Vamos en una camioneta negra blindada hacía la casa de Víctor, mientras la noche es más oscura que nunca. Máximo no suelta mi mano, mientras el jefe de policía y creador del plan, que estaremos ejecutando me habla y me explica cada detalle de este.–Tendrás un micrófono en tu ropa, lo estaremos escuchando a él y a ti. También tendrás un micrófono en el oído, para que nos escuches.–Bien. –Me pongo el micrófono en mi ropa.–Cuando nos entregue a tu hermana, iremos dentro.–No te preocupes, yo iré por ti si es necesario. –Me asegura Maximo por completo. –Quiero que me de un arma y también que me dé un chaleco. –Le exige al policía.–No podemos dejar que entre.–Es mi mujer y mi hermana de las que estamos hablando, participare en esto. –Le recalca Maximo. El jefe de policía no podía contra Maximo.–Si lo lastiman, no nos haremos responsables de lo que le pase. –Saca una pistola de su traje, para aventársela a Maximo, quién de inmediato la atrapa con astucia.–No puedes arriesgarte a qu
Las cosas dejaron de tener sentido para mí desde ese momento.Solo recuerdo haber subido a una ambulancia, mis manos estaban rojas mientras que no podía dejar de gritar. Maximo estaba en la otra ambulancia, que arranco con rapidez por la noche. Yo me quede en otra junto con Alison, quién trataba de tranquilizarme, pero realmente no lo logro.Al llegar al hospital puedo ver como lo bajan de la ambulancia, conectado a diferentes aparatos. Al estar dentro lo meten de inmediato al quirófano, parecía ser que le habían apuntado en el pulmón, pero en realidad nada parecía tener sentido. Así que cuando me encuentro con el jefe de policía, le empiezo a pedir respuesta.–¿Qué demonios pasos? –Le grité llorando sin poder parar.El hombre se veía tan nervioso mientras sudaba, parecía no tener respuestas.–¿Por qué le dieron? –Pregunté una vez más, pero al ver que no me responde, no puedo evitar ponerle las manos encima, pidiéndole por una respuesta mientras golpeaba su pecho con mis manos llenas
Estaba conectado a una maquina que le medía los latidos, mientras su pecho estaba al desnudo mientras estaba vendado del pecho. Su piel era más pálida de lo normal, sus labios estaban morados y resecos, mientras que sus latidos eran débiles, pero lo suficientemente notables para considerarse normales.Me acerque lentamente, ya que para mí era casi imposible ver a un Maximo que no fuera Maximo. El hombre siempre se mostraba fuerte y vital ante todos, nunca se mostraba débil, lo cual admiraba de él, pero por primera vez, lo vi de una forma tan diferente, que mis ojos de inmediato se empezaron a llenar de lágrimas. Estaba realmente feliz de poderlo ver vivo, pero al mismo tiempo una sensación de pena empezó a cubrir mi cuerpo.Lentamente me empiece a acercar a él, mientras usaba una mascarilla que le daba el oxigeno que necesitaba, para poder sobrellevar una operación.Cuando estuve a centímetros de él, podía ver que tenía los ojos entrecerrados, se veía cansado.–¿Maximo? –Pregunté entr
Ya han pasado tres días y solo he visto mover partes del cuerpo de Maximo, a veces solo mueve los dedos de las manos, otras veces los pies, pero aún no logra abrir los ojos. Me aferro a su mano que poco a poco va adquiriendo color y calor, pero es desesperante esperarlo. Leo libros, me levanto para caminar en su habitación, tomo café, pero nunca salgo de la habitación. Suzy me ha pedido que vaya a casa a descansar, pero simplemente no estaba dispuesta a dejarlo solo. Hasta por fin llego ese día, lentamente va abriendo los ojos mientras que sus latidos suben de nivel.Yo corro hacía Maximo ya que estaba mirando la ciudad desde su lujosa habitación de hospital, para tomar su mano venosa. Maximo al principio se ve desorientado, incluso torpemente empieza a tirar las cosas que hay a su alrededor, ya que tiene un gran cuerpo largo, pero yo trato detenerlo para que se tranquilice.–Tranquilo. –Tomo de su brazo con gentileza.–¿Dónde estoy? –Intenta quitarse la intravenosa, pero yo no se lo
El bote nos llevo por el mar en la noche con rapidez hasta llegar a una hermosa mansión hecha de madera en los Hampton, en donde múltiples personas de dinero vivían ahí. Había un jardín gigantesco con enormes luces, mientras que también había varios sillones en el jardín. Era un sueño de casa y parecía ser muy tranquilo, al lado del agitado mundo en donde vivimos en New York.El bote se aferra al muelle para que podamos pasar por un puente de madera.Al tratar de pasar del bote a el puente, encuentro la ayuda de mi amado Maximo, quién a pesar de no estar en la mejor condición del mundo, siempre me ayuda tomándome de la mano. Y cuando me tiene a su lado, me muestra la más gigante sonrisa del mundo.–¿Qué es este lugar? –Le pregunté curiosa mientras el bote partía, dejándonos solo a nosotros dos en esta enorme casa.–En realidad siempre quise buscar un lugar de descanso, aún que se que por ser el CEO de mi empresa es un deseo que pensé nunca poder tener. –Y mientras caminamos por el eno
En la mañana toda la casa se encuentra perfectamente alumbrada, puedo incluso ver con más claridad los detalles de la enorme casa, que tenía diez habitaciones, una habitación de huéspedes, un cine, un gimnasio y dos estudios bastantes espaciosos. También había una gran piscina con toboganes en el jardín, mientras que la casa también contaba con fuentes grandes y rosas por todo el lugar.La cocina era perfecta, tanto que me sentí con el derecho de preparar el desayuno, aunque Maximo quería hacerlo, pude darme cuenta que no tenía experiencia ni conocimiento de como hacer un desayuno. Así que cuando le sirvo unos huevos y un poco de fruta, de inmediato puedo oírlo comentar.–Al parecer tu prometido es un asco en la cocina. –Yo solo me reí, porque en realidad sabía que el poderosísimos Maximo no era tan poderoso, sino que tenía muchas fallas, pero aun así siempre lo amaría.–La cocina es bellísima. –Me siento a su lado con una taza de cafés. –Me encantaría hacer cosas aquí. –No pude evita
El mundo se estaba volviendo loco, las especulaciones de nuestra relación era lo más hablado en la prensa. La historia sobre el ataque del CEO de la empresa Madison se estaba haciendo muy grande, incluso mi nombre ya había salido en diferentes tabloides, lo que significaba que era hora de tener que hablar.Antes de anunciar que el ataque contra Maximo había cierto, y también anunciar nuestro matrimonio, tuvimos que hablar con el personal que se encargaba de la imagen de Maximo y de su empresa.Luna Eva Esposito era la mujer perfecta para hacerse cargo del anuncio de nuestro matrimonio, sabía como controlar a la prensa mientras que era conocida entre la gente de dinero por arreglar los trapitos sucios de la gente, pero eso no quitaba que la bella italiana Luna Eva fuera una joven con muchas cosas que decir y que expresar.–No te preocupes por nada Maximo. –La joven de cabellera castaña ondulada y gran altura, con piernas de modelo no deja de ver a Maximo como si fuera su persona favori
Labios rojos, traje del mismo color bastante caro. Era la hora del momento, tenía que dar la cara como la prometida de Maximo Madison. Suzy y Alison están en el mismo camerino que yo, observando como maquillistas profesionales me arreglar para estar perfecta enfrente de las cámaras.–Estoy nerviosa. –Suspire con preocupación mientras la maquillista, llamada Aurora pinta mis labios.–No lo estes, luces hermosas. –Me contesta la joven.–Créeme que no es por como luzco.–Lo harás bien. –Me afirma Suzy con su bello acento británico. –Se que te da miedo darle la cara a este mundo en donde mi hermano trabajar, pero créeme lo harás bien.–Tienen que salir. –Nos avisa una joven vestida de negro, buscándome la mirada. –Su prometido la esta esperando en la entrada de la empresa.Mire nerviosa a Suzy y a Alison.–Hermanita. –Antes de salir de la habitación mi hermana me toma de la mano. –Te quiero decir, que estoy realmente orgullosa de ti. –Pase una mano sobre su cara tersa. –Aún no puedo decir