Lucía frunció el ceño.

—¿A qué departamento fue transferido Enzo?

—Fue transferido al departamento de logística para hacer trabajos generales.

—¡¿Cómo?! ¿Quién autorizó eso? ¿Quién se atrevió a transferir a uno de mis empleados?

En ese momento, la ira en la mirada de Lucía no podía ser disimulada. Pero nadie respondió a ella. Con una sonrisa burlona, ella bien sabía sin duda alguna que solo podían ser unos pocos los responsables.

En cuanto a la renuncia de Lisa, la única razón por la que esa señorita se iría tan rápido era si hubiera sido objeto de alguna fuerte ofensa.

Esas personas realmente tenían un gran atrevimiento al mover a sus empleados mientras ella no estaba. Sin darle más vueltas, Lucía se dirigió directamente al despacho de Pablo.

Justo en ese momento, Pablo acababa de salir de la sala de reuniones, donde estaba en una animada conversación con un socio comercial. Fue precisamente en ese instante cuando Lucía apareció frente a él con el ceño fruncido y un tono poco amigabl