese pensamiento llegaba, también lo hacía la tristeza.Suelta un suspiro y mira la hora. Aún falta algo de tiempo para que se levante, pero decide hacerlo de una vez. Es una de esos días en que la atacaba la melancolía.Durante el tiempo que han compartido, se ha dado cuenta que cada día crecía más el amor que sentía por él y le dolía mucho la idea de una separación. Tampoco sentía avance en su relación, ya que a pesar de que no se lo decía con palabras, por medio de sus acciones le demostraba cuán importante había llegado a ser ella en su vida, sin embargo, eso no le bastaba.No podía negar que era tierno, dulce y detallista. Le regalaba flores que robaba a los vecinos por las calles que pasaba antes de llegar a
Andrea—¿Qué te pasa? Luces pálida. —Nel invitó a Andrea a desayunar en la cafetería, pero no se ve bien. —¿Quieres que vayamos al doctor?La chica abre su botella de agua y toma un sorbo.—Estoy bien, creo que algo me cayó mal anoche. Pero termina de contarme. ¿Es bueno en la cama?Andrea se está arrepintiendo de haberle contado de su encuentro con Eddy, pero la chica es lista y sabe que algo importante le había pasado.—Si, mucho. Bueno…no tengo un punto de referencia, pero para mí fue maravilloso. —Entorna los ojos, recordando la maravillosa velada al lado del chico que ama.—Pues mira, quien iba a pensar que supiera que hacer esas cosas, jajaja. —Andrea se siente un poco ofendida por el comentario de su amiga.—El hecho de que ambos fuéramos vírgenes, no significa que estuviera mal. Por el contrario, es algo que valoro.—¿Y quien te asegura que te dijo la verdad? Tal vez solo te engañó. Los hombres suelen mentir siempre que quieren sex0. Yo no creo en ellos y ese folla-amigo tuyo,
AndreaPero dicen que la vida es lo que sucede mientras uno está entretenido haciendo planes.Andrea aún no entiende cómo fue que pasó todo lo que destruyó sus sueños y su corazón. Los recuerdos van difuminándose con el paso del tiempo, pero algunos detalles se quedaron ahí, grabados en su memoria como un dolor punzante que siempre dolerá.Después de la graduación del colegio, los padres de Andie decidieron que debían de pasar tiempo juntos como familia antes de que ella ingresara formalmente a la universidad y comenzara a convertirse en una “mujer adulta” legalmente. Aunque ellos le aclararon que siempre sería su “nenita”. Organizaron un viaje para recorrer lugares turísticos del país, el cual les llevaría la mayor parte de las vacaciones.Obviamente y por claras razones, Andrea no deseaba ir, ya que eso significaba separarse de su amor, pero como ya era un hecho el viaje, tomó la decisión de contarle a Eddy del viaje lo antes posible. Sintió una opresión en el pecho, al pensar en su
NelsyMayo 2019Nelsy se encuentra observando hacia la calle desde el piso más alto del edificio donde se encuentra su oficina. Mientras observa por la ventana las luces de la gran ciudad donde vive, pareciera que todo estuviera bajo sus pies. Sonríe, pues se siente orgullosa de ella misma y de todo lo que ha logrado en esos años.A todos los que le preguntan si está emocionada de recibir el premio que le entregarán esa noche, les contesta con humildad que sí, pero que no es necesario ese reconocimiento, cuando la verdad dentro de ella, siente que sí lo merece. “La mujer del año”.Pero en realidad, todo lo que tiene que ver con la fundación que dirige, la hastía. Pero ser reconocida como la gran señora O´brien, la gran filántropa y mujer piadosa, le ha permitido lograr que toda la sociedad que al principio la rechazaba, ahora la mire hacia arriba y la venere como a una diosa, rindiéndole pleitesía a cualquier lugar que se presenta.Regresa a su silla y sube los pies. Se siente orgullo
NelsySu asistente la despierta suavemente cuando han llegado a su casa. Abre los ojos y por un momento se desorienta y no sabe dónde está, pero pronto vuelve a la realidad.—Llegamos señora. —Parece mentira como la intimidad que compartieron hace menos de una hora, se haya transformado en un frío trato.—Gracias Olsen. No es necesario que vengas por mí, iré con mi esposo en su limusina. Descansa.No espera a que el hombre le abra la puerta y sale de prisa. Al entrar en la casa, se da cuenta de que su esposo ya está ahí.—¡Querido! ¿Por qué no me avisaste que ya habías llegado? Habría dejado todo para estar aquí contigo. —El hombre sonríe ante las palabras de su hermosa esposa. Lo que no sabe es que para ella, seguir fingiendo que está muy enamorada de él, es cada vez más difícil. Su sola presencia le provoca náuseas.Tocar su cuerpo fofo y fingir que es un gran amante, lo considera su mejor actuación. El gran Octavio O’Brien, el famoso billonario que la rescató de la miseria y llenó
NelSin embargo, también cometió errores que aún sigue pagando. Poco después de su reciente matrimonio, su esposo emprendió la misión de “esculpirla” para ser la perfecta dama de sociedad, como la ideal señora O´Brien. Contrató para ella, clases de etiqueta y un selecto equipo, quienes trabajaron arduamente para tejer la tela de una imagen acorde a los círculos en los que se movía, que eran los más altos en el escalafón de la sociedad.Sus exuberantes encantos naturales, antes orgullosamente expuestos y que fueron los causantes de haber conquistado este esposo de alto nivel, se vieron eclipsados por la discreción de la alta costura, transformándola en una figura de belleza enigmática, inalcanzable y etérea. Así, bajo ese halo de perfección, se sumergió en el mundo de los millonarios, donde cada gesto debe ser impecable y cada atuendo susurraba elegancia sin esfuerzo.Atrás quedaron los escotes pronunciados que solían exaltar sus voluptuosos senos y las faldas se extendieron más allá de