CAPÍTULO 14—¿Qué?Bruno corrió hasta mi lado y me tomó sorpresivamente de la mano—April… —Su voz se escucha masculina y espesa, el coreano delante de él pestañeó dirigiendo su mirada hacia su agarre, —Necesito decirte algo… —MacKenzie se dirigió hacia nuestro encuentro y mirándonos con sorpresa, —¿Pueden dejarnos solos?Preguntó logrando que su hermana menor y Taewoo salieran de la cocina, apenas logramos estar a solas, el señor Harper soltó mi mano. Podía ver un hilo de sudor deslizarse por su frente hasta llegar al inicio de su corbata. Su mirada se centró sobre sus pies y temí por lo peor.—¿Me van a despedir?Solté al verle dar tantas vueltas.—¿Qué? —Agregó confundido, —¡No! Claro que no, Parker, soy un ho
«CAPÍTULO 15»Mi estómago comenzó a rugir por las extrañas vibraciones que mi cerebro estaba enviando hacia mi cuerpo. La mano suave de Taewoo sostuvo la mía, entre tanto mi jefe, el señor Harper agarraba con manos firmes y fuertes mis caderas. Ambos hombres fijaron al mismo tiempo sus ojos sobre mí, logrando que mi corazón se sintiera caliente y agobiado.Una capa de sudor cubrió mi rostro al no saber que decir o hacer, mi respiración se volvió espesa al intentar soltar la mano del asiático y ver que este no dio el brazo a torcer, el magnate reafirmó su agarre al ver mis intenciones de alejarme de él, estaba en medio de una encrucijada, que ni yo misma entendía por qué. —Necesito bajarme de aquí… —Solté usando una falsa valentía que en realidad no tenía. Me estaba muriendo de miedo al ver como el par
CAPÍTULO 16—Dijiste que era imposible no fijarse en mí, ya que tengo muchos encantos, ¿Es eso cierto? —Los ojos oscuros del asiático se llenaron de un brillo peculiar, sus pómulos se elevaron formando una ligera y hermosa sonrisa que hizo a mi corazón dudar por un momento.—Solo dije la verdad… —Vociferé mirando hacia todos los lados, mi estómago se sentía extraño, mis manos se sentían demasiado sudorosas, mucho más de lo normal, —cualquier mujer podría decir lo mismo que yo, Kim Taewoo… —El enfoque de sus ojos se perdió por un instante, era como si la decepción se hubiese apoderado de todo su cuerpo.—¿Cualquier mujer? —Braveó sin mirarme, —¿Y tú?Una corriente eléctrica perforó mi estómago porque no sabía en donde iba a parar t
«CAPÍTULO 17»Las palabras se atoraron en mi garganta y no puedo decir nada, intento zafarme del agarre del señor Harper, pero este se aferra mucho más a mi cuerpo. Mis piernas se tambalean de un lado hacia el otro, al observar cómo Kim Taewoo se posa delante de nosotros como alma que lleva el diablo. La expresión en su rostro es un poco extraña y no logro comprenderla en su totalidad, sus manos tocan delicadamente el puente de su nariz, para luego relajar sus hombros con algo de decepción.La siguiente en mirarnos con algo de enojo es MacKenzie, sus ojos se posan inmediatamente sobre mí, su boca hace una pequeña mueca de desagrado y lo entiendo, quizás sabe que soy demasiado poca cosa para su hermano mayor, y tal vez esté pensando que lo único que quiero es su maldito dinero.Luego de eso y para finalizar, las risas sonoras de Aine no se hacen esperar, sus tacones de
CAPÍTULO 18Luego de algunos segundos de agonía, por fin llegamos, Bruno estacionó el coche, mientras que yo corrí desesperada hasta la sala de cirugía. Allí, mi profesor me recibió con un cálido abrazo, entre tanto los médicos encargados de mamá se dirigieron hacia mí con un aura de malas noticias que erizó cada vello de mi piel.—¿Cómo está mamá?—Mal.Soltó sin tapujos uno de los doctores.—¿Qué sucedió?Volví a preguntar.—El estado de tu madre es terminal… Pero…Se quedó callado.Mis pasos me guiaron hacia él con desespero, mientras que mi jefe apareció repentinamente una vez más ante mí.—¡¿Pero ¡¿qué?!—Su mamá necesita entrar en un tratamiento innovador con algunos especialistas ahora mismo, si no queremos perderla antes de tiempo.Mi cabeza, mi cabeza se quiere zafar de mi cuerpo.—¿Cuánto cuesta eso?Una enfermera me entregó una factura y casi me desmayo al ver el valor.—Es demasiado dinero.Mascullé casi ahogándome en mi propia saliva.El señor Harper se alejó tomando su t
CAPÍTULO 19El empresario no tenía ni una sola expresión sobre su rostro, sus hombros relajados, su postura erguida y dominante, me hicieron percatarme que estaba enfrentándome a un completo bastardo. Mi jefe caminó decidido hacia su escritorio, me echó un vistazo antes de sentarse sobre su silla de cuero, rebuscó algo dentro de una se las gavetas de la mesa y sacó una chequera, la cual firmó luego de un par de segundos.—Mira esto y luego toma una decisión.Rugió extendiéndome el pedazo de papel que dudé en tomar, sin embargo, mis piernas me guiaron con inercia hasta la posición en donde se hallaba el británico. La mandíbula perfilada y tensa del presidente de Harper Fashion House se elevó apenas agarré con mis manos temblorosas el cheque.El silbido grotesco dentro de mi cabeza, retumbó sobre mis oídos y me hi
CAPÍTULO 20¿Por qué?¿Para qué hacía todo esto?Mis manos apretaron mi pecho cuando una extraña sensación y que jamás había sentido se instaló en mi estómago, quería sonreír, claro que quería hacerlo, pero entendía que si lo hacía estaría en el borde del precipicio. Bruno Harper, no me puedo enamorar de Bruno Harper. Intenté convencerme a mí misma que todo esto lo hacía para elevar su ego, que su único propósito era llevarme a la cama y deslumbrarme con su dinero para tenerme a sus pies.Al salir de la universidad, Diego, su chófer de confianza ya me estaba esperando, o eso creí antes de ver a mi propio jefe saliendo de su coche, tan elegante, tan mancho, tan alfa como solo él era. Una sonrisa amplia sacudió mi corazón, entre tantos cientos de estudiant
«CAPÍTULO 21»Bruno Harper.Todo mi cuerpo se descompuso en el justo momento en que mis oídos escucharon aquella estúpida confesión que venía de parte del bastardo de Kim Taewoo. Sus ojos acusadores me observaron detenidamente, mientras yo solo veía como su mano sostenía con vehemencia la muñeca de April Parker. Mis pies se movieron inquietos por el deseo que invadía mi cuerpo al querer quitarle esa sonrisa de satisfacción de la cara.—¿Qué acabas de decir? —Escupí dejando reposar mis dedos sobre mi cadera, la chiquilla de ojos oscuros, me observó asustadiza, si bien, sabía que en cualquier momento podía explotar, sin embargo, no podía ser ni aquí ni ahora. Debía cerrar un contrato millonario con los franceses, y por nada del mundo podía echar a perder algo que me costó demasiado obtener. &mdas