–¿Qué es lo que pasa, Emma? – preguntó Dante.Ella no quería quebrarse, estaba harta de hablar con Dante, ella solo quería obtener esa venganza que sabía que se merecía, tanto por todo lo que hizo Dante como lo que hizo Ezra, quería recuperar la dignidad y todo lo que ellos le habían robado, y estaba segura de que, si abría la boca y le daba la oportunidad a Dante de explicarse, no iba a conseguirlo, seguiría siendo la misma tonta de siempre.–No pasa nada, ya te dije que estoy cansada – ella se dio media vuelta para que él no viera sus ojos que se habían puesto rojos de repente.Rechazar a Dante era jodidamente difícil, no solo porque estaba enamorada, sino porque a pesar de todo, su corazón seguía latiendo al mismo ritmo de sus caricias. Era algo que no quería hacer, pero que debía, por amor propio.«No puedes amar a alguien que no ha hecho más que pisotearte, ten un poco de amor propio» se dijo a sí misma. Emma quería ser una mujer fuerte para poder transmitir eso a su pequeño bebé
Cuando en el hotel anunciaron que Antonia entraría en la habitación de Valeria, la chica preparó un poco del tea favorito de su madre, además de eso, organizó los platos sucios que había dejado sobre la mesa de centro y en el sofá y se encargó de que el sitio se viera tan acogedor como fuera posible, quería que Antonia se diera cuenta de que tambien podían estar bien estando lejos de Ezra y de Henry, y es que, por como ella veía las cosas, podían estar incluso mucho mejor lejos de aquellos dos hombres nefastos.–¡Mamá! – en cuanto Valeria abrió la puerta, se tendió al cuello de su madre, abrazándola con fuerza y quedándose junto a ella por un par de segundos.Habían pasado algunos días en los que habían estado separadas, pero más allá del tiempo en que no estuvieron juntas, lo que más había preocupado a Valeria era el trato que se le estaba dando a su madre ahora que ella no estaba en casa, no tenía duda alguna de que Ezra la trataría tan mal como siempre.–No sabes cuanta falta me ha
–Últimamente llegas muy temprano – dijo Mathew, sorprendido cuando vio a Emma en la oficina - ¿Se debe a alguna razón en particular?–No – ella bostezó, el embarazo la tenía más cansada que de costumbre y por si fuera poco, no había podido pegar el ojo en toda la noche, sus constantes peleas con Dante la mantenían desvelada – solo quiero aprovechar mis últimos días en esta empresa, además, Valeria tambien llegará más temprano, necesitamos terminar con el empalme tan rápido como sea posible.Mathew asintió con la cabeza, aunque tenía sentido lo que ella decía, tambien parecía que, como siempre, ella ocultaba algo.–¿Segura que todo está bien? Pareces cansada – le dijo él, detallando las bolsas debajo de sus ojos y esa expresión inusual en su rostro.Lo que Mathew desconocía era que, aquella expresión no se debía al cansancio si no a la tristeza con la que Emma cargaba.–Han sido días difíciles – confesó – tengo muchas cosas sobre mis hombros y no sé cómo manejarlo – ella suspiró y echó
Dante sacudió la cabeza, pero rápidamente se dio cuenta de que eso realmente estaba sucediendo, su esposa si estaba llevando a vivir a su casa a la misma mujer que se encargó de joderle la vida en el pasado, la misma de la que él creyó estar enamorado y con quien quiso compartir su vida. Definitivamente aquello no podía ser cierto, debía tratarse de una jodida pesadilla, aquella era la única explicación razonable que encontraba para todo aquel embrollo.–Esa mujer no va a vivir aquí, ¡Sobre mis cojones! – gritó, furioso.Si bien era cierto que Valeria había cambiado y él se sentía feliz y orgulloso por ella, eso no eliminaba su historia y aquel pasado que tanto daño le ocasionó, sin importar sus aparentes cambios o el hecho de que Valeria hubiera ayudado en la búsqueda de Emma, eso no quería decir que Dante estaba dispuesto a compartir el mismo techo con ella.Su historial era demasiado extenso como para pasarlo por alto.–Valeria no tiene un sitio a donde ir y yo le he ofrecido una h
–¿Estás segura de que esto es lo correcto? – cuestionó Valeria, que vio la actitud afligida de Emma después de que Dante se fue de casa.–No sé si sea lo mejor, pero por lo menos me da un poco de paz mental, a veces eso es más importante que cualquier otra cosa – soltó con desanimo.–Supongo que tienes razón – Valeria suspiró y se recostó en el sofá, ella tambien había tenido que elegir su propia paz mental por encima del amor que algún día sintió por Ezra.Aquel era uno de los problemas más grandes del amor, ese de trazar límites entre el amor propio y el amor hacía otra persona.–Deberíamos hacer algo esta noche, no quisiera quedarme en casa – propuso la joven.–¿Quieres salir? – Valeria frunció el ceño, esa no le parecía la mejor de las ideas teniendo en cuenta la seguridad, no podían arriesgarse a andar por ahí cuando sabían que tenían un enemigo como Ezra detrás de ambas.–Amm – Emma pensó lo mismo que Valeria – llamaré a Susan para que tengamos una noche de chicas.Tratando de r
Las mariposas en el estómago de Emma estaban completamente enloquecidas, recordándole lo mucho que lo quería y todo lo que le afectaba el hecho de que el hombre estuviera lejos, incluso aunque se tratara de una cuestión de horas y minutos. Por un segundo, Emma enredó sus manos en el cuello de Dante y se dejó llevar, su cabeza quedó en blanco, y permitió que fueran sus emociones las que dictaran sus acciones de ese momento.La vida se sentía bien cuando no se pensaba demasiado, por desgracia, ese era un aspecto que Emma no podía evitar del todo, sin importar nada, siempre estaba aquella voz en su hombro que le recordaba cual era la realidad a la que se estaba enfrentando.–¿Quién demonios te dio permiso de besarme? – ella se apartó violentamente de él, empujándolo por su pecho fuerte y duro.Dante sonrió de medio lado, con esa expresión coqueta que hacía que cada uno de los vellos del cuerpo de Emma se pusieran en punta.–Parecías estarlo disfrutando – dijo con altivez, chasqueando la
Esa noche, Henry se aseguró de comprar las rosas más bonitas que hubiera, en realidad no le alcanzaba para ir a la mejor tienda, sin embargo, encontró un lugarcito que se veía medianamente decente, donde había flores de todos los tipos. Henry no estaba seguro de que a Layla le gustaran las rosas, no conocía su preferencia en flores, o en dulces, realmente no la conocía demasiado en ningún aspecto, a pesar de que había compartido demasiado tiempo junto a ella.Durante un segundo, aquel pensamiento lo entristeció, ¿porque no conseguía conocerla después de todo el tiempo que habían compartido? El hombre no pudo evitar pensar en la posibilidad de que hubiera algo malo en él.Y aunque lo había, su capacidad mental no fue suficiente para pensar demasiado en este asunto. Solo necesitaba verla y saber que ella no se iba a alejar de él, por lo menos no pronto.Cuando llegó al bar, el hombre se metió en aquella habitación sucia que ya había compartido en diferentes ocasiones con Layla, e inclus
–Si, ¿Diga? – Antonia respondió su celular, a la expectativa de que la persona que la llamaba fuera su hija, Valeria, de quien no había tenido muchas noticias desde la última vez en que se vieron. –Señora Darcy, le hablamos desde el comando de policía… – un hombre con voz fuerte y más bien ruda, se presentó, causando intriga en la mujer, quien comenzó a cuestionarse los motivos por los cuales la policía la estaba llamando – me comunico para informar que hemos encontrado el cuerpo de un hombre tirado en la autopista del kilómetro 49 al occidente – especificó – según las informaciones de criminalística, este hombre podría ser su esposo y necesitamos que se acerque para que pueda hacer reconocimiento del cadáver.Pasaron casi veinticuatro horas antes de que hubieran hecho aquella llamada a Antonia.–¿Podría repetir la dirección donde lo encontraron, por favor? – cuestionó, sintiendo como en su pecho comenzaba a formarse un nudo que le impedía la normal respiración.A pesar del aturdimi