—¿La sucursal en Tierralta? ¿Cómo podría estar involucrada con eso?

Después de tantos años juntos, Pablo no pasaba por alto los pequeños gestos de Juliana. Estaba completamente convencido de que ella estaba detrás de algo, y en el camino de regreso ya lo había investigado todo sobre lo que verdaderamente había sucedido en Tierralta. Él se puso muy bravo.

¿Estaba Juliana en verdad loca? ¿De veras estaba pensando en usar la sucursal para perjudicar a Lucía? ¿No se daba cuenta de que, si algo le sucedía a Lucía, la sucursal en Tierralta también se vería bastante afectada? Además, las operaciones del grupo González en Tierralta eran bastante extensas, y la sucursal generaba considerables beneficios cada año. Si esa sucursal se detuviera, cerrarla sería definitivamente la única opción, lo que representaría una gran pérdida para el grupo González.

Al ver que Juliana seguía ocultándole todo en lo absoluto, Pablo agarró con furia un documento de la mesa y lo lanzó directo hacia ella.

—¿Todaví