Dante apretó la cintura de Emma y ella soltó un jadeo en medio del beso que se estaban dando, Emma rasguñó ligeramente la piel del cuello de Dante y el miembro del hombre se levantó en respuesta a todo lo que sentía por Emma, eso sin mencionar todas las cosas que deseaba hacerle ahí mismo. Había pasado muchas noches fantaseando con que Emma lo dejara tocar su cuerpo nuevamente y ya que ella lo había permitido, él no pensaba desaprovechar la oportunidad.Mientras se besaban y se acariciaban por encima de la ropa, Emma y Dante trastabillaron a lo largo de la cocina.¡Paff!El pimentero que estaba puesto sobre la isla se cayó al suelo y se rompió en miles de pedazos, por supuesto, tanto Emma como Dante estaban demasiado ocupados como para detenerse por algo tan insignificante como aquello, era tanto lo que sentían que ninguno de los estaba dispuesto a esperar hasta llegar a la habitación para desvestirse.Bajo la mirada caliente y excitada de Dante, Emma comenzó a desabotonar su camisa d
–No es ella, déjala en paz – dijo Mathew, tratando de evitar que su exnovia agrediera a Emma.Emma simplemente se quedó en silencio, viendo a Mathew y después a la mujer en repetidas ocasiones, no estaba muy segura si debía correr en la dirección contraria, mentirle a aquella mujer o simplemente permanecer allí, tal cual a como lo estaba haciendo. –Creo que no hemos tenido el placer de presentarnos – Emma soltó una risa nerviosa – mi nombre es Emma…–Tienes que irte de aquí, este es un espacio exclusivo, ¿Cómo fue que lograste entrar? – el fotógrafo estaba frustrado, su ropa mojada estaba comenzando a sentirse pegajosa y no le gustaba la imagen que estaban dejando ante el resto de los empleados, que no pudieron disimular su interés en la pelea.–Tú tienes razón, todavía no nos han presentado – ella extendió la mano a Emma, quien se decidió a estrecharla con amabilidad.En cuanto la mujer agarró la mano de Emma, la haló al suelo, haciéndola caer al piso rustico de la mina de sal.–¡¿
Con lágrimas en los ojos y el corazón roto, Emma fue hasta el baño, una vez dentro, dejó que las lágrimas recorrieran sus mejillas, estaba lastimada y quería llorar todo lo que fuera necesario para sacar eso del cuerpo y alma, aunque la verdad, dudaba mucho que fuera a olvidarlo con facilidad.Mientras se miraba en el espejo, ella no podía dejar de pensar en cómo era posible que un hombre hablara tan mal de ella después de haber pasado días tan maravillosos, ciertamente no tenía sentido y era algo que Emma no podría explicar. Aunque entre más lo pensaba, más se daba cuenta de que probablemente los sentimientos y lo bien que Dante la hizo sentir solo se trató de una ilusión, alimentada por todo el amor que ella sentía por él.Parecía que nuevamente ella se pintaba en la cabeza a un Dante que en realidad no existía.–Bajaste la guardia, Emma, ese fue tu mayor problema – se dijo a sí misma, mirándose en el espejo.La chica tenía un sentimiento de vacío en el pecho, y le dolía, casi como
–Buenos días – saludó a Mathew y Susan que estaban juntos reunidos terminando de analizar los últimos detalles del evento que ya estaba prácticamente montado.Susan saludó a la joven, pero tenía demasiadas cosas en la cabeza como para darse cuenta de sus ojeras y de lo cansada que lucía, contrario a Mathew, quien lo notó de inmediato.–¿Estás bien? – le preguntó, cuando Susan los dejo a solas.–Si, solo fue una noche difícil, no pude dormir mucho, creo que me dará gripa – Mathew la miró fijamente y se dio cuenta enseguida que se trataba de mucho más que solo eso.–¿Y esa gripa tiene nombre? – cuestionó con suspicacia.Emma miró a su amigo y entonces los ojos volvieron a enrojecérsele.–No sé de qué estás hablando, Mathew – se tragó el nudo que se había formado en su garganta.–¿Qué fue lo que hizo el idiota de tu esposo ahora? Y no intentes cubrirlo y decirme que no se trata de él, porque estoy seguro de que, si es por su culpa, ¿Qué fue lo que paso, Emma?–Nada – ella no iba a discut
Tras bambalinas, las chicas hicieron la fila en orden de salida para dar comienzo al desfile, Emma, al ser cabeza de la fila, estaba prácticamente hiperventilando, su corazón estaba acelerado y tuvo que controlar su respiración porque dentro de solo algunos segundos, tendría que dar la cara al público.«No puedes equivocarte, no puedes echarlo a perder» se dijo a sí misma.Después de que el director de coreografía contara hasta diez, la música comenzó a sonar y fue el turno de Emma de salir al escenario. Desde que estaba tras bambalinas, comenzó a caminar de forma solmene, de modo que cuando las luces se encendieron y los reflectores se pusieron sobre ella, lució con toda la seguridad que ameritaba un evento como tal.Al compás del ritmo, Emma contoneó sus caderas de izquierda a derecha, caminando en línea recta, con la barbilla arriba, la espalda erguida y los ojos mirando siempre al frente, se veía como una mujer poderosa y justamente asi se sentía. Aquella adrenalina que recorrió p
Después de que Dante saliera del camerino, Emma se sentó porque sentía que en cualquier momento desfallecería allí mismo, en ese suelo en donde tambien estaban regados todos los pétalos de las flores que Dante compró exclusivamente para ella, pero que a Emma no le parecieron más que otra de las muchas ofensas que él cometió en su contra.Era como si quisiera verle la cara de estúpida, como si pensara que ella era una idiota y lo comprobara comprándole unas insípidas flores a las que ella ni siquiera les encontraba la finalidad, ¿Acaso pretendía comprarla con regalos ridículos y poco significantes?Después de terminar de vestirse, Emma se soltó la coleta apretada que tenía en el cabello, y a pesar de que intentó distraer su mente con otras cosas, no podía dejar de pensar en Dante y en lo que acababa de pasar. Por un segundo, ella vio una chispa de honestidad en sus ojos, la confusión de su rostro incluso le hizo pensar en la posibilidad de que ella hubiera imaginado todo lo que escuchó
Después de un par de minutos juntos, Dante no pudo morderse la lengua por mucho más tiempo, así que dejo salir lo que tenía atorado entre pecho y espalda.–Esta no es la Emma que me gusta ver – siseó, y a pesar de que Emma estaba medio inconsciente por todo el alcohol que había bebido, pudo escuchar y comprender sus palabras a la perfección – no necesitas emborracharte para ser honesta conmigo, ese es un rasgo que solo los cobardes tienen, y tú puedes ser muchas cosas, menos una cobarde – susurró, atándole el cabello en un coleta baja – eres mucho más que una noche de fiesta, tú no eres esta persona que está frente a mí, y espero que entiendas a que me refiero.–Yo ya no sé ni quien soy, Dante – ella levantó los hombros, dolida porque sabía que, a pesar de todo, Dante tenía toda la razón en lo que estaba diciendo – toda mi vida ha estado rodeada de mentiras y de catástrofes, primero mis padres, después mi hermano enviándome lejos durante toda mi juventud – ella soltó un hipo y siguió
A la mañana siguiente, Emma despertó con una jaqueca increíble, tenía el estómago revuelto, le dolía cada musculo del cuerpo y se sentía como si un auto la hubiera atropellado.–¿Dónde diablos estoy? – preguntó en voz alta, incorporándose en la cama y mirando para todos lados.A primera impresión, le costó reconocer la habitación de Dante, es que ella hubiera esperado amanecer en cualquier sitio menos en ese, enseguida, el miedo le recorrió la sangre, ella miró debajo de las sábanas a ver si de casualidad estaba desnuda, pero soltó un suspiro de tranquilidad al darse cuenta de que estaba completamente vestida, sin embargo, eso solo hacía que la situación fuera aún más extraña, ya que no dejaba de preguntarse cómo había llegado hasta esa cama, y la pregunta que más la intrigaba… ¿Dónde estaba Dante?Como pudo, Emma se puso en pie, fue al baño y después caminó hacia la cocina, definitivamente necesitaba agua carbonatada o cualquier cosa que pudiera ayudarle a limpiar el hígado de todo e