Me doy de topes al saber lo que pasó con Emilio, todo es culpa mía. Anoche quise estar cerca de ella y casi me descubre entrando a su casa, un error de esos puede ser muy malo para mi.Pensando en que puede sospechar de los encuentros casuales fue que hoy no fui con ellos al parque, pude estar atento, pude evitar que se llevaran a su hijo y no lo hice.¡Maldita sea! Todo va mal, todo va justo como no deseaba que fuera. El teléfono, ese maldito aparato que no se cansa de timbrar, toda la familia está molestando sin parar. -¿Qué pasa ahora?-Javier, hijo -la voz llorosa de mamá me hizo bufar y no respondí la dejé desahogarse -Necesitas volver, Erika no quiere la vida sin ti, temo que haga una tontería. -Madre, solo esta vez lo diré ¡Déjenme en paz!-¡Javier! Tú no eres el hijo que yo crié -en verdad no lo era y no lo entendía -nunca me habías hablado así. -Ya se, estás acostumbrada a que haga tu santa voluntad, tanto que me comprometiste con Erika, entonces ahora ocúpate tú porque el
-Papá ¿cómo estás?-Bien hija ¿Y tú? ¿Dónde están los niños?Tragué en seco para no evidenciarme y le sonreí con desgano, como si estuviera cansada simplemente. -Fue Vera por ellos para llevarlos a una fiesta que los invitaron, al rato los recojo.-Que bueno que ellos se diviertan, ahora faltas tú. Me sorprendía saber que mi papá estaba pendiente de mi, no fue mal padre, solo un hombre criado bajo las normas machistas de mis abuelos y nunca aprendió a mostrar sus afectos, a interesarse en nadie y sentía bonito que fuera en mi en quien pensara.-Poco a poco pá.Ni él preguntó mas ni yo dije nada, sentía que si hablaba me iba a delatar. Pero algo se prendió en mi cabeza y recordé que papá siempre guardaba sus armas en el closet de su cuarto.-Pá, necesito un documento de la prepa para un curso que voy a tomar.-Allá arriba, tú sabes donde están. -Sí, deja voy para regresar pronto por los niños.Subí rápido las escaleras y saqué cualquier
Su auto llegó, lo supe cuando el portón eléctrico se abrió y escuché su voz hablarle a Emilio. Lo traía de vuelta.-Corre, dile a tu tía que estás en casa.Subió corriendo las escaleras y llegó hasta Vera, quien lo abrazó con tanto amor y empezó a llorar de alegría. -¿Qué tienes? ¿Te apreté muy fuerte? -Preguntó de manera inocente.-No mi vida, es que estoy muy contenta.Me daba tanto gusto verlo bien y me agaché aún con Regina en mis brazos para darle un abrazo enorme y un beso, en ese momento la escuché atrás de mi. -¿Qué haces tú aquí?Me levanté con calma y di vuelta para mirarla.-Los esperaba.Dejó caer los hombros y siguió su paso sin siquiera responderme, se veía cansada y fue a su habitación. Vera y yo solo la vimos andar y acabamos a Emilio a preguntas sobre dónde había estado. Nos dijo que lo llevaron a un rancho muy grande y que había caballos y muchas vacas, que tenían una gran resbaladilla y cosas de ese tipo. Jamás se dio cue
—¿Quién pasó la noche conmigo? —Le pregunté al levantarme y verla en la cocina haciendo el desayuno.—¿Qué pregunta es esa? Pues yo, obviamente. —Vera, Julián estuvo aquí. Escupió la leche y casi se ahoga, comenzó a toser y yo le pasé una servilleta.—Amanda, por favor. No empieces de nuevo con eso, recuerda lo que pasó con la demanda eh. Arturo se da cuenta que estás así y te va a volver a pelear a Emilio.—¿Por qué no me crees? ¿Piensas que yo confundiría sus besos? Su olor, Vera, es su olor. Mi amiga suspiró y se sentó a mi lado y me tomó la mano.—Pienso que lo extrañas demasiado, y que tu dolor te hace imaginarlo en los demás, pero debes centrarte en la realidad y yo se que duele demasiado, pero en esta realidad, nuestra realidad —me hizo énfasis en esto último para ver si así me quedaba claro —Julián no está.—Es tan fácil para ti decirlo —le reclamé y ella suspiró frustrada, sabía que era mi reproche de siempre, que parecía que yo era la única que sufría esa pérdida. —No gü
POV. JavierEl calor se hace presente apenas pongo un pie fuera del avión, Cancún es un verdadero paraíso pero el calor es algo que no tolero muy bien y sin embargo aquí estoy de regreso, aún en contra de mis deseos. Dejar a Amanda en estos momentos y luego de lo sucedido con Emilio no es algo que me haga mucha ilusión y siendo sincero me resulta molesto y doloroso separarme de ellos.Sacó mi móvil y veo la hora, son quince para las doce, pretendo llegar al hotel en diez minutos y llamar a mi madre. Le pedí al chofer venir sin decir nada y lo veo mientras me dirijo a la salida, se acerca a mi y me saluda amable.—Señor, bienvenido.—Gracias, Víctor. Vamos pronto.—¿Sus maletas? —No traigo nada, un par de días y me iré otra vez.—La señora Eugenia no lo tomará muy bien.Solo le hice un gesto con los labios apretados dando a entender que lo sabía y sin embargo no me importaba.Llegar al hotel fue caótico, se supone que yo me encargo de todo y apenas me ven piden firmas, dan recados, pid
POV. AmandaEs lunes por la mañana y me siento mal, una sensación de vacío me embarga por completo y sé a qué se debe, pero es como si quisiera ignorarlo, como si una parte de mi se negara a aceptarlo. Julián no ha aparecido en mis sueños y recuerdo que mi abuela paterna decía que cuando dejamos de soñar a alguien que ha muerto es porque esa persona ya está del otro lado, no se cuál será ese otro lado, no soy muy creyente ni tampoco es que comprenda mucho de eso, lo único que me importa es que no me deje por completo. Verlo en mis sueños, escucharlo, ver que abraza a nuestra hija me da un impulso para seguir y van ya tres noches en que no aparece, no da muestras de nada ¿Será que ellos también olvidan y ya nos olvidó? Lo único peor a que Julián haya muerto sería que nos olvide, yo se que nunca lo olvidaré, ni tampoco dejaré que mis hijos lo hagan. Pero a él ¿Quién le hará que nos recuerde?Trato de no pensar tanto en ello y me levanto para darme un baño antes de que Regina despierte,
POV. JavierLa vi en el balcón, hacía un rato que había llegado y fui a buscarla pero no estaba y decidí esperar. Fueron días sin verla. Después de la discusión con Erika tomé el avión a Ciudad de México y me perdí entre sus calles y luego viajé en taxi por lugares cercanos por si a caso me vinieran siguiendo, la mejor manera de despistarlas fue esa y me costó dos días más sin verla, sin poder estar cerca, hasta hoy.Vi que las luces se encendían por donde iba pasando hasta llegar a su habitación, la miré desnuda andar por el lugar, era tan perfecta que me enamoraba mas a cada día. Pero algo le pasaba, la vi cabizbaja y desanimada, tenía esa sombra de pesar en su rostro. Se dio un baño y fue al balcón, la miraba sin descanso y la vi romperse y no soporté más.—¿Qué te pasa, corazón?No paraba de llorar, estaba privada por el llanto.—Princesa, tranquila, ya no llores por favor.La abracé y la tenía pegada a mi pecho, me embriagué de su olor y buscaba la manera de tranquilizarla, no qu
Sucedió lo que tanto temía, me he vuelto loca y ahora tengo visiones, hablo con muertos y me da un miedo atroz seguir con esto.Daría lo que fuera porque Julián siguiera aquí, por verlo y compartir nuestra vida, ver crecer a nuestros hijos y hacernos viejitos juntos, hacer los viajes que planeamos y tanto que nos faltó por vivirY hoy viene este hombre a decirme "Soy yo, soy Julián" y mi corazón vuelve a romperse.¿Alguna vez supieron que alguien volviera de la muerte en otro cuerpo? Creo que lo mas cercano a eso era lo que platicaba mi abuela que decía la Biblia, que un tal Lázaro fue revivido luego de días pero en su propio cuerpo, y eso no hay manera de comprobarlo. Mi corazón necesita aferrarse a la posibilidad de que esto sea real, pero mi mente, en su razonamiento lógico me dice que no lo es, que solo está jugando conmigo y no se con qué finalidad. Pero es que es tan parecido a él, no en el físico. Javier es mas joven, unos 35 quizá, de piel blanca y cabello claro, su sonrisa es