Sophia se encontraba terminando de ubicarse en una nueva habitación, luego del primer encuentro íntimo con Alessandro estar cerca de él iba a ser una completa tortura, así que preferido tomar un poco de distancia.En ese preciso instante su teléfono sonó, la única persona que tenía su contacto era él así que respondió de inmediato. —Hola —contestó Sophia.—Esta noche saldremos, así que debes estar preparada porque pasaré por ti —le dijo Alessandro y luego terminó la llamada. «Quizá en una próxima ocasión te llegues a tomar la molestia en preguntar si deseo acompañarte», pensó ella y luego se sentó en el borde de la cama. —Falta muy poco para que caiga la noche, será mejor que vaya al salón de belleza, lo mejor es que vaya muy bien arreglada, porque lo más posible es que Alessandro me lleve a una de sus aburridas reuniones, no tengo la paciencia suficiente como para soportar burlas sobre mi presencia —comentó Sophia mientras que sacaba dinero de un pequeño cajón.Salió de la habitac
Los fuertes deseos que sentía Sophia de ir hasta donde se encontraba su hermana acompañada de aquel desgraciado eran tantos que su cuerpo temblaba de coraje.—Les agradecemos por su presencia, espero que todos se encuentren bien y disfruten en está hermosa noche; no solamente estamos celebrando un año más la existencia de la empresa, es para recalcar lo fuerte que aún se encuentra, somos indestructibles y vamos por lo más alto.»Nos encontramos en el mejor momento de toda la historia, los negocios son sólidos y agradecemos a los clientes que ponen su confianza en nosotros —Sophia no logró soportar aquellas palabras absurdas que no tenían nada que ver con la realidad y decidió ir al baño.Noah al notar la presencia de Sophia de inmediato abandonó la tarima y fue detrás de ella como un proyectil; Sofía ingresó al baño y se ubicó frente al espejo, se retorcía del coraje ante el simple hecho de estar contemplando que su hermana fingía que la empresa estaba bien, fuera de ello que la había
Una vez que Sophia salió del baño, Alessandro giró su cuerpo y ajustó la puerta con doble llave; mientras que Alessandro se encontraba de espalda, Noah pensaba rápidamente en una manera de escapar.—Al parecer no te quedó claro que Sophia está conmigo —comentó Alessandro mientras llevaba las manos dentro de los bolsillos.—¿Pretendes golpearme?, ¿acaso vas a intentar acabar con mi vida? —preguntó Noah y él negó con su cabeza. —Una basura como tú no merece una muerte digna, así que te aseguro que cuando llegue tu fin será de una manera lenta y dolorosa, solo quiero advertirte que si intentas acercarte nuevamente a ella me las tendrás que pagar —Noah bufó ante las advertencias de Alessandro.—Olvídate de mí, déjame tranquilo, soy un reconocido e importante empresario y caerá sobre ti el peso de la ley si intentas causarme daño, pierdes tu tiempo al defender a una mujer como ella, es ridículo pensar que entre tú y ella en verdad hay una relación —comentó Noah en tono de burla —Así no l
Al llegar a casa Sophia bajó del auto y exhaló con fuerza, una vez que Alessandro bajó del auto, Daniele se acercó y dijo unas cuantas palabras cerca de su oído.Alessandro se acercó a Sophia sintiendo deseos de decir lo siento, pero debido a su forma de ser aquellas palabras nunca salieron de su boca. —Tengo que encargarme de un asunto importante, hablaremos mañana —Sophia apretó los labios y asintió.Dando pasos cortos Sophia ingresó a la casa, se sentía de lo peor, lo único que deseaba era retirar aquel vestido y esos incómodos zapatos para luego lanzarse sobre la cama y descansar tranquilamente.Una vez que Sofía se retiró aquellas prendas colocó sobre su cuerpo una bata, se sentó en el borde de la cama para luego comenzar a recordar lo sucedido, en aquel momento comprendió que su Salvador era Alessandro, se levantó de la cama y quiso ir a agradecerle personalmente. Dio unos cuantos pasos en círculos en el interior de la habitación, ya que no se sentía segura de hacerlo, unos cu
Alessandro encontró la puerta del estudio cerrada, nuevamente revisó el mensaje buscando respuestas a lo que estaba sucediendo, en ese momento él sospechó que algo no estaba bien.—Ve y cerciórate que Sophia se encuentra bien —ordenó Alessandro.Un par de minutos más tarde Daniele regresó y me negó con su cabeza.—La habitación donde ella se ubicó se encuentra vacía. —De inmediato regresaron a la habitación donde se encontraba su rehén.Alessandro de un solo movimiento abrió la puerta llevandose una terrible sorpresa; allí se encontraba Sophia, pero eso no era lo peor, aquel hombre sostenía en su mano un cuchillo el cual se encontraba recostado en la garganta de Sophia.—¡Vamos liberala ya! —exclamó Alessandro y él negó con su cabeza. —Esta noche no moriré solo —aseguró aquel hombre y Sophia entró en pánico.—Solo quería ayudarte, lo poco que puedes hacer es liberarme, no debí haberme entrometido, por favor libérameme —suplicaba Sophia sintiendo temor de perder la vida.Alessandro en
Sophia ingresó al baño sintiendo coraje en contra de Alessandro, no podía creer la tranquilidad que él le mostraba luego de haber acabado con un hombre, luego de aquella horrible noche que había tenido que pasar decidió jugar con él un poco. Ella sabía muy bien que Alessandro no era capaz de tomar su cuerpo en contra de su voluntad y eso la hacía sentir segura, se retiró sus prendas quedando completamente desnuda, era la primera vez que lo hacía y no se iba a arrepentir. Atravesó el cubículo dirigiéndose a las duchas, a través del rabillo del ojo observó directo hacia aquel cristal transparente en búsqueda de Alessandro, quien permanecía recostado en la cama, el agua caliente recorría su cuerpo mientras que ella con sus manos frotaba levemente su piel. Alessandro levantó la cabeza y al observar aquella escena fijó la mirada en el cuerpo de su esposa, debido a lo poco que la conocía le sorprendía que estuviera actuando de aquella manera, no era para menos ya que ella estaba lle
Sus cuerpos se aferraron, el deseo cayó sobre ellos, aquellas inseguridades que impedían que Sophia pudiera disfrutar y sentirse con vida Alessandro se había encargado de eliminarlas para siempre de su cabeza. Las pocas veces que Sophia había tenido intimidad antes había sido a oscuras siendo marcado como el peor sexo en su memoria, y ahora estaba a plena luz del día con un hombre que sabía lo que debía hacer cumplir con sus necesidades. Sophia sabía muy bien que aquel momento se estaba dando únicamente porque él necesitaba un hijo, pero eso no le quitaba cuanto estaba disfrutando que Alessandro la tomara como en aquellas escenas de películas para adultos.Sus cuerpos húmedos se encontraban entrelazados, Sophia se llenó de valor y llevó su mano hasta la parte intima de Alessandro, no podía creer lo que en su mano sujetaba, Alessandro de un solo movimiento ayudó que se sentara quedando frente a ella.Los ojos de Sophia brillaron cuando se fijaron en lo que había frente a ella, Alessa
Alessandro se sentía diferente, nunca antes se había sentido intimidado de aquella manera, Sophia con intención o sin ella le hacía ver que actuaba como una esposa, y eso lo sacaba del juego.—Si —respondió Alessandro al teléfono.—Señor, he descubierto que alguien está moviendo dinero sucio en la empresa de los Adams —Alessandro se dio vuelta y fijó la mirada en su esposa—. Muy seguramente se trata de Amelia, ya que cada vez que me cruzo con ella actúa bastante nerviosa.—No creo que sea ella, seguramente se trata de la basura que anda suelta a su alrededor —comentó Alessandro tratando de ser discreto. —Ese imbécil que tiene como pareja no creo que tenga cabeza para llegar a actuar de aquella manera, solamente es impulsivo como un perro rabioso, pero sin cerebro —argumentó Daniele.—Necesito que tengas los ojos bien abiertos, porque un movimiento en falso y quedaremos con las manos cruzadas y sin un solo centavo —recomendó Alessandro y luego terminó la llamada.—Iré a lavar mi cuerp