Bueno empezó a surgir el romance entre estos dos. Espero les guste estos capítulos
Dasha.Mire sus labios y él los míos, estaba vez no fue él el que beso, esta vez fui yo quien lo beso, pero de forma apasionada, lo empuje hasta chocarlo contra la caja metálica, esta vez yo llevaría el control, enrede mis brazos en su cuello y lo pegue más a mi cuerpo sintiendo su duro cuerpo, sus brazos rodearon mi cintura, metí mi lengua en su cavidad bucal, su lengua y la mi danzaban en una sincronía perfecta, pero como siempre todo tiene que terminar nuestro beso acabo por falta de aire.Pegue mi frente junto a la suya, y aspire su aliento mentolado. —Me gusta Dasha o Adeline como quieres que te llame—.—Las dos formas me gustan—. Contesté de forma agitada.—Dasha me encanta—. Me aleje de él un poco.—Dime que es lo que buscas de mi Josiah ya sé que no es mi fortuna, pero si buscas algo de mi—. Si estaba dañado la atmósfera tan hermosa que había, pero debía saber cuál era su interés en mí.—No busco nada de ti Dasha—.—Eso no es cierto siempre se busca algo de otra persona siempr
—Mi señora suena bien, Mac ya llegué no hiciste desastres, bueno no eres un can de esos, pero a veces lo haces donde estas Mac—. Sale de mi habitación. —Espero y no hayas destrozado alguna almohada—. Me siento en el sillón al igual que Mac. —A que no adivinas Mac Adeline resultó ser Dasha Melitón y esa no es la mejor parte, la mejor parte es que la bese y ella me beso y me invitó salir—. Mac me mira y gime. —Si debí invitarla yo verdad carajos Mac, bueno no importa voy a salir con ella, talvez tengas mamá pronto—. Mac ladra. —Te gusta la idea verdad, ahora debo ponerme guapo para mi Señora—. Voy a la habitación para tomar una ducha, pero antes debo acicalar un poco mi barba, quiero estar presentable para mi Señora. —En verdad se siente bien decirle mi señora—. Hora y media ya estoy listo el traje a la medida que me mandó Dasha me queda perfecto. —Que tal me veo Mac crees que está noche conquiste más a mi señora, (ladrido), si yo creo que si—. Me doy el último retoque, me doy una últim
Me levantó como si una clase de posesión se haya adueñado de mi cuerpo, tomo su mano y vamos a la pista. Llevo una de mis manos a su cintura y la otra la uno con la de ella danzamos al compás de la melodía…. Hemos bailado, comido y reído, hablado de cualquier tontería y aún no puedo dejar de mirarla, si antes admiraba a Dasha Melitón ahora la admiro más, es más me tiene totalmente a sus pies cuando pensé que sería al revés. —Buenas noches me permite señora Melitón esta pieza—. Que ni se le ocurra. —Como no señor Fernando—. Ella toma su mano y se marcha con él. Al llegar a la pista empieza a bailar con él, estoy como León enjaulado, por qué se estuvo que ir con ese tipo, si quiere bailar yo aún tengo energía para seguir bailando. —Ah si demuéstramelo—. Sus palabras de nuestra conversación en la mañana volvieron a resonar en mi cabeza. Una sonrisa se dibujó en mi rostro así que está es mi prueba. —Te demostraré Dasha Melitón que no soy un niño tonto y mucho menos caprichoso—. La ve
Josiah. Soy callado por sus labios que toman los míos con una posesividad, de inmediato muevo los míos al compás de los suyos, la estrecho entre mis brazos y la voy acostando en el sofá despacio, termino de acostarla en el sin echarle mi peso me coloco sobre ella, nos besamos como si no hubiera un mañana. En verdad me sentía como un adolescente, saboreo sus labios me encanta sentir su textura y su delicadeza. —Dasha si sigo así... Muerde mi labio. —Sshh solo bésame y no hables, dejémonos llevar por lo que sentimos en este momento y si perdemos la cordura no importa somos dos adultos no—. Sonrió sobre sus labios. —Deseo perder la cordura contigo mi señora—. Ataco sus labios de forma delicada como ella lo es, sus manos recorren mi espalda con cada toque mi cuerpo se estremece... Nos besamos de todas las formas conocidas, mi cuerpo la desea y mi muchacho clama por ella. —Deseo que seas mía Dasha Melitón—. La miro a sus ojos que cada vez lucen más incandescente. —Se que es muy apres
Dasha.No sentí celos al ver a Cecilia con Josiah esa mujer no es tema para mí, una mujer que se denigra a sí misma no merece que nadie le presté atención. Aunque no voy a negar que sentí ganas de volver darle una arrastradita se lo merece, pero soy una dama y una dama no se rebaja a eso.Al llegar al apartamento de Josiah estaba dispuesta a lo que pasará, no soy una jovencita que espera el indicado, además no me voy a guardar para ancianidad, soy una mujer que corre riesgos todos los días por qué no correrlos en el amor y no es que estoy locamente enamorada de Josiah pero si hay un sentimiento hacia él que crece poco a poco, no a quien engaño si me gusta el chiquillo ese y no sé cómo esconderlo.Caí ante el deseo si y no me arrepiento como tampoco me arrepiento de haber estado con un jovencito, es que los placeres vienen de todas las edades no es ningún delito que una mujer de X edad se sienta atraída por un joven de veintiséis, si en un hombre de cuarenta para no ponerlo tan mayor n
—Buenas tardes—. Digo detrás de él.—Pensé que no te vería—. Se gira hacia mí y rodea mi cintura. —Ya me sentía triste por no verte—.—Estuve un día ocupado—.—Yo me encargaré que tu día termine de la mejor manera amor—. Sonrió y niego.—Eso me encanta—. Digo de manera seductora.—¡Dasha! —.—Si—. Lo miro a los ojos, me pego más a su cuerpo y nos fundimos en un apasionado beso...—Debo irme tengo que revisar algunos documentos—.—Te irás conmigo—.—Si—. Rodeo su cuello y lo vuelvo a besar. —bye—. Me separó de él y voy a mi oficina.Dos horas después baje al estacionamiento donde estaba Josiah recostado en el auto, al verme sonríe.—No tienes idea de cómo me encantas Dasha cada vez que te veo mi corazón se acelera inexplicablemente—. Sonrió.—Eso suena cursi, pero me encanta lo cursi—. Le doy apenas un beso.—Juegas conmigo verdad sabes que muero por besar tus labios y me tientas con ese beso—.—Creo que ambos sentimos el mismo deseo, pero prefiero devorarte cuando nadie nos ve—. Levan
Dasha. Mi corazón late desbocado. —Dasha amor estás bien, ¿que es eso?—. Niego por qué no se que clase de enfermo haría algo así. —Dasha amor mírame, Dasha mírame—. Desvío mi mirada de la muñeca con vestido de novia y una fotografía mía. —Ese debe ser alguien que quiere asustarte amor—. —Tal vez debe ser eso—. Dice Sandra. —Si—. Digo cerrando la caja. —Lo mejor será cenar—. Sonrió. —Te ayudo a poner la mesa—. —Yo los voy dejando ya es hora de darle de comer a tu madre—. —Gracias Sandra.. ¡Oh! Por cierto él es Josiah, Josiah ella es Sandra la enfermera de mi madre—. —Es un gusto conocerla señora Sandra—. —Solo Sandra por favor—. —De acuerdo—. Ponemos la mesa mientras trato de borrar esa imagen y por otro lado dar con algún indicio del bromista de tal desfachatez. Poner una muñeca con vestido de novia y el rostro de alguien es algo terrorífico... —Amor deja de pensar en eso—. —Es que no puedo Josiah quien sabe que enfermo hizo eso—. —Él único que te hará vestir de novia seré
—No mi único amigo cercano que estuve fue Dominic pero él jamás me habló de nada y el otro que estuvo algo así como un impulso de enamoramiento fue Víctor, pero ese solo quería hacer quedar mal a Michel debes acordarte de eso—. —Si lo recuerdo empezaré por él es el más cercano—. —Jorge que nadie se entere si—. —Si señora—. —Déjame pasar Lucí es ese nuevamente verdad—. —Iré a casa—. —Los guardaespaldas irán tras de ustedes—. Asiento. —Mi amor que sucedió por qué colgaste—. —Me llevaré esto—. Dice Jorge tomando las flores. —¿Dime que sucede Dasha? —Pues creo que es el mismo bromista—. Tomo mi bolso. —Vamos a casa, estuve un día pesado hoy y con esto... —Estoy contigo mi amor, averiguaremos quien es ese y cuando lo haga le voy a enseñar a no meterse con mi mujer—. —¡Tu mujer! —. Exclamó ya que a él le molesta que niegue algo. —Si mi mujer Dasha y pronto mi esposa y luego mi señora—. —Amo esa seguridad tuya, nos vemos Lucí—. —Nos vemos Dasha y disculpa la próxima verifico bi