Su auto llegó, lo supe cuando el portón eléctrico se abrió y escuché su voz hablarle a Emilio. Lo traía de vuelta.
-Corre, dile a tu tía que estás en casa.Subió corriendo las escaleras y llegó hasta Vera, quien lo abrazó con tanto amor y empezó a llorar de alegría.-¿Qué tienes? ¿Te apreté muy fuerte? -Preguntó de manera inocente.-No mi vida, es que estoy muy contenta.Me daba tanto gusto verlo bien y me agaché aún con Regina en mis brazos para darle un abrazo enorme y un beso, en ese momento la escuché atrás de mi.-¿Qué haces tú aquí?Me levanté con calma y di vuelta para mirarla.-Los esperaba.Dejó caer los hombros y siguió su paso sin siquiera responderme, se veía cansada y fue a su habitación.Vera y yo solo la vimos andar y acabamos a Emilio a preguntas sobre dónde había estado. Nos dijo que lo llevaron a un rancho muy grande y que había caballos y muchas vacas, que tenían una gran resbaladilla y cosas de ese tipo. Jamás se dio cue—¿Quién pasó la noche conmigo? —Le pregunté al levantarme y verla en la cocina haciendo el desayuno.—¿Qué pregunta es esa? Pues yo, obviamente. —Vera, Julián estuvo aquí. Escupió la leche y casi se ahoga, comenzó a toser y yo le pasé una servilleta.—Amanda, por favor. No empieces de nuevo con eso, recuerda lo que pasó con la demanda eh. Arturo se da cuenta que estás así y te va a volver a pelear a Emilio.—¿Por qué no me crees? ¿Piensas que yo confundiría sus besos? Su olor, Vera, es su olor. Mi amiga suspiró y se sentó a mi lado y me tomó la mano.—Pienso que lo extrañas demasiado, y que tu dolor te hace imaginarlo en los demás, pero debes centrarte en la realidad y yo se que duele demasiado, pero en esta realidad, nuestra realidad —me hizo énfasis en esto último para ver si así me quedaba claro —Julián no está.—Es tan fácil para ti decirlo —le reclamé y ella suspiró frustrada, sabía que era mi reproche de siempre, que parecía que yo era la única que sufría esa pérdida. —No gü
POV. JavierEl calor se hace presente apenas pongo un pie fuera del avión, Cancún es un verdadero paraíso pero el calor es algo que no tolero muy bien y sin embargo aquí estoy de regreso, aún en contra de mis deseos. Dejar a Amanda en estos momentos y luego de lo sucedido con Emilio no es algo que me haga mucha ilusión y siendo sincero me resulta molesto y doloroso separarme de ellos.Sacó mi móvil y veo la hora, son quince para las doce, pretendo llegar al hotel en diez minutos y llamar a mi madre. Le pedí al chofer venir sin decir nada y lo veo mientras me dirijo a la salida, se acerca a mi y me saluda amable.—Señor, bienvenido.—Gracias, Víctor. Vamos pronto.—¿Sus maletas? —No traigo nada, un par de días y me iré otra vez.—La señora Eugenia no lo tomará muy bien.Solo le hice un gesto con los labios apretados dando a entender que lo sabía y sin embargo no me importaba.Llegar al hotel fue caótico, se supone que yo me encargo de todo y apenas me ven piden firmas, dan recados, pid
POV. AmandaEs lunes por la mañana y me siento mal, una sensación de vacío me embarga por completo y sé a qué se debe, pero es como si quisiera ignorarlo, como si una parte de mi se negara a aceptarlo. Julián no ha aparecido en mis sueños y recuerdo que mi abuela paterna decía que cuando dejamos de soñar a alguien que ha muerto es porque esa persona ya está del otro lado, no se cuál será ese otro lado, no soy muy creyente ni tampoco es que comprenda mucho de eso, lo único que me importa es que no me deje por completo. Verlo en mis sueños, escucharlo, ver que abraza a nuestra hija me da un impulso para seguir y van ya tres noches en que no aparece, no da muestras de nada ¿Será que ellos también olvidan y ya nos olvidó? Lo único peor a que Julián haya muerto sería que nos olvide, yo se que nunca lo olvidaré, ni tampoco dejaré que mis hijos lo hagan. Pero a él ¿Quién le hará que nos recuerde?Trato de no pensar tanto en ello y me levanto para darme un baño antes de que Regina despierte,
POV. JavierLa vi en el balcón, hacía un rato que había llegado y fui a buscarla pero no estaba y decidí esperar. Fueron días sin verla. Después de la discusión con Erika tomé el avión a Ciudad de México y me perdí entre sus calles y luego viajé en taxi por lugares cercanos por si a caso me vinieran siguiendo, la mejor manera de despistarlas fue esa y me costó dos días más sin verla, sin poder estar cerca, hasta hoy.Vi que las luces se encendían por donde iba pasando hasta llegar a su habitación, la miré desnuda andar por el lugar, era tan perfecta que me enamoraba mas a cada día. Pero algo le pasaba, la vi cabizbaja y desanimada, tenía esa sombra de pesar en su rostro. Se dio un baño y fue al balcón, la miraba sin descanso y la vi romperse y no soporté más.—¿Qué te pasa, corazón?No paraba de llorar, estaba privada por el llanto.—Princesa, tranquila, ya no llores por favor.La abracé y la tenía pegada a mi pecho, me embriagué de su olor y buscaba la manera de tranquilizarla, no qu
Sucedió lo que tanto temía, me he vuelto loca y ahora tengo visiones, hablo con muertos y me da un miedo atroz seguir con esto.Daría lo que fuera porque Julián siguiera aquí, por verlo y compartir nuestra vida, ver crecer a nuestros hijos y hacernos viejitos juntos, hacer los viajes que planeamos y tanto que nos faltó por vivirY hoy viene este hombre a decirme "Soy yo, soy Julián" y mi corazón vuelve a romperse.¿Alguna vez supieron que alguien volviera de la muerte en otro cuerpo? Creo que lo mas cercano a eso era lo que platicaba mi abuela que decía la Biblia, que un tal Lázaro fue revivido luego de días pero en su propio cuerpo, y eso no hay manera de comprobarlo. Mi corazón necesita aferrarse a la posibilidad de que esto sea real, pero mi mente, en su razonamiento lógico me dice que no lo es, que solo está jugando conmigo y no se con qué finalidad. Pero es que es tan parecido a él, no en el físico. Javier es mas joven, unos 35 quizá, de piel blanca y cabello claro, su sonrisa es
POV. Javier—Lo siento, no fue mi intención.Me acerqué y besé su frente, puse el café sobre la mesa y me hizo un hueco para sentarme con ella entre mis piernas.—Echaba de menos esto. Salir a buscarte cuando no estabas en la cama y venir a encontrarte aquí y quedarnos hasta tarde platicando, o haciendo el amor.Recorrí sus brazos con mis manos, necesitaba sentir su piel, olerla, su cabello descubrió una fragancia exquisita que le dejó el acondicionador de coco que usaba, la sentí relajarse y soltó su peso en mi pecho, eso me llenó por completo y solo nos quedamos abrazados por un rato.—Tengo cientos de preguntas por hacerte, y justo ahora no sale ninguna.—Hay tiempo, corazón. También yo tengo muchas, pero la mayoría no tienen respuesta y eso me frustra.Guardó silencio, nunca antes me dio que se quedara callada y ahora me aterraba, no sabía lo que podía estar pasando por su mente. Alejé de mi cabeza malos pensamientos y solo disfruté de tenerla en mis brazos otra vez, besé su cuell
POV. Amanda—Sigo pensando que no eres real —deja un suspiro escapar de su interior y su cabeza descansa hacia atrás sobre la mía. —Somos reales, yo de diferente manera, pero lo soy.El timbre del teléfono fijo interrumpe el momento y él lo toma y me lo pasa, es Vera.—¿Cómo estás? Te llamé a tu celular y no respondes, ya no es hora de que estés en la casa ¿Estás bien?—Estoy bien, tranquila. Solo traigo el teléfono en silencio, supongo —se toma tan en serio el cuidar de mi, especialmente porque ahora es ella sola, Iván y Vicky andan muy ocupados con una agencia de viajes que van a abrir en Guanajuato y vienen solo dos veces por mes.—¿Y entonces? ¿Irás tarde al trabajo?—Me tomaré el resto de la semana, haré lo que pueda desde acá. —¡Dios Santo! No me digas eso, Mandy. —Vera, no. Todo está bien, te lo prometo.No se queda muy tranquila y finaliza la llamada.Pretendo quedarme porque hay tanto por hablar, muchas cosas que me gustaría si no entender, al menos saberlas y es el moment
Lo que para Amanda y para mi es algo raro y difícil de asimilar, para Vera es algo fascinante y casi normal, una extraña mezcla de ambas cosas.No pasa desapercibido ante mi que Amanda tiene cierto recelo por verme distinto al que conoció y del que se enamoró, pero aunque quisiera parecerme al hombre que era es difícil, casi imposible.Ahora soy unos diez centímetros mas bajo, mi cabello mas claro, mis ojos son unos tonos mas claros del café que solían ser, mas delgado y mas cosas que habían cambiado y me hacían sentirme un completo extraño ante mi propio reflejo, con mayor razón ella me vería así. Me paro frente al espejo intentando reconocerme y no lo consigo, pero la veo a ella en el reflejo y me provoca sonreír ampliamente. —¿Me espías? —Le pregunto y ella me sonríe. —Te intento reconocer. —Ven —le pedí y extendí mi mano ante ella, sentí la suavidad de su piel acariciarme y la atraje hasta mi sin soltar su cálida mano, con mi otro brazo la abracé rodeando su cintura y permanec