POV. Amanda—¿Puedes cuidar a Regina mientras prepara la cena? —Le preguntó y él negó. —Tú vas y te relajas mientras yo preparo la cena, luego dormimos a los niños y te invito a un café en la terraza y que pase lo que tenga que pasar. —Que pase de todo, entonces. —Te gusta tentar mi autocontrol —me dijo al oído mientras me tocaba el trasero de manera lasciva. Me fui con Regina a la sala y Emilio salió de su habitación con el tablero de damas chinas y comenzamos una partida que se hizo en varias, hasta que Julián nos llamó a cenar. Puse a Regina en su mecedora y la acerqué a nosotros mientras cenábamos en familia, como antes de toda esa pesadilla. Luego de eso bañamos a los niños y los preparamos para la cama y no tardaron en quedarse dormidos.—Ahora sigues tú, princesa —me besó con ternura al tiempo que me soltaba la trenza que me había tejido en el cabello, me masajeaba con calma y luego me desvistió para ir a la ducha.Extrañaba tanto esos momentos juntos, esos pequeños detalles qu
POV. AmandaAl día siguiente, cuando me levanto de la cama para ir a preparar el desayuno lo encuentro en la cocina sirviendo un poco de avena en la taza de Emilio, quien se ha levantado temprano.—¿Te sirvo un poco? —Me pregunta sin la mínima emoción en su voz y yo asiento levemente.Pone frente a mi la taza y se agacha para dejarme un beso en la frente que yo no alcanzo a evitar.—¿Tú nos vas a llevar hoy? —Le pregunta Emilio y él responde de manera afirmativa y le regala su mejor sonrisa.—Termina de prepararte y nos vamos ¿De acuerdo campeón?—Sí, voy a cepillarme los dientes para vestirme después.—Perfecto, mientras yo preparo a Regina.Permanezco en silencio mientras Emilio sigue ahí y solo cuando se marcha es que decidió hablar.—Cuando hablé de estar a solas, me refería a esta casa.Me miró sin entenderme y me vi en la terrible necesidad de explicarme con todas sus letras.—...que regreses a tu casa y nos dejes solos.-¡¿What?! ¡¿Por qué me pides eso?!—Porque justamente ahor
POV. JavierA veces siento que lo que vivo es una pesadilla. No puedo catalogarlo como sueño, no cuando mi mujer no me acepta, me reprocha que aún "muerto" cuidé de ella y ahora me quiere lejos de ella y de mis hijos.Ese maldito accidente nos destrozó a todos. Nos robó la felicidad que empezamos a construir, nos arrebató un futuro juntos.—Ay Amanda —le digo a la nada mientras estoy tirado de espaldas sobre la cama —ojalá pudieras entenderme y darte cuenta que eres lo que más amo en esta vida.Estoy lleno de rabia, me siento frustrado por la situación en la que ahora me encuentro. Jamás, ni en mis más remotas fantasías imaginé algo como esto.Decido hacer a un lado todo eso y me pongo a preparar algo para que comamos juntos cuando regresemos. Preparo sopa de verduras con pollo para los niños y le doy una ligera doradita a un paquete de galletas saladitas de las que tanto le gusta a Emilio ponerle a su sopa.A mi preciosa mujer le encantan las verduras también, así que para ella prepa
Jugar limpio no era opción en ese momento. La tenía para mi y si quería recuperarla era esa la oportunidad, así que decidió aprovecharla.Moví mi mano lentamente hacia sus senos, se vieron tan apetecibles; enormes y redondos, me parecieron asombrosos que siguieran firmes y en su sitio a pesar de la lactancia. Rocé con suavidad sus pezones y la escuché gemir bajito. Los besos en su cuello fueron mas húmedos y una delicada mordida al lóbulo de su oreja la hizo temblar, era mía, seguía siendo mía en todas sus formas. Su cabeza descansó en mi pecho y supe que me estaba dando luz verde para hacer de ella cuanto quisiera. Llevé mi mano ahora hacia el sur, pude palpar la suavidad de su piel, siempre tersa y sedosa y un rastro de humedad se dejó sentir en la abertura donde mis dedos abrieron camino para entrar. Y ahí estaba yo, mirándola desbaratarse de placer con un acto tan simple y que a pesar de esa simpleza, a ambos nos provocaba tantas cosas.Giró su rostro y buscó mi boca, hambrienta y
POV. AmandaNo vale de nada negar que lo quiero tanto, que es el amor de mi vida y que moriría en vida si él hiciera caso a mi estúpida petición de alejarse de nosotros.Regina duerme plácidamente en mis brazos luego de haber bebido hasta la última gota de las dos tetas y Julián, o Javier, como debo acostumbrarme a llamarlo desde ahora, la toma con cuidado y la coloca en la cama individual que está frente a la que estamos nosotros, le ponemos un par de almohadas a cada lado y viene conmigo.Está totalmente desnudo, la timidez no es algo que él conozca y se sabe exquisito en todos los aspectos, sabe de qué manera me afecta. Me sonríe de manera seductora y ya me tiene de rodillas con ese gesto tan simple ya la vez tan maravillosa. Sabe provocarme, esa complicidad en nosotros sigue intacta, somos aún una pareja de enamorados que se entregan por completo y no solo en lo que al sexo se refiere. Amo a ese hombre con cada uno de mis sentidos y por él, por estar con él y ser feliz a su lado,
POV. JavierEsa duda me carcome. No me he podido quitar esa imagen de la cabeza, esa camioneta detrás de mi, como al acecho. Pero también pienso que los nervios de aquel momento podrán jugar en mi contra y hacerme paranoico ante lo que en realidad fue un desafortunado accidente de tráfico.Amanda me abraza y la escucho suspirar, se cuanto le afecta todo esto. El solo recordar lo que sucedió la hace entrar y ese no es mi objetivo.Rodeo su cuerpo con mis brazos y con suaves apapachos intento hacerla sentir mejor y que su mente vaya a otra cosa y no a su necesidad de inmiscuirse en este asunto. Conozco perfectamente a esa mujercita, es tan obstinada y sé que cuando se le ha metido una idea en la cabeza, es más fácil arrancarle la cabeza que la propia idea. Sé también que es muy impulsiva y ahora debo estar más pendiente de ella de lo que lo estaba antes.Y es que es impredecible y su personaje la hace parecer invencible, pero es mi mujer. Es esa chiquilla que al entrar por vez primera a
POV. AmandaComienzo a creer que el sexo no resuelve todos los problemas. No es que los tengamos, como tal. Es solo que creo que esta situación nos está resultando un poco difícil de sobrellevar.Aunado a eso, me siento mal por estar actuando a espaldas suyas en lo referente al accidente. El día que me contó de aquellas dudas que tenía yo me quedé demasiado inquieta y por la tarde, cuando él se distrajo haciendo ejercicio, yo llamé a un compañero de la prepa y muy buen amigo mío que también era abogado y que trabajaba en la fiscalía en Jalisco.—¿Cómo estás Mandy? Me sorprende tanto como me alegra tu llamada.—Recurro a mi amigo predominante —le digo entre bromas, pero con gran verdad en mis palabras. Diego se suelta la carcajada de inmediato y eso me da la confianza para hablarle de lo sucedido. Obviamente no le conté la parte que implica que me llame loca.—¿Por qué tienes esas dudas?—Porque Barragán intentó sobornar a Julián cuando supo que tomaría el caso, sabía que todas sus por
POV. JavierDespués de nuestro paseo por el centro y de sentarnos en alguna banca por ahí a la luz de la luna solo para estar abrazados y en paz, fuimos a mi departamento. Paramos un taxi, habíamos salido de casa caminando y el trayecto al departamento era largo y mi mujer en sus enormes tacones sin duda iba a sufrir el camino.Apenas abrí la puerta para que entrara y su rostro se iluminó al ver un camino de velas y pétalos de flores, rosas rojas y blancas. Las luces apagadas y la única iluminación en aquella estancia era por la luz que proporcionaban las velas, se giró y me abrazó emocionada. Su rostro reflejaba sorpresa y felicidad.—¿A qué hora preparaste todo esto?—¿Es en serio qué preguntas? Tengo mis cómplices.Mónica y Vera me ayudaron a tener todo listo, Vera se fue antes para llegar con nuestros hijos y Mónica se quedó a terminar todo. Al estar cerca le escribí para avisarle y es probable que ella estuviera entrando a un ascensor cuando nosotros tomáramos el otro.—Es tan he