Al pensar en todo esto, Pablo ya no pudo quedarse sentado, así que decidió regresar directamente a casa.

Mientras tanto, después de irse, Lucía fue directo al departamento de logística y encontró a Enzo. Al ver el aspecto totalmente desaliñado de Enzo, con la cara sucia y llena de hollín, Lucía frunció el ceño. ¡Esas personas realmente pensaban que ella estaba muerta!

—¡Directora González, por fin ha regresado!

Enzo se emocionó muchísimo al ver a Lucía. Ella sintió una punzada de culpa en lo profundo de su corazón.

—Lo siento muchísimo, es mi culpa que te hayas visto involucrado.

Pero Enzo sacudió la cabeza.

—Directora González, ¿cómo puede decir eso? Si hay alguien a quien culpar, solo puede ser a mí mismo por no saber en qué he ofendido a la jefa. Por eso me mandó directo a este lugar.

Al decir eso, Enzo suspiró suavemente y luego continuó hablando con Lucía.

—Directora González, usted no lo sabe aún. Después de que se fue, la jefa de repente quiso hacer una gran reforma en el dep