Dasha. Al llegar a aduana mostré todas las documentaciones pertinentes del embarque, soy muy minuciosa con respecto a esos temas, mostré todos los papeles pertinentes, no les quedó de otra que liberar la mercancía. No pude entrevistar a los nuevos integrantes, pero ya los he conocido a todos excepto a uno de ellos que resultó ser el mismo chico de la playa, decidí darle mi segundo nombre, quiero ver hasta dónde es capaz de llegar. Todos los días me lo encuentro al ir a correr creo que ya no es casualidad, ahora es solo porque quiere algo, algo que no va conseguir no de mí. Al ir a ver cómo iba su trabajo empezó a seducirme no voy a negar que me divertía y me gustó sentirme deseada por alguien, pero es un jovencito de veinticuatro años, es decir le llevó nueve años de diferencia es obvio que esto no es para mí no soy asalta cuna. Espero que entienda que no hay un él y yo y mucho menos me iré a la cama con él, eso está fuera de sus posibilidades y de las mías, para curarme en salud
Dasha.—Sabía que no me dejarías morir arrollado—. Se acerca a mí y estrella sus labios con los mío, los empieza a mover de manera necesitada, me pega más a su cuerpo mientras yo estoy perpleja ante su actitud.Lo empujó separándolo de mí, levantó mi mano y la estrelló contra su mejilla.—Eres un inmaduro e infantil solo de un bebé se puede esperar una actitud como ésta, crees que esto es gracioso lanzarse a la calle porque te sale de las pelotas—. Mi pecho sube y baja, jamás me vi en la necesidad de usar un lenguaje tan vulgar pero este chiquillo me saca de mis cabales. —No te atrevas acercarte a mi persona—. Camino sin mirar atrás.—Adeline espera lo siento sé que mi actitud es inmadura, pero quiero que veas lo que estoy dispuesto hacer por ti—.—No quiero que hagas nada por mí, metete eso en la cabeza—.—Adeline espera Adelin...No lo quiero escuchar, quien se cree él, paro un taxi y regreso a casa con una furia incontrolable.Al día siguiente voy al hotel a revisar las planillas y
—Estoy bien gracias—. Lo nervios se querían apoderar de mi más no cedi. —Sentí unas ganas inmensas de golpearlos—. Sonrió y niego. —Yo también sentí el mismo deseo, pero hacia ti—. —¿Por qué yo, si no te he hecho nada? —. —¡No! —. —Te puedo invitar a salir deseo conocerte más Adeline—. —Espera un momento que hayamos corrido juntos hoy no significa que ya saldré contigo Josiah, creo que tienes que ganarte mi confianza primero, lo de esa vez me demostró que eres un obsesivo y compulsivo—. —Ya te expliqué que lo hice porque no quería que te fueras con ese idiota—. —Si pues ese idiota se iba a ir con otra chica—. Me mira sorprendido. —¡En verdad! —. Asiento. —Eso significa que no hay nadie—. Sus ojos se iluminan cual niño en juguetería. —Debes terminar esto para final de mes, si se te anuncio que se iba ser una revisión a detalle de cada joya creada—. —Si el señor Noriel me lo anuncio solo faltan algunos detalles y ya está listo—. —Espero que para ese mes este completo, nos vem
Dasha.Mire sus labios y él los míos, estaba vez no fue él el que beso, esta vez fui yo quien lo beso, pero de forma apasionada, lo empuje hasta chocarlo contra la caja metálica, esta vez yo llevaría el control, enrede mis brazos en su cuello y lo pegue más a mi cuerpo sintiendo su duro cuerpo, sus brazos rodearon mi cintura, metí mi lengua en su cavidad bucal, su lengua y la mi danzaban en una sincronía perfecta, pero como siempre todo tiene que terminar nuestro beso acabo por falta de aire.Pegue mi frente junto a la suya, y aspire su aliento mentolado. —Me gusta Dasha o Adeline como quieres que te llame—.—Las dos formas me gustan—. Contesté de forma agitada.—Dasha me encanta—. Me aleje de él un poco.—Dime que es lo que buscas de mi Josiah ya sé que no es mi fortuna, pero si buscas algo de mi—. Si estaba dañado la atmósfera tan hermosa que había, pero debía saber cuál era su interés en mí.—No busco nada de ti Dasha—.—Eso no es cierto siempre se busca algo de otra persona siempr
—Mi señora suena bien, Mac ya llegué no hiciste desastres, bueno no eres un can de esos, pero a veces lo haces donde estas Mac—. Sale de mi habitación. —Espero y no hayas destrozado alguna almohada—. Me siento en el sillón al igual que Mac. —A que no adivinas Mac Adeline resultó ser Dasha Melitón y esa no es la mejor parte, la mejor parte es que la bese y ella me beso y me invitó salir—. Mac me mira y gime. —Si debí invitarla yo verdad carajos Mac, bueno no importa voy a salir con ella, talvez tengas mamá pronto—. Mac ladra. —Te gusta la idea verdad, ahora debo ponerme guapo para mi Señora—. Voy a la habitación para tomar una ducha, pero antes debo acicalar un poco mi barba, quiero estar presentable para mi Señora. —En verdad se siente bien decirle mi señora—. Hora y media ya estoy listo el traje a la medida que me mandó Dasha me queda perfecto. —Que tal me veo Mac crees que está noche conquiste más a mi señora, (ladrido), si yo creo que si—. Me doy el último retoque, me doy una últim
Me levantó como si una clase de posesión se haya adueñado de mi cuerpo, tomo su mano y vamos a la pista. Llevo una de mis manos a su cintura y la otra la uno con la de ella danzamos al compás de la melodía…. Hemos bailado, comido y reído, hablado de cualquier tontería y aún no puedo dejar de mirarla, si antes admiraba a Dasha Melitón ahora la admiro más, es más me tiene totalmente a sus pies cuando pensé que sería al revés. —Buenas noches me permite señora Melitón esta pieza—. Que ni se le ocurra. —Como no señor Fernando—. Ella toma su mano y se marcha con él. Al llegar a la pista empieza a bailar con él, estoy como León enjaulado, por qué se estuvo que ir con ese tipo, si quiere bailar yo aún tengo energía para seguir bailando. —Ah si demuéstramelo—. Sus palabras de nuestra conversación en la mañana volvieron a resonar en mi cabeza. Una sonrisa se dibujó en mi rostro así que está es mi prueba. —Te demostraré Dasha Melitón que no soy un niño tonto y mucho menos caprichoso—. La ve
Josiah. Soy callado por sus labios que toman los míos con una posesividad, de inmediato muevo los míos al compás de los suyos, la estrecho entre mis brazos y la voy acostando en el sofá despacio, termino de acostarla en el sin echarle mi peso me coloco sobre ella, nos besamos como si no hubiera un mañana. En verdad me sentía como un adolescente, saboreo sus labios me encanta sentir su textura y su delicadeza. —Dasha si sigo así... Muerde mi labio. —Sshh solo bésame y no hables, dejémonos llevar por lo que sentimos en este momento y si perdemos la cordura no importa somos dos adultos no—. Sonrió sobre sus labios. —Deseo perder la cordura contigo mi señora—. Ataco sus labios de forma delicada como ella lo es, sus manos recorren mi espalda con cada toque mi cuerpo se estremece... Nos besamos de todas las formas conocidas, mi cuerpo la desea y mi muchacho clama por ella. —Deseo que seas mía Dasha Melitón—. La miro a sus ojos que cada vez lucen más incandescente. —Se que es muy apres
Dasha.No sentí celos al ver a Cecilia con Josiah esa mujer no es tema para mí, una mujer que se denigra a sí misma no merece que nadie le presté atención. Aunque no voy a negar que sentí ganas de volver darle una arrastradita se lo merece, pero soy una dama y una dama no se rebaja a eso.Al llegar al apartamento de Josiah estaba dispuesta a lo que pasará, no soy una jovencita que espera el indicado, además no me voy a guardar para ancianidad, soy una mujer que corre riesgos todos los días por qué no correrlos en el amor y no es que estoy locamente enamorada de Josiah pero si hay un sentimiento hacia él que crece poco a poco, no a quien engaño si me gusta el chiquillo ese y no sé cómo esconderlo.Caí ante el deseo si y no me arrepiento como tampoco me arrepiento de haber estado con un jovencito, es que los placeres vienen de todas las edades no es ningún delito que una mujer de X edad se sienta atraída por un joven de veintiséis, si en un hombre de cuarenta para no ponerlo tan mayor n