– “Las autoridades buscan a los hombres miembros del clan del muelle, una organización que ha estado vinculada al narcotráfico, el lavado de dinero y la trata de personas – dijeron en el noticiero – y es que precisamente el ultimo delito en que se han visto envueltos es el secuestro del importante empresario y miembro de la alta sociedad Dante Neville, líder y director de industrias Neville, empresario filántropo y experto financiero, quien se encuentra desaparecido hace casi una semana”. En cuanto Antonia escuchó la noticia abrió los ojos con sorpresa y se llevó una mano a la boca, sorprendida por lo que estaba pasando.De inmediato ella se puso en pie y llamó a su hija, con quien había estado en contacto, a pesar de todos los problemas y la rapidez con la que Valeria huyo de la ciudad.En cuanto la joven respondió Antonia le preguntó por Dante – ¿Ya viste lo que están diciendo en las noticias? – cuestionó, alterada.–Si, lo vi justamente en las noticias de esta mañana, hay boletine
Mientras Emma y el teniente se dirigían hacia la comisaria para llevar las pruebas que obtuvieron gracias a la ayuda de Antonia, en casa de los Neville, Rebeca acurrucaba a la bebé y le hacía mimos mientras la niña terminaba de quedarse dormida.–Eres una bebe hermosa y muy juiciosa, Eva, te has comportado de maravilla – le dijo acariciando su vientre.Rebeca vio aquella sonrisita y sonido aniñado que la bebé soltó y entonces ella misma se echó a reír, aunque nunca se imaginó cuidando de un niño, mimándolo y dándole su amor, lo cierto era que esos días disfrutó mucho pasar el tiempo con Eva, parecía que ella lograba menguar las penas y preocupaciones dentro de la mansión, Eva era ese rayito de luz que daba esperanzas, sin duda alguna Rebeca tuvo ganas de tener su propio hijo.–Tienes las pestañas más lindas – le dijo la chica, admirando a la bebé.Durante estos momentos en que pensaba en los niños y en una familia, ella no podía evitar pensar en Mathew dentro de ese panorama, imagina
–¿Encontraron algo que pueda sernos de ayuda? – cuestionó el teniente, iniciando la reunión que tenía con el equipo de inteligencia, investigación y criminalística. –Señor, hallamos rastros de tierra en sus uñas y ropa, de modo que podemos determinar que la guarida de ellos se encuentra en el bosque, lo sabemos porque el sitio en el que lo encontramos desmayado no tenía esas características, además, el barro seco de sus zapatos es de hace varios días.El teniente caminó alrededor del salón, pensando y tratando de armar la rompecabeza que tenía dentro de la cabeza. Definitivamente el caso de Dante estaba convirtiéndose en algo más complicado de lo que en un principio creyó. Ya había pasado casi ocho días desde su desaparición, y si de algo estaba seguro el hombre era que, entre más tiempo pasara, menos posibilidades había de encontrarlo vivo.–No hemos encontrado ningún otro indicio que nos ayude a determinar su ubicación. El hombre que recogimos en la calle no tenía teléfono celular
Después de que se hubiera formado prácticamente una masacre en el bosque, las unidades de asistencia de la policía llegaron al sitio, con ellos iban los quipos de primeros auxilios y las patrullas móviles en las que se llevarían a los miembros de aquella organización. –Hemos hecho un buen trabajo, muchachos – aseguró el teniente, viendo como arrestaban a tres de los cabecillas más buscados, a sus operarios y analizando, además, quienes fueron los que quedaron tendidos muertos en el piso.Definitivamente aquel fue uno de los golpes más grandes que dio la policía en el último tiempo, eso que sucedió allí significaba un debilitamiento a la organización criminal, a partir de ese momento les seguirían el rastro a los otros, a lo que atraparían de igual forma, de eso tenía certeza el teniente.–Señor, tenemos dos bajas de nuestro equipo – avisó uno de los policías.El teniente fue hacia allí, y vio a dos de sus soldados más fieles completamente destruidos sobre el piso, esa imagen hizo qu
Seis meses después. –Dante, debemos volver a la ceremonia, ellos se darán cuenta que no estamos y preguntarán por nosotros – dijo Emma, mordiendo la boca de su esposo que no estaba dispuesto a alejarse de ella, como muchas veces antes, Dante estaba ansioso de Emma, era increíble como a pesar de que él tiempo pasaba, él no dejaba de amarla, por el contrario, cada vez su corazón le pertenecía más a esa mujer de los ojos claros.–No se darán cuenta, están entretenidos con el hermoso vestido de la bebé.Emma abrió los ojos y soltó una risa – ¿Usarás a nuestra hija para aprovecharte de mí? – soltó con dramatismo.–No, solo estoy aprovechando que nuestra hija está con el resto de la familia para poder amar a su mamá – él besó el cuello de Emma, dejó mordisquitos por todas partes mientras ella se iba dejando llevar.Dante le quitó el vestido de color lila que Emma llevaba puesto, cuando la tela cayó al suelo, Emma se dio cuenta de que no podía resistirse, así que simplemente hizo lo mismo
–¿Valeria, quieres casarte conmigo? – Dante Neville estaba hincado en una rodilla, pidiéndole a la mujer que había sido su novia por los últimos diez años, que se casara con él.–No – Valeria titubeó, se secó la frente que le había comenzado a sudar y se fijó en todas las personas que estaban a su alrededor.Frente a ella se encontraban su familia, su padre, su madre, estaba Ezra, el mejor amigo de Dante y los padres de Dante también estaban allí en esa cena en la que se suponía que ambas familias se convertirían en una sola.–Mi amor, ¿Qué estás diciendo? – Dante frunció el ceño y tragó saliva.–No puedo casarme contigo, Dante, ya no te amo – aquellas palabras hicieron eco en el pecho del hombre, lo estremecieron y le calaron hondo como si hubiera sido una daga atravesándole el cuerpo.–¿Qué estás diciendo, Valeria? – él se puso en pie, aun con la caja de terciopelo azul oscuro entre sus manos – debes estar equivocada, mi amor, hemos planeado esto durante mucho tiempo, ¡Es nuestro su
–¿Por qué estás tan agitado, Dante? – preguntó Emma, que tenía sus pechos redondos y erectos pegados al torso de Dante que respiraba con dificultad por la excitación de la noche que estaba viviendo. –Acabo de tener una discusión con tu hermano – respondió.Los padres de Dante, que no entendían que demonios hacia él, un hombre de treinta años abrazando y mimando a una chica diez años menor, se aburrieron del espectáculo y entonces caminaron hacia el auto que estaba esperando para llevarlos a la casa familiar, Dante no solía quedarse a menudo en casa de sus padres, sin embargo, había estado tan atareado con todos los preparativos de esa noche que había estado necesitando la ayuda de su madre, quien insistió en que pasara unos cuantos días en casa.–No tardes demasiado, Dante, nunca me ha gustado el circo – siseó entre dientes el viejo Axel.–¿Por qué has peleado con mi hermano? – los ojitos de Emma, que eran de color azul como el cielo, lo miraron con dulzura esperando a una respuesta
–Mañana nos reuniremos para hacer los preparativos de la boda, entre más rápido salgamos de esto, mejor – sentenció Henry Darcy.Era imposible que alguien le llevara la contraria, Ezra y Valeria habían metido las patas hasta el fondo y les tocaba pagar las consecuencias, incluso aunque eso correspondiera a una tortura para Ezra.–¡Lárguense todos de mi casa! ¡Ahora! – exclamó el hombre, que deseaba descansar de la locura que había sido esa noche.Emma miró a su hermano esperando que él le diera la orden de que se fueran, sin embargo, no lo hizo, Ezra necesitaba hablar con Valeria antes de irse de su casa. Emma entendió la señal que él le hizo con la cabeza para que lo esperara en el recibidor.–Ha sido un gusto verlos, señores Darcy, lamento las circunstancias – dijo la chica, tan educada como siempre, al tiempo en que daba media vuelta y volvía al recibidor a pensar en Dante, en el beso que le dio y en lo que se avecinaba para ella al dia siguiente cuando se reuniera con él.Mientras