KIARA
Los días comenzaron a pasar, entre terminar mis pinturas y cuidar a mi Kelly. No volví a saber de Reagan, ni tampoco me contesto los mensajes que le envié, porque si, lo intenté más de una vez, pero se encerró en su mundo dejándome a fuera.
Nueve días que no se nada de él, y Raven con Julián se pusieron de acuerdo para tampoco mencionarlo, que a veces gruño de frustración, porque la curiosidad me gana, pero mi orgullo también pesa, que soy un verdadero caos de confusión.
Salgo del ascensor con uno de mis guardaespaldas detrás y abro la puerta sin soltar la mano de Kelly.
—Buenos días señora Armstrong. ¡Que bella se ve hoy!
Tenso la mandíbula cuando cruzo las puertas del nuevo edificio.
—No me digas así, Tyler.
Él hace una inclinación de cabeza y desl
REAGANDos semanas que no veo a mi preciosa Kiara, desde el centro oncológico y de aquella salida que me mostro ese lugar que pensé que estaba vacío. Algo se me removió al escuchar a Kelly, que fue el momento exacto en el cual me di cuenta lo que verdaderamente quiero, pero aun necesito tiempo, que estos días han sido el peor calvario que he podido vivir.Un padre preso, una madre prófuga de la justicia, una hermana entrando en una depresión y que se escabulla cada vez que puede, ya que odia vivir en aquella mansión, y yo volviéndome al alcoholismo, y queriendo desaparecer de este mundo, pero no puedo, porque tengo responsabilidades que cumplir.Salgo de la oficina en la cual me consumo día y noche, escondiéndome de los medios de comunicación y tratando de poner a funcionar mi cerebro en otra cosa, que no sea mi chica de ojos grises. Pero es en vano, porque se cl
REAGANSigue mirándome mal, cruzada de brazos y moviendo su pie derecho con frenesí.—¿Te parece si nos vamos a tomar un café? —pregunto suave.—No —responde—. Dime rápido lo que quieres.—No pienso hablar aquí.—Bien. Entonces no hablemos.Kiara se da media vuelta para dirigirse al vehículo que esta estacionado en la calle de al frente, en el cual uno de los guardaespaldas la traslada, pero no dejare que se suba ahí, que me toca perseguirla. La tomo del brazo con cuidado y la volteo, que su pecho choca contra el mío.—¿Podemos hablar como dos personas civilizadas? —cuestiono tratando de controlar mi mal humor.—¿Y tú al menos eres una persona?—Kiara no te pases —advierto.—Solo te trato como me trataste tú a mí. Y ahora su
REAGAN Me hace soltarla y moverme rápido fuera de la cama. Me paso los dedos por el cabello y me paseo en la habitación. Sus palabras se repiten en mi cabeza y me marean la simpleza con que lo dijo. Me doy vuelta otra vez para encararla. Kiara se ha sentado en la cama y se ha tapado con las sábanas blancas de seda su cuerpo. El cabello negro enmarañado hace contraste con la blancura, haciéndola un cuadro digno de admiración, pero no lo suficiente como para apaciguar la rabia que crece dentro de mí. —¡¿Qué te pasa?! —me altero no sabiendo como responder ante su confesión. —Pero Reagan para mí la virginidad no es importante —susurra muy calmada—. Solo es una etapa más en donde hay que cruzarla. Sus palabras son como fuego a mi orgullo, que aprieto mis puños. —¿O sea me estás diciendo que cualquiera podría ser el primero y follarte? —No lo digas así —Juntas sus cejas hacia abajo y hace un puchero que me encantaría
KIARAReagan se acaba de dormir, sin embargo, no suelta mi cintura que se ha pegado como lapa a mi cuerpo, su respiración cálida choca en mi cuello y sus piernas están enredadas con las mías, dejándome envueltas entre sus cadenas.¡Joder! siento que lo arruine todo, pero a la vez no me arrepiento de nada, que una estúpida sonrisa aparece en mi rostro, cuando veo como duerme plácidamente, como si no tuviéramos mil problemas encima que resolver.Definitivamente estoy irremediablemente enamorada de este chico, a pesar de sus desplantes, y de mi orgullo, no puedo evitar caer a sus pies, rendida como una tonta.Todo el cuerpo me arde y más aún mi intimidad, porque perdí la cuenta de las veces que me hizo suya con esa pasión desbordante que siempre me mostro, del día uno hubo algo que no me dejo apartar mis pensamientos de sus ojos azules, pero un r
KIARA Me muevo cuando el calor me hace sudar, sigo desnuda en la cama junto a Reagan, quien está roncando. Doy una risita tímida y acaricio la sedosidad de su cabello, los rayos solares le dan en la cara, pero me apuro en salir de ahí, antes de que despierte. Me visto igual de veloz, tomo mis zapatos y me cuelgo el bolso para largarme de esa habitación de hotel. Si me va a buscar, es porque realmente quiere arreglar los problemas, si no, lo dejara como una noche más. ¡Mierda! me pongo las sandalias en el ascensor, y el arrepentimiento me ataca, quería despertar junto a él, pero más que ponerlo a prueba, la verdad es que me da miedo que me diga que esto solo fue un desliz de tantos que tienes, cuando para mí fue especial. Algo imaginario se me atasca en la garganta, y las puertas del ascensor se abren, que camino a la salida del hotel buscando un taxi, y aguantando el ardor que tengo en mi intimidad. Me llega otro mensa
REAGAN Kiara salta de la cama y se encierra en el baño, dejándome helado con la llamada que recibió. Me pongo el bóxer y golpeo la puerta varias veces, intentando de que me abra, pero nada. —Muñeca ábreme —pido. —Déjame sola, por favor —su voz me hiere profundamente. —Por favor Kiara, estoy aquí para ti. Hablemos. —Solo déjame cinco minutos amor, y luego te explicare todo. Te lo prometo. Su llanto ahogado lo escucho, a pesar de que quiere ser silenciosa, no sabe cómo ocultarlo del todo, porque a veces lo logra, pero otras como esta, no. Y esa es uno de las virtudes de Kiara, que más me gustan de mi chica, ya que cuando algo le afecta, casi siempre lo demuestra abiertamente. Es transparente y buena, que odio que sufra tanto. Apoyo la frente en la madera cuando me canso de insistir, sintiéndome impotente de no poder hacer nada con el dolor que esta sintiendo. A veces quisiera tener dones mágicos par
REAGANEl timbre suena y Kiara deja la taza sobre la mesa de centro. Se levanta a recibir a los chicos. Kelly es la más contenta, que abraza a su hermana con euforia dando pequeños saltitos de alegría.Mi esposa intenta no quebrarse, y me sorprendo que lo controle bien delante de ella, tal como lo dijo, siempre quiere ser su fortaleza. Le da una sonrisa grande y Kelly se suelta.—Veo que ni me extrañaste.—Si te extrañe Kia. Solo que ahora estaba con mis nuevos amigos —le comenta con una sonrisa grande—. La academia es lo mejor, hay tanto talento del bueno, y ya tenemos un grupo en el cual componemos. Leah toca el chello, Cloe toca el piano y yo el violín. Somos geniales juntas.—¿Puedes creer que hasta a mí me cambio? —Alega una Raven ofendida—. Se supone que tenía que ser la pianista del grupo, pero prefirió a esa
REAGAN Resulta que ayer, todos se quedaron en el pequeño departamento, arreglándoselas en la sala de estar para dormir incómodos, sin embargo, eso no impidió que las risas abundaran hasta casi la madrugada, a pesar de la noticia de Kelly, intentamos sobrellevar la tristeza. Pero, aun así, no sé qué hace esta gente, porque Julián parece que estuviera de vacaciones cuando la verdad es que debería estar trabajando en la empresa, ya que, sin mi papá, ni yo, él es el tercero al mando que debe supervisar que todo marche bien. Raven tomándose un año sabático, como si no tuviera que ir a la escuela y a la academia de piano y Abril también esta full relajada. Pareciera que ninguno de los tres tuviera responsabilidades que cumplir en su vida diaria, ya que a pesar de que es día de semana y de trabajo, todos están como si nada. El lugar ha quedado un desastre porque anoche nadie se dignó a limpiar, que platos sucios adornan la mesa del comedor,