En la tarde fui al trabajo que tenía y renuncié según en una semana tendrían el depósito de mi dinero.Al día siguiente hice mi rutina matutina y con el deseo de encontrarme a esa linda señorita de ojos verdes selva, no sé cómo le haré, pero la tendré en mi cama en cualquier momento.Por más que haya recorrido la playa no la he visto, de pronto Mac sale corriendo y tengo que salir detrás de él.—Mac que rayos te pasa ven aquí Mac—. Le grito. —Mac, Mac—. Le sigo gritando y nada que se detiene hasta que lo pierdo de vista. —Lo voy a castigar por una semana—. Busco hasta que lo veo sentado al lado de alguien me acerco.—Eres hermoso—. Esa voz hace que mi corazón vuelva a vibrar. —Te perdiste, donde esta tu dueño—.—Tu dueño soy yo, digo yo soy su dueño—. Ella se levanta y no puedo evitar mirarla de arriba abajo, su cuerpo es todo tentación.Su mirada verdosa me examina detenidamente. —Y como sé que en verdad eres su dueño, qué tal si solo te estás haciendo pasar por su dueño—. Sonrió.—N
Josiah.—Me está coqueteando señor Valmiera, sin siquiera conocerme—. Me dice en tono divertido.—Siento que ya la conozco de toda la vida señorita Adeline—. Me acercó más a ella si es posible.—Sera mejor que mantenga su distancia—. Me advierte, pero ella es como un imán que me atrae.—No puedo señorita Adeline, es usted como un imán que me atrae, pero si no busca romance aquí tiene un servidor que solo desea tener y una aventura—. Se para frente a mi quedando a solo escasos centímetros.—Y cree que yo estoy buscando romance o una aventura—. Sonríe.—No hay ninguna regla que nos prohíba tener algo—. Sonríe de lado.—Si joven Josiah no hay ninguna regla en esta empresa donde se prohíba la relación entre el personal, pero eso no implica que yo esté buscando una aventurilla o un romance—. Me da una mirada que me hace estremecer. —Señor Josiah le recomiendo que deje de perder el tiempo conmigo y se ponga a trabajar—. Se aleja un poco y observa mi trabajo.—Juro que no desistiré hasta ten
Dasha. Al llegar a aduana mostré todas las documentaciones pertinentes del embarque, soy muy minuciosa con respecto a esos temas, mostré todos los papeles pertinentes, no les quedó de otra que liberar la mercancía. No pude entrevistar a los nuevos integrantes, pero ya los he conocido a todos excepto a uno de ellos que resultó ser el mismo chico de la playa, decidí darle mi segundo nombre, quiero ver hasta dónde es capaz de llegar. Todos los días me lo encuentro al ir a correr creo que ya no es casualidad, ahora es solo porque quiere algo, algo que no va conseguir no de mí. Al ir a ver cómo iba su trabajo empezó a seducirme no voy a negar que me divertía y me gustó sentirme deseada por alguien, pero es un jovencito de veinticuatro años, es decir le llevó nueve años de diferencia es obvio que esto no es para mí no soy asalta cuna. Espero que entienda que no hay un él y yo y mucho menos me iré a la cama con él, eso está fuera de sus posibilidades y de las mías, para curarme en salud
Dasha.—Sabía que no me dejarías morir arrollado—. Se acerca a mí y estrella sus labios con los mío, los empieza a mover de manera necesitada, me pega más a su cuerpo mientras yo estoy perpleja ante su actitud.Lo empujó separándolo de mí, levantó mi mano y la estrelló contra su mejilla.—Eres un inmaduro e infantil solo de un bebé se puede esperar una actitud como ésta, crees que esto es gracioso lanzarse a la calle porque te sale de las pelotas—. Mi pecho sube y baja, jamás me vi en la necesidad de usar un lenguaje tan vulgar pero este chiquillo me saca de mis cabales. —No te atrevas acercarte a mi persona—. Camino sin mirar atrás.—Adeline espera lo siento sé que mi actitud es inmadura, pero quiero que veas lo que estoy dispuesto hacer por ti—.—No quiero que hagas nada por mí, metete eso en la cabeza—.—Adeline espera Adelin...No lo quiero escuchar, quien se cree él, paro un taxi y regreso a casa con una furia incontrolable.Al día siguiente voy al hotel a revisar las planillas y
—Estoy bien gracias—. Lo nervios se querían apoderar de mi más no cedi. —Sentí unas ganas inmensas de golpearlos—. Sonrió y niego. —Yo también sentí el mismo deseo, pero hacia ti—. —¿Por qué yo, si no te he hecho nada? —. —¡No! —. —Te puedo invitar a salir deseo conocerte más Adeline—. —Espera un momento que hayamos corrido juntos hoy no significa que ya saldré contigo Josiah, creo que tienes que ganarte mi confianza primero, lo de esa vez me demostró que eres un obsesivo y compulsivo—. —Ya te expliqué que lo hice porque no quería que te fueras con ese idiota—. —Si pues ese idiota se iba a ir con otra chica—. Me mira sorprendido. —¡En verdad! —. Asiento. —Eso significa que no hay nadie—. Sus ojos se iluminan cual niño en juguetería. —Debes terminar esto para final de mes, si se te anuncio que se iba ser una revisión a detalle de cada joya creada—. —Si el señor Noriel me lo anuncio solo faltan algunos detalles y ya está listo—. —Espero que para ese mes este completo, nos vem
Dasha.Mire sus labios y él los míos, estaba vez no fue él el que beso, esta vez fui yo quien lo beso, pero de forma apasionada, lo empuje hasta chocarlo contra la caja metálica, esta vez yo llevaría el control, enrede mis brazos en su cuello y lo pegue más a mi cuerpo sintiendo su duro cuerpo, sus brazos rodearon mi cintura, metí mi lengua en su cavidad bucal, su lengua y la mi danzaban en una sincronía perfecta, pero como siempre todo tiene que terminar nuestro beso acabo por falta de aire.Pegue mi frente junto a la suya, y aspire su aliento mentolado. —Me gusta Dasha o Adeline como quieres que te llame—.—Las dos formas me gustan—. Contesté de forma agitada.—Dasha me encanta—. Me aleje de él un poco.—Dime que es lo que buscas de mi Josiah ya sé que no es mi fortuna, pero si buscas algo de mi—. Si estaba dañado la atmósfera tan hermosa que había, pero debía saber cuál era su interés en mí.—No busco nada de ti Dasha—.—Eso no es cierto siempre se busca algo de otra persona siempr
—Mi señora suena bien, Mac ya llegué no hiciste desastres, bueno no eres un can de esos, pero a veces lo haces donde estas Mac—. Sale de mi habitación. —Espero y no hayas destrozado alguna almohada—. Me siento en el sillón al igual que Mac. —A que no adivinas Mac Adeline resultó ser Dasha Melitón y esa no es la mejor parte, la mejor parte es que la bese y ella me beso y me invitó salir—. Mac me mira y gime. —Si debí invitarla yo verdad carajos Mac, bueno no importa voy a salir con ella, talvez tengas mamá pronto—. Mac ladra. —Te gusta la idea verdad, ahora debo ponerme guapo para mi Señora—. Voy a la habitación para tomar una ducha, pero antes debo acicalar un poco mi barba, quiero estar presentable para mi Señora. —En verdad se siente bien decirle mi señora—. Hora y media ya estoy listo el traje a la medida que me mandó Dasha me queda perfecto. —Que tal me veo Mac crees que está noche conquiste más a mi señora, (ladrido), si yo creo que si—. Me doy el último retoque, me doy una últim
Me levantó como si una clase de posesión se haya adueñado de mi cuerpo, tomo su mano y vamos a la pista. Llevo una de mis manos a su cintura y la otra la uno con la de ella danzamos al compás de la melodía…. Hemos bailado, comido y reído, hablado de cualquier tontería y aún no puedo dejar de mirarla, si antes admiraba a Dasha Melitón ahora la admiro más, es más me tiene totalmente a sus pies cuando pensé que sería al revés. —Buenas noches me permite señora Melitón esta pieza—. Que ni se le ocurra. —Como no señor Fernando—. Ella toma su mano y se marcha con él. Al llegar a la pista empieza a bailar con él, estoy como León enjaulado, por qué se estuvo que ir con ese tipo, si quiere bailar yo aún tengo energía para seguir bailando. —Ah si demuéstramelo—. Sus palabras de nuestra conversación en la mañana volvieron a resonar en mi cabeza. Una sonrisa se dibujó en mi rostro así que está es mi prueba. —Te demostraré Dasha Melitón que no soy un niño tonto y mucho menos caprichoso—. La ve