POV. JavierA veces siento que lo que vivo es una pesadilla. No puedo catalogarlo como sueño, no cuando mi mujer no me acepta, me reprocha que aún "muerto" cuidé de ella y ahora me quiere lejos de ella y de mis hijos.Ese maldito accidente nos destrozó a todos. Nos robó la felicidad que empezamos a construir, nos arrebató un futuro juntos.—Ay Amanda —le digo a la nada mientras estoy tirado de espaldas sobre la cama —ojalá pudieras entenderme y darte cuenta que eres lo que más amo en esta vida.Estoy lleno de rabia, me siento frustrado por la situación en la que ahora me encuentro. Jamás, ni en mis más remotas fantasías imaginé algo como esto.Decido hacer a un lado todo eso y me pongo a preparar algo para que comamos juntos cuando regresemos. Preparo sopa de verduras con pollo para los niños y le doy una ligera doradita a un paquete de galletas saladitas de las que tanto le gusta a Emilio ponerle a su sopa.A mi preciosa mujer le encantan las verduras también, así que para ella prepa
Jugar limpio no era opción en ese momento. La tenía para mi y si quería recuperarla era esa la oportunidad, así que decidió aprovecharla.Moví mi mano lentamente hacia sus senos, se vieron tan apetecibles; enormes y redondos, me parecieron asombrosos que siguieran firmes y en su sitio a pesar de la lactancia. Rocé con suavidad sus pezones y la escuché gemir bajito. Los besos en su cuello fueron mas húmedos y una delicada mordida al lóbulo de su oreja la hizo temblar, era mía, seguía siendo mía en todas sus formas. Su cabeza descansó en mi pecho y supe que me estaba dando luz verde para hacer de ella cuanto quisiera. Llevé mi mano ahora hacia el sur, pude palpar la suavidad de su piel, siempre tersa y sedosa y un rastro de humedad se dejó sentir en la abertura donde mis dedos abrieron camino para entrar. Y ahí estaba yo, mirándola desbaratarse de placer con un acto tan simple y que a pesar de esa simpleza, a ambos nos provocaba tantas cosas.Giró su rostro y buscó mi boca, hambrienta y
POV. AmandaNo vale de nada negar que lo quiero tanto, que es el amor de mi vida y que moriría en vida si él hiciera caso a mi estúpida petición de alejarse de nosotros.Regina duerme plácidamente en mis brazos luego de haber bebido hasta la última gota de las dos tetas y Julián, o Javier, como debo acostumbrarme a llamarlo desde ahora, la toma con cuidado y la coloca en la cama individual que está frente a la que estamos nosotros, le ponemos un par de almohadas a cada lado y viene conmigo.Está totalmente desnudo, la timidez no es algo que él conozca y se sabe exquisito en todos los aspectos, sabe de qué manera me afecta. Me sonríe de manera seductora y ya me tiene de rodillas con ese gesto tan simple ya la vez tan maravillosa. Sabe provocarme, esa complicidad en nosotros sigue intacta, somos aún una pareja de enamorados que se entregan por completo y no solo en lo que al sexo se refiere. Amo a ese hombre con cada uno de mis sentidos y por él, por estar con él y ser feliz a su lado,
POV. JavierEsa duda me carcome. No me he podido quitar esa imagen de la cabeza, esa camioneta detrás de mi, como al acecho. Pero también pienso que los nervios de aquel momento podrán jugar en mi contra y hacerme paranoico ante lo que en realidad fue un desafortunado accidente de tráfico.Amanda me abraza y la escucho suspirar, se cuanto le afecta todo esto. El solo recordar lo que sucedió la hace entrar y ese no es mi objetivo.Rodeo su cuerpo con mis brazos y con suaves apapachos intento hacerla sentir mejor y que su mente vaya a otra cosa y no a su necesidad de inmiscuirse en este asunto. Conozco perfectamente a esa mujercita, es tan obstinada y sé que cuando se le ha metido una idea en la cabeza, es más fácil arrancarle la cabeza que la propia idea. Sé también que es muy impulsiva y ahora debo estar más pendiente de ella de lo que lo estaba antes.Y es que es impredecible y su personaje la hace parecer invencible, pero es mi mujer. Es esa chiquilla que al entrar por vez primera a
POV. AmandaComienzo a creer que el sexo no resuelve todos los problemas. No es que los tengamos, como tal. Es solo que creo que esta situación nos está resultando un poco difícil de sobrellevar.Aunado a eso, me siento mal por estar actuando a espaldas suyas en lo referente al accidente. El día que me contó de aquellas dudas que tenía yo me quedé demasiado inquieta y por la tarde, cuando él se distrajo haciendo ejercicio, yo llamé a un compañero de la prepa y muy buen amigo mío que también era abogado y que trabajaba en la fiscalía en Jalisco.—¿Cómo estás Mandy? Me sorprende tanto como me alegra tu llamada.—Recurro a mi amigo predominante —le digo entre bromas, pero con gran verdad en mis palabras. Diego se suelta la carcajada de inmediato y eso me da la confianza para hablarle de lo sucedido. Obviamente no le conté la parte que implica que me llame loca.—¿Por qué tienes esas dudas?—Porque Barragán intentó sobornar a Julián cuando supo que tomaría el caso, sabía que todas sus por
POV. JavierDespués de nuestro paseo por el centro y de sentarnos en alguna banca por ahí a la luz de la luna solo para estar abrazados y en paz, fuimos a mi departamento. Paramos un taxi, habíamos salido de casa caminando y el trayecto al departamento era largo y mi mujer en sus enormes tacones sin duda iba a sufrir el camino.Apenas abrí la puerta para que entrara y su rostro se iluminó al ver un camino de velas y pétalos de flores, rosas rojas y blancas. Las luces apagadas y la única iluminación en aquella estancia era por la luz que proporcionaban las velas, se giró y me abrazó emocionada. Su rostro reflejaba sorpresa y felicidad.—¿A qué hora preparaste todo esto?—¿Es en serio qué preguntas? Tengo mis cómplices.Mónica y Vera me ayudaron a tener todo listo, Vera se fue antes para llegar con nuestros hijos y Mónica se quedó a terminar todo. Al estar cerca le escribí para avisarle y es probable que ella estuviera entrando a un ascensor cuando nosotros tomáramos el otro.—Es tan he
POV. AmandaSerían las cinco de la mañana cuando abrí lentamente los ojos. Podía sentir la calidez de su aliento en mi cuello, su cuerpo pegado al mío y su pierna izquierda reposaba sobre las mías, pero lo que más disfrutaba era su tacto firme y suave a la vez rodeando mi cintura. Me sentí en calma, en mi sitio seguro en el mundo y volví a cerrar mis ojos con la tranquilidad de que estaba en sus brazos.Más tarde, y aún adormilada alcancé a sentirlo luchando por entrar en mi. No hacía falta tocarme para darme cuenta de lo mojada que me encontré, hasta en pleno estado de inconsciencia mi cuerpo respondió al suyo y yo sabía muy bien que él no lo iba a desaprovechar. Levantó ligeramente mi pierna izquierda, como no queriendo despertarme y sentí su erección empujar suavemente y con delicadeza, hasta que se internó en mis adentros y me fue imposible dejar escapar un suave jadeo, me encantaban esos asaltos matutinos.—Amo despertar así —le dije con la voz más entera que pude y sin embargo e
Mandy me ayudó a preparar a Regina, aún no era muy bueno para combinar su ropa. Para mi era suficiente con que la cubriera, pero no le pareció muy bien que le haya elegido un vestido azul celeste con mallones rojos, suéter morado y sus zapatitos blancos. Luego, al ver la diadema de girasoles casi monta en cólera. —¿De dónde se te ha ocurrido semejante cosa?! La ropa debe combinarse adecuadamente. —Yo no le veo nada de malo a su atuendo. —¿Cómo que no? ¡Por favor, Javier! Va tan colorido como el arcoíris.Guardó todo lo que yo había elegido y sacó un pañalero blanco y se lo puso, luego un vestidito rojo coqueto y sus mallones blancos, los zapatitos y lo que parecía un blazer en versión miniatura eran en color azul marino. No le colocó diadema, en su lugar le puso un pequeño moñito en color rojo. Miré a mi pequeña y parecía estar de acuerdo con su madre porque sonreía muy contenta.—Desde pequeñas son complejas, ahora tengo la teoría de que nacen así.Amanda sonrió como no queriendo y l