Había tomado una decisión, era hora de acabar con esto.Mi cuerpo se había vencido por completo, el doctor nos comunico que había tenido una crisis de agotamiento, anemia y gripe, así que necesitaba descansar. No me sorprendía por el resultado, ya que sabía que Jackson se había vengado de mí y lo había hecho con éxito, así que ¡tú ganas!Decidí no quedarme en el hospital, así que salgo de la habitación del hospital con una muda de ropa, que mi hermana me había traído. La persona que me ayuda a salir de la habitación es Lilian, quien se tomo la molestia de venir a verme porque estaba preocupada por mí.–Llegando a casa te hare mi famosa sopa caliente. –Me dice la mujer mayor mientras me deja recargar en su cuerpo.–Sería lo mejor, pero no pienso quedarme. –Le hice saber mientras sentía mucha tristeza.–Espera, ¿Por qué? –Me pregunta preocupada, pero somos interrumpidas por la presencia de Maximo. Era imposible no quedar muda cuando lo ves caminar hacía ti.–Pensé que te había ido. –Le
Sentía como su corazón latía con tranquilidad mientras estoy dormida encima de su pecho. El duerme con tranquilidad después de pasar la mejor noche al lado mío. Aun puedo sentir sus dedos pasando por mi piel desnuda, mientras que el calor de la chimenea entra por mis cansados pulmones.Me levantó lentamente para poder ir al baño, sin despertarlo, no quería molestarlo, pero mientras camino con pies descalzos, puedo escuchar el sonido de su celular sonando con fuerza. Y al ver que Maximo esta muy cansado, decido tomar su celular que estaba en el bolsillo trasero de su pantalón, viendo que era Lilian. ¿Por qué Maximo tenía el número de Lilian?–¿Hola? –Contesté con rapidez.–Señor, se la ha llevado.–¿A quién? –Pregunté con interés mientras podía escuchar, que había algo de preocupación en su voz. –Sofía, ¿eres tú? –Me pregunta la mujer.–¿Qué paso? No me asuste.La mujer tardo en responderme, pero al final lo hace.–Tiene que regresar a la casa de inmediato, junto con el amo Madison.
Los elementos de policía empezaron a llegar a la mansión, revisando cada detalle de esta, por si podían encontrar más pistas.–Al parecer esta en su mansión, pero se niega a cooperar. –Nos avisa el jefe de policía.–¿No pueden pedir una orden y entrar? –Pregunta Maximo de pie, mirando el plan que tiene el jefe de policía con recelo.–No es tan sencillo. –Contestó el jefe de policía.Pero mientras el hombre intenta darnos un poco más de información, el sonido del celular de Maximo nos distrae. Él de inmediato, lo saca de su pantalón, para encontrarse con una sorpresa.–¡Es ese maldito! –Y sin preguntar si estaba bien o no, contesto el teléfono para ponerlo en altavoz. –Es un descaro que me estes llamando después de lo que hiciste.Podemos escuchar una risa tremendamente malvada, Víctor se estaba riendo de nosotros.–Digamos que siempre me han gustado las sorpresas, que te puedo decir, desde niño me ha encantado la atención y ahora que la tengo, quiero pedirte un pequeño favor por la he
Vamos en una camioneta negra blindada hacía la casa de Víctor, mientras la noche es más oscura que nunca. Máximo no suelta mi mano, mientras el jefe de policía y creador del plan, que estaremos ejecutando me habla y me explica cada detalle de este.–Tendrás un micrófono en tu ropa, lo estaremos escuchando a él y a ti. También tendrás un micrófono en el oído, para que nos escuches.–Bien. –Me pongo el micrófono en mi ropa.–Cuando nos entregue a tu hermana, iremos dentro.–No te preocupes, yo iré por ti si es necesario. –Me asegura Maximo por completo. –Quiero que me de un arma y también que me dé un chaleco. –Le exige al policía.–No podemos dejar que entre.–Es mi mujer y mi hermana de las que estamos hablando, participare en esto. –Le recalca Maximo. El jefe de policía no podía contra Maximo.–Si lo lastiman, no nos haremos responsables de lo que le pase. –Saca una pistola de su traje, para aventársela a Maximo, quién de inmediato la atrapa con astucia.–No puedes arriesgarte a qu
Las cosas dejaron de tener sentido para mí desde ese momento.Solo recuerdo haber subido a una ambulancia, mis manos estaban rojas mientras que no podía dejar de gritar. Maximo estaba en la otra ambulancia, que arranco con rapidez por la noche. Yo me quede en otra junto con Alison, quién trataba de tranquilizarme, pero realmente no lo logro.Al llegar al hospital puedo ver como lo bajan de la ambulancia, conectado a diferentes aparatos. Al estar dentro lo meten de inmediato al quirófano, parecía ser que le habían apuntado en el pulmón, pero en realidad nada parecía tener sentido. Así que cuando me encuentro con el jefe de policía, le empiezo a pedir respuesta.–¿Qué demonios pasos? –Le grité llorando sin poder parar.El hombre se veía tan nervioso mientras sudaba, parecía no tener respuestas.–¿Por qué le dieron? –Pregunté una vez más, pero al ver que no me responde, no puedo evitar ponerle las manos encima, pidiéndole por una respuesta mientras golpeaba su pecho con mis manos llenas
Estaba conectado a una maquina que le medía los latidos, mientras su pecho estaba al desnudo mientras estaba vendado del pecho. Su piel era más pálida de lo normal, sus labios estaban morados y resecos, mientras que sus latidos eran débiles, pero lo suficientemente notables para considerarse normales.Me acerque lentamente, ya que para mí era casi imposible ver a un Maximo que no fuera Maximo. El hombre siempre se mostraba fuerte y vital ante todos, nunca se mostraba débil, lo cual admiraba de él, pero por primera vez, lo vi de una forma tan diferente, que mis ojos de inmediato se empezaron a llenar de lágrimas. Estaba realmente feliz de poderlo ver vivo, pero al mismo tiempo una sensación de pena empezó a cubrir mi cuerpo.Lentamente me empiece a acercar a él, mientras usaba una mascarilla que le daba el oxigeno que necesitaba, para poder sobrellevar una operación.Cuando estuve a centímetros de él, podía ver que tenía los ojos entrecerrados, se veía cansado.–¿Maximo? –Pregunté entr
Ya han pasado tres días y solo he visto mover partes del cuerpo de Maximo, a veces solo mueve los dedos de las manos, otras veces los pies, pero aún no logra abrir los ojos. Me aferro a su mano que poco a poco va adquiriendo color y calor, pero es desesperante esperarlo. Leo libros, me levanto para caminar en su habitación, tomo café, pero nunca salgo de la habitación. Suzy me ha pedido que vaya a casa a descansar, pero simplemente no estaba dispuesta a dejarlo solo. Hasta por fin llego ese día, lentamente va abriendo los ojos mientras que sus latidos suben de nivel.Yo corro hacía Maximo ya que estaba mirando la ciudad desde su lujosa habitación de hospital, para tomar su mano venosa. Maximo al principio se ve desorientado, incluso torpemente empieza a tirar las cosas que hay a su alrededor, ya que tiene un gran cuerpo largo, pero yo trato detenerlo para que se tranquilice.–Tranquilo. –Tomo de su brazo con gentileza.–¿Dónde estoy? –Intenta quitarse la intravenosa, pero yo no se lo
El bote nos llevo por el mar en la noche con rapidez hasta llegar a una hermosa mansión hecha de madera en los Hampton, en donde múltiples personas de dinero vivían ahí. Había un jardín gigantesco con enormes luces, mientras que también había varios sillones en el jardín. Era un sueño de casa y parecía ser muy tranquilo, al lado del agitado mundo en donde vivimos en New York.El bote se aferra al muelle para que podamos pasar por un puente de madera.Al tratar de pasar del bote a el puente, encuentro la ayuda de mi amado Maximo, quién a pesar de no estar en la mejor condición del mundo, siempre me ayuda tomándome de la mano. Y cuando me tiene a su lado, me muestra la más gigante sonrisa del mundo.–¿Qué es este lugar? –Le pregunté curiosa mientras el bote partía, dejándonos solo a nosotros dos en esta enorme casa.–En realidad siempre quise buscar un lugar de descanso, aún que se que por ser el CEO de mi empresa es un deseo que pensé nunca poder tener. –Y mientras caminamos por el eno